El nexo Aisalla-Morett

El nexo de Aisalla y Morett con las FARC se enreda: El Comercio

Publicado en El Comercio de Quito, on line, 20/05/2008;

Lucía Morett estuvo antes en otros campamentos.
Redacción Judicial

La historia de la muerte del cerrajero Franklin Aisalla, en el campamento de las FARC en Angostura, está lejos de ser un caso cerrado. Un informe militar reservado puede alterar la versión oficial, según la cual los grupos de Inteligencia del Ejército no dieron información oportuna ni se conocían las actividades del quiteño.

11 de marzo (10 días después del bombardeo) Inteligencia entregó un informe sobre las evidencias halladas en la base de Angostura, junto con un análisis de ellas. Ese documento -conocido a través de una fuente del Ministerio de Defensa- tiene 45 páginas. El caso de Aisalla consta en las páginas 18 y 19. En la primera hay un reporte, el cual indica que se halló en Angostura su papeleta de votación. En la otra página está una reproducción de ella.

Además, se informa del hallazgo en el campamento de sellos que se usan para la falsificación de documentos de identidad de Ecuador. Sin embargo, recién el 27 de marzo (16 días después) el ex ministro de Defensa, Wellington Sandoval, confirmó la presunta relación Aisalla-guerrilla. Lo hizo luego de que su familia presentara una denuncia de la muerte y de que Colombia difundiera las fotos del quiteño junto a Nubia Calderón, quien era el contacto de las FARC en el país.

Sandoval allí aseveró que las unidades de Inteligencia, específicamente de la Fuerza Terrestre, no informaron a las autoridades de sus investigaciones. Eso desembocó en la salida del ex jefe de Inteligencia del Ejército, coronel Mario Pazmiño. El oficial fue puesto a órdenes de la Cartera de Defensa y la semana pasada recibió la baja. La fuente de Defensa asegura que se cumplió con la cadena establecida para la entrega de información.

Es decir, las unidades de Inteligencia enviaron sus reportes a la oficina central del Comando Conjunto de las FF.AA., que está a cargo del general Luis Garzón.

Esta oficina tiene la obligación de trasladar los informes al Ministerio de Defensa, para que el canal termine con el conocimiento del Presidente de la República.

El 28 de marzo, la Fuerza Terrestre envió un informe de todo su trabajo al presidente Rafael Correa. En los documentos adjuntos de ese reporte también hay datos que no fueron difundidos por los organismos oficiales. Uno es la carta del ex jefe del Ejército, Guillermo Vásconez, al ex jefe del Comando Conjunto, general Héctor Camacho. En ella le recuerda que se mantuvo informado al Alto Mando de todo el proceso de investigación, desde el 6 de marzo hasta el 25 de ese mes. En ese informe se menciona que se analizó a las sobrevivientes del bombardeo: la mexicana Lucía Morett y las colombianos Martha Pérez y Doris Torres. En el informe enviado a Correa se dijo que Morett recibió la visita en el Hospital de las FF.AA. de dos mexicanos, Dagoberto Díaz y Gabriela Mejía.

Según el periódico El Universal (10 de marzo del 2008), Díaz es la cabeza de una célula de las FARC en México. Él desmintió esa versión. En el reporte de Inteligencia Militar ecuatoriana se señala que entraron a la habitación el 6 de marzo, en compañía de Pamela Dávila, la segunda al mando de la Asociación Latinoamericana de DD.HH. (Aldhu), la cual llevó la defensa de las tres mujeres. Ayer, la activista negó a este Diario que conozca a Díaz y Mejía. “Es una información falsa que proviene del Ministerio de Defensa... Hay una lista de las personas que visitaron a Morett, pero este momento no la conozco”, señaló.

Además, el informe del 28 de marzo señala que Morett y Verónica Velásquez (otra mexicana que murió en el ataque) asistieron antes a un campamento guerrillero de las FARC que no es Angostura. Los equipos de Inteligencia llegaron a esa conclusión tras revisar videos, en los cuales se observa a las dos extranjeras. La fuente de Defensa sostiene que eso revela que ellas no solo estuvieron en Angostura, sino en otros campamentos. La versión de Morett es contraria.

La mexicana declaró a la Fiscalía que entró a la base guerrillera horas antes del bombardeo. Ella viajó desde Quito donde participó en un Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana. Asimismo, dijo que el contacto para acceder a la base del abatido jefe de la guerrilla, Raúl Reyes, lo hicieron sus compañeros que murieron en el bombardeo. Ellos fueron Soren Avilés, Juan González, Fernando Franco y Velásquez.

Según Migración, Morett ingresó a Ecuador el 31 de enero y partió el 16 de abril, tras recibir asilo político de Nicaragua. En su país se inició una indagación penal en su contra por supuesta apología del delito y ayuda a terroristas. También está en entredicho el papel que tuvieron las colombianas rescatadas en Angostura. Pérez y Torres, asiladas en Nicaragua, dijeron que eran milicianas de la guerrilla, es decir se dedicaban a tareas domésticas dentro de los campamentos. Además, que no sabían dónde estaban; tampoco quién estaba al mando.

Empero, Inteligencia presentó un informe que señala que esa versión no es verídica, pues Pérez era parte de la columna Teófilo Corero, que es la unidad de fuerzas especiales de la guerrilla. Los integrantes de ese equipo cumplen con la tarea de dar seguridad a los mandos de la guerrilla. Entonces, se puede sospechar que era parte de la custodia de Reyes.

Desde el lunes de la semana pasada, las dos colombianas y la mexicana Morett tienen orden de prisión en Ecuador.