Palabras
del Presidente Enrique Peña Nieto,
durante la Jornada por la Competencia. Comisión Federal de Competencia
Económica (COFECE)
Señoras
y señores:
Muy
buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Me
da mucho gusto saludar, particularmente a la Presidenta de la Comisión Federal
de Competencia Económica, quien a propósito de esta justa a la que han
convocado, es que hoy nos encontramos reunidos aquí, en la Residencia Oficial
de Los Pinos.
Y
en este espacio, saludo, que no suelen ser muchos, a Presidentas y Presidentes
de distintos organismos autónomos del Estado mexicano, que precisamente están
creados para regular la competencia dentro de nuestra economía, dentro de los
distintos sectores de la economía de nuestro país.
Me
da mucho gusto saludarles y darles la más cordial bienvenida.
Y
junto con ellos, al Presidente del Consejo Coordinador Empresarial y a los
dirigentes de distintos organismos empresariales que acompañan, precisamente,
la entrega de estos reconocimientos a quienes han participado en esta justa, a
la que ha convocado COFECE.
A
integrantes del Gabinete del Gobierno de la República.
A
Luis de la Calle, de quien reconozco el testimonio que ha dado aquí, sobre todo
de reconocimiento a lo que hemos avanzado, precisamente, para seguir
promoviendo la competencia.
Quiero
saludar a distintas personalidades que hoy aquí nos acompañan, del ámbito
público y del ámbito privado.
A
Legisladores Federales; a muy distinguidos periodistas; a dueños de medios de
comunicación.
A
la comunidad estudiantil que acompaña a sus compañeros que han ganado este
premio.
A
periodistas connotados y reconocidos el día de hoy, precisamente, por los
trabajos que presentaron en esta competencia, convocada por la Comisión de
Competencia, precisamente, para este propósito.
Señores
representantes de los medios de comunicación.
Señoras
y señores:
Como
aquí se ha dicho, y quizá ha sido la constante en quienes me han antecedido en
el uso de la palabra, la competencia es una fuerza de cambio, es una motivación
para superarnos y ser mejores y, sobre todo, para llegar más lejos.
Es,
sin duda, la competencia, un acicate, como aquí se dijo, un estímulo; una forma
realmente de lograr que una sociedad alcance condiciones de mayor desarrollo,
de mayor prosperidad.
Cuando
hay competencia, cuando se alienta la competencia, realmente se hace posible
que podamos encontrar el alcance de nuestras capacidades, de nuestras
habilidades; que estemos en constante innovación, actualización, modernización,
para realmente, en esta constante competencia, podamos ser mejores.
Y
todo ello depare, a la sociedad de la que somos parte, mejores condiciones.
El
mejor ejemplo lo vemos en las justas deportivas en las que los atletas se
esfuerzan al máximo para superar a sus rivales y coronarse con la victoria.
Esa
sencilla imagen nos ilustra cómo la competencia, en un entorno de reglas
claras, mueve a los contendientes hacia la calidad, a ser mejores y hacia la
excelencia.
Eso
mismo sucede en los diversos ámbitos de nuestra vida en sociedad,
particularmente en la economía.
Cuando
hay condiciones adecuadas para la competencia en los mercados, las empresas se
ven obligadas a mejorar sus procesos, a reducir sus costos y a modernizarse.
Todo ello en beneficio de los consumidores que reciben productos y servicios de
mayor calidad y, sobre todo, a menores precios.
Cuando
esta dinámica se multiplica en más mercados, industrias y regiones del país, la
competencia se convierte en un factor positivo para la innovación, la
productividad y el crecimiento económico sostenido.
Conscientes
de sus efectos positivos, desde el inicio de esta Administración hemos fomentado
la competencia en varios ámbitos de la vida nacional, particularmente en
nuestra economía. Pero yo diría que no sólo en la economía.
La
Presidenta de COFECE así lo refirió. Todas las reformas estructurales que hemos
promovido, que han tenido el respaldo de las distintas fuerzas políticas y que
hoy estamos en su proceso de instrumentación, prácticamente todas promueven la
competencia.
Y
voy a poner ejemplos de ello. Hoy tenía aquí, en mi mensaje, prácticamente las
referidas o las relacionadas con el ámbito económico, y déjenme hacer mención
de ellas, porque quizá sean las que en este contexto y para este evento, sean
más relevantes, sin dejar de hacer alusión a la competencia que se promueve, a
partir de otras reformas, que no necesariamente están orientadas al impulso de
nuestra economía.
La
primera es, precisamente, la Reforma de Competencia Económica. Su objetivo es
derribar las barreras de entrada; es hacer que cada mercado sea una cancha
pareja, donde más agentes económicos puedan competir por la preferencia de los
consumidores.
Incluso,
aquí hemos escuchado que algunos de los trabajos presentados tienen esta
orientación muy clara, y ya habré de referirme y habré de reconocer estos
esfuerzos de quienes hoy han recibido este reconocimiento.
Pero
para el tema económico, para lograrlo se reformó y se creó la Comisión Federal
de Competencia Económica, nuevo órgano autónomo del Estado mexicano, con las
atribuciones y la fortaleza legal para garantizar la libre competencia y
concurrencia en los mercados.
Se
trata de una institución de vanguardia, que combate los monopolios, las
prácticas monopólicas y cualquier otra restricción al funcionamiento eficiente
de los mercados.
Y
a partir de esta reforma, también se crearon nuevos tribunales especializados
para que el Poder Judicial coadyuve a la aplicación de la ley, brindando mayor
certidumbre jurídica.
Aquí
están presentes, y saludo, porque había hecho omisión de ello, a los
magistrados integrantes de estos tribunales, y también a los demás comisionados
integrantes de la COFECE.
En
este espacio, quiero reconocer a los integrantes de este órgano autónomo, a sus
comisionados y a su presidenta, por su liderazgo en la implementación de esta
reforma, y en la promoción de una cultura de la competencia.
Los
premios que hoy hemos entregado contribuyen a valorar la competencia como
instrumento de desarrollo. Por ello, mi más amplia felicitación a los jóvenes y
a los periodistas, a las y los periodistas, a las y los jóvenes estudiantes,
que han recibido reconocimientos el día de hoy.
Y,
además, saludo a Sergio López Ayón, Rector del CIDE, porque con gran orgullo y
sin ningún rubor, nos ha presumido aquí, que es la institución que él encabeza,
sus estudiantes han ganado el primer lugar.
Para
todos, mi mayor reconocimiento, mi mayor felicitación y deseos de mayores
logros y éxitos a lo largo de su carrera personal y profesional.
Nuevamente,
muchas felicidades.
La
segunda reforma que promueve la competencia, es la de telecomunicaciones. Son
nuevas reglas para que más actores participen en este sector clave, inviertan
con mayor libertad, implementen nuevas tecnologías y ofrezcan servicios de
mayor calidad, con tarifas más atractivas.
A
partir de esta reforma, se han incrementado la competencia, y algo muy
importante, las inversiones en este ámbito; e incluso, se ha licitado ya una
tercera cadena nacional de televisión abierta, que ofrecerá más opciones de
información y entretenimiento.
Una
tercera reforma es la financiera. Su objetivo es que haya más crédito y más
barato.
Para
lograrlo promueve la competencia entre instituciones financieras, a partir de
medidas, como la portabilidad de servicios, la prohibición de ventas atadas,
así como mayor información para los usuarios.
Y
una cuarta reforma, de especial trascendencia, la Reforma Energética. Con ella,
tanto en el sector eléctrico como en el de hidrocarburos y sus derivados, se
acabaron los monopolios estatales que habíamos mantenido en nuestro país por
varias décadas.
La
inminente creación de un nuevo modelo de mercado eléctrico, así como la
apertura a la inversión privada a lo largo de la cadena de valor de los
hidrocarburos, es decir, desde la exploración de yacimientos hasta la venta de
gasolinas, representan un cambio de paradigma a favor de la competencia y en
beneficio de la sociedad mexicana y, en pocas palabras, de todos los
consumidores.
Pocas
veces en nuestra historia se ha hecho tanto por la competencia en tan poco
tiempo.
Cada
una de estas reformas está fomentando una sana competencia que ya está dando
resultados.
Por
ejemplo, y aquí la Presidenta de COFECE lo ha mencionado, México avanzó cuatro
lugares en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, pero
en el subíndice, particularmente que está referido a la efectividad de la
política antimonopolio, nuestro país avanzó 37 posiciones, como aquí ya se
refirió, y creo que esto es, precisamente, consecuencia de las reformas,
particularmente estructurales, orientadas a impulsar el crecimiento económico y
el adecuado funcionamiento de los mercados en nuestro país.
También,
congruente con ello, la publicación especializada Global Competition Review
otorgó a la COFECE, por segundo año consecutivo, la categoría de tres
estrellas.
De
esta manera, este órgano autónomo se ubica a la par de otras prestigiadas
autoridades de competencia, como las que se observan en países de mayor
desarrollo, como Suiza, Suecia o Canadá.
Muchas
felicidades a la COFECE como órgano autónomo de nuestro país.
Insisto,
la competencia es una fuerza de cambio positivo en cualquier ámbito en el que
esté presente. Por eso decía que he hecho referencia a las reformas que,
obviamente, inciden particularmente en la economía y promueven la competencia
dentro de nuestra economía.
Pero
hay otras, la Reforma Política, por ejemplo.
La
Reforma Política también alienta a la competencia dentro de la política. Esto
hará que los partidos políticos, y eventualmente candidatos ahora
independientes, presenten una mejor oferta, tengan una mucho más intensa
competencia, y eso sea en beneficio de nuestra democracia y de a la sociedad
opciones que, siendo razonadas, nos permitan, realmente, decidir como sociedad
quienes deben ser nuestras autoridades.
En
otro ámbito, en el ámbito de la educación, quizá la Reforma Educativa la de
mayor calado, la más importante, la que, sin duda, tendrá la trascendencia de
prepararnos como Nación en una mejor formación de nuestro capital humano, de
permitir que nuestros jóvenes estén mejor formados, educados, preparados, para
hacerle frente a los retos que nos presente una era de mayor competencia en
esta época global.
Y
precisamente dentro de esta reforma, se prevé el Servicio profesional Docente,
que promueve la competencia dentro del magisterio, entre nuestros docentes,
para que sean los mejores quienes estén en el desempeño de las tareas más
importantes de la tarea docente que tiene el magisterio.
Asimismo,
a nivel internacional, nuestro país superó los temores que existían en torno a
la competencia y a la apertura comercial.
A
dos décadas de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América
del Norte, México es la quinta economía más abierta entre los países que
integran el denominado Grupo del G20, que son los países de mayor desarrollo
económico en el mundo, y una de las más competitivas y exitosas a nivel global.
Así
lo reafirmamos en el proceso de negociación del Acuerdo de Asociación
Transpacífico, llamado así por sus siglas en inglés, TPP, que es un acuerdo
histórico que permitirá establecer la mayor zona de libre comercio en todo el
mundo.
En
especial para México, este audaz acuerdo comercial significará nuevas
oportunidades de expansión en los mercados de Asia-Pacífico.
Además,
fortalecerá nuestra integración productiva con América del Norte y consolidará
nuestra vinculación con Chile y Perú, socios prioritarios en la región de
América Latina.
Se
estima que el TPP permitirá colocar productos mexicanos por un valor adicional
del orden de 150 mil millones de dólares hacia el quinto año de su entrada en
vigor.
Desde
aquí, quiero reiterar mi felicitación a las 12 economías, a los 12 países que
integran el TPP, por su voluntad política y visión económica de largo plazo y
de gran aliento para nuestras sociedades.
Juntos
habremos de hacer del TPP un poderoso instrumento para el desarrollo y
prosperidad de nuestras sociedades.
Señoras
y señores:
La
competencia, la que tanto se ha citado aquí, a la que todos hemos hecho
referencia, sin duda no es un fin en sí mismo, es un medio para ser mejores,
para ser más productivos y para lograr que nuestra sociedad tenga condiciones
de mayor prosperidad.
Es
el camino para superarnos en lo individual y en lo colectivo, para conquistar
las elevadas metas que nos propongamos.
Ese
es el reto que tenemos como país: adoptar una nueva y sólida cultura de la
competencia.
Y
con ese propósito, el Gobierno de la República seguirá promoviendo la
competencia como una política de Estado.
Yo
quiero reiterar mi más amplia felicitación, primero, a los órganos autónomos
que se han modernizado o que se han constituido, a partir, precisamente, de las
reformas estructurales a las que se han hecho referencia.
Muy
particularmente, a quienes han recibido el Premio que este evento hoy nos
convoca, porque son ustedes, precisamente, con sus trabajos, con los trabajos
realizados y presentados en esta competencia, que en sí misma es una
competencia y que ha dado espacios a una ponderación de los trabajos
presentados, que alienta a la competencia a futuras justas que se hagan en este
ámbito, pero estos trabajos, sin duda, son un gran referente para seguir
impulsando la competencia en nuestro país.
Repito,
éste es un Gobierno, el del Estado mexicano, el Gobierno de la República,
comprometido por hacer de la competencia una Política de Estado y que éste sea
una gran herramienta de fomento al desarrollo de nuestra economía y, también,
de lograr que nuestra sociedad, que cada individuo pueda encontrar en ello la
oportunidad de alcanzar la concreción y realización de aspiraciones y metas.
Nuevamente
muchas felicidades y muchas gracias.
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