20 ene 2014

El padre Goyo López


Frente a la terrible situación de violencia que se vive en Apatzigán, Michoacán y ante las diversas amenazas del crimen organizado contra el clero, el Padre Gregorio López de 46, se ha visto obligado a oficiar la Misa vistiendo un chaleco antibalas.
 “Morir por una causa como es la libertad de mi pueblo, vale la pena”, señaló el sacerdote en una entrevista concedida a Marcos Muedano y Alberto Morales, reporteros del periódico ElUniversal, quien conoce e identifica cientos de historias, testimonios y confesiones de violencia en la zona así como la manera como opera el crimen organizado.
 El cura  ha pedido a las autoridades que capturen a los líderes de las bandas y dijo que felicitaría al presidente del país, Enrique Peña, "le beso los pies el día que me tenga en la cárcel a Nazario Moreno, a Enrique Plancarte Solís y a Servando Gómez Martínez”.

Frustran atentado contra sacerdote de Apatzingán
Marcos Muedano y Alberto Morales| 
El Universal, Lunes 20 de enero de 2014
El sacerdote Gregorio López dio a conocer ayer que elementos federales frustraron un atentado en su contra, cuando regresaba al municipio. El religioso comentó que el Ejército intervino una llamada telefónica en la que se mencionaba un plan para matarlo 
APATZINGÁN, Mich.— El padre Gregorio López afirmó que fuerzas federales lograron evitar un atentado en su contra, cuando ingresaba al municipio de Apatzingán.
El clérigo, detalló que personal del Ejército intervino una llamada telefónica en la que se hablaba de un plan para matarlo. “Anoche fui a una boda. Regresé a las 22:00 horas, y me llamaron para decirme que habían captado una llamada de que me estaban esperando a la entrada de la ciudad”, relató.
Según el padre, en la colonia Rubén Romero se encontraba una camioneta blanca, en la que estaban tres personas armadas.
“Intervinieron una llamada, y lo que hice fue detenerme ante el aviso que me hicieron. El jefe de inteligencia militar fue quien captó esa llamada”, dijo.
El pasado jueves, EL UNIVERSAL dio a conocer que el padre Gregorio utiliza un chaleco antibalas durante la homilía, ante las amenazas que el crimen organizado ha hecho en su contra.
De acuerdo con las declaraciones del clérigo, el crimen organizado se encuentra en la cabecera municipal de este municipio, por lo que pidió a los habitantes denunciar a sus integrante y líderes que han asolado a la región.
Más tarde, en conferencia de prensa, Monte Alejandro Rubido, secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), informó que en el incidente con el padre Goyo no hubo reporte de víctimas, pues en una primera versión se habló de que hubo muertos.
“Sobre las declaraciones de ayer en Apatzingán, categóricamente podemos señalar que no hubo ninguna situación de las que se han mencionado en medios, de parte del sacerdote de ese municipio —el padre Goyo, si la memoria no me falla—. No hubo ningún enfrentamiento, evidentemente no hay víctimas como se señaló”, aseguró.
La nueva estrategia: hasta ahora, más de lo mismo
Rezar no basta, necesitamos hacer algo y es parte del coraje que tenemos..."Padre Goyo.
Reportaje en Proceso


http://fredalvarez.blogspot.mx/2013/11/van-en-apatzingan-920-muertes-clero-el.html#more
**

Clero de Apatzingán elogia a autodefensas
El padre Goyo denuncia que en esta ciudad sin ley de todo hay que pagar porcentaje a los delincuentes; Los Caballeros Templarios le pusieron precio a la cabeza del sacerdote
Excélsior, 16/01/2014 05:55
JC Vargas/ Enviado
Gregorio López, sacerdote de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, indicó que los Templarios le pusieron precio a su cabeza. Dice no tener miedo.
APATZINGÁN, 16 de enero.- El padre Goyo dice no estar preocupado de que Los Caballeros Templarios del lugar le hayan puesto precio a su cabeza. “Ofrecen cuatro millones de pesos por mí. Me han seguido, me han amenazado y en el face (Facebook) dicen que me harán picadillo”. Suelta con ironía que “en face lo único que daña es el virus”.
Gregorio López, de 46 años de edad y dos en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, hace tocar las campanas tres veces al día, en un pueblo michoacano en el que casi todos los negocios permanecen cerrados. “Al que abre en estos días, le queman su negocio. Aunque la Iglesia no piensa cerrar, porque dependemos del mismo Señor.”
Apatzingán, como dice el padre Goyo, es una ciudad sin ley, “donde el mal se hace bien y el bien se hace mal. Aquí, desde hace tiempo, a los hombres buenos los asedian, los coaccionan y les levantan a sus hijos”.
Una población con 120 mil habitantes y sólo una treintena se atreve a asomarse a una iglesia de buen tamaño, casi frente a Palacio Municipal, en la que aparece un cartel con la imagen de Martin Luther King y en el que dice: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos. No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena”.
Sobre el asunto de que le hayan puesto precio a su cabeza, Gregorio López dice estar más preocupado por las madres que llegan a la iglesia y le comentan que han perdido a sus hijos. O que han levantado a sus maridos.
“Aquí los halcones se meten a las tiendas y, con cuchillo en mano, te quitan tus cosas. Simplemente argumentan ser ahijados de Don Chayo (Nazario Moreno González), lugarteniente principal de territorio michoacano. Los otros son Servando Gómez, La Tuta, y Enrique Quique Plancarte. ¿En Apatzingán?, ah pues El Pantera, Ventura y Sergio El Flaco. A los tres los ubica el pueblo”.
El padre Goyo asegura que el narco tiene controlado casi todo por estos rumbos. “Se mete en lo social, en lo político y tiene el control económico. Fundaron la secta Nueva Cosecha en la que se justifica matar al prójimo porque en la Biblia dice que David mató a Goliat”.
Explica que Los Templarios incluso fundaron su escuela Vida Vital, “una seudofilosofía en la que los estudiantes toman clases de seudoparasicología y seudometafísica. Forman líderes sicarios para matar y crean redes de altruismo con despensas y atención médica.
“Los Templarios tienen a los abogados, al Ministerio Público y hasta la policía es de ellos. Los comerciantes tienen que vender la mercancía a ellos y comprárselas más caras. Cobran cuota de todo y no puedes comerciar sin que ellos sean intermediarios. Si la carne cuesta 80 pesos, 30 son para Los Templarios. Hablamos de una nómina mensual de 18 millones de pesos al mes que reciben Los Caballeros. Por eso muchos han preferido cerrar. ¿La Iglesia?, nosotros abrimos diario.”
Se le pregunta al sacerdote si hay respeto hacia la religión católica, a lo que responde de inmediato: “Han matado a cinco padres por estos rumbos… ¡a toda madre el respetito!”
Él dice no temer porque está protegido por el Señor, además de contar con seguridad personal. “Nosotros también podemos lanzar disparos”.
Antes de acudir a dar misa de ocho, el religioso reconoce la labor que realizan los grupos de autodefensa. “Es gente buena que está haciendo una buena labor. Claro que detrás de ellos está el apoyo de los empresarios a los que Los Templarios les arrebataron sus propiedades. Ellos aportan bastante dinero para armamento, comida y transporte, pues desean recuperar sus terrenos. Hablamos de 400 propiedades que arrebató Nazario Moreno.”
En la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción vuelven a escucharse campanadas. Hay misa de ocho.
**
Apatzingán, una veleta del demonio’: padre Goyo
[Michoacán]
Por Excélsior, 19/01/2014
Michoacán.- El vicario de Apatzingán, Gregorio López, aseguró que cinco presuntos delincuentes fueron abatidos por elementos de la Policía Federal, al rescatarlo de un atentado.
“Abatieron a cinco criminales que me iban siguiendo y (los federales) con un helicóptero artillado abatieron a los cinco criminales”, dijo el sacerdote, quien anteriormente había recibido amenazas de muerte por sus denuncias contra “Los Caballeros Templarios”.
A pesar del ataque, del que no reveló el lugar y sólo dijo en reportes de prensa que ocurrió este sábado, el religioso afirmó que no va a solicitar seguridad personal.
Antes de que el martes 14 llegaran los miles de policías federales y soldados, la vida en esta ciudad histórica era distinta. Los jóvenes Caballeros Templarios se paseaban en autos deportivos de importación; iban y venían por las calles cobrando el diezmo obligatorio a todos los negocios y lucían sus armas sin que la policía o las autoridades municipales se les interpusieran.
Las efigies de Nazario Moreno El Chayo, el santo de Los Caballeros Templarios que los pobladores dicen que está vivo y el gobierno afirma murió en el 2010, competían con la de la santa patrona de la ciudad, la Virgen de la Candelaria en Acahuato.
“La ciudad es un pandemónium”, afirma el padre Gregorio López, vicario de la diócesis de Apatzingán, quien informó que el pasado sábado al mediodía fue sujeto de un atentado de muerte y que la Policía Federal abatió a cinco de sus agresores. Aunque no precisó en qué lugar fue el ataque.
El gobierno federal afirma que ya recuperaron la ciudad y que con sólo la presencia de los policías y militares, con los rondines que hacen por los barrios ya la tienen bajo su dominio. Pero los Templarios siguen ahí, se pasean por el zócalo vestidos de paisanos, sus redes de información hechas de vendedores, boleros, taxistas, comerciantes permanece y ya los desafiaron en dos ocasiones. El miércoles quemando una farmacia y ese mismo día por la noche baleando la sede de la Procuraduría General de la República (PGR).
“La ciudad es un velero a expensas del viento y en cualquier momento se desmorona. Apatzingán hoy es una veleta del demonio, hay un pandemónium aquí en la ciudad. Todo mundo es autoridad, un chiclero con un cuchillo o una pistola se siente que puede matar, aquí todo el mundo manda. Si alguien en la calle le quiere quitar el celular a una gente se lo tiene que dar”, dice el padre Goyo.
“Ellos, los Templarios, mandan”, sostiene el sacerdote que el martes en la tarde, poco antes de que llegara a Apatzingán el gobernador Fausto Vallejo en medio de un operativo de seguridad policiaco y militar, le dijo a un soldado que en el zócalo estaban los Templarios. Los señaló y hasta les dijo cómo se llamaban y la respuesta fue seca: “No tenemos órdenes de detención”.
La impunidad de Los Caballeros Templarios viene con el solapamiento de las autoridades municipales, asegura el vicario. “Hay que decir sus nombres, bautizarlos, llamarles por sus nombres y no andar diciendo que es un grupo criminal como les dice el gobierno, ¡No! Hay que decir quiénes son”.
Sin tapujos el padre Goyo señala a las autoridades que están coludidas y respaldan a Los Caballeros Templarios. “El presidente municipal, Uriel Chávez Mendoza es sobrino de Nazario Moreno y no puede darle la espalda a su tío. Aunque lo pongan contra la espada no lo puede traicionar. Lo mismo que el regidor Isidro Villanueva Moreno, primo hermano de El Chayo”.
En Apatzingán, Los Caballeros Templarios están en sus casas. Sus líderes en las montañas. Pero la estructura de organización sigue en las calles y siguen imponiendo su ley a los comerciantes a quienes les dijeron que no abrieran sus negocios.
“Aquí el dios es El Chayo, el que manda y decide es él. Con mucha tristeza lo decimos. Hasta se hizo santo y se mandó a hacer imágenes para que lo gente lo adorara”. El padre hace referencia a las capillas con un busto en su interior que el líder de Los Caballeros Templarios se mandó a hacer a la entrada de los pueblos de Tierra Caliente que estaban bajo su yugo y que los grupos de autodefensa se han encargado de destruir cuando entran a liberarlo.
Al margen del operativo militar y policiaco, el padre Goyo ha empezado a hacer una especie de exorcismo contra la maldad de Los Caballeros Templarios que se ha apoderado de Apatzingán. El sábado hizo una misa para la Virgen de la Candelaria en Acahuato y una procesión en la que llamó a la población a participar en su liberación “con responsabilidad y dignidad lo que es suyo hasta con un garrote”.
Esperanzado en que habrá respuesta de los feligreses, sostiene: “Hasta el diablo huye cuando un hombre de fe se pone de pie. Eso es lo que estamos convocando como Iglesia”.

No hay comentarios.: