Sesión solemne para recibir la visita de la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.
Mañana del viernes 14 de agosto de 2015
El
Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: (11:06 horas) Se abre la sesión
solemne.
Conforme
al Acuerdo aprobado el pasado 5 de agosto, llevaremos a cabo la sesión solemne
para recibir la visita de la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la
República de Chile.
Para
introducir a la Presidenta de Chile, se designa en comisión protocolaria a los
siguientes ciudadanos legisladores: Senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo;
Diputado Fernando Rodríguez Doval; Diputada Graciela Saldaña Fraire; Diputado
Tomás Torres Mercado; Diputado Danner González Rodríguez; Senadora Angélica
Araujo Lara; Senadora Graciela Ortiz González; Diputada Gloria Bautista;
Senador Zoé Robledo Aburto; Senadora Mariana Gómez del Campo y Senadora Marcela
Guerra.
Asimismo,
para recibir al doctor José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Relaciones
Exteriores, y acompañarlo a este salón de sesiones, se designa en comisión
protocolaria a los siguientes legisladores: Senador Manuel Cavazos Lerma;
Senador Luis Sánchez Jiménez y Diputado José González Morfín.
Para
recibir al Diputado Julio César Moreno Rivera, Presidente de la Cámara de
Diputados, se designa en comisión protocolaria a los siguientes legisladores:
Senador Enrique Burgos García y Senador Juan Carlos Romero Hicks.
Solicito
a las comisiones designadas se sirvan cumplir con su encargo.
(Las
comisiones cumplen)
Haremos
una pausa para que las comisiones cumplan su cometido y esperemos el arribo de
nuestra invitada e invitados. (Receso)
El
Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: Se reanuda la sesión solemne.
La
Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos
Mexicanos expresa la más cordial bienvenida a la señora Michelle Bachelet,
Presidenta de la República de Chile. (…)
Presente en la sesión la señora Isabel Allende, hija de Salvador Allende, y la nieta Marcia Tambutti.
Presente tambien el Embajador de México en la República de Chile, Otto René Granados Roldán.
Les
solicito nos pongamos de pie para la entonación de los Himnos Nacionales de
México y de Chile.
(Se
entonan los Himnos Nacionales de México y Chile)
El
Presidente Senador Miguel Ángel Barbosa Huerta: Señoras y señores:
El
único futuro para América Latina debe ser la unidad de nuestros pueblos y el
bienestar de nuestras naciones.
de
mar y vino y nieve,
ay
cuándo
ay
cuándo y cuándo
ay
cuándo
me
encontraré contigo,
enrollarás
tu cinta
de
espuma blanca y negra en mi cintura
desencadenaré
mi poesía
sobre
tu territorio”. Pablo Neruda
México
y Chile son naciones amigas unidas en un continente: América, nuestro hogar;
por una cultura, por un idioma, por historia que narran la manera en que
nuestros pueblos han podido sobreponerse a la adversidad.
Naciones
que lograron su independencia y que han mantenido su libertad y su soberanía
con el esfuerzo y la vida de muchos.
México
ha tenido el apoyo de Chile, desde la lucha misma por la Independencia, en los
primeros años de la República y en diversos momentos de nuestra historia.
Mujeres
y hombres chilenos han contribuido con México, en el siglo pasado, en los
complicados años 20, cuando nuestro territorio todavía olía a pólvora y la
consolidación de la Revolución estaba en una etapa definitiva, Lucila de María
del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nuestra Gabriela Mistral, viajó invitada a
México por el Presidente Álvaro Obregón y por su Secretario de Educación, el
gran José Vasconcelos.
Recorrió
el territorio mexicano para entregar libros clásicos, fundar escuelas y
bibliotecas, trabajó con niños indígenas donde conoció, de primera mano, su
situación de pobreza y de miseria. En varias crónicas de aquellos tiempos,
describió los esfuerzos de México de transformar al indio en ciudadano,
dándoles cultura y mejores medios de vida.
Pasado
el tiempo, México agradece a Gabriela Mistral, nuestra Gabriela Mistral, su
trabajo por el bien de la educación y la cultura, sus textos. Los textos de
Gabriela Mistral son mexicanos y chilenos, chilenos y mexicanos,
latinoamericanos y universales.
“Dame
el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que
no es carne de mis carnes. Dame que alcance a hacer de una de mis niñas mi
verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía, para
cuando mis labios no canten más”: Gabriela Mistral.
Solidaridad
es una palabra poderosa, expresa una de las cualidades más importantes del
hombre cuando la desgracia, la tragedia, la guerra y la muerte se ciernen sobre
las cabezas de los hombres y el territorio de las naciones.
En
la segunda mitad del siglo XX, en los años oscuros de la dictadura que con su
manto de autoritarismo cubrieron América Latina, fiel a sus principios de
política exterior, México recibió a cientos de exiliados del gobierno del
Presidente Salvador Allende y rompió relaciones con quien se hizo del poder por
medio de la fuerza.
“Ay
cuándo
me
sacará del sueño un trueno verde
de
tu manto marino.
Ay
cuándo, Patria, en las elecciones
iré
de casa en casa recogiendo
la
libertad temerosa
para
que grite en medio de la calle.
Ay
cuándo, Patria,
te
casarás conmigo
con
ojos verdemar y vestido de nieve
y
tendremos millones de hijos nuevos
que
entregarán la tierra a los hambrientos”. Pablo Neruda.
La
del 11 de septiembre de 1973, cuando el Palacio de la Moneda fue destruido y el
gobierno de unidad popular derrocado, la del 11 de septiembre de 1973, ésta es
una imagen y circunstancia que marcó una generación de mujeres y hombres de una
gran valía, que 17 años más tarde y después de un largo proceso de esfuerzo,
reconciliación y trabajo, logró restaurar la democracia para bien del pueblo
chileno.
En
este contexto, México se honró con la llegada de hermanas y hermanos chilenos.
Desde entonces, y desde siempre, para ellos, los que llegaron, pero los que
sigan llegando por razones de interés cultural, México es su hogar, México es
su país y México seguirá siempre siendo su nación.
Señora
Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República de Chile, la Comisión
Permanente del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos,
realiza esta sesión solemne en su honor.
Recibimos
a la Jefa de Estado, a la mujer que forma parte de esa generación que padeció
la represión, nuestro reconocimiento, Presidenta, la pérdida de seres queridos,
la violencia y la persecución; que en lugar de odio impulsó la reconciliación y
luchó por darle una nueva oportunidad a la democracia. De verdad, qué gran
valor.
Pido
un aplauso.
(Aplausos)
Señora
Presidenta Michelle Bachelet, sea usted y su comitiva bienvenidas y
bienvenidos, lenguaje de género, al salón de plenos del Senado de la República.
Su
Visita de Estado a nuestro país y su presencia en este recinto legislativo,
demuestran la relevancia y relanzamiento de nuestras relaciones, las cuales
atraviesan por un excelente momento, tal y como lo expresan la serie de
compromisos, acuerdos y actividades que se están realizando durante su visita.
La
política exterior de México vive un buen momento. El gobierno de la República
que encabeza Enrique Peña Nieto, acertó al mirar hacia Latinoamérica. Y el
desempeño de nuestro Canciller José Antonio Meade Kuribreña, tiene el
reconocimiento del Congreso Mexicano y, desde luego, del Senado de la
República.
Señora
Presidenta, que su visita sea un paso más en el fortalecimiento y firma de
acuerdos y convenios de toda índole, y en el intercambio de experiencias que,
sin duda, acercarán más a nuestros gobiernos y a nuestros pueblos.
Debemos
entender que sólo unidos en un gran bloque continental latinoamericano podremos
lograr enfrentar con éxito los grandes desafíos de la región: la violencia, la
inseguridad y el crimen organizado.
Debemos
sumar esfuerzos para combatir la pobreza, eliminar la desigualdad, dos aspectos
en los que Chile ha dado pasos fundamentales.
Debemos
consolidar nuestras democracias para que se traduzcan en bienestar y felicidad
para nuestros pueblos. Hablemos más de felicidad los políticos, para construir
un clima de libertad, bienestar, fraternidad y amor; amor y felicidad, en donde
los versos de Pablo Neruda y las enseñanzas de Gabriela Mistral, nuestra
Gabriela Mistral, puedan escucharse, puedan conocerse, puedan orientar, puedan
esperanzar y puedan provocar gran imaginación desde el Río Bravo, nuestra
frontera al norte, con la Patagonia, su frontera al sur.
“Me
gustas cuando callas porque estás como ausente,
y
me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece
que los ojos se te hubieran volado
y
parece que un beso te cerrara la boca”. Pablo Neruda.
Señora
Presidenta Bachelet, sea bienvenida usted y sean bienvenidos y bienvenidas
todas las chilenas y todos los chilenos, lenguaje de género.
Bienvenidos
al Senado de la República.
Muchas
gracias.
Conforme
al resolutivo cuarto, en su inciso c) del Acuerdo que norma esta sesión
solemne, tiene la palabra la señora Michelle Bachelet, Presienta de la
República de Chile.
Déjeme
explicarle algo. Hay tres tribunas: la de la izquierda, por donde se asoma uno;
la de la derecha, que las dos partes son buenas; y la del centro. Le sugiero
que tome la del centro.
La
Señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile: Muy buenos días
a todas y todos.
Quiero
partir saludando, por su puesto, al Excelentísimo Presidente de la Comisión
Permanente del Honorable Congreso de la Unión, Senador Miguel Barbosa; a los
Honorables Parlamentarios de México y Chile; a las distinguidas autoridades
mexicanas; a la distinguida Delegación que me acompaña; al Honorable Cuerpo
Diplomático.
Señoras
y señores:
Quisiera,
antes de referirme al tema específico, compartir algunas reflexiones con
ustedes de uno de los grandes desafíos que tenemos las democracias en nuestro
país, y es señalar que estoy muy contenta de estar acá nuevamente en este
Senado, pero también con todos ustedes, Senadores y Diputados.
Decir
que ésta ha sido una visita particularmente simbólica, puesto que tal como nos
recordaba el Presidente Barbosa, México ha sido un país de extraordinaria
solidaridad con nuestro país en los momentos que vivimos, momentos muy
difíciles.
Es
cierto que nuestras relaciones vienen de muy atrás, y ayer en la Secretaría de
Relaciones Exteriores veíamos el primer Tratado de Chile y México de 1831,
donde se establece un tratado de amistad perpetua entre nuestros pueblos, pero
esa amistad se fue dando en distintos momentos y, sin duda, que en las épocas
más oscuras de nuestra patria esto se dio de una manera muy fundamental, donde
ustedes aplicaron, como lo han aplicado muchos otros pueblos y naciones, esa
parte de nuestro Himno Nacional donde termina, que dice: “…o el asilo contra la
opresión”.
Y
acá fueron miles de mujeres, hombres y niños que recibieron cariño, protección y
apoyo, y eso lo he estado agradeciendo desde la primera actividad del día de
ayer, y decir que es algo que jamás olvidaremos.
Así
que muchas gracias por esa amistad perpetua que se ha expresado en los momentos
buenos y en los momentos malos.
Esta
visita también se ha enmarcado en un hito simbólico de los 25 años de
restablecimiento de nuestras relaciones diplomáticas, pero además en la lógica
de decir: démosle un reimpulso a esta relación entre Chile-México,
México-Chile, y por tanto, hemos tenido el diálogo político, actividades con la
academia, y también, por supuesto, mirar cómo ponemos nuestros vínculos
comerciales, nuestras inversiones, y continúan expandiéndose, es decir, pero
también hemos firmado acuerdos científicos en la posibilidad que investigadores
mexicanos vayan a Punta Arenas a trabajar en el Instituto Antártico, para poder
heredar un espacio, una verdad a ustedes investigadores mexicanos en lo que es
la antártica de Chile, es el primer grupo de personas que no son parte de los
50 países del Tratado Antártico que Chile acoge con entusiasmo, y creo que va a
ser de gran utilidad también para México.
Lo
mismo en el ámbito de la astronomía, de la ciencia, de la tecnología, he
firmado acuerdos, ayer con el Presidente Peña Nieto y nuestros ministros, que
realmente van a ser extraordinarios. Nuestra Universidad de Chile también está
trabajando con la UNAM, también en la posibilidad de un conjunto de
iniciativas.
Es
decir, hay muchas cosas de las que queremos ir expandiendo esta amistad,
ampliando las perspectivas y las oportunidades para mexicanos y chilenos, y
chilenos y mexicanos.
Y
nuestro país está viviendo hoy día situaciones, un momento de grandes expectativas,
hemos llevado a cabo reformas estructurales, muchas muy similares a lo que
ustedes están llevando a cabo, en el convencimiento de que siempre es necesario
en un país que quiere ofrecer mayores oportunidades a sus ciudadanos, podernos
asegurar no sólo acceso, sino fundamentalmente una educación de calidad, y así
como ustedes han estado en el marco de una reforma educativa, nosotros en Chile
también estamos en ese mismo marco.
Pero
quería yo, hoy día, con ustedes conversar de otro tema, de un tema que creo que
está, de alguna manera, haciéndose presente en todas las democracias del mundo,
y por eso quería yo en esta instancia clave del funcionamiento democrático de
esta querida República Federal Mexicana, hablar, venir no sólo a una patria
hermana, sino aquel lugar llamado por Alfonso Reyes “La región más transparente
del aire”, y es precisamente sobre ese tema al que yo quisiera compartir con
ustedes nuestras experiencias, nuestras reflexiones, eso es lo que, a esa
propiedad, a la transparencia de hacer fácil el paso de la luz y del
conocimiento. Una propiedad sutil, pero esencial para la fortaleza de las
instituciones en todas nuestras sociedades y, sin duda, una condición para
nuestro desarrollo futuro.
Y
quiero hablar de transparencia porque nuestras sociedades las demandan hoy con
más fuerza que nunca, y porque la calidad de nuestras democracias se va a medir
también en la capacidad para producir, y porque México y Chile son dos países
que avanzan decididos en la tarea de producir condiciones institucionales para
que la transparencia esté al alcance de los ciudadanos y las ciudadanas.
En
Chile, nosotros entendemos que la transparencia es una apuesta por la fe
pública, es un incentivo a la confianza que debe sustentar nuestra convivencia
y nuestras relaciones sociales, pero además nos parece que una herramienta para
empoderar a los ciudadanos en todo el mundo, para fortalecer la rendición de
cuentas, para permitir una participación informada de la deliberación común.
Parece,
en ese sentido, que es sinónimo de mejor democracia, y el Presidente Barbosa
nos hablaba que éste era uno de los ámbitos también de integración y de
amistad, cómo cada uno de nuestros países podía ir mejorando y perfeccionando
nuestras democracias.
Quiero
entonces intentar un pequeño mapa de nuestras transparencias, la de nuestros
territorios y nuestras democracias, de cuáles son las rutas posibles para abrir
nuevos territorios a esa visibilidad indispensable que nos permita dignificar,
legitimar y cohesionar nuestra convivencia como pueblo.
Permítanme
partir con los fríos números, porque los fríos números revelan algo, pero
también sobre lo que no nos dicen.
Desafortunadamente,
de acuerdo con el ranking de Transparencia Internacional 2014, nuestra América
Latina está lejos de ser la región más transparente, ninguno de nuestros países
se encuentran en los primeros puestos del ranking de los 164 países.
Chile
es, claro, podría sentirse orgullosa de encabezar el ranking de la región, pero
ese orgullo es consciente también de la información innegable que ese índice
esconde, porque esos números no dan cuenta de los desafíos actuales que
enfrenta, como ustedes saben, en materia de transparencia y rendición de
cuentas la democracia chilena, y tampoco esos números dan cuenta de los importantes
avances que en los últimos meses ha librado México en esta materia.
Lo
que sí nos demuestra es que hay mucha tarea pendiente para nuestras sociedades,
y que tanto México como Chile estamos en un momento de inflexión para
reconstruir la relación entre ciudadanos e instituciones públicas sobre la base
de una nueva confianza.
México
y Chile tienen importantes agendas de transparencia, y han invertido recursos,
impulsado reformas profundas y creado instituciones con el fin de garantizar el
derecho de acceso a la información pública en ambos países.
En
el caso de México, tanto la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, como el instituto, y recientemente la ley
general aprobada en mayo, han sido pasos gigantes en materia de confiability,
porque sabemos que esto es más que una ley, y desde Chile miramos con enorme
interés los avances que hace México hacia la constitución de un Sistema
Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, en el marco también de la
lucha contra la corrupción, potenciada a partir de la reciente reforma
constitucional, con una arquitectura novedosa y de alto estándar, y como país
estamos atentos al desempeño de esta nueva articulación que ustedes han
generado entre organismos de control y fiscalización, me refiero a las
auditorías y contralorías enfiladas al proceso de la información, o al caso del
Instituto Nacional de Transparencia y otras instituciones que permiten abordar
esta temática como debe hacerse, integralmente, tal como ustedes lo han hecho.
En
ese sentido, Chile comparte con México una convicción fundamental, una
democracia no tiene derecho a negar la visibilidad de sus actos, a sus
verdaderos soberanos y mandantes.
Y
no se trata de un gesto del Estado hacia las personas, se trata del
reconocimiento y del cumplimiento de un derecho de cada ciudadano, saber quién
es el representante, quiénes los lideran, cuáles son los intereses y
motivaciones que los guían, y qué es lo que hacen en su actividad pública. Y
como país, también hemos puesto una tarea ambiciosa.
En
el marco en lo que hemos llamado la agenda amplia de probidad de transparencia
y anticorrupción, hemos avanzado hacia un sistema de integridad del sector
público basado en instituciones equivalentes en su rol a la mexicana, y en la
implementación de códigos éticos verificables en su cumplimiento.
Hace
7 años, fíjense, promulgamos la Ley de Transparencia y Acceso a la Información,
marcando así un poderoso un hito en materia de modernización del Estado y
profundización de la democracia, y los cambios que ella introdujo han
contribuido a transformar la mirada sobre el derecho a la información de las
personas y han permitido visibilizar información fundamental sobre el Estado.
Sin
embargo, a pesar de los avances hay déficit importante en este verdadero cambio
cultural en la demanda de la sociedad chilena de un quehacer institucional más
visible y más controlable por todos y todas.
De
hecho, permítanme compartir con ustedes que, a pesar del tiempo de vigencia, la
Ley de Transparencia y Acceso a la Información es todavía desconocida por una
importante cantidad de nuestros compatriotas; para el 2014, sólo el 19 por
ciento de mis compatriotas que no trabajan en la administración pública, y la
administración pública tienen que hacerlo de todas maneras, sólo el 19 por
ciento conocía esta normativa.
Adicionalmente,
Chile, al igual que buena parte de las democracias del mundo, atraviesa por una
crisis de confianza en la política, en las instituciones y en los negocios, y
esto ha sido detonado por malas prácticas que debilitan nuestra democracia y
que no siempre se conducen con los altos estándares que nos han hecho
merecedores de prestigio internacional en materia de probidad.
Presenta
un problema, y hay dos formas, y creo que la única forma posible es la que le
hemos hecho a nuestro país, y que es una exigencia de primer orden, es
enfrentarlo, enfrentarlo y esto nos ha exigido abordar de frente temáticas como
los conflictos de interés y las faltas a la ética, y en algunos casos, cuando
ha habido derechamente actos de corrupción, que son escasos, que son menores,
pero que justamente no queremos dejar pasar, y lo estamos haciendo desde el
cauce institucional, y sabemos la urgencia de actuar enérgicamente para
terminar con malas prácticas que pueden dañar la confianza; la confianza en el
otro, la confianza en los representantes, la confianza en los empresarios, las
actividades económicas, la confianza en las instituciones, la confianza en las
causas colectivas, la confianza en el Estado.
Sin
esa confianza el individuo se encuentra solo e impotente frente a estados o de
los que no se siente parte o a los que teme; pero también debemos ver este
desafío como una tremenda oportunidad para avanzar hacia nuevos estándares a
altura de lo que hoy ya tenemos, y que la propia transparencia genera que es,
ciudadanías y sociedades más exigentes.
Y
el desarrollo no consiste solamente en el Producto Interno Bruto Per Cápita,
sino también en la calidad ética de las prácticas predominantes en una
sociedad.
Y
los países tenemos el deber de actualizar lo que entendemos como control
ciudadano, como acceso a la información, como rendición de cuentas y como
buenas prácticas, y por tanto, también apostar como a fuerza a la
transparencia.
A
eso apuntan normativas como la Ley del Lobby, aprobada en Chile el año pasado,
que permite mayor control ciudadano en las actividades de las utilidades
públicas, y que implica un avance importante para distinguir intereses públicos
e intereses privados.
Y
desde diciembre pasado, nosotros enviamos al Parlamento un proyecto de ley que
llamamos “de perfeccionamiento a la democracia”, que lo que busca es generar un
marco claro de financiamiento, esencialmente público, a las campañas, a los
partidos y a los candidatos. Así queremos establecer fronteras claras entre el
dinero y la política.
Se
tramita, asimismo, un proyecto de reforma constitucional, que además fue
aprobada ayer en el Senado, para que a partir de las próximas elecciones se
sancione con la pérdida del cargo hay quien es para ser elegido, de fraude en
las normas de financiamiento y control de gasto electoral.
Son
muchos los proyectos de ley que tenemos en el Parlamento para ir mejorando
nuestras instituciones, nuestra democracia. Pero todas descansan en una sola
certeza, avanzar hacia una cultura de transparencia, también es sinónimo de
perfeccionar la democracia.
Evitar
zonas de opacidad en el quehacer de las Instituciones, o que pudieran quedar
ocultas a los ojos ciudadanos, porque entendemos que la transparencia es la
base para que la crítica informada, la denuncia de investigación y el
esclarecimiento de los hechos, sea posible, pero también yo quiero destacar: es
una oportunidad que el acceso a la información implica para la participación,
para la deliberación común y para el ejercicio, no sólo de los derechos, sino
también de los deberes ciudadanos.
Es
una herramienta de motivación para empoderar la participación ciudadana, es una
oportunidad para generar el capital social que requiere los procesos de
transformación que Chile está impulsando como sociedad y queremos que sean
inclusivos, dialogantes, amplios y diversos.
Es
en definitiva una manera de equilibrar la relación entre ciudadano y
representante, base de nuestro pacto social y de la legitimidad de nuestra
democracia.
Las
verdades están metidas en nuestros días y se quiebren en mil aristas, a la luz
de cada mirada, de cada golpe de corazón, decía Carlos Fuentes en esa magnífica
novela que cita Reyes y que justamente la región más transparente.
Si
la transparencia es la propiedad de dejar pasar la luz y la mirada, entonces
deseamos que esa transparencia inunde nuestra sociedad de naciones, con sus
brillos y con sus insuficiencias, que esa transparencia que hoy nos convoca
crezca y nos permita avanzar hacia democracias más luminosas, más enteras y más
conscientes de sí misma.
Y
por eso, y porque yo sé que este Congreso mexicano está en esta misma línea, he
querido venir a contarles que en Chile estamos en lo mismo, tenemos los mismos
desafíos que ustedes, y estamos seguros que unidos como países y unidos como
región, Chile y México saldremos adelante con una democracia más fortalecida y
con sociedades más justas, más solidarias y entregándole a cada uno de nuestros
ciudadanos la dignidad que todos se merecen.
Muchas
gracias por el afecto, muchas gracias por la confianza, muchas gracias por la
amistad.
(Aplausos)
El
Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: Gracias por su mensaje, señora
Presidenta.
Señora
Michelle Bachelet: Agradecemos su visita a la Comisión Permanente del Congreso
de la Unión.
También
doy el agradecimiento al doctor José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de
Relaciones Exteriores; al Diputado Julio César Moreno, Presidente de la Cámara
de Diputados, por su asistencia a esta sesión.
Destaco
la presencia y corrijo la omisión, la presencia y destaco y pido un aplauso
para el excelentísimo señor Ricardo Núñez Muñoz, ex Senador y Embajador de la
República de Chile en México.
(Aplausos)
De
las Senadoras presentes, también hay que hacer relevancia de la presencia de la
Senadora Blanca Alcalá Ruiz, Presidenta del Parlamento Latinoamericano.
(Aplausos)
Agradezco
igualmente a todos los distinguidos invitados que nos han acompañado en esta
ceremonia.
Voy
a solicitar a las comisiones designadas, se sirvan acompañar a nuestros
invitados hasta las puertas de este recinto.
Antes
de retirarse del salón, señora Presidenta Michelle Bachelet, le ruego, le
solicito firmar el Libro de Visitantes Distinguidos y posteriormente nos
acompañe en la toma de la foto oficial de la sesión solemne.
También,
si usted lo admite, hay interés de las legisladoras presentes de tomarse con
usted una foto colectiva.
Gracias,
señora Presidenta de la República de Chile.
Voy
a clausurar la sesión y después tomaremos la fotografía oficial y la fotografía
colectiva con las legisladoras que lo han pedido así.
Se
levanta la sesión solemne y se convoca a los señores legisladores y
legisladoras que integran la Comisión Permanente, para trasladarse al recinto
ubicado en el sótano 2, para dar inició a nuestra sesión semanal.
(Se
levantó la sesión solemne a las 11:48 horas)
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