El presidente Obama
Washington DC, 3 de marzo de 2011
Buenas tardes.
Estoy encantado de darle la bienvenida a mi amigo y socio, el Presidente Calderón, de vuelta a la Casa Blanca.Queremos hablar de nuestra reunión de hoy, y luego, tratar el tema de la situación en Libia.
El Presidente Calderón estuvo aquí la última vez, junto con la Primera Dama, la señora Margarita Zavala. Una Visita de Estado muy productiva, en la primavera pasada. Una visita que reflejaba una nueva era de respeto, cooperación y asociación entre nuestros dos países.
Estoy encantado de darle la bienvenida a mi amigo y socio, el Presidente Calderón, de vuelta a la Casa Blanca.Queremos hablar de nuestra reunión de hoy, y luego, tratar el tema de la situación en Libia.
El Presidente Calderón estuvo aquí la última vez, junto con la Primera Dama, la señora Margarita Zavala. Una Visita de Estado muy productiva, en la primavera pasada. Una visita que reflejaba una nueva era de respeto, cooperación y asociación entre nuestros dos países.
Desde entonces hemos trabajado juntos, como socios globales, en las Cumbres del Grupo de los 20, en Toronto y Seúl, y en la Cumbre de APEC, en Yokohama. Y agradezco muchísimo su presencia hoy para arraigar la cooperación que es tan esencial a la prosperidad y seguridad de nuestros dos países.
Claro está, la relación entre los Estados Unidos y México no se mide simplemente en la asociación entre dos Presidentes. Es evidente todos los días en los fuertes lazos que unen a nuestras sociedades, son los miles de personas que trabajan juntos a todo nivel: Federal, estatal y comunitario, para mantener seguros a nuestros ciudadanos y hacer crecer a nuestras economías.
Son las decenas de miles de estudiantes, docentes e investigadores, intercambios entre nuestras escuelas y universidades, y el millón de personas que cruzan nuestra frontera compartida todos los días.
Turistas y comerciantes que sustentan una de las relaciones comerciales más grandes del mundo.Y también son nuestras familias y amigos, los muchos estadounidenses que viven en México y las decenas de millones de mexicano-americanos que ofrecen sus contribuciones a este país, todos los días.
Como dije, también somos socios globales. Como parte del Grupo de los 20, estamos avanzando en la recuperación económica global, y anticipo con gran alegría visitar a México cuando el Presidente Calderón sea el anfitrión de la Reunión del G-20, el año que viene. Juntos hemos respondido al terremoto en Haití y estamos asegurando los materiales nucleares vulnerables del mundo.
Y quiero especialmente felicitar al Presidente Calderón por el liderazgo exitoso en México en la Conferencia de Cancún, incluyendo el progreso hacia un Fondo Verde que él empezó y preconizó, para que los países en desarrollo puedan adaptarse al cambio climático.
Recientemente nuestros Gobiernos han hablado con fuerza por los derechos humanos del pueblo libio, y México ha desempeñado un papel muy importante en las Naciones Unidas, al suspender a Libia del Consejo de Derechos Humanos.
Presidente Calderón:
Esto no solamente refleja nuestra dedicación a los valores de libertad, justicia y Estado de Derecho, sino, también, es otro ejemplo del liderazgo global de México. Como usted dijo en su discurso ante nuestro Congreso el año pasado, que México está firme y listo a tomar su lugar en el mundo.
Esta evaluación de los grandes lazos que unen a estadounidenses y mexicanos y los valores y responsabilidades que tenemos en común, nos ha permitido lograr progreso una vez más hoy. Y estamos trabajando para expandir el comercio que crea puestos de trabajo para nuestros pueblos.
Recuerden que México es el segundo mercado más grande para las exportaciones de los Estados Unidos. Esto apoya un millón de puestos de trabajo en este país y nuestras exportaciones a México crecen con más rapidez que con el resto del mundo.
Así que estamos preparando ya planes para una frontera del Siglo XXI, para que las personas y los bienes puedan cruzar esta frontera con seguridad y con eficiencia. Y estamos trabajando para coordinar y mejorar las reglamentaciones y deshacernos de barreras comerciales para poder comerciar.
Y estamos invirtiendo en asociaciones de energía limpia, que incluyen edificios verdes y tecnologías inteligentes. Y, en base a las negociaciones de hasta ahora, creo que vamos a poder concluir un acuerdo a fin de año para desarrollar nuestras nuevas fuentes de energía en el Golfo de México.
Me complace especialmente decir que, después de casi 20 años, hemos llegado a resolver la querella sobre camiones entre nuestros dos países. Y quiero agradecer al Presidente Calderón y su equipo, así como a mi Secretario de Transporte, Ray LaHood, y nuestro representante de Comercio Exterior, el Embajador Ron Kirk, por llegar a este acuerdo.
Y espero consultar con el Congreso para poder progresar de manera de fortalecer la seguridad del movimiento de camiones entre nuestros países, que elimina aranceles y expande nuestras exportaciones a México y crea puestos de trabajo de ambos lados.
También estamos arraigando nuestra cooperación contra los cárteles que amenazan nuestros dos pueblos. Y, como dije antes, el Presidente Calderón y el pueblo mexicano han demostrado un coraje, un valor extraordinario en la lucha por su país.
Decenas de miles de mexicanos, ciudadanos inocentes, fuerzas de seguridad dedicadas, han perdido sus vidas. Y le reafirmé al Presidente Calderón que en esta causa, México tiene un socio pleno en los Estados Unidos, porque sea que vivan en Texas o en Tijuana, nuestros pueblos tienen el derecho de sentirse seguros en sus comunidades.
Así que, estamos siguiendo adelante con la entrega de equipos y entrenamiento para nuestros socios mexicanos, y el Presidente Calderón sigue trabajando para combatir el lavado de dinero en México. Y nosotros estamos presionando a los cárteles y sus finanzas aquí, en los Estados Unidos.
Y queremos agradecer a nuestros socios mexicanos por su cooperación estrecha luego del asesinato de uno de nuestros agentes especiales, el agente especial Jaime Zapata.Reiteré que los Estados Unidos aceptan nuestra responsabilidad en cuanto a la violencia de las drogas. Y para combatir el flujo de armas y dinero hacia el Sur, estamos investigando a fondo el cargamento que va por ferrocarriles, estamos decomisando cada vez más armas que van hacia México y estamos colocando a más traficantes en la cárcel.
Y como parte de nuestra nueva estrategia de control de drogas, estamos centrándonos en reducir la demanda de droga, a través de la educación, la prevención y el tratamiento.
Al hablar de la inmigración, es un tema en que nuestros dos países tienen responsabilidades. Y, como le dije al Presidente, estamos muy dedicados a arreglar nuestro sistema de inmigración, que no funciona bien, con una reforma integral que siga asegurando nuestras fronteras, aplica la ley.
Y tenemos que hacerlo de modo que mantengamos en alto nuestros valores y nuestras leyes y proteja a los inmigrantes. Y quiero trabajar con Republicanos y Demócratas para lograr este trabajo que es de importancia vital para nuestra economía
Por último. Agradecí lo que me dijo el Presidente con respecto a Latinoamérica al preparar mi viaje a la región este mes, que será una oportunidad para fortalecer nuestra cooperación de seguridad.
Muchas gracias, señor Presidente, por su asociación con nosotros y por fortalecer los lazos entre nuestros dos países que se fortalecen cada vez que nos reunimos.
Antes de hablar el Presidente Calderón, voy a hablarles de la situación en Libia.Los Estados Unidos, y el mundo entero, están terriblemente afectados por la terrible violencia contra el pueblo libio.
Los Estados Unidos está ayudando a liderar una fuerza internacional para disuadir cualquier violencia posterior y, también, establecer sanciones sin precedentes para hacer responsable al Gobierno de Gaddafi y apoyar las aspiraciones del pueblo libio. También estamos respondiendo rápidamente a las necesidades humanitarias urgentes.
Decenas de miles de personas de diferentes países están escapando de Libia y, por lo tanto, he aprobado el uso de aeronaves de los Estados Unidos militares para ayudar a los egipcios, que han huido a la frontera de tunecina para poder volver a Egipto.
USAID también va a ayudar a personas de otros países con aeronaves y estamos apoyando los esfuerzos de organismos internacionales para evacuar a estas personas también.
Y he dirigido a la USAID para enviar equipos de asistencia humanitaria a la frontera Libia, para que puedan trabajar con la ONU, con las ONGs y otros socios internacionales dentro de Libia, para tratar las necesidades urgentes del pueblo libio.
En el futuro seguiremos enviando un mensaje claro: la violencia debe detenerse. Muammar al-Gaddafi ha perdido la legitimidad para liderar y debe irse. Y los que llevan a cabo actos de violencia contra el pueblo libio serán responsables. Y las aspiraciones del pueblo libio para la libertad, la democracia y la dignidad deben cumplirse.
Presidente Calderón.
***
Gracias, Presidente Obama. Muchísimas gracias por su hospitalidad.
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Muy buenas tardes.
El Presidente Barack Obama y yo hemos sostenido una muy valiosa conversación sobre el estado que guarda la cooperación bilateral en muchos aspectos.
Ha sido, como siempre, una gran satisfacción personal el confirmar que coincidimos en el principio básico de corresponsabilidad.
Yo agradezco esta oportunidad, señor Presidente, para poder platicar con usted, en esta Ciudad de Washington.
De las cosas que evaluamos es que nuestros Gobiernos llevan ya un importante camino avanzado en diferentes materias. Los resultados de nuestra cooperación, en algunos asuntos una cooperación sin precedentes, se han traducido en ejemplos concretos, como la apertura el año pasado, 2010, de los tres primeros nuevos cruces fronterizos, los primeros en 10 años.
Mi Visita de Estado, el año pasado, como usted ya lo ha mencionado, señor Presidente, y las constantes reuniones que hemos tenido, las que habremos de tener en el futuro inmediato, fueron especialmente importantes, también, en nuestra relación bilateral para generar la confianza que hoy tenemos.
Ahora sabemos que debemos seguir personalmente involucrados para asegurar el alcance de los objetivos que nos hemos trazado y que revisamos el día de hoy.
Hemos abordado, principalmente, las siguientes temáticas.
Primero. En materia internacional, hemos reiterado que México y Estados Unidos somos unos auténticos socios estratégicos, y lo demuestra nuestro trabajo conjunto en la agenda global y regional.
Hemos logrado avances sustantivos, como los ha comentado el Presidente Obama, en la atención de temas como el cambio climático, durante la COP16, y ahora nos esforzamos juntos en hacer operativos los Acuerdos de Cancún y adoptar los pasos siguientes en la COP17, en Sudáfrica.
Ambos países también tenemos un papel muy importante al interior del G-20, mecanismo que México presidirá el año entrante, y en el que se han alcanzado acuerdos muy importantes, que han contribuido a la estabilidad y la recuperación de la economía internacional.
En este contexto, he felicitado al Presidente Obama por su decisión de visitar, dentro de unas semanas, Brasil, Chile y El Salvador. Un mayor diálogo entre Estados Unidos y las naciones latinoamericanas será siempre benéfico para el hemisferio y benéfico, también, no sólo para los países latinoamericanos, sino para Estados Unidos.
En el caso específico de Centroamérica, además, acordamos seguir trabajando con el Gobierno americano para lograr una cooperación cada vez más decidida, en apoyo a los esfuerzos regionales por fortalecer el Estado de Derecho y combatir el crimen organizado transnacional.
Segundo. En materia de frontera, tanto el Presidente Obama como un servidor, coincidimos en que debemos convertir esta zona en tierra de oportunidades y no de conflicto.
El año pasado adoptamos una declaración sobre la Administración de la Frontera del Siglo XXI, que queremos tanto para Estados Unidos como para México.
Y, desde entonces, el Comité Ejecutivo Bilateral encargado de su implementación, ha acordado un plan de acción, además de haber emitido una Declaración Conjunta para prevenir la violencia fronteriza, que permite evitar trágicos episodios en contra de nacionales de uno y otro país.
Tercero. En materia de migración. El Presidente Obama ha reconocido invariablemente las contribuciones de los inmigrantes a la economía y a la sociedad estadounidense.
Reconozco y valoro en toda su dimensión, ampliamente, su apoyo claro y decidido al impulso de una Reforma Migratoria Integral en este país y su firme compromiso con los derechos humanos y civiles de las comunidades, independientemente de su origen. Le he expresado mi preocupación por la proliferación de iniciativas locales, contrarias a los intereses o a los derechos de las comunidades inmigrantes.
Cuarto. En materia de competitividad. México tiene una perspectiva regional. Estados Unidos y México podemos y debemos aprovechar las ventajas comparativas que nos hacen únicos como región y que nos permitirían convertir a Norteamérica, entendida en su conjunto, como la región más competitiva del mundo. Estoy convencido de que juntos lo podemos lograr.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue un gran paso para integrar comercialmente a la región, generó cientos de miles, millones, me atrevo a decir, empleos, tanto en México como en Estados Unidos. Y estamos listos para trabajar, a fin de profundizar y aprovechar mejor nuestros vínculos.
Podemos complementar más eficientemente la abundancia relativa del capital y la fuerza de Estados Unidos, con la fuerza y la competitividad de México, tanto a través de mayores inversiones productivas, como también el acceso seguro, ordenado y legal, trabajo de nacionales en Estados Unidos y en México.
Nuestros Gobiernos, algo muy importante para nosotros, han llegado hoy a un acuerdo. Un acuerdo para solucionar el diferendo sobre autotransporte fronterizo de carga, que tenemos desde hace muchos años.
Éste, como he dicho, se ha extendido durante largo tiempo, pese a que la existencia de un sistema integral de transporte beneficie a ambos países al fortalecer nuestra competitividad y al generar empleos, y que ha sido establecido desde 1994, cuando acordamos el Acuerdo de Libre Comercio.
En ese sentido, México suspenderá en fases, las represalias impuestas en materia de aranceles, tras el incumplimiento de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y las dará por terminadas, conforme avance la liberalización del transporte de carga.
El objetivo de mi Gobierno ha sido, en todo momento, alcanzar una solución mutuamente aceptable en este ámbito. Y, hoy, lo hemos logrado, lo cual ha sido un gran resultado de esta reunión.
Quinto. En el capítulo de seguridad. Ambos Gobiernos nos hemos asumido como corresponsables en el combate a la delincuencia organizada transnacional. Éste es un cambio paradigmático en nuestra relación. Hoy tenemos niveles de intercambio de información sin precedentes, que tienen sustento en la confianza mutua.
Agradezco la claridad con la que el Gobierno del Presidente Obama ha hablado de los efectos que tienen, tanto el consumo de drogas como el tráfico ilegal de armas y de dinero efectivo, hacia Estados Unidos lo primero, y hacia México lo segundo.
Sé que juntos podremos lograr avances cada vez mayores. De hecho, el último año ha sido el año con mayores logros en la captura de líderes de las organizaciones criminales. Un número de capturas sin precedentes que es fruto, entre otras cosas, del incremento de capacidad institucional de nuestras agencias, como de la cooperación binacional en materia de información e inteligencia.
Valoro también, en toda su dimensión, el claro respaldo estadounidense, mediante la transferencia de equipo y de programas de capacitación, a nuestros esfuerzos de fortalecimiento institucional. Estoy seguro que se puede avanzar mucho más en este terreno.
Gracias, Presidente, por su apoyo.
Agradezco también la claridad con la que el Presidente Obama ha reconocido los grandes sacrificios que ha venido realizando la sociedad mexicana, para hacer frente a este gran reto de la inseguridad, proveniente del crimen organizado y el narcotráfico.
En la lucha por la seguridad han muerto cientos de militares y miles ya, miembros de las fuerzas del orden en México, que han caído en el cumplimiento de su deber.
A estas lamentables muertes se ha sumado la del agente Jaime Zapata, de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Y quiero reiterar mi más sentido pésame a sus familiares, al pueblo y al Gobierno de Estados Unidos, por esta sensible pérdida.
Hemos capturado ya a los presuntos responsables de su asesinato y a la banda a la que pertenecían. Y su muerte debe instarnos a seguir trabajando juntos para asegurar un futuro de prosperidad y tranquilidad en nuestra región.
Señoras y señores:
Para mí ha sido una muy importante reunión. Quizá más de lo que ustedes piensan.
Hoy refrendo la convicción de que tenemos, en el Presidente Obama y en su equipo, en las diversas agencias estadounidenses, en su Gobierno, un aliado e, incluso, un amigo en su propia persona.
Esta reunión, además, para mí representa la oportunidad de renovar con fuerza y con brío, y de redoblar, incluso, los esfuerzos para conseguir la seguridad que queremos y que merecen nuestros pueblos.
Quiero también felicitar al Presidente Obama por el liderazgo que está demostrando en el problema, que a todos nos preocupa, en el Norte de África, y aportando y encabezando el esfuerzo responsable del pueblo y el Gobierno de Estados Unidos para encontrar pronto soluciones a este tema.
Señor Presidente:
Quiero agradecerle, nuevamente, su hospitalidad, la amistad que ha demostrado con México, la responsabilidad que ha asumido su Gobierno de manera sin precedente en los temas que son comunes.
Estoy convencido, amigas y amigos, que nuestra relación bilateral no sólo tiene hoy mayor incidencia en la vida diaria de los mexicanos y estadounidenses, sino que hoy es abordada de manera conjunta, cada vez con mayor fuerza, con mayor claridad y con mayor coordinación entre nuestros Gobiernos.
Le agradezco enormemente su compromiso personal con la cooperación y la corresponsabilidad.
Así que, seguiremos trabajando juntos, y más intensamente, para lograr la prosperidad, tanto del pueblo mexicano como del pueblo de Estados Unidos.
Muchísimas gracias.
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Muy buenas tardes.
El Presidente Barack Obama y yo hemos sostenido una muy valiosa conversación sobre el estado que guarda la cooperación bilateral en muchos aspectos.
Ha sido, como siempre, una gran satisfacción personal el confirmar que coincidimos en el principio básico de corresponsabilidad.
Yo agradezco esta oportunidad, señor Presidente, para poder platicar con usted, en esta Ciudad de Washington.
De las cosas que evaluamos es que nuestros Gobiernos llevan ya un importante camino avanzado en diferentes materias. Los resultados de nuestra cooperación, en algunos asuntos una cooperación sin precedentes, se han traducido en ejemplos concretos, como la apertura el año pasado, 2010, de los tres primeros nuevos cruces fronterizos, los primeros en 10 años.
Mi Visita de Estado, el año pasado, como usted ya lo ha mencionado, señor Presidente, y las constantes reuniones que hemos tenido, las que habremos de tener en el futuro inmediato, fueron especialmente importantes, también, en nuestra relación bilateral para generar la confianza que hoy tenemos.
Ahora sabemos que debemos seguir personalmente involucrados para asegurar el alcance de los objetivos que nos hemos trazado y que revisamos el día de hoy.
Hemos abordado, principalmente, las siguientes temáticas.
Primero. En materia internacional, hemos reiterado que México y Estados Unidos somos unos auténticos socios estratégicos, y lo demuestra nuestro trabajo conjunto en la agenda global y regional.
Hemos logrado avances sustantivos, como los ha comentado el Presidente Obama, en la atención de temas como el cambio climático, durante la COP16, y ahora nos esforzamos juntos en hacer operativos los Acuerdos de Cancún y adoptar los pasos siguientes en la COP17, en Sudáfrica.
Ambos países también tenemos un papel muy importante al interior del G-20, mecanismo que México presidirá el año entrante, y en el que se han alcanzado acuerdos muy importantes, que han contribuido a la estabilidad y la recuperación de la economía internacional.
En este contexto, he felicitado al Presidente Obama por su decisión de visitar, dentro de unas semanas, Brasil, Chile y El Salvador. Un mayor diálogo entre Estados Unidos y las naciones latinoamericanas será siempre benéfico para el hemisferio y benéfico, también, no sólo para los países latinoamericanos, sino para Estados Unidos.
En el caso específico de Centroamérica, además, acordamos seguir trabajando con el Gobierno americano para lograr una cooperación cada vez más decidida, en apoyo a los esfuerzos regionales por fortalecer el Estado de Derecho y combatir el crimen organizado transnacional.
Segundo. En materia de frontera, tanto el Presidente Obama como un servidor, coincidimos en que debemos convertir esta zona en tierra de oportunidades y no de conflicto.
El año pasado adoptamos una declaración sobre la Administración de la Frontera del Siglo XXI, que queremos tanto para Estados Unidos como para México.
Y, desde entonces, el Comité Ejecutivo Bilateral encargado de su implementación, ha acordado un plan de acción, además de haber emitido una Declaración Conjunta para prevenir la violencia fronteriza, que permite evitar trágicos episodios en contra de nacionales de uno y otro país.
Tercero. En materia de migración. El Presidente Obama ha reconocido invariablemente las contribuciones de los inmigrantes a la economía y a la sociedad estadounidense.
Reconozco y valoro en toda su dimensión, ampliamente, su apoyo claro y decidido al impulso de una Reforma Migratoria Integral en este país y su firme compromiso con los derechos humanos y civiles de las comunidades, independientemente de su origen. Le he expresado mi preocupación por la proliferación de iniciativas locales, contrarias a los intereses o a los derechos de las comunidades inmigrantes.
Cuarto. En materia de competitividad. México tiene una perspectiva regional. Estados Unidos y México podemos y debemos aprovechar las ventajas comparativas que nos hacen únicos como región y que nos permitirían convertir a Norteamérica, entendida en su conjunto, como la región más competitiva del mundo. Estoy convencido de que juntos lo podemos lograr.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue un gran paso para integrar comercialmente a la región, generó cientos de miles, millones, me atrevo a decir, empleos, tanto en México como en Estados Unidos. Y estamos listos para trabajar, a fin de profundizar y aprovechar mejor nuestros vínculos.
Podemos complementar más eficientemente la abundancia relativa del capital y la fuerza de Estados Unidos, con la fuerza y la competitividad de México, tanto a través de mayores inversiones productivas, como también el acceso seguro, ordenado y legal, trabajo de nacionales en Estados Unidos y en México.
Nuestros Gobiernos, algo muy importante para nosotros, han llegado hoy a un acuerdo. Un acuerdo para solucionar el diferendo sobre autotransporte fronterizo de carga, que tenemos desde hace muchos años.
Éste, como he dicho, se ha extendido durante largo tiempo, pese a que la existencia de un sistema integral de transporte beneficie a ambos países al fortalecer nuestra competitividad y al generar empleos, y que ha sido establecido desde 1994, cuando acordamos el Acuerdo de Libre Comercio.
En ese sentido, México suspenderá en fases, las represalias impuestas en materia de aranceles, tras el incumplimiento de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y las dará por terminadas, conforme avance la liberalización del transporte de carga.
El objetivo de mi Gobierno ha sido, en todo momento, alcanzar una solución mutuamente aceptable en este ámbito. Y, hoy, lo hemos logrado, lo cual ha sido un gran resultado de esta reunión.
Quinto. En el capítulo de seguridad. Ambos Gobiernos nos hemos asumido como corresponsables en el combate a la delincuencia organizada transnacional. Éste es un cambio paradigmático en nuestra relación. Hoy tenemos niveles de intercambio de información sin precedentes, que tienen sustento en la confianza mutua.
Agradezco la claridad con la que el Gobierno del Presidente Obama ha hablado de los efectos que tienen, tanto el consumo de drogas como el tráfico ilegal de armas y de dinero efectivo, hacia Estados Unidos lo primero, y hacia México lo segundo.
Sé que juntos podremos lograr avances cada vez mayores. De hecho, el último año ha sido el año con mayores logros en la captura de líderes de las organizaciones criminales. Un número de capturas sin precedentes que es fruto, entre otras cosas, del incremento de capacidad institucional de nuestras agencias, como de la cooperación binacional en materia de información e inteligencia.
Valoro también, en toda su dimensión, el claro respaldo estadounidense, mediante la transferencia de equipo y de programas de capacitación, a nuestros esfuerzos de fortalecimiento institucional. Estoy seguro que se puede avanzar mucho más en este terreno.
Gracias, Presidente, por su apoyo.
Agradezco también la claridad con la que el Presidente Obama ha reconocido los grandes sacrificios que ha venido realizando la sociedad mexicana, para hacer frente a este gran reto de la inseguridad, proveniente del crimen organizado y el narcotráfico.
En la lucha por la seguridad han muerto cientos de militares y miles ya, miembros de las fuerzas del orden en México, que han caído en el cumplimiento de su deber.
A estas lamentables muertes se ha sumado la del agente Jaime Zapata, de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Y quiero reiterar mi más sentido pésame a sus familiares, al pueblo y al Gobierno de Estados Unidos, por esta sensible pérdida.
Hemos capturado ya a los presuntos responsables de su asesinato y a la banda a la que pertenecían. Y su muerte debe instarnos a seguir trabajando juntos para asegurar un futuro de prosperidad y tranquilidad en nuestra región.
Señoras y señores:
Para mí ha sido una muy importante reunión. Quizá más de lo que ustedes piensan.
Hoy refrendo la convicción de que tenemos, en el Presidente Obama y en su equipo, en las diversas agencias estadounidenses, en su Gobierno, un aliado e, incluso, un amigo en su propia persona.
Esta reunión, además, para mí representa la oportunidad de renovar con fuerza y con brío, y de redoblar, incluso, los esfuerzos para conseguir la seguridad que queremos y que merecen nuestros pueblos.
Quiero también felicitar al Presidente Obama por el liderazgo que está demostrando en el problema, que a todos nos preocupa, en el Norte de África, y aportando y encabezando el esfuerzo responsable del pueblo y el Gobierno de Estados Unidos para encontrar pronto soluciones a este tema.
Señor Presidente:
Quiero agradecerle, nuevamente, su hospitalidad, la amistad que ha demostrado con México, la responsabilidad que ha asumido su Gobierno de manera sin precedente en los temas que son comunes.
Estoy convencido, amigas y amigos, que nuestra relación bilateral no sólo tiene hoy mayor incidencia en la vida diaria de los mexicanos y estadounidenses, sino que hoy es abordada de manera conjunta, cada vez con mayor fuerza, con mayor claridad y con mayor coordinación entre nuestros Gobiernos.
Le agradezco enormemente su compromiso personal con la cooperación y la corresponsabilidad.
Así que, seguiremos trabajando juntos, y más intensamente, para lograr la prosperidad, tanto del pueblo mexicano como del pueblo de Estados Unidos.
Muchísimas gracias.
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