Benedicto XVI recibió este jueves 1 de febrero en audiencia a los miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las siete Iglesias ortodoxas orientales.
Los recibió en el contexto de la reunión anual de la "Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales", que se celebra del 30 de enero al 3 de febrero de 2007.
La reunión tiene lugar bajo la presidencia del cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y del metropolita Anba Bishoy, de la Iglesia copta ortodoxa.
Tras recordar que algunas de estas iglesias tienen su sede en países de Medio Oriente el Papa denunció, "que de hecho a las minorías cristianas les resulta difícil sobrevivir en medio de este panorama geopolítico inestable, y a menudo se sienten tentadas a emigrar".
En esas circunstancias -aclaró-, los cristianos de todas las tradiciones y comunidades de Oriente Medio están llamados a ser valientes y decididos con el poder del Espíritu Santo"
Recordó que la unidad entre los cristianos es una necesidad para la evangelización.
Las Iglesias ortodoxas orientales nacen al alejarse de Roma como de las Iglesias ortodoxas de Bizancio en el Concilio de Calcedonia en el año de 451; son pues Iglesias de antiquísima tradición. En todas ellas el monaquismo es fundamental, además todas ellas tienen un marcado carácter étnico (cada una forma una etnia religiosa). también hay grupos de esas tradiciones unidos a Roma.
Reconocen una sola naturaleza en Cristo (la divina). Como en el caso de los ortodoxos y católicos orientales, los sacerdotes pueden casarse, aunque los obispos son célibes.
Reconocen una sola naturaleza en Cristo (la divina). Como en el caso de los ortodoxos y católicos orientales, los sacerdotes pueden casarse, aunque los obispos son célibes.
La delegación ortodoxa que se reunió con el Papa está formada por representantes de las siete Iglesias locales, que componen la "familia" de las Iglesias orientales ortodoxas a saber: i) la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría, cuyo lider es Shenouda III; ii) la Iglesia Ortodoxa Siriaca de Antioquía, cuya cabeza es su Santidad Ignatius Zakka I Was, iii) la Iglesia Apostólica Armenia, su máxima autoridad es Karekin II; iv) la Iglesia ortodoxa Copta de Etiopía, cuyo dirigente es el Patriarca Paulos III; v) la Iglesia Ortodoxa Copta de Eritrea, cuyo lider es el Patriarca de Eritrea, Filipos I; y la Iglesia ortodoxa Siriana Malankar, liderea por Baselius MarThoma.
"Vuestra reunión sobre la constitución y la misión de la Iglesia es de gran importancia para nuestro camino común hacia la restauración de la comunión plena", constató el Papa en el discurso pronunciado en inglés. Agrego "La Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas comparten un patrimonio que procede de los tiempos apostólicos y de los primeros siglos del cristianismo. Este "patrimonio de experiencia” debería modelar nuestro futuro guiando nuestro camino común hacia el restablecimiento de la comunión plena"
Por último, el Papa citó la oración de Jesús en la última cena antes de la pasión: "que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí" (Juan 17, 23).
En el pontificado de Juan Pablo II, el diálogo teológico con estas iglesias sirvió para superar los malentendidos doctrinales que habían dado origen a la separación de hace más de 1, 500 años.
Por cierto, esta semana estuvo e México Su Santidad Shenouda III, líder de una de estas Iglesias Orientales. (el de la foto de arriba).
El discurso papal.
La agencia Zentit publica como siempre el discurso que dirigió Benedicto XVI a los miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas orientales.
Queridos hermanos en Cristo:
Queridos hermanos en Cristo:
Con gran alegría os doy la bienvenida, miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas orientales, con motivo de vuestra cuarta asamblea plenaria. A través vuestro, envío mi saludo fraterno a mis hermanos venerables, los pastores de las Iglesias ortodoxas orientales: Su Santidad el Papa Shenouda III, Su Santidad el Patriarca Zakka I Iwas, Su Santidad el Catolicós Karekin II, Su Santidad el Catolicós Aram I, Su Santidad el Patriarca Paulus, Su Santidad el Patriarca Antonios I Su Santidad Baselios Marthoma Dídimo I. Vuestra reunión sobre la constitución y la misión de la Iglesia es de gran importancia para nuestro camino común hacia la restauración de la comunión plena. La Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas comparten un patrimonio que procede de los tiempos apostólicos y de los primeros siglos del cristianismo. Este «patrimonio de experiencia» debería modelar nuestro futuro «guiando nuestro camino común hacia el restablecimiento de la comunión plena» (Cf. «Ut Unum Sint», 56). El Señor Jesús nos ha confiado el mandato: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Marcos 16,15). Muchas personas siguen esperando que se les anuncie el Evangelio para poder conocerlo. Que su sed por la Buena Nueva fortalezca nuestra determinación por trabajar y rezar con diligencia por esa unidad, requerida por la Iglesia para ejercer su misión en el mundo, según la oración de Jesús: «para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí» (Juan 17, 23). Muchos de los vosotros venís de países de Oriente Medio. La difícil situación que los individuos y las comunidades cristianas afrontan en el área es motivo de profunda preocupación para todos nosotros. De hecho, a las minorías cristianas les resulta difícil sobrevivir en medio de este panorama geopolítico inestable, y a menudo se sienten tentadas a emigrar. En esas circunstancias, los cristianos de todas las tradiciones y comunidades de Oriente Medio están llamados a ser valientes y decididos con el poder del Espíritu Santo (Cf. Mensaje del Papa con motivo de la Navidad a los católicos que viven en Oriente Medio, 21 de diciembre de 2006). ¡Que la intercesión y el ejemplo de los muchos mártires y santos, que dieron un valiente testimonio de Cristo en esas tierras, sostenga y fortalezca a las comunidades cristianas en su fe! Gracias por vuestra presencia y por vuestro continuo compromiso en el camino del diálogo y de la unidad. Que el Espíritu Santo os acompañe en vuestras deliberaciones. Os imparto a todos vosotros mi bendición apostólica.
[Traducción del original inglés realizada por Zenit © Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]
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