Hace unos meses, en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el músico, poeta y novelista Javier Pérez Corcobado, dijo que él veneraba más al poeta popilar mexicano Agustín Lara y a Manuel Alejandro que a Bob Dylan.
Semanas después reconoció que "Dylan quizás sea mejor intérprete que Lara, aunque me gusta esa voz minúscula, casi opiácea, que tan bien le iba a esos boleros".
Pero con todo respeto al escritor alemán-español Pérez Corcobado no hay comparación; Dyaln no tiene la mejor voz es cierto, su virtud es otra: ¡su poesía!
Dice el escritor español Benjamin Prado, con mucho acierto que Dylan es el poeta que se escondió en sus canciones: "es un genio, y aunque no escribe poemas, sus canciones están llenas de versos que cualquier escritor con ojos en la cara daría cualquier cosa por haber escrito.“
Agrega que antes de él había habido grandes escritores de canciones, pero "cuando Los Beatles conocieron a Dylan y Lennon quiso ser él, se transformaron en la mejor versión posible de ellos mismos, la más dylaniana, la de Revolver y Rubber soul, por ejemplo, que son obras que siempre parecen haber sido escritas pasado mañana."
Y en efecto, Dylan es un poeta
¿Alguien lo duda?
¡Dylan ha demostrado ser el mejor!
Por lo menos así lo percibimos quienes fuimos a escucharlo y verlo en el Auditorio Nacional. Cuando canto Like A Rolling Stone (como una piedra que rueda), todo mundo se paró de su asiento, y con respeto escuchamos con esa voz nasal inaccesible, pero cálida:
Once upon a time you dressed so fine
You threw the bums a dime in your prime, didn't you?
People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall
"You thought they were all kiddin' you
You used to laugh about
Everybody that was hangin' out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging for your next meal
How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone? (...)
¡Simplemente inenarrable!
¿Será esta gira sin Fin la última por el subcontinente?
No sé. Dice Sergio Sarmiento que ésta "no tiene por qué terminar mientras el cuerpo aguante." Y tiene razón.
Recuerdo que el año pasado, en junio concretamente, cuando el jurado del Premio Príncipe Asturias de las Artes, decidió -en una votación dividida por cierto-, otorgarle el galardón, simplemente el poeta no se inmutó. Es más, ni siquiera fue a recibirlo, obviamente se disculpó, dijo: "permítanme agradecer al Rey, al príncipe Felipe (de Borbón) y a los españoles el haberme concedido el Premio (...) Es realmente un gran honor. Lamentablemente, no puedo estar ahí para recibirlo en persona, pero espero regresar pronto a España para manifestar mi gratitud por este galardón".
Su candidatura fue propuesta por el profesor Andrés Amorós y se impuso entre las 58 propuestas que concurrían. Y como no, sólo basta percibir el profundo valor literario y musical de sus creaciones: "Fiel reflejo de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazón de los seres vivos" (...) "conjuga la canción y la poesía en una obra que crea escuela y determina la educación sentimental de muchos millones de personas", señala el acta del jurado.
El premio Príncipe de Asturias, lo reconoce como "mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo".
Las reacciones fueron varias.
Una nota del periódico El País, (14/06/2007), recoge las respuestas ante la pregunta:
-¿Qué influencia ha tenido Dylan en la música y literatura en España? Sus canciones-poesía, personalidad y trayectoria inspiran a artistas de varias generaciones.
Joaquín Sabina: "Es el máximo representante de la música en inglés de la segunda mitad del siglo XX, que nos puso las pilas a todos. Ha demostrado que la canción no es un género menor"
Joan Manuel Serrat. "El jurado ha sido muy inteligente escogiendo a un hombre que entiende las cosas de una forma lúcida y aglutina todo un pensamiento de progreso, sin el cual ni se entiende la música, ni los últimos 50 años".
Andrés Calamaro. "Dylan nos conmueve con su ejemplo, su elegancia y su grandeza musical desde hace 45 años largos. Y siempre desde las trincheras del folk y del rock. Es dueño de un carisma blindado, un fraseo encantador y una leyenda misteriosa".
Ray Loriga. "Creo que ha tenido que soportar la carga de ser dios en la época en la que estaban muy necesitados de dioses, como fueron los sesenta. Y, además, tuvo el coraje para dejar de serlo. Dylan lleva años intentando dejar de ser Bob Dylan".
Benjamín Prado. (Es más) Le deberían dar el Nobel de Literatura, porque se reconocería la dignidad literaria de alguien que escribe canciones como poemas".
Quique González. "Escribí unos versos sobre él, para una canción de mi próximo disco: 'Resucité de nuevo oyendo Modern times, / ¿cómo ha podido hacer algo tan bueno? / Ya podemos ir a dormir, compañero"
Eva Amaral. "Es un maestro para todas las generaciones que le siguieron. Me encanta su crudeza para contar historias cotidianas".
PD.- A propósito de Dylan. Sólo él puede transitar de una religión a otra y regresar a donde mismo. Nace en el judaísmo y en los setenta fue bautizado como un "cristiano renacido" e incluso escribió algunas canciones acerca de su apego al cristianismo. Empero, años después, volvió a sus raíces. Fue atraído por la corriente religiosa de los jasidim (fieles) de la organización Habad, un movimiento proselitista que actúa en el seno de las comunidades israelitas de todo el mundo y procura el regreso de sus miembros al camino de su religión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario