Aquella patraña contra Cienfuegos
El asalto a la razón(Carlos Marín
Milenio, / 18.07.2025;
Así como el abogado de Ovidio Guzmán da por cierta la supuesta culpabilidad de Salvador Cienfuegos en ilusas relaciones con el narcotráfico, no faltan en EU y México políticos, “críticos” y “reporteros de investigación” que hacen suya la patraña.
Conviene ver y escuchar la entrevista de López-Dóriga con el general Alejandro Ramos, quien fungió como defensor de oficio militar del ex secretario, en la que aclara que México nunca se comprometió a juzgar a Cienfuegos, sino a investigarlo con base en las “pruebas” del Departamento de Justicia.
Detalló que los cargos se basaban en las fotografías de mensajes de texto entre un delincuente apodado El H-2 y su sobrino El H-9, donde éste asegura que jugará golf con el entonces titular de la Sedena, quien estaba por salir “dos semanas de vacaciones”.
Ingenuo, el tío le creyó ignorando que el divisionario jamás tomaba vacaciones.
Con más de 50 años en el Ejército –de donde fue oficial mayor e inspector general, director del Heroico Colegio Militar y comandante de cuatro de las 12 regiones militares–, en el invierno de su brillante carrera, ¿tendría interés en conocer a un testaferro de cuarta en una casi desconocida pandilla que se desprendió del extinto grupo de los Beltrán Leyva?
Ramos recordó que un director interino de la DEA le informó a Marcelo Ebrard (entonces canciller) que los cargos contra Cienfuegos derivaban de una investigación “de años” a una banda de narcomenudistas.
Con Cienfuegos en México, todas las “evidencias” gringas se turnaron a la Fiscalía General de la República, que abrió una carpeta.
Con sintaxis de semianalfabetos y plagados de faltas ortográficas, los mensajes eran fotografías de celulares donde hablaban de que el “padrino” por conocer suponía que el H-9 tenía la misma edad que uno de sus hijos, cuando lo cierto es que Cienfuegos tuvo puras hijas (y con ellas y sus nietos fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles cuando se disponían a visitar Disneylandia).
“Es un señor blanco y güero, ya mayor y chaparrito”, que “cuando se enoja se pone colorado como un jitomate”, mentía el sobrino (Cienfuegos mide 1.87 y es moreno claro)
Ante el escepticismo del tío, El H-9 le envió una fotografía tomada de la televisión de los entonces secretarios de Marina y Gobernación con Cienfuegos.
Ramos –general de Brigada– aportó la información en 10 años o más del patrimonio del acusado y lo mismo hicieron la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria, comprobando que no tuvo más ingresos que los de su servicio en el Ejército.
Se requirió más información, pero EU no entregó más.
El remate de la entrevista lo dio Joaquín con una cita de las memorias del fiscal William Barr, quien escribió que con Ebrard “me disculpé y le expliqué que el arresto no había seguido el procedimiento normal; que ni yo ni el jefe de la DEA sabíamos de eso y le dije que estaba dispuesto a devolver a Cienfuegos y que me estaba encargando de las formalidades necesarias para hacerlo…”.
+##
'El chaparrito de Cienfuegos'/
En privado/Joaquín López-Dóriga
MILENIO, / 18.07.2025
Ahora la calificación de los delitos se ajusta a conveniencia de los delincuentes. Florestán
El viernes 16 de octubre de 2020, el secretario de la Defensa en el gobierno de Enrique Peña, general Salvador Cienfuegos, fue detenido al llegar al aeropuerto de Los Ángeles, en un viaje familiar.
El lunes López Obrador, lenguaraz, lo condenó: Es un hecho muy lamentable el que un ex secretario de la Defensa sea detenido, acusado por vínculos con el narcotráfico. Estamos ante una situación inédita por la misma acusación del que fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, y ahora detienen al secretario de la Defensa del gobierno de Enrique Peña Nieto. Esto es una muestra inequívoca de la descomposición del régimen y ahora estamos constatando la profundidad de esta descomposición (…). Cualquier servidor público con lazos en este caso será suspendido de inmediato. No vamos a encubrir a nadie, soltó, aunque salvó el espacio de la honorabilidad de las fuerzas armadas.
Esto cayó como una puñalada en el Ejército y el titular de la Defensa, general Cresencio Sandoval, habló con López Obrador. Así no. Y al día siguiente volteó su discurso y exigió pruebas.
Pero no las había. El entonces canciller, Marcelo Ebrard, operó con el gobierno de Donald Trump al punto de que lo regresaron y sin aportar una sola prueba. Aquí la FGR le abrió una carpeta de investigación que concluyó con la no acción penal.
Sobre esto, ayer entrevisté en Radio Fórmula al general de brigada de Justicia Militar, Alejandro Ramos Flores, que fue su defensor de oficio y no dejó duda de la maniobra.
En sus memorias, el entonces fiscal, William Barr, escribe: El 26 de octubre me llamó Marcelo Ebrard para objetar el arresto y me disculpé. Le dije que no se había seguido el proceso normal, que ni yo ni el jefe de la DEA estábamos al tanto y le ofrecí devolverlo de inmediato.
Todo esto lo recupero cuando en esta temporada hay quienes quieren, aquí, desviar el caso por encima de la doble exoneración de Cienfuegos por razones que solo ellos, y sus jefes, conocen.
RETALES
1. PRUEBAS. Las únicas pruebas son fotos de mensajes telefónicos en una BlackBerry que Cienfuegos nunca usó, pero sí los delincuentes. Mencionan a su hijo, y solo tiene hijas, y le llaman el chaparrito, cuando mide 1.87;
2. REAPARICIÓN. Ayer hablé con Adán Augusto López Hernández para que me diera una declaración sobre el caso de su secretario de Seguridad en Tabasco y me dijo que no soy gente acostumbrada a dar entrevistas, que estaba en su oficina del Senado y que seguramente el domingo estaré en el Consejo Nacional de Morena. La nota; y
3. MENTIRAS. El presidente de Morena en Tabasco, Jesús Selván, se la quiso sacar y negó que Hernán Bermúdez fuera militante de Morena. Ayer mismo Luisa María Alcalde confirmó que sí, lo era el pasado día 16, y anunció su salida.
Nos vemos el martes, pero en privado..

No hay comentarios.:
Publicar un comentario