8 abr 2018

Fox se apresta a traicionar a Meade/ÁLVARO DELGADO

Revista Proceso #2162, a 8 de abril de 2018..
Fox se apresta a traicionar a Meade/ÁLVARO DELGADO
Todo indica que en la actual coyuntura electoral a Vicente Fox lo guían fundamentalmente dos cosas: su odio contra Andrés Manuel López Obrador y la defensa de su pensión como expresidente. Un detalle acaba de llamar su atención: en los planes de gobierno de Ricardo Anaya no está previsto eliminar ese beneficio millonario del que gozan los exmandatarios. Y tal aspecto, a decir de Rubén Aguilar, exvocero de Fox, lo hizo considerar la posibilidad de apoyar al abanderado de la coalición Por México al Frente y, en consecuencia, abandonar a su favorito: José Antonio Meade.

Con el equipo de campaña de Ricardo Anaya en manos de quienes fueron los principales colaboradores de Vicente Fox en su sexenio –Santiago Creel y Jorge G. Castañeda–, el guanajuatense analiza abandonar a José Antonio Meade y darle su apoyo al candidato del PAN, partido del que renegó pese a que en 2000 lo llevó a la Presidencia de la República.

Rubén Aguilar Valenzuela, quien fue vocero e intérprete de Fox en su gobierno y ahora es el estratega mediático de Anaya, revela a Proceso que se reunió con el expresidente y lo convenció de que sólo el panista puede derrotar a Andrés Manuel López Obrador.
“Le dije: ‘Si usted no quiere que llegue López Obrador a la Presidencia, si piensa usted que es un atraso para el país, que nos va a regresar 40 o 50 años en la historia, dese un escenario B, no sólo un escenario A, no apueste sólo a uno’. Y me dijo: ‘Sí. No lo había pensado’.”
–¿Entonces Fox va a cambiar a Meade por Anaya?
–Pienso que es una posibilidad. Me parece que como se vayan dando los resultados, mucha gente, a su vez, va a ir cambiando sus opciones.
Y es que, como en el de Meade, en el proyecto de gobierno de Anaya no está previsto cancelar las pensiones a los expresidentes, como lo ha planteado López Obrador.
“En el texto que estoy armando no está”, confirmó al reportero Salomón Chertorivski, coordinador del programa de gobierno de Anaya, quien a su vez propuso –por primera vez– un programa de austeridad en el gobierno federal que no prevé desaparecer esa pensión, de la cual Fox quiere seguir gozando.
La austeridad es una novedad en el discurso del político-empresario Anaya que, como lo ha hecho López Obrador desde antes de ser jefe de Gobierno, propone “acabar con los privilegios a la clase política”, según lo delineó ante la comunidad del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) el miércoles 4 en Tlaquepaque, Jalisco.
“El próximo gobierno federal tiene que ser absolutamente comprometido con la austeridad”, sentenció el panista, y afirmó que las “camionetotas” Suburban son un insulto cuando la mitad de la población vive por debajo de la línea de la pobreza y gana menos de 160 pesos diarios.
“Sostengo que el gasto de honorarios se puede reducir a la mitad en el gobierno federal, que las plazas de altos mandos también se pueden reducir a la mitad, que hay una burocracia excesiva en el país y que necesitamos apretarnos el cinturón.”
Pero además, pese a que el PAN nunca ha presentado una iniciativa al respecto, prometió desaparecer los seguros para la alta burocracia: “El que se quiera atender en un hospital privado, si tiene el dinero para pagarlo, que lo pague y se atiende en un hospital privado, pero el gobierno no tiene por qué hacerse cargo de seguros privados, tanto de seguro médico como de vida, de los altos funcionarios”.
También, dijo, se pueden hacer ahorros porque es un “agandalle del gobierno” no presupuestar 600 millones de pesos cada año y después, de manera “absolutamente discrecional”, gastárselos. “Ahí sí hay un ahorro de fondo”.
Campaña sin emoción
La prolongada e intensa comparecencia de Anaya en el ITESO, universidad jesuita a la que se hizo acompañar de Aguilar Valenzuela, lo forzó a definir posiciones en temas que a menudo soslaya.
Además de su oferta de austeridad, el tema que Anaya destacó en ese encuentro fue el de la violencia criminal, que justamente marca a los seis estados que visitó en la primera semana de su campaña: Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Puebla y Veracruz, los cuatro últimos gobernados por el PAN y el primero por el PRD, su aliado.
“La estrategia de seguridad ha sido un completo fracaso”, dijo en referencia a la iniciada en el gobierno de Felipe Calderón y continuada con Enrique Peña Nieto, a quien no menciona por su nombre, “y ha llegado ya a niveles de epidemia”.
Y frente a su aliado, Emilio Álvarez Icaza, a quien también invitó al ITESO, se comprometió: “Estoy absolutamente convencido de que tenemos que poner los derechos humanos en el centro de la agenda nacional. Es decir, necesitamos una política transversal de derechos humanos, señaladamente en todas las áreas y en todas las acciones de seguridad pública”.
Críticos, los alumnos del ITESO cuestionaron a Anaya, pero él defendió al panista Miguel Ángel Yunes, acusado de encabezar un “narcogobierno” en Veracruz, y rechazó que Diego Fernández de Cevallos, definido como un “oscuro personaje de la política contemporánea”, sea su padrino político.

Uno de los alumnos criticó el nombramiento del exrector Raúl Padilla López, a quien tildó de “cacique” de la Universidad de Guadalajara (UdeG), como coordinador de enlace con la comunidad cultural de México.

Pero el fundador y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, del Patronato del Festival Internacional de Cine en Guadalajara y del Fideicomiso del Centro Cultural Universitario de la UdeG sólo recibió elogios de Anaya por ser, además, un factor clave para concretar el “frente”, como denomina a la alianza PAN-PRD-MC.

“Esa fue, digamos, la aproximación y fue una invitación en el mejor de los ánimos, buscando acercar a nuestra coalición, el frente, con todo el mundo de la cultura, con el mundo intelectual”, subrayó.

Y es que Padilla no sólo es el “jefe” de la UdeG –pese a que su rectoría terminó en 1995–, sino que también ha dominado al PRD, influye en Movimiento Ciudadano, mientras que en el gobierno del priista Aristóteles Sandoval tiene colocados a varios allegados.

Por ejemplo, su hermano José Trinidad, quien también fue rector de la UdeG y diputado federal, ahora es procurador de Desarrollo Urbano del gobierno priista; su medio hermano Gustavo Padilla Montes es director general de Educación Superior, Investigación y Posgrado.

Tonatiuh Padilla, también del grupo de Raúl Padilla, dejó la rectoría general de la UdeG para ser candidato a diputado federal por MC, partido que también hizo candidata a diputada local a Mara Robles Villaseñor, quien dejó la rectoría del Centro Universitario de los Altos, de la UdeG.

La división en el PAN, con la renuncia de Margarita Zavala, también gravitó en el ITESO cuando Anaya fue cuestionado por la forma en que se hizo de la candidatura presidencial:

“Entiendo que haya molestia en los partidos. Seguramente he cometido muchísimos errores, pero lo hicimos con la mejor de las voluntades y con la mejor intención. A quien yo haya lastimado, le pido una disculpa”, expresó, sin que jamás lo haya hecho personalmente con Zavala.

El del ITESO fue el segundo acto de Anaya en Jalisco, tercer padrón del país. El primero se realizó en San Juan de los Lagos, el domingo 1, donde los escasos asistentes a lo que fue también el inicio de la campaña del candidato a gobernador, Miguel Ángel Martínez, ilustran la fuerza del PAN: menor a un dígito, luego de gobernar tres sexenios.

El tercer acto se efectuó en Totatiche, a cuatro horas de Guadalajara y uno de los municipios más pobres de Jalisco. Ahí, por primera vez en esta campaña, Anaya participó en una concentración junto con Enrique Alfaro, candidato a gobernador por su aliado, Movimiento Ciudadano.

En los primeros mítines de su candidato, la coalición Por México al Frente no se aprecia consolidada. Una aproximación fue el acto en el estadio de Celaya, Guanajuato –municipio que el PAN gobierna desde 1991–, donde el acarreo fue mérito panista y perredista.

En el primer acto de campaña, el primer minuto del viernes 30 de marzo, Anaya hizo reunir a unos mil jóvenes, casi todos panistas, que protagonizaron un “hackatón”, una jornada de discusión de 12 horas para proponer soluciones a los problemas del país.

En el segundo, el sábado 31, estuvo junto con la perredista Alejandra Barrales, candidata a jefa de Gobierno, en el acto de la Arena Ciudad de México –a menos de la mitad de su capacidad–, donde se repartieron 10 mil cajas, cada una de las cuales tenía un sándwich, jugo y yogur.

En el cuarto día de su campaña, el lunes 2, inició sus conferencias de prensa diarias, a las 07:00 horas, tal como lo hizo López Obrador como jefe de Gobierno de la capital, y al día siguiente visitó Matamoros y Reynosa, Tamaulipas, donde el PAN gobierna.

Puebla, el quinto padrón nacional, fue declarado por Anaya como su prioridad: en la primera semana de campaña le destinó cuatro días, con una rápida visita a Veracruz, que concentra el cuarto mayor número de electores de México. Ambas entidades son gobernadas por el PAN.

De 39 años, Anaya es articulado, expresivo, con dominio de los temas y el escenario, capaz de esquivar con humor cuestionamientos… Pero no entusiasma. En el ITESO fue aplaudido, pero no ovacionado; en los mítines, donde suele tomarse selfies, no cunde la emoción más allá del primer círculo.

La alianza PAN-PRD-MC, que se hace llamar “frente”, no entusiasma ni al historiador Enrique Krauze, quien, en octubre del año pasado, lo avaló para formular “soluciones prácticas” a los problemas de México.

En entrevista con el diario Reforma, publicada el viernes 6, Krauze explicó la razón por la que no se identifica con la alianza de Anaya: “Porque no veo ningún proyecto. No he visto más que frivolidades y no he visto programa, no he visto visión histórica, no he visto profundidad, no he visto emoción social”.

Nepotismo

Así como ha cedido ante Raúl Padilla en Jalisco, con el que pretende equilibrar a Alfaro, Anaya ha cedido ante otros personajes en los estados que ha visitado en su primera semana de campaña.

En Tamaulipas, donde ofreció bajar el IVA a 8% y la gasolina en toda la franja fronteriza, el candidato a senador es Ismael García Cabeza de Vaca, hermano del gobernador del PAN, Francisco Cabeza de Vaca, acusado de ser informante de Estados Unidos, pero que no ha sido capaz de parar la violencia.

Y en Puebla, donde ante jóvenes acusó a Morena de postular al Senado a personajes allegados al exgobernador priista Mario Marín, Anaya disfrutó el primer mitin de campaña en ese estado en Amozoc –santuario de huachicoleros–, el cual fue organizado por Mario Rincón González, exoperador del Góber Precioso y reputado como mapache electoral.

No sólo eso: el PAN en Puebla es patrimonio del expriista Rafael Moreno Valle, candidato a senador plurinominal, cuya esposa, Martha Érika Alonso, es la candidata a gobernadora, sin ninguna experiencia en la administración pública.

Pese a eso, el PRD y MC se han subordinado y apoyan a la esposa de quien fue acusado de asesinato, después de que la policía estatal mató al niño José Luis Tehuatlie Tamayo en julio de 2014, en una acción amparada en la denominada Ley Bala.

La exdiputada perredista Roxana Luna, una de las principales opositoras a Moreno Valle, a quien llamó “asesino”, apoya a Martha Érika Alonso porque la postuló el PAN. “Las decisiones políticas no se dan por afinidad. Yo no conocía a Martha; hoy la conozco y puedo decirte que sí es una mujer independiente”.

–¿Moreno Valle no influye?

–Yo no veo que influya.

–¿Ni a través de su esposa?

–Yo no lo veo.

Uno de los principales operadores de Moreno Valle, Eukid Castañón, no está con la candidata a gobernadora, dice, y su equipo de campaña es diferente al de su esposo.


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