13 mar 2015

Dura la columna de Joaquín contra Javier Corral

EN PRIVADO /Joaquín López-Dóriga
Milenio, 13 de marzo de 2015
Error, espero, de Andrés Manuel
El torito al corral; ¡No, al revés! Florestán
Andrés Manuel López Obrador, después de confirmar su candidatura a la Presidencia de la República para 2018, lo que ya había anunciado en varias reuniones públicas, ha seguido con su campaña por el país, ya con una logística e intensidad diferentes, y explicables, tras el infarto al miocardio que sufrió la madrugada del 4 de noviembre de 2013.
Por instrucciones médicas, ya no se malpasa como antes, con cinco o seis mítines diarios, comiendo en gasolineras o en la camioneta una torta o lo que haya y se limita a uno o dos eventos al día.
Es lógico y entendible que tras aquel impactante evento de salud, tenía que cambiar algunas cosas y lo ha hecho, incluso ha adelgazado y, hasta donde sé, lleva una vida más ordenada en cuanto a horarios y descansos.
Pero no obstante eso, López Obrador no para: su meta es la Presidencia de la República en 2018, para lo que formó su propio partido, Morena, rompiendo con el PRD, del que fue presidente, candidato al Gobierno del Distrito Federal en 2000 y dos veces, 2006 y 2012, su abanderado presidencial. Básicamente sigue siendo el mismo, con algunas declaraciones más radicales, pero muy aplaudidas por su feligresía.
Apenas el miércoles, de visita en Morelos, anunció en una entrevista que cuando llegue a la Presidencia dejará la Constitución como la escribieron los constituyentes de 1917.
Y yo creo, para citar a Rubén Aguilar, que lo que López Obrador quiso decir es que, de ganar la Presidencia de la República en el proceso electoral de 2018, propondrá al constituyente permanente una iniciativa para reformar la Constitución y volverla, dijo, a los términos originales de 1917.
No lo veo, de ganar, cambiándola él solo, para lo que antes habría que modificarla, a fin de que el Ejecutivo, y no el Congreso de la Unión, sea el que la reescriba.
¿O así lo querría hacer López Obrador…?
Retales
1.Humanos. El senador Javier Corral reprobó la prueba del alcoholímetro a las 02:45 de la mañana del sábado, cuando manejaba su auto por calles de Coyoacán, y cayó a El Torito, donde pasó detenido ocho horas y salió vía amparo. Pero tendrá que cumplir doce más que dejó a deber. Como el Niño Verde, siendo también senador, en febrero de 2013;
2.Otros. Con el Niño Verde y ahora el senador Corral, aumenta la lista de políticos que, pasados de copas, han caído en El Torito. Debo apuntar a Manuel Espino, ex presidente del PAN y hoy candidato de Movimiento Ciudadano, y a Jesús Silva Herzog Flores; y
3.Padrés. Sobre la denuncia publicada en el Wall Street Journal acerca de las cuentas bancarias del gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés, fuera de México, no solo hay una investigación en la PGR, derivada de la denuncia que hizo la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, hay otra en Estados Unidos.
Nos vemos el martes, pero en privado
 
lopezdoriga@milenio.com

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