13 mar 2009

¿Campaña contra México?

El Presidente Calderón en el evento México: Perspectivas y oportunidades económicas en el nuevo entorno mundial; reunió que convocó Susan Segal, Presidenta y CEO de Americas Society and Council of the Americas:
Méxcio DF., a 12 de marzo
Dijo saliéndose del tema económico para el que fue invitado:
"En primer lugar, déjenme explicarles claramente cuál es el tema, que agradezco mucho a Susan sus referencias, referido a la legalidad y al crimen organizado en México.
El Gobierno de México tiene un fuerte, firme, determinado compromiso con la legalidad. Es una convicción personal del Presidente y es una convicción de equipo y de sentido del deber de todo el Gobierno Federal con los mexicanos, y no sólo con los mexicanos, sino con quienes deciden invertir o visitar a nuestro querido país.
Y lo que estamos haciendo, amigas y amigos, es precisamente enfrentar un problema que había crecido en nuestro país, y al cual no sólo le estamos presentando una batalla sin precedente, sino que además estamos atacando directamente la raíz de esos problemas con miras a solucionarlos. Y, además, estamos avanzando en esa solución, y estamos avanzando, porque estamos avanzando en varios frentes.
Primero. En el corto plazo, precisamente, fortaleciendo la autoridad del Estado en todo el territorio nacional. Es absolutamente falso, absurdo que se señale que México no tiene autoridad sobre un punto del territorio nacional.
Yo reto a quien diga eso, que me diga a qué punto del territorio nacional quiere ir y lo llevo. Lo único que le pido es que no venga de vacaciones, como parece que vienen algunos analistas a México.
Yo lo que exijo es que vayamos, precisamente, al punto que quieran del territorio nacional para conocer el imperio del Estado. Sí tenemos problemas, por supuesto, como los tiene también Estados Unidos; pero lo que tenemos nosotros es una firme determinación de terminar un problema que no ha sido creado en nuestro país, que sufre nuestro país como consecuencia de estar al lado del mayor consumidor de drogas del mundo y del mayor proveedor de armas del mundo.
Lo estamos enfrentando en el corto plazo porque estamos movilizando toda la fuerza del Estado, y eso implica no sólo policías locales, policías federales, sino Ejército, Marina, para enfrentar ese problema. Y lo estamos atacando con fuerza y con singularidad.
Hemos quebrado una buena parte de la estructura financiera y logística del crimen organizado en México. Hemos decomisado cientos de millones de dólares en efectivo, incluso en una sola operación decomisamos más de 200 millones de dólares en una casa en la Ciudad de México.
Hemos decomisado casi 30 mil armas, de las cuales la mitad han sido armas muy peligrosas: rifles de asalto, lanzamisiles.
Aquí, por cierto, no somos ajenos a un fenómeno que también es imputable en Estados Unidos. En 2004 se removió la prohibición en Estados Unidos de vender rifles de asalto, y desde entonces, se han vendido cientos o miles de rifles de asalto hacia nuestro país, a los criminales.
De manera tal que estamos también enfrentando ese problema, que tampoco lo generamos nosotros. Y yo hago votos de que la sociedad, el Congreso y el Gobierno americano tome cartas en este asunto.
Estamos, además, enfrentando un problema que tiene que ver con una recomposición de, si ustedes me permiten, el modelo de negocio en nuestro país, que antes era un negocio orientado, exclusivamente, al tráfico de droga en Estados Unidos y ahora busca posicionarse en el control de mercados.
Ese control de mercados implica un esfuerzo por asumir control territorial, y ese esfuerzo de control territorial implica un enfrentamiento muy violento, que esa es la esencia de la imagen que se está proyectando sobre este tema en el mundo, entre las propias bandas del crimen organizado.
Y si podemos observar, precisamente, este fenómeno veremos que la imagen que se ha transmitido de México es que si hay seis mil 500 muertes en México el año pasado, se genera la idea de que los ciudadanos mexicanos se están desplomando, abatidos por el crimen en las calles de esta ciudad o cualquier otra. Y eso no es así, y ustedes lo podrán constatar, además, en su estancia en México.
De hecho, de esas bajas que se tuvieron en el año pasado, los reportes policíacos nos indican que más del 90 por ciento de esas personas, 93 para ser exactos, están vinculados directa o indirectamente a alguna de las bandas del crimen organizado; son distribuidores de droga, insisto, el nuevo modelo de negocios, es un modelo detallista, retailers.
Y, precisamente, por eso hay una lucha por los territorios, como ocurre entre muchas empresas de gas o de, y ya no digo nombres porque se ofenden mis amigos empresarios, la verdad eso es así, es una lucha que están teniendo estas bandas.
Incluso una buena parte de ellos, que son distribuidores, informantes, sicarios, administradores de giros negros, más de un 30 por ciento de ellos nunca fueron reclamados sus cadáveres por ningún familiar. Lo que refleja, precisamente, un fenómeno de confrontación entre bandas.
Aún así, amigas y amigos, los últimos datos disponibles, y de veras pueden constatarlos en cualquier institución que haga investigaciones serias, los últimos datos disponibles reflejan que México tiene una tasa de mortalidad o de muertes violentas, una tasa que los últimos datos la marcan en 10.7 por cada cien mil habitantes; que es una tasa menor a la tasa, tan sólo por hablar de Latinoamérica, menor a la de Guatemala, a la de El Salvador, a la de Colombia, menor a la de Venezuela y menor a la de Brasil; incluso es una tasa menor a la que se registra en varias ciudades de Estados Unidos. Es una tasa equivalente a la que tuvo toda la Unión Americana a principios de los 90.
De manera tal, amigas y amigos, que yo, mi primer voto es, mi primer punto es, primero, lamentar profundamente que se haya escalado una campaña que parece que es una campaña contra México.
Que la opinión pública, y ahora hasta las revistas, no sólo se dedican a atacar, a mentir sobre la situación de México, sino a exaltar a los criminales. (se refiere al caso de la revista Forbes)
En lo que México lo consideramos, incluso, un delito, que es apología del delito. No me detengo en los detalles, quizá ustedes los conocen. Pero, evidentemente, eso ni nos arredra a nosotros, amigas y amigos, ni modifica un ápice nuestra firme determinación de fortalecer el Estado de Derecho en México, de garantizar a cada mexicana y a cada mexicano su seguridad, y en eso estamos empeñados.
Segundo. Que lo mínimo que exigimos es un sentido de corresponsabilidad, éste no es un problema ni mexicano ni exclusivamente de México; este un problema que está carcomiendo, particularmente, a la sociedad consumidora, que es la sociedad de Estados Unidos.
Es un problema que está corrompiendo estructuras de corrupción; sí, en México hemos tenido una corrupción, pero por primera vez el Gobierno está limpiando la casa de arriba hasta abajo, por primera vez están en la cárcel ahora mandos de primer nivel en materia policíaca o en materia de procuración de justicia.
Pero si con ese argumento vamos, de que el crimen existe dada la corrupción de las autoridades, lo cual es
válido admitirlo, díganme ustedes cómo se explica un mercado tan grande de drogas, el mercado más grande del mundo, en Estados Unidos, sin la corrupción de ciertas autoridades en Estados Unidos.
Y yo quisiera saber qué autoridades del nivel, que yo he puesto en la cárcel, han sido siquiera investigadas en aquél país.
De manera tal, amigas y amigos, que sí, efectivamente, estamos haciendo un esfuerzo conjunto. Yo aprecio, además, las expresiones de solidaridad, hoy vienen unas declaraciones que yo reconozco y valoro en toda su dimensión, del Presidente Obama (se refiere a lo publicado ese día en The Dallas Morning News: Obama says no U.S. troops needed yet at Mexican border)
; y, precisamente, siguiendo su liderazgo, estoy convencido de que vamos a trabajar mejor que nunca en esta materia, uno de los tantos retos binacionales que tenemos, en materia de crimen organizado.
El crimen organizado ataca a los dos lados de la frontera, daña a familias americanas y mexicanas. El crimen organizado es un desafío común que el Presidente Obama y yo vamos a enfrentar en común.
Insisto, lo que espera México es ese sentido de corresponsabilidad que ha expresado el Presidente Barack Obama, a quien aprecio, se transmita, primero, hacia todos los integrantes de su equipo de Gobierno.
Segundo, se transmita también hacia todos los liderazgos y medios de comunicación en la Unión Americana, que deben asumir su rol de responsabilidad en este problema, y se transmita también a la opinión pública en ambos lados.
Yo lo único que les puedo asegurar, amigas y amigos, es que México, el Gobierno mexicano está trabajando más que nunca con una firme determinación de poner la casa en orden.
Así que si ustedes ven polvo saliendo por las ventanas, no se preocupen, es que estamos, precisamente, limpiando la casa y no descansaremos hasta ver a un México libre, un México seguro, un México donde nuestras familias puedan vivir en paz y nuestros hijos puedan ir tranquilamente a la escuela y jugar en la calle.
Y si hay algún activo que tiene México ahora, más que un pasivo, es este activo en materia de Estado de Derecho y de seguridad, y el activo es que hay un Gobierno firmemente determinado y con la fuerza suficiente para derrotar a la criminalidad y con una sociedad que lo apoya, además, ampliamente.
Y ahora me refiero al tema económico….”

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