"El terrorismo es más peligroso, mucho más, que una catástrofe natural...,es la forma más primitiva, más irracional, de hacer política." Lluis Foix.
Samir Salim Hamed, quizá el más jóven terrorista enviado por la Yihad Islámica sembró el terror nuevamente en Israel, hizo explotar la bomba que llevaba encima junto a un restaurante, por cierto, que ya había sido objeto de un atentado hace tres meses. En aquella ocasión sólo hubo que lamentar la muerte del suicida. Esta vez empero, el atentado cobró nueve vidas israelíes y dejó 64 heridos.
Haned llevaba atado al cuerpo un cinturón de explosivos de gran potencia. En las calles había miles de personas entre ellos, judíos israelíes que celebraban con sus familias la festividad del Pesaj, la Pascua judía, además de palestinos israelíes, y trabajadores extranjeros que en su mayoría residen en el barrio de Neve Shaanan.
Por eso, a Hamed le fue más fácil pasar inadvertido, entro al restaurante corriendo tiro la cuerda y provocó la terrible explosión.
El modus operandi del suicida estremece, debido a su sencillez. Pero, la diferencia cualitativa que lleva aparejada esta masacre, es que es la primera que se produce desde las recientes elecciones legislativas en Israel y cuando el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, aún no ha conseguido formar gobierno.
Además Hamas no condenó el ataque algo que sí ha hecho el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas.
Incluso un vocero de Hamas, que en las celebraciones pascuales de hace cuatro años cometió un atentado que provocó 29 muertos en la ciudad de Netanya, calificó la acción reivindicada por la Yihad Islámica, como "acto en defensa propia".
Y antes de morir el joven terrorista grabo un video en el que se despide de la vida en la tierra y anuncia que, como parte de la guerra santa, ha decidido sacrificarse. El terrorista llevaba en la frente una cinta negra con Yihad en letras doradas y empuñaba un fusil.
El dirigente de la Yihad Jalid Al Batsh aplaudió ante un grupo de periodistas el atentado: "Nos congratulamos por esta valiente operación", dijo. Para él, se trata de una respuesta a los asesinatos de dos dirigentes de su brazo armado, en operaciones militares israelíes, en dos explosiones en febrero y marzo.
Aparte de la Yihad, el atentado fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatah, así como por el grupo de Abu Rish, una facción escindida de las Brigadas, activa en el sur de Gaza.
Para Hamas este atentado, el primero desde que los integristas formaron gobierno.
La Casa Blanca advirtió al Gobierno de Hamas que ese apoyo a actos terroristas tendría los "efectos más graves". "Hemos tomado nota de las reacciones de numerosos grupos terroristas palestinos, incluido Hamas, que defienden o incluso aplauden el acto de terror bárbaro (...), como hemos tomado nota de la denuncia rápida por parte del presidente Abbas", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Dice el columnista Lluis Foix en La Vanguardia: "No comprendo cómo un joven de 21 años, nacido cerca de la ciudad cisjordana de Jenin, pueda llegar al convencimiento de la inmolación en nombre de una causa política."
Yo tampoco Lluis.
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