Vacíos
por mala asesoría/Juan Bustillos
Columna “Sólo para iniciados“
Impacto, 24 de junio de 2015
¿Cómo
se habrían comportado los entusiastas de los aplausos si Peña Nieto hubiese
estado presente en celebración de cumpleaños de magnate petrolero mexicano Ramiro
Garza Cantú?
A
los alegres compadres en su día
Si
el Presidente Peña Nieto hubiese aceptado la invitación del magnate petrolero
mexicano Ramiro Garza Cantú a la celebración de su cumpleaños se habría
sorprendido de la ovación que se llevó uno de los casi 300 invitados a la
fiesta, su antecesor, Felipe Calderón.
En
realidad, le habría sorprendido, también, que uno de los oradores, el
gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez, se refiriera a la esposa del
ex Presidente como “candidata” cuando aún no lo es.
El
otro orador fue el coordinador de los diputados priístas, Manlio Fabio
Beltrones, que ocupó el lugar de honor, al lado del festejado. En el programa
original (el evento se pospuso un par de meses por la muerte de un hermano de
Ramiro) también estaba programada Josefina Vázquez Mota para hablar, pero la ex
candidata presidencial panista no acudió por compromisos o porque supo que se
encontraría con Calderón.
Se
equivoca quien dude del olfato político de Calderón; asistió al convivio
porque, sin duda, supo con anticipación que el Presidente no acudiría al
festejo, pues era inevitable que así lo aconsejaría “El Grupo” (así se
autodenominan los 3 notables que lo rodean: Luis Videgaray, Miguel Osorio Chong
y Aurelio Nuño; en realidad 2 porque, contra lo que dice la leyenda urbana, el
jefe de la Oficina de la Presidencia no ha roto el cordón umbilical que lo une
al secretario de Hacienda) que cuerpea a Peña Nieto y lo prefiere aislado.
El
chiste es que Felipe supo, a tiempo, que no habría entre la muchedumbre nadie
que lo superara en estatura política (por lo menos en títulos) y se presentó
del brazo de su esposa, la aspirante a candidata presidencial independiente por
el PAN. Evidentemente, sabía lo que le iba a ocurrir, pues ya es costumbre que
le pase en los restaurantes: Que los comensales le aplaudan como si su
Presidencia mereciera reconocimiento.
La
diferencia fue que los invitados de Garza Cantú (cuyas 3 plataformas
emblemáticas que exploran en aguas profundas cobran a Pemex medio millón de
dólares diarios cada una, encuentren petróleo o no) eran miembros de todos los
partidos políticos, funcionarios y uno que otro iniciativo privado. La mayoría
se unió a los aplausos, algunos se abstuvieron sin ocultarse y otros hicieron
como que estaban distraídos.
Me
pregunto ¿cómo se habrían comportado los entusiastas de los aplausos si Peña
Nieto hubiese estado presente?
¿Qué
habría hecho Calderón si el Presidente hubiese asistido al evento? Es probable
que se abstuviera de acudir, pues con toda y su reciente popularidad, ganada a
fuerza de jugar pulsadas con “El Bronco”, Gustavo Madero y hasta Nicolás
Maduro, sabe que ante Peña Nieto no es aconsejable recurrir a las estratagemas,
bien planeadas, con que está imponiendo su presencia. Una cosa es blofear con
el resto del mundo que con el mandatario en funciones. No somos tan civilizados
todavía.
Quizás
a Peña Nieto no le hicieron una relatoría de lo ocurrido el viernes, pero se lo
pueden platicar algunos de sus amigos preocupados por la habilidad de Calderón
para llenar el vacío creado por una mala asesoría, a menos que la hija de Garza
Cantú, organizadora del evento, no lo invitara, lo cual es impensable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario