Retrospectiva
LXXIX ANIVERSARIO LUCTUOSO DE AMADO NERVO/Dr. Julián Gascon Mercado*
En 1964, en el primer año de mi gobierno, organizamos junto con el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, que dirigía el maestro Lucio Mendieta y Núñez, el XV Congreso Nacional de Sociología, en Tepic, con la asistencia de destacados intelectuales nacionales y extranjeros, entre estos últimos se encontraba Alma Reed, la inolvidable "Peregrina", del gobernador yucateco Felipe Carrillo Puerto.
Con un recital poético, en Tepic, los congresistas rindieron homenaje al más ilustre nayarita: Amado Nervo. Intervino María Elena de Anda, destacada declamatora. Además, se publicó una pequeña semblanza; ahí se dio a conocer, por vez primera, la existencia de un Museo Privado de Amado Nervo con muchos de los objetos personales del poeta, traídos en 1933 de Madrid por Margarita Dailliez, la hija de Ana Cecilia, con el apoyo del secretario de Educación Púbica de entonces, Narciso Bassols, museo que sostenía en su residencia la hija de la Amada inmóvil, esposa de uno de los sobrinos de Amado Nervo, en la Calle de Francisco Murguía No. 18 de la Ciudad de México, donde vivía con su familia.
La vida de Nervo a todos nos llena de orgullo, por eso durante mi gobierno adquirimos la casa de Tepic, donde nació el Bardo y la convertimos en museo.
Más tarde aceleramos los trabajos de los 640 mil metros cuadrados al sur de Tepic, donde se construyeron varias instalaciones educativas: la Escuela Normal Superior con una Escuela Secundaria para las prácticas pedagógicas y las construcciones para el establecimiento de la Universidad Autónoma de Nayarit.
En este campus al que hago referencia, construimos canchas de basquet y fútbol, una pista de atletismo, el Mesón de los Deportes para juegos bajo techo, un parque de béisbol, la Escuela Preparatoria No.1 para 2 mil alumnos, la Escuela de Enfermería, La de Leyes, la de Agricultura, Oceanografía, una zona jardinada extensa, la Rectoría, etc. En la zona jardinada, diseñada por un destacado arquitecto nayarita, Renato Caballero, se construyó el basamento cónico recubierto con piedras del volcán del Ceboruco para colocar allí la efigie del Bardo Nayarita que desde entonces preside la Universidad de aquella entidad.
El día que se cumplieron 50 años de su muerte, con la presencia del inolvidable secretario de Educación Pública, maestro Agustín Yáñez, pusimos en marcha. con un homenaje a Nervo, la Ciudad de la Cultura que lleva el nombre del poeta, donde tiene su asiento, además, la Universidad Autónoma de Nayarit.
Años después, en octubre de 1996 estando en Montevideo, visité el Parque Hotel, donde vivió y murió el poeta Nayarita Amado Nervo y en el cuarto 116 de dicho inmueble, hay una placa que señala la fecha de su fallecimiento y desde entonces, por respeto a él, no se utiliza dicho cuarto. Allí hice una guardia.
Por la noche de ese día, en una extraordinaria cena,, servida en dicho hotel a intelectuales del Continente Americano, a nombre de los visitantes me tocó agradecer al pueblo de Uruguay las atenciones que nos prodigaron. Mi discurso tuvo un toque nostálgico por la coincidencia de un Nayarita presente en ese momento, en la capital de Uruguay, que nació en el ejido de El Trapichillo, cercano a la ciudad de Tepic, de donde era originario Amado Nervo.
Por cierto, la muerte de Nervo, en Montevideo, el 24 de mayo de 1919, conmovió profundamente al pueblo de ese país. En el parlamento sesionaron ambas Cámaras, constituidas en Asamblea General bajo la presidencia del Dr. César Miranda que era también un poeta, en honor de un de los grandes de la República de las Letras.
El Poder Ejecutivo de Uruguay propuso honores para él, de Ministros de Estado y fueron velados sus restos en la Universidad de Uruguay, bajo las banderas de México y aquel paìs sudamericano.
El pueblo acudió por miles, desfilando frente al féretro y a las 22 horas del día de su muerte, el Presidente de la República de Uruguay señor Baltazar Brum, con sus Ministros en pleno, acudieron para hacer una guardia al Bardo Nayarita..
Los restos de Amado Nervo fueron llevados en una Cureña de Artillería jalada por 8 caballos al Cementerio de Montevideo, donde permanecieron por unos meses hasta su traslado más tarde a la patria que lo vio nacer. El traslado de los restos de Nervo a México, se realizó meses después, en el crucero "Uruguay", acompañado por los cadetes de la Escuela Naval de aquel país sudamericano.
Otro barco Argentino, se incorporó a la travesía, dado que Amado Nervo era Embajador también, en ese gran país del cono sur. Brasil puso al barco Barroso con cadetes navales, que sumaron a la escolta naval que llevaba los restos de Nervo a México. Venezuela envió también un barco para engrosar la escolta que acompañaba a Nervo y al arribarr a la Habana, el gobierno de Cuba con sus cadetes navales, amplió la escolta con el crecero Patria. En el caribe se sumaron a dichas naves el barco escuela de mexicano Zaragoza y un crucero de Estados Unidos, el Niágara. Casi toda esta flota arribó más tarde, en Noviembre al Puerto de Veracruz.
Este cortejo de muchos barcos de países hermanos del Continente Americano, no tiene precedente en el mundo: el cuerpo de un poeta grande de México: Amado Nervo, fue acompañado por un flota latinoamericana de barcos de guerra para honrar su memoria.
El 10 de noviembre de 1919 llegó a las 10 de la mañana al Puerto de Veracruz, la formación de buques que traían los restos del poeta nayarita.
El poeta místico como sabemos, después de dejar Jacona, Michoacán, llegó a Tepic y, luego a Mazatlán, donde trabajó algún tiempo en el diarismo, para regresar más tarde de nuevo a Tepic y, de la capital nayarita, se trasladó a la ciudad de México
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Desde Colombia, Carlos Pellicer le escribe a su madre una carta fechada el 31 de mayo de 1919. En la misiva, Carlos recuerda un par de ocasiones en que se encontró con Amado Nervo y además, da a conocer un dato curioso que Pellicer interpreta como el saludo de la muerte hacia Nervo:
Mi amigo adorado, el inmenso poeta y buenísimo hombre Amado Nervo, murió hace cinco días en Montevideo, Uruguay. Su muerte me tenía sumamente abatido. Te juro que yo habría dado mi pobre existencia por retardar la de él algunos años más. Parece que ha muerto alguien de nuestra familia, así está mi corazón de tristeza. Estoy de luto y estaré un mes cuando menos. Nervo tenía 49 años ¿te acuerdas que lo vimos arrodillado en la Basílica de Guadalupe el día en que me llevaste a despedirme de la santísima virgen? Muchas personas han venido a darme el pésame como mexicano que soy y amigo que fui del gran poeta. Aquí ha causado mucho dolor la muerte de Amado Nervo, pues es muy conocida su obra poética y muy admirada, estoy muy triste? ya nunca volveré a estrechar la mano del artista que para mí tuvo atenciones reveladoras de verdadero afecto. En Nueva York pasee con él algunas veces y la última vez que nos vimos al pie del puente de Brooklyn, me despedí de él diciéndole: “por la violencia de mi viaje ¡Hasta pronto don Amado!” Y el me contestó abrazándome: “Usted y yo, hasta siempre”. Parece que algo terrible presentía. Y yo no pude despedirme de él.
CP
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