LOS SIETE SABIOS DEL TEPJF.
Recuento de votos, ¿legitimidad perdida?/ David Pérez Calleja*
¿Realmente qué pasaría si el Tribunal ordena el “recuento” de votos?
1.-En el supuesto de que Felipe gane el “recuento”, será un Presidente no sólo legítimo, sino un mandatario con enorme credibilidad ciudadana, y sin duda, se fortalecerá la estabilidad económica del país, pero más de un Magistrado del TEPJF, perderá su promoción como miembro de la Suprema Corte. Y AMLO perderá toda credibilidad, la gente lo tendrá por agitador y confirmará la acusación de “peligroso”, mientras el Estado le aplica todo el rigor de la Ley.
2.-En el supuesto de que AMLO revierta el resultado, sin duda el IFE desaparecerá, y algunos políticos tendrán que abandonar el país, y más de un Magistrado ascenderá a la Suprema Corte. México tendrá un Presidente legítimo y creíble, que sin embargo confrontará al Estado con los grandes capitales y grupos de interés que invirtieron todo su capital a favor del PAN, además, la familia Bribiesca, visitará algún Tribunal acompañada de Hildebrando y compañía.
3.-En el supuesto de que el Tribunal ordene sólo el recuento parcial de las 37 mil casillas impugnadas, como el PAN lo acepta, y quede demostrado que efectivamente hubo “dolo” en el conteo, ¿entonces el Tribunal estará en condiciones de declarar la nulidad de la elección presidencial? ¿El Congreso de la Unión, elegirá un Presidente Interino? ¡Todo es posible en México!
En un hecho histórico, que la siguiente semana el TEPJF podría ordenar el “recuento” de votos en la totalidad de las casillas instaladas, a pesar de que el PAN, sólo acepta la posibilidad de que lo haga en las 37 mil impugnadas. Es evidente que una resolución en este sentido, no tiene otros antecedentes, ni sustento jurídico en la LGMI. Ciertamente, la causal de “dolo generalizado” no ha sido adecuadamente probada, por lo tanto, hipotéticamente no debería proceder el recuento en el total de las casillas.
A México le urge contar con un Presidente legítimo e incuestionable; pues un mandatario débil e ilegítimo, resulta presa fácil de los grandes capitales que manipulan gobiernos en todo el mundo: si un “recuento”, garantiza su legitimidad, entonces adelante, hágase a pesar de que la Ley no lo prevea.
¿Pero acaso en México, alguna Ley es suprema y respetada? ¿En nuestra patria, Fox representa un Estado de Derecho? ¡Por supuesto que no!
¿De que nos quejamos ahora? Fox perdió en Guanajuato, hizo su berrinche, su marcha, su protesta, presionó a Carlos Salinas de Gortari, y alcanzó el poder en el Estado de Guanajuato. Barrio hizo lo propio en Chihuahua. Felipe Calderón actuó de la misma manera en Huejotzingo, Puebla, bloqueó carreteras, y siendo líder del PAN, operó los grandes acuerdos al margen de la Ley, con Ernesto Zedillo, como el Fobaproa.
Se cuenta que el licenciado Eloy Fuentes, penúltimo Presidente de la Sala Central del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, fue relevado de su cargo sin haber cumplido el periodo para el cual fue electo, en un movimiento que obedeció a una “razón de Estado”, en previsión de un escenario de impugnación de la Elección Presidencial, y que el propio Estado, se guardó más de un “as” bajo la manga, pues otras voces dejan correr la versión de que el entonces Magistrado Presidente, y otros de sus compañeros, se excedieron con el presupuesto bajo su responsabilidad, e inclusive, resultaron víctimas de más de algún cabildero audaz que posiblemente estropeó su diáfana imagen incorruptible.
Aparentemente, todo comenzó cuando el Tribunal dictó aquellas resoluciones de anulación de los comicios en Tabasco y Colima, argumentando la famosa “Causal Abstracta”, que por cierto, es una figura jurídica inexistente en la Ley General de Medios de Impugnación.
Los “siete sabios” que integran hoy la sala central del TEPJF, en su deliberación jurídica aceptan interpelaciones intrascendentes, y realmente existe la posibilidad del “recuento” total de casillas, y no sólo en las 37 mil casillas, correspondientes a 227 distritos electorales impugnadas por el PRD, bajo la presunción de que existió “dolo generalizado” en el conteo del domingo 2 de julio. Es decir, cabe la posibilidad de que nuevamente el TEPJF, pueda tomarse una libertad más allá de lo descrito y ordenado en la Ley que regula sus acciones, Los “siete sabios”, son como dioses, capaces de cambiar la voluntad de millones de mudos seres ignorantes.
En estricto derecho, la “Causal Abstracta”, nunca debería haberse alegado para anular elecciones de Tabasco y Colima, pero Fox celebró gustoso aquél hecho sin sustento jurídico; ahora que el “recuento generalizado” de votos tampoco existe en nuestras leyes, el mismo Fox, les recuerda a los magistrados que “ese recuento” no existe en la Ley.
Ciertamente, si el Tribunal ordena el “recuento” de votos, será una más de las salidas políticas, a uno más de los conflictos que el propio Presidente Vicente Fox, provocó durante el proceso electoral, cuando utilizó todos los recursos públicos del Estado, que él representa, para apoyar al candidato de su propio partido y denostar al contrario.
Por lo pronto, el Estado continuará operando su estrategia de infundir “miedo” a los electores que ignoran sus derechos políticos, y permiten que sus mentes reciban mensajes manipuladores de los medios electrónicos, pero a pesar de esta nefasta acción nacional del gobierno, al margen de filias y fobias, tenemos que preguntarnos: ¿queremos un Presidente fuerte y legítimo? O bien, ¿queremos otro Presidente títere?
¿Realmente qué pasaría si el Tribunal ordena el “recuento” de votos?
1.-En el supuesto de que Felipe gane el “recuento”, será un Presidente no sólo legítimo, sino un mandatario con enorme credibilidad ciudadana, y sin duda, se fortalecerá la estabilidad económica del país, pero más de un Magistrado del TEPJF, perderá su promoción como miembro de la Suprema Corte. Y AMLO perderá toda credibilidad, la gente lo tendrá por agitador y confirmará la acusación de “peligroso”, mientras el Estado le aplica todo el rigor de la Ley.
2.-En el supuesto de que AMLO revierta el resultado, sin duda el IFE desaparecerá, y algunos políticos tendrán que abandonar el país, y más de un Magistrado ascenderá a la Suprema Corte. México tendrá un Presidente legítimo y creíble, que sin embargo confrontará al Estado con los grandes capitales y grupos de interés que invirtieron todo su capital a favor del PAN, además, la familia Bribiesca, visitará algún Tribunal acompañada de Hildebrando y compañía.
3.-En el supuesto de que el Tribunal ordene sólo el recuento parcial de las 37 mil casillas impugnadas, como el PAN lo acepta, y quede demostrado que efectivamente hubo “dolo” en el conteo, ¿entonces el Tribunal estará en condiciones de declarar la nulidad de la elección presidencial? ¿El Congreso de la Unión, elegirá un Presidente Interino? ¡Todo es posible en México!
En un hecho histórico, que la siguiente semana el TEPJF podría ordenar el “recuento” de votos en la totalidad de las casillas instaladas, a pesar de que el PAN, sólo acepta la posibilidad de que lo haga en las 37 mil impugnadas. Es evidente que una resolución en este sentido, no tiene otros antecedentes, ni sustento jurídico en la LGMI. Ciertamente, la causal de “dolo generalizado” no ha sido adecuadamente probada, por lo tanto, hipotéticamente no debería proceder el recuento en el total de las casillas.
A México le urge contar con un Presidente legítimo e incuestionable; pues un mandatario débil e ilegítimo, resulta presa fácil de los grandes capitales que manipulan gobiernos en todo el mundo: si un “recuento”, garantiza su legitimidad, entonces adelante, hágase a pesar de que la Ley no lo prevea.
¿Pero acaso en México, alguna Ley es suprema y respetada? ¿En nuestra patria, Fox representa un Estado de Derecho? ¡Por supuesto que no!
¿De que nos quejamos ahora? Fox perdió en Guanajuato, hizo su berrinche, su marcha, su protesta, presionó a Carlos Salinas de Gortari, y alcanzó el poder en el Estado de Guanajuato. Barrio hizo lo propio en Chihuahua. Felipe Calderón actuó de la misma manera en Huejotzingo, Puebla, bloqueó carreteras, y siendo líder del PAN, operó los grandes acuerdos al margen de la Ley, con Ernesto Zedillo, como el Fobaproa.
Se cuenta que el licenciado Eloy Fuentes, penúltimo Presidente de la Sala Central del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, fue relevado de su cargo sin haber cumplido el periodo para el cual fue electo, en un movimiento que obedeció a una “razón de Estado”, en previsión de un escenario de impugnación de la Elección Presidencial, y que el propio Estado, se guardó más de un “as” bajo la manga, pues otras voces dejan correr la versión de que el entonces Magistrado Presidente, y otros de sus compañeros, se excedieron con el presupuesto bajo su responsabilidad, e inclusive, resultaron víctimas de más de algún cabildero audaz que posiblemente estropeó su diáfana imagen incorruptible.
Aparentemente, todo comenzó cuando el Tribunal dictó aquellas resoluciones de anulación de los comicios en Tabasco y Colima, argumentando la famosa “Causal Abstracta”, que por cierto, es una figura jurídica inexistente en la Ley General de Medios de Impugnación.
Los “siete sabios” que integran hoy la sala central del TEPJF, en su deliberación jurídica aceptan interpelaciones intrascendentes, y realmente existe la posibilidad del “recuento” total de casillas, y no sólo en las 37 mil casillas, correspondientes a 227 distritos electorales impugnadas por el PRD, bajo la presunción de que existió “dolo generalizado” en el conteo del domingo 2 de julio. Es decir, cabe la posibilidad de que nuevamente el TEPJF, pueda tomarse una libertad más allá de lo descrito y ordenado en la Ley que regula sus acciones, Los “siete sabios”, son como dioses, capaces de cambiar la voluntad de millones de mudos seres ignorantes.
En estricto derecho, la “Causal Abstracta”, nunca debería haberse alegado para anular elecciones de Tabasco y Colima, pero Fox celebró gustoso aquél hecho sin sustento jurídico; ahora que el “recuento generalizado” de votos tampoco existe en nuestras leyes, el mismo Fox, les recuerda a los magistrados que “ese recuento” no existe en la Ley.
Ciertamente, si el Tribunal ordena el “recuento” de votos, será una más de las salidas políticas, a uno más de los conflictos que el propio Presidente Vicente Fox, provocó durante el proceso electoral, cuando utilizó todos los recursos públicos del Estado, que él representa, para apoyar al candidato de su propio partido y denostar al contrario.
Por lo pronto, el Estado continuará operando su estrategia de infundir “miedo” a los electores que ignoran sus derechos políticos, y permiten que sus mentes reciban mensajes manipuladores de los medios electrónicos, pero a pesar de esta nefasta acción nacional del gobierno, al margen de filias y fobias, tenemos que preguntarnos: ¿queremos un Presidente fuerte y legítimo? O bien, ¿queremos otro Presidente títere?
*David Pérez Calleja es periodistas, especialista en temas electorales. Publica su columna "Agenda del Migrante" en El Sol de Aguascalientes
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