12 sept 2008

"Guerra! contra el crímen organzado: FCH

El Presidente Calderón en la Ceremonia de Clausura y Apertura de Cursos del Sistema Educativo Militar
Viernes, 12 de Septiembre de 2008 Discurso
Señor Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Señor Presidente del Senado de la República.
Señor Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Señor General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional.
Señor Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina.
Señor General Guillermo Moreno Serrano, Director General de Educación Militar y Rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea.
Señores generales, jefes, oficiales, cadetes y tropa; jóvenes del Sistema Educativo Militar, distinguidos invitados, señoras y señores:
Servir a las Fuerzas Armadas, servir al Ejército y a la Fuerza Aérea es servir a la Patria en una posición de privilegio. Estar en sus filas es luchar por los más altos ideales.
}Por eso, es un honor profundo y uno de los momentos más emotivos del Presidente de la República, el asistir a esta Ceremonia de Clausura y Apertura de Cursos del Sistema Educativo Militar.
A finales de 1825, en los albores de nuestra vida independiente, el General Manuel Gómez Pedraza, Ministro de Guerra, expuso ante el Congreso la necesidad de crear un Colegio Militar dedicado a formar hombres libres, capaces de desempeñar los altos destinos de la Patria; un establecimiento que dé honor a la Nación y le produzca muchos bienes, donde no quepa la medianía y se aspire a la perfección.
Hoy podemos decir con orgullo que este anhelo se cumple día con día cabalmente.
Gracias al trabajo disciplinado, leal, patriota de muchas generaciones de mexicanos, México cuenta con un Sistema Educativo Militar sólido, moderno, de excelencia académica, de gloriosa tradición.
En los planteles militares se han forjado y se siguen forjando miles de soldados comprometidos con las más elevadas causas de México.
Los más de nueve mil jóvenes que hoy concluyen sus estudios cuentan con el reconocimiento de los mexicanos y de su Comandante Supremo.
Ahora, ustedes están preparados para cumplir con valentía y rectitud la elevada misión que la Patria les ha encomendado.
Esa misión: proteger la soberanía exterior y la seguridad interior de México; es esa misión, proteger a los mexicanos, al pueblo de México de las amenazas y de que quienes lo acechan.
Por eso, hoy felicito a ustedes, y también felicito a los más de dos mil 700 estudiantes de nuevo ingreso, por su vocación de servicio al país en las Fuerzas Armadas.
Pertenecer al Ejército implica pues, un altísimo honor y también una gran responsabilidad.
Nuestras Fuerzas Armadas son garantía de la paz, garantía de la libertad, garantía de la democracia y la soberanía que hemos conquistado los mexicanos.
Son salvaguarda de la ley, del Estado de Derecho y de las instituciones que representan ley, Estado de Derecho y soberanía nacional. Son baluarte de instituciones que simbolizan y encarnan también independencia y soberanía nacionales.
En esta Clausura y Apertura de Cursos evocamos a los Niños Héroes, que el 13 de septiembre de 1847 derramaron su sangre para defender la Bandera Nacional y el suelo soberano.
Esos jóvenes cadetes se enfrentaron sin temor a todo un Ejército porque sabían que hay más fuerza en los valores y en el anhelo de libertad y de justicia, que en la potencia de los cañones y en la arbitrariedad de la fuerza.
Por la pureza de sus ideales, resistieron con valor y no dudaron en ofrendar su vida. Gloria y honor para ellos, gloria y honor también, para quien con valor todos los días defiende en el cumplimiento del deber a nuestra amada Patria.
Ellos con su gesta dieron ejemplo de arrojo y patriotismo a las generaciones del futuro. Estoy seguro que los cadetes y elementos del Sistema Educativo Militar se forman no sólo como diestros en el manejo de las armas, sino diestros también, en el enarbolamiento de los valores más sublimes de México.
Nunca fue fácil ni venturosa nuestra historia, decía don Andrés Henestrosa. Decir que está escrita con lágrimas de sangre no es recurso retórico, sino la expresión de una escueta verdad.
En vigilia hemos vivido, atentos a las acechanzas del exterior y del interior, pero también señalaba Henestrosa que los retos siempre han encontrado a mexicanos valientes para encararlos, y que cuando todo parece perdido, nos recuerda, cuando todo parece perdido un hombre queda en pie, la bandera en el puño y el Himno en los labios.
Así ha sido la Historia Nacional: Hidalgo, Morelos y los Insurgentes se enfrentaron a un imperio que parecía indestructible para ver a México libre y soberano.
Un imperio en cuyos dominios, como decían, nunca se ponía el sol. Y ofrendaron su vida, y contra lo que pudiera imaginarse entonces, México fue libre y a punto está de cumplir 200 años de libertad y de Independencia.
Los Niños Héroes resistieron a fuerzas muy superiores en número y en armamento, pero no entregaron la Bandera Nacional.
Zaragoza y el Ejército de Oriente también derrotaron a otro ejército, también el más poderoso del mundo, que buscaba arrebatar la Patria de sus hijos y de los nuestros, porque es la Patria tierra de nuestros padres y tierra de nuestros hijos.
Nosotros, los mexicanos de hoy, somos depositarios del legado de nuestros héroes; debimos seguir su lucha, debemos pelear como ellos lo hicieron, en nuestro terreno, en nuestra trinchera, en nuestras circunstancias, por un México justo, por un México seguro, por un México de leyes, por un México que siga siendo espacio de libertad para cada mexicana y para cada mexicano.
El General Vicente Riva Palacio decía, por su parte y con certeza, que toda sociedad guarda en su seno un germen incorruptible de moralidad y un núcleo de hombres y de familias que ni la seducción, ni el miedo alcanzan a corromper.
Hoy la Patria, como siempre, nos convoca a todos a pelear por ella, a defenderla. Y es precisamente este mes patrio, el mes de septiembre, el mes que evoca en cada corazón de mexicano el sentido de patriotismo y de deber nacional.
El mes patrio, cadetes, soldados, el mes patrio nos alegra, nos alegra a los mexicanos, nos alegra porque somos una Nación en el mundo que cuenta con un pasado de gloria y de orgullo.
Por eso los mexicanos amamos a México, debemos amarlo y debemos amarlo apasionadamente.
Qué significa hoy en día amar a México, qué significado tiene en este 2008 el defender a la Nación, qué significa defender a México de sus enemigos y cuáles son éstos y las amenazas que se ciernen sobre el país.
Amar a México es vivir a profundidad los valores patrios. Amar a México es actuar con honestidad, rectitud y lealtad, sin excepción; es actuar con honestidad y rectitud, particularmente, por parte de quienes tenemos el enorme privilegio de trabajar por México desde el servicio público.
Amar a México es cuidarlo, sus recursos naturales y su gente; cuidar lo que México es y, sobre todo, proteger a su pueblo, en especial, preservar la integridad de sus niños y jóvenes, que son la garantía de nuestro futuro.
Hoy nuestro país, como siempre, vive precisamente en defensa de esa libertad. Las amenazas pueden cambiar, como cambian las circunstancias históricas, pero lo que no debe cambiar, lo que debe ser indestructible es el amor a México y la profunda convicción de protegerlo, de servirlo y de engrandecerlo.
Hoy nuestro país libra una guerra muy distinta a la que afrontaron los insurgentes en el 1810, una guerra distinta a la que afrontaron los cadetes del Colegio Militar hace 161 años; pero la entrega y la valentía, la rectitud, la dignidad, la lealtad y la vocación de servicio de nuestros soldados son las mismas.
Por eso nuestras instituciones militares están en la primera línea de batalla contra el mayor enemigo de nuestro tiempo, que es la criminalidad y sus aliados, la impunidad y la inseguridad. Y con espíritu de cuerpo los soldados de México han puesto en este combate todo su arrojo y capacidad, aún a costa de su propia vida.
Inspirados en el ejemplo de los Niños Héroes de Chapultepec, todos los mexicanos de nuestra generación tenemos el deber de declarar la guerra a los enemigos de México; porque, precisamente, sabemos que en esa lucha prevalecerá la Nación, como ha prevalecido en estos casi 200 años de gloriosa Independencia y libertad.
Por eso, en esta guerra contra la delincuencia, contra los enemigos de México, no habrá tregua ni cuartel porque rescataremos uno a uno los espacios públicos y los pueblos y las ciudades en poder de malvivientes, para devolverlos a los niños, a los ciudadanos, a las madres de familia, a los abuelos.
Por eso ni claudicaremos ni titubearemos en la lucha contra los enemigos de México, porque, entonces, en la historia y ahora ni hemos dado ni daremos un paso atrás.
Seguiremos utilizando todos, todos los recursos a nuestro alcance para recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes.
Hoy los mexicanos sabemos muy bien que sólo derrotaremos a la delincuencia y a la criminalidad si asumimos esta batalla como una misión colectiva, si cada quien asume la parte de responsabilidad que le corresponde, si cada entidad del Estado y cada expresión de poder nacional, así sea municipal, estatal y, desde luego, el Federal, hace la tarea y el deber patrio de defender a México de sus enemigos; si nadie se excluye y omite, precisamente, el cumplimiento del deber.
La lucha por la seguridad es de México y es por México, y la historia nos muestra que cuando los mexicanos somos solidarios, somos patriotas y actuamos unidos es, precisamente, cuando la causa nacional prevalece.
Por ello, en un acto de Estado y haciendo a un lado diferencias políticas y coyunturales, los tres Poderes de la Unión, los tres órdenes de Gobierno y diversos sectores de la sociedad, nos unimos para firmar el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.
Yo agradezco a nombre de la Nación, el patriotismo y la lealtad de las Fuerzas Armadas, de que depende precisamente el éxito que, estoy seguro, tendrá esta iniciativa.
Desde aquí, reafirmo el compromiso y la determinación del Gobierno Federal de cumplir cabalmente todos y cada uno de los compromisos asumidos en el Acuerdo Nacional.
Es imprescindible que todos los que nos sumamos a ese frente común pasemos de la palabra a los hechos y que declaremos, verdaderamente, la guerra a los enemigos de México y vayamos por la victoria que la Patria reclama y a la que tiene derecho.
Estoy convencido que esta guerra la vamos a ganar y la vamos a ganar con el apoyo y la participación de todos. Porque somos más, muchos más, 105 millones de mexicanos más, los que queremos la paz, los que queremos vida digna, tranquila, libre y segura para nuestras familias, los que imaginamos un México libre y pacífico en nuestras calles, en nuestros parques y en nuestras escuelas.
Porque somos más, muchos más en fuerza, en superioridad moral, en capacidad, en integridad ética los mexicanos que queremos Patria para el futuro, como la soñaron nuestros héroes, que la han dado gloria a nuestra historia.
Porque unidos los mexicanos somos invencibles, porque unidos somos capaces de derrotar a cualquier enemigo.
Soldados de México:
La importante labor que realizan todos los días al servicio de la Patria es apreciada y valorada por todos los mexicanos. Por eso, en su nombre, en nombre de los ciudadanos a quienes ustedes sirven, nos hemos preocupado y ocupado por mejorar la calidad de vida de ustedes y de sus familias.
Como me comprometí desde el primer día de mi Gobierno, dije que habría, como Presidente, de velar por la tropa. Es por eso que en esta Administración los miembros del Ejército y la Fuerza Aérea han recibido un aumento en sus haberes de más del 40 por ciento en promedio, y en especial, dirigido al personal de tropa y oficiales.
De manera adicional a este esfuerzo se han institucionalizado periodos vacacionales de 20 días hábiles al año para todos los militares en activo y se han autorizado 12 mil créditos de vivienda en condiciones preferenciales para las Fuerzas Armadas.
Sé también que una de las asignaturas pendientes, es garantizar un retiro digno a quienes han arriesgado una buena parte de su vida en defensa de México.
También por ello, en semanas recientes, presenté al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, que busca fortalecer las prestaciones sociales que reciben el personal en retiro y sus familias.
En especial, esta iniciativa de reforma busca otorgar un incremento en los haberes del personal en retiro con 30 años o más de servicio.
Y por ello, el Gobierno Federal aumentará sustancialmente las aportaciones al Instituto militar.
Ustedes han sido solidarios con la Nación y es hora de que la Nación sea solidaria con ustedes.
Hemos apoyado y seguiremos apoyando el fortalecimiento de la familia del soldado mexicano.
Quiero destacar que en el proyecto de Presupuesto para el próximo año, que también recientemente presenté al Congreso de la Unión, hemos propuesto un aumento de casi el 22 por ciento a los recursos asignados a la Secretaría de la Defensa Nacional con respecto al aprobado en el 2008.
Con ello elevaremos su capacidad técnica y operativa para responder a los retos que enfrenta el país en materia de seguridad y mejoraremos el bienestar de los miembros del Instituto Armado.
Nuestro Ejército y Fuerza Área es una institución nacida del pueblo, comprometida con el pueblo y que sirve al pueblo.
Por eso, seguiremos trabajando intensamente para asignarles un salario que reconozca su esfuerzo, estabilidad laboral y opciones para el desarrollo profesional y de su familia.
Es lo menos que podemos hacer por quienes han demostrado en todo momento y en todo lugar su patriotismo, su lealtad y su institucionalidad.
Y como Comandante Supremo, los convoco a mantener en alto el honor, el prestigio y la grandeza de nuestras Fuerzas Armadas, a escribir nuevas páginas de gloria en la defensa de la Nación.
Los mexicanos tenemos un pasado común del que enorgullecernos, pero también tenemos un presente, que es el que la Patria nos brinda como oportunidad para engrandecerla y, sobre todo, tenemos un futuro que con el esfuerzo de todos, con el patriotismo, la lealtad y el compromiso de todos los mexicanos será un futuro, estoy seguro, aún mucho más grandioso que nuestro pasado.
Enhorabuena cadetes y éxito en su vida militar y ciudadana que ahora inicia.
-MODERADORA: El Primer Mandatario de la Nación llevará a cabo la declaratoria de clausura y apertura de cursos del Sistema Educativo Militar.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Hoy, 12 de septiembre del 2008, declaro formalmente clausuradas las actividades académicas de los planteles militares, dependientes de la Dirección General de Educación Militar y Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea correspondientes al ciclo lectivo 2007-2008, e inauguradas las académicas correspondientes al ciclo lectivo 2008-2009.

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