10 nov 2007

John P. Walters

El Tiempo de Bogota entrevista a John P. Walters, 9/11/2007;
-Su oficina reportó esta semana que el precio de la cocaína va en aumento en las calles de E.U. y que ahora es menos pura que a comienzos del año. ¿Qué tan sostenibles son esos resultados ?
-Llevamos nueve meses de escasez de cocaína, de caída de la pureza y del consumo, que está a niveles de 1992. Los indicadores muestran que la interdicción afecta el consumo y hay que sostenerla. Hemos visto que el Gobierno colombiano es sólido, ha arrestado a jefes importantes del narcotráfico, jefes de las Farc han sido abatidos y en México hay acciones para quebrar el negocio. Tenemos esperanzas.
-¿Esos resultados no se pondrán en riesgo cuando empiece a disminuir la ayuda de su país al Plan Colombia?
-Trabajamos con el Congreso de E.U. para evitar esto, pero hoy el esfuerzo grande lo está haciendo Colombia. Nuestra preocupación es lograr que los nuevos líderes del Congreso entiendan lo que pasa acá y por eso ustedes habrán visto la gran cantidad de visitas de los últimos meses. Cuando ellos vean el milagro que está ocurriendo aquí, empezarán a comprender cómo se gastan los recursos y regresarán con una visión diferente, de apoyo a Colombia.
-¿Cree que el TLC saldrá adelante en este Congreso?
-Esperamos que sí, pero no puedo hablar por los legisladores. El presidente Bush trabaja con el Congreso para lograr esa aprobación.
-¿Cómo le cayó a su Gobierno la decisión de Colombia de hacer más erradicación manual y menos fumigación?
-Hablé con algunas autoridades en esta visita y dicen que hay que aumentar los esfuerzos de erradicación a través de la fumigación y con mayor énfasis en la erradicación manual. La idea es aumentar la presión sobre los cultivos, para enfrentar el frustrante fenómeno de la resiembra.
-¿Pero el nuevo énfasis en erradicación manual no implica reconocer que la fumigación no funcionó?
-No. Las Farc pueden haber perdido cerca de 30 por ciento de sus ingresos por la erradicación y otros ataques a su infraestructura. Eso promueve las deserciones, los priva de armas, reduce su capacidad de corrupción y de asesinar.
-¿Qué tanto pesa que en el narcotráfico que Venezuela haya suspendido la interdicción aérea?
-Esa situación proporciona una fuente y un sitio de operación para los narcos. Es evidente que el flujo de droga por aviones y barcos que salen por Venezuela hacia México, Asia y Europa ha crecido.
Hemos tratado de hacer contactos, en los que ha mediado el presidente Uribe, para restaurar esa cooperación. El aumento del narcotráfico en Venezuela no es bueno para el pueblo venezolano.
Trabajamos para que el presidente Chávez cambie de posición, pero Venezuela es un país soberano y debe tomar sus propias decisiones.
-Tras el proceso de paz, ¿están los 'paras' desmovilizados por fuera del narcotráfico?
-La desmovilización se ha sentido positivamente en el narcotráfico y en la seguridad. Ahora, algunos de los ex jefes 'paras' detenidos continúan en el tráfico y trabajamos con Colombia para tener evidencia y la vamos a presentar al Gobierno colombiano.
Creo que Uribe ha sido coherente: si cumplen con la Ley de Justicia y Paz, que incluye dejar el narcotráfico, no serán extraditados. Pero los otros violaron la ley y deben ser entregados a E.U.
-¿Qué ha comprobado E.U. de los narcos colombianos que tenían datos de sus barcos en el Caribe?
-No tengo información específica. Sabemos que existen casos de mapas de información reservada de E.U. que supuestamente ha sido vendida y estamos trabajando para procesar a esas personas. Pero también se sabe de casos de mapas que han resultado falsos, algo así como el ladrón que roba a ladrón. Tratamos de encontrar medidas para minimizar el riesgo y para evitar eso. La perfección no se va a alcanzar, pero siempre hay que estar vigilantes.
México pesa cada vez más en el negocio
La presencia del procurador (fiscal) general de México, Eduardo Medina Mora, en la visita a Colombia de los máximos jefes antidrogas de Estados Unidos no es casual.
La violencia y la capacidad de corrupción de los narcos están en un momento particularmente fuerte en ese país . De hecho, hay informes verificados de que capos y sicarios colombianos se han establecido allí y las alianzas entre las mafias de los dos países se han sellado incluso con matrimonios entre los herederos de los grandes traficantes.
Este año, en enero, México extraditó a 10 grandes capos. La fuerza del narcotráfico llevó a Washington a pensar en una especie de Plan Colombia para ese país. Analistas no descartan que parte de la ayuda norteamericana recortada a Colombia termine engordando la bolsa de asistencia al gobierno del presidente Felipe Calderón.
REDACCIÓN JUSTICIA

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