30 jun 2011

¿Regaño del Presidente?

Dice una nota de Milenio on line que el presidente Felipe Calderón regañó en ausencia a la canciller y el secretario de Gobernación por su silencio ante la intención de eliminar una reserva en la interpretación de un Tratado Internacional y tomó la decisión en un evento público y expreó que espera que “por lo menos le pongan atención” a sus discursos.
Ello en la reunión de  instalación del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad.
La verdad es que no hubo tal reprimenda
¿Cómo estuvo el asunto?
Leamos lo que dijo el presinente. Más abajo se puede leer todo el discurso completo para tener todo el contexto
“Aquí instruyo a los secretarios que están presentes y a los ausentes también a que le busquen y garanticen que haya libre acceso a los edificios en donde ustedes, esperamos, suelen trabajar”, dijo.
"...Yo quí instruyo a los Secretarios, que están aquí presentes, y a los ausentes, también, a que le busquen y que garanticen que haya libre acceso a los edificios en donde ustedes, esperamos, suelen trabajar. Bueno, trabajan.
También, no sé si está por aquí el Secretario. Sí está el Secretario de Comunicaciones y Transportes, el doctor Dionisio Pérez-Jácome. Le quiero pedir, instruir, que vea que en los aeropuertos, por ejemplo, también se obliguen  normas. Si los operamos nosotros, si los opera un concesionario, se obligue a que tengan las rampas, los accesos, los sanitarios adecuados para las personas con discapacidad. Los puntos de vigilancia, también, que se adapten para el mismo propósito.
“(…) También, le pido al Secretario de Gobernación que a través del órgano que creamos para crear televisión pública en México, formal, no está el Secretario de Gobernación por aquí. Lo acabo de ver hace ratito.
No es integrante del Consejo él. Menos mal, que si no. Pero lo acabo de ver hace ratito. Hubo Gabinete de Seguridad, hace un momento, pero que de todos modos le instruyo que en la televisión pública, que estamos tratando de impulsar en México, a través de canales concesionados a entidades públicas, se establezca, por lo menos, un noticiero que tenga, también, un lenguaje de señas y, de ser posible, de elementos de comunicación para personas con discapacidad. En fin…” (el texto completo más abajo).
La presidencia de la República tuvo que emitió el siguiente comunicado:
Precisiones sobre la instalación del Consejo para desarrollo e inclusión de personas con discapacidad
29 jun 2011 | Comunicado
CGCS-120 LOS PINOS, 29 de junio de 2011.
La Presidencia de la República precisa que en ningún momento el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, reprendió a los integrantes de su Gabinete durante el evento en el que se instaló el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad, como se ha señalado en algunos medios de comunicación.
En el caso de la Declaración Interpretativa de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, interpuesta por México, la observación hecha por el Presidente Calderón fue en el sentido de que no había surgido ninguna objeción por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores ni de la Secretaría de Gobernación durante el lapso transcurrido desde la promulgación de la Ley hasta la instalación del Consejo. En consecuencia, giró instrucciones para que se inicie el procedimiento, a fin de retirar la Declaración Interpretativa de México, tal y como lo han demandado los grupos de la comunidad de y para las personas con discapacidad.
La Declaración Interpretativa resulta innecesaria, como resultado de la reciente reforma constitucional en materia de Derechos Humanos.
En efecto, preguntó por el Secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, pero como bien se precisó ahí, ni él ni la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, forman parte del Consejo, a lo cual asintió el Presidente.
Es de relevancia subrayar que se instaló el Consejo en tiempo y forma, y que el Presidente de la República instruyó a todos los Secretarios a cumplir la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad y poner el ejemplo, adaptando las instalaciones de sus propias Secretarías y edificios públicos a su cargo a las condiciones de accesibilidad que necesitan las personas con discapacidad. Dio instrucciones precisas a sus Secretarios para avanzar en el cumplimiento de la ley.
Este evento es de trascendental importancia en tanto que establece un órgano que puede ofrecer soluciones de fondo para subsanar la falta de atención especializada a las necesidades de las más de cinco millones 700 mil personas con discapacidad en el país. Todo ello, de conformidad con lo establecido en la nueva Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, una ley de avanzada que reconoce plenamente los derechos de los mexicanos con discapacidades, desde un enfoque que no es paternalista.
Independientemente de lo anecdótico que haya sucedido en el evento, la Instalación del Consejo es un acto de la mayor relevancia, tanto para el Gobierno Federal, como para las personas con discapacidad, que serán beneficiadas con los compromisos y medidas de política pública que ahí se establecieron. De ello dan cuenta también los discursos pronunciados durante este evento por personas con discapacidad, responsables e integrantes del Consejo y la Asamblea Consultiva.
Por ello, el Gobierno Federal considera de la mayor importancia que reciban la atención que merecen las personas con discapacidad, así como las medidas que se han tomado hoy en su beneficio.

Presidente Calderón en la Instalación del Consejo Nacional para el desarrollo y la inclusión de las personas con discapacidad
29 jun 2011 | Discurso
Qué tal.
Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Ciudadana Diputada Yolanda de la Torre Valdez, Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados.
Señor Senador Guillermo Tamborrel Suárez, Presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Senadores.
Doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Doctor Eduardo Sojo Garza-Aldape, Presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Señor licenciado Ricardo Bucio Mújica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Señor licenciado Francisco Cisneros Rivero, Secretario Técnico del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad.
Ciudadana Mayra Cristal Vargas, Representante de la Asamblea del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad.
Estimados Secretarios y colaboradores del Gobierno Federal.
Señores Directores de Instituciones del Gobierno Federal.
Muy apreciables integrantes del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad.
Muy estimados integrantes de la comunidad de y para las personas con discapacidad.
Muy estimadas y muy estimados académicos, investigadores, servidores públicos en materia de salud.
Muy estimadas y muy estimados representantes de la sociedad civil.
Muy estimadas y muy estimados Legisladores, que hoy nos acompañan.
Distinguidos invitados especiales.
Amigas y amigos:
Me da mucho gusto recibirles esta tarde, hoy, en Los Pinos, esta casa de todos los mexicanos, para instalar el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad.
Hoy, y en cumplimiento de la Ley aprobada por el Congreso de la Unión, Gobierno y sociedad sellamos una alianza para reivindicar los derechos, las libertades y la dignidad de las personas con discapacidad.
Sin duda, esta fecha marca, así lo esperamos, así lo deseamos, una nueva etapa en nuestra misión colectiva de velar por los derechos, el bienestar y el progreso de las mexicanas y los mexicanos con discapacidad.
Sé muy bien, amigas y amigos, que la sociedad tiene una gran deuda con ustedes. La tiene, también, el Gobierno en todos sus niveles: el Federal, los estatales y los municipales. La tienen, también, los poderes públicos, no sólo el Legislativo. El Legislativo, el Ejecutivo.
El Legislativo, que ya ha cumplido en gran parte, y aquí reconozco la labor, tanto de la Diputada, como la del Senador, Presidentes de estas Comisiones, aquí presentes.
La tiene, también, seguramente, el Judicial, en la medida en que se requiere un enorme esfuerzo de adaptación y compenetración de estos temas.
Todos conocemos, quizá no suficientemente y esa es una gran labor de conciencia que debemos realizar entre todos, la dura realidad que enfrentan. La falta de atención especializada para rehabilitación, la falta de atención especializada para ser cada vez más independientes; la falta de oportunidades para estudiar y superarse; los grandes obstáculos para trabajar, para formar su propio hogar. Los pocos o nulos espacios para participar y ser escuchados; el camino para lograr la plena incorporación a la sociedad y al desarrollo, que pasa, por supuesto, por la superación de todas estas limitaciones que he mencionado, y que busca la ley, que hoy queremos cumplir, acotar.
Como Presidente de México, y como persona, me preocupa mucho esta situación. Entiendo la desesperación que sienten muchas mexicanas y mexicanos con discapacidad, desde cosas como la carencia de una rampa o la escasez de un transporte adecuado para llevarlos a donde quieren ir, esta  falta de acceso, que fue el primer problema que conocí más de cerca hace ya muchos años, en el 88, con mis amigos de la Asociación Libre Acceso, y que me permitió acercarme a la causa de las personas con discapacidad, entonces.
Pero no sólo eso. También comprendo la desesperación que siente un niño ciego por no contar con los espacios adecuados y con la ayuda adecuada para practicar deporte; la angustia que embarga a una niña sorda por no poder comunicarse con sus amigos, con sus familiares, por ser objeto de discriminación por ese hecho; la preocupación que ahoga a una madre, que sabe que su hijo necesitará ayuda una buena parte de su vida y, quizá, no siempre esté ahí para apoyarlo; la aflicción de una hija que sabe que su papá tiene disminuida su capacidad intelectual, por cualquier cosa, y tiene temor de que pueda perderse.
Duele, también, el trato denigrante que reciben muchas personas, muchos jóvenes con discapacidad, cuando piden un empleo. Y también me he dado cuenta, a lo largo de estas discusiones, y esta lucha que han emprendido, de que no se trata de un desafío ni marginal ni un asunto secundario.

Que son más de cinco millones 700 mil mexicanas y mexicanos, de carne y hueso, que exigen respeto a sus derechos, y más que concesiones graciosas; que reclaman oportunidades, y no dádivas; que exigen igualdad y equidad, y no altruismo o caridad, como muchas veces se ha, equivocadamente, entendido.
Y creo firmemente que, en la medida en que respondamos a estas justas peticiones, México se va a fortalecer; que en la medida en que cumplamos con nuestro deber de mexicanos, con esta equidad, con esta igualdad, México va a ser un país más fuerte y más justo, pero, sobre todo, y a mí me interesa, como representante de un Gobierno que se precia de ser un Gobierno humanista, México va a ser un país más humano.
Y por eso, es una excelente noticia, primero, que se haya promulgado la ley, hace unas semanas y, segundo, que hoy demos otro paso al quedar instalado este Consejo en el tiempo que la propia Ley nos obliga.
Un Consejo que, como ya se dijo aquí, está llamado a ofrecer soluciones de fondo a todos estos problemas.
Así que, por una parte, cumplimos con uno de los mandatos centrales de la nueva Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, que, además, es una legislación de avanzada, una legislación vanguardista, que reconoce plenamente los derechos humanos de estos mexicanos, y que busca alejarse de enfoques paternalistas o asistencialistas.
Además, es una ley que armoniza nuestro marco jurídico con la  Convención sobre  los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Organización de las Naciones Unidas, en 2007, y de la que México ha sido uno de los principales  promotores.
Por cierto, el día en que promulgué la ley hice referencia a este tema, que había traído a la mesa, si no mal recuerdo, entre otras personas, el Senador Tamborrel, de la reserva o, más bien, la Declaración Interpretativa de México. Y, honestamente, los argumentos me parecen muy convincentes.
Ha transcurrido ya casi un mes. A mí no me ha dicho nada la Secretaría de Relaciones Exteriores, tampoco me ha dicho la Secretaría de Gobernación, porque pregunté que si no había una objeción seria para remover esa Declaración Interpretativa, habría que removerla.
Y como no han dicho nada, y yo espero que por lo menos le pongan atención a los discursos del Presidente, le voy a dar instrucción a la Secretaría de Relaciones para que desde este momento inicie el procedimiento para retirar la reserva o la Declaración Interpretativa de la Convención de las Personas con Discapacidad. En fin.
Ya si de plano surge alguna cosa así, severa. En fin. Que sea su riesgo. Pero la verdad es que ya pasó el tiempo suficiente como para que me lo hubieran dicho. Seguramente no hay nada grave que impida retirar esa reserva. Además, lo que entiendo, es que la Constitución ya establece criterios interpretativos pro homine, así que, ahora sí que el que calla otorga, y se quita.
También quisiera destacar, amigas y amigos, que las recientes reformas sobre derechos humanos establecen claramente normas en esta materia, que ayudarían a una interpretación acorde con la Constitución y con los tratados internacionales, proporcionando en todo momento a las personas la protección más amplia.
Con ello, se armoniza nuestro marco jurídico, con la Declaratoria Interpretativa de esta Convención Internacional. No con la Declaratoria Interpretativa, lo que buscó hacer la Declaratoria Interpretativa, más bien. En fin.
Vamos a estar muy atentos a este tema y queremos seguir poniendo a México al frente, a la vanguardia del tema de personas con discapacidad.
Hoy, amigas y amigos, al instalar este Consejo, lo estamos dotando también de dos órganos establecidos en la ley, dos órganos medulares: uno, es la Junta de Gobierno y, otra, es la Asamblea Consultiva.
Celebro que la Junta esté integrada por representantes del Gobierno Federal, por la sociedad civil, por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quienes serán los responsables de coordinar las acciones públicas en favor de las mexicanas y los mexicanos con discapacidad.
Me empeñaré, además, de vigilar que a las sesiones de la Junta de Gobierno asistan los titulares, y que no nos manden a los de siempre, como dicen. Y, por supuesto, agradezco muchísimo al Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos su presencia el día de hoy, y la disposición que siempre ha  mostrado, el interés por dar cumplida por la protección de los derechos humanos de las personas con discapacidad.
También, me alegra, amigas y amigos, que la Asamblea Consultiva esté integrada por representantes de las 32 entidades federativas, que haya organizaciones sociales, académicas, investigadores, todos, que sé que nos van a asesorar, me incluyo, a quienes no sabemos bien del tema, y van a asesorar, desde luego, al Consejo, en la conducción de la política social de este sector.
Qué bueno que tenga una composición federalista, una composición plural. Por qué razón. Porque se requiere la participación de todos los estados. En todos los problemas que tenemos, siempre hay un elemento Federal, que permite hacer más y de manera más cercana a los problemas, que lo que se puede hacer centralmente.
A veces, ciertamente, somos muy federalistas de norma, los mexicanos, pero muy centralistas de cultura, en el sentido de que todo buscamos que se resuelva centralmente.
La verdad, eso es imposible. Se requiere un enorme esfuerzo federalizado para poder enfrentar este tema, y qué bueno que las entidades federativas estén representadas, o representantes de las entidades federativas estén en la Asamblea Consultiva.
No son menores los desafíos del Consejo y lo sabemos. Va a costar trabajo y, es entendible. Se requieren hacer grandes cosas que, como decía algún anuncio hace muchos años: Si fueran fáciles, cualquiera las haría. Y yo creo que se requiere que se hagan esas grandes cosas, con todo el trabajo y el sacrificio que implica el poder hacerlas, y que explican, además, que no se hayan hecho hasta ahora.
Hay que impulsar cambios de fondo. Hay que impulsar soluciones duraderas. Hay que romper inercias que condenan a las personas con discapacidad a una vida de marginación, de exclusión o de discriminación. Son cambios inaplazables que sí, sí va a tomar tiempo, pero que  requiere iniciarse cuanto antes, rápido, y con una visión de futuro, que es fundamental para que salgan bien.
Ustedes, desde este Consejo, también tienen la oportunidad, señoras y señores integrantes, de diseñar la política pública más adecuada para responder a las demandas y los requerimientos de estas mexicanas y estos mexicanos ejemplares.
Yo lo que les pido es que haya políticas públicas bien planteadas, bien definidas, que tengan los incentivos correctos para que se apliquen con la generalidad que una política pública buena debe observar, y que se busque, en todo lo posible, que se trate de políticas públicas afirmativas, políticas públicas que fuercen la circunstancia, que obliguen a los cambios. Que establezcan, digamos, más presión de la habitual para que las cosas puedan darse; si no, será muy difícil remover una cadena de prejuicios, de preconcepciones, de barreras, más que físicas, culturales y, a veces, también, de intereses y egoísmos.
Es mucho, desde luego, lo que pueden hacer las autoridades. Más que todos, somos los que podemos hacer más. Pero también los líderes de las organizaciones de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos, los expertos, todos, para poder diseñar, para poder ajustar, para poder fortalecer los programas para la atención de este gran sector de la población mexicana.
En el Gobierno Federal queremos ser sensibles a todas las inquietudes que nos han formulado líderes de organizaciones de la sociedad civil. Tengan la certeza, amigas y amigos, que vamos a redoblar esfuerzos para hacer la parte que nos toca, para estar atentos a lo que ustedes nos digan, si es con un poquito de tiempo, mucho mejor, y que podamos, verdaderamente, ir construyendo acción tras acción, que nos permita ir corrigiendo el rumbo que México debe de corregir, en su trato con personas con discapacidad.
Por ejemplo, hay varias cosas que podemos hacer, que tenemos que ver la manera en que se puedan hacer, por lo pronto, a nivel Federal.
Por ejemplo, vamos a garantizar el libre acceso a los edificios públicos Federales y, ojalá, se pueda garantizar a todos los edificios públicos del país. Pero, por lo pronto, yo aquí instruyo a los Secretarios, que están aquí presentes, y a los ausentes, también, a que le busquen y que garanticen que haya libre acceso a los edificios en donde ustedes, esperamos, suelen trabajar. Bueno, trabajan.
También, no sé si está por aquí el Secretario. Sí está el Secretario de Comunicaciones y Transportes, el doctor Dionisio Pérez-Jácome. Le quiero pedir, instruir, que vea que en los aeropuertos, por ejemplo, también se obliguen  normas. Si los operamos nosotros, si los opera un concesionario, se obligue a que tengan las rampas, los accesos, los sanitarios adecuados para las personas con discapacidad. Los puntos de vigilancia, también, que se adapten para el mismo propósito.
También, que se establezca una norma ahí, en SCT, para que las carreteras, vaya, hay muchas que ni siquiera tienen baños para cualquier persona, que tengan sanitarios  adecuados, instalaciones adecuadas para todos, especialmente para las personas con  discapacidad, también.
Que se obligue al operador, que se obligue al concesionario de una carretera; si es el propio Gobierno Federal, con mayor razón lo debemos hacer;  si son los estados, también, hay que ver la manera normativa de que se pueda impulsar con ese propósito.
Otros temas que podemos hacer. Tenemos muy claro que una de las demandas más sentidas es garantizar que las niñas y los niños con discapacidad  tengan un trato no discriminatorio, con respecto a otros niños.
Eso es obvio. Pero también me he dado cuenta, he sabido, que tenemos, por ejemplo, en las propias dependencias Federales, regulaciones que derivan, finalmente, en tratos discriminatorios.
Y, por eso, quiero instruirle al Director General del ISSSTE, que está aquí presente, al licenciado Villalobos, que a ver cómo le hace, pero que modifiquen el Reglamento de las Guarderías del ISSSTE para que, también, proporcionen ese servicio a las mamás y a los papás que lo soliciten. En fin.
Vamos a hacer, también, esfuerzos con el deporte adaptado. Aquí está, también, Bernardo de la Garza, y el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio.
Las instalaciones que tengamos, ya no sé si ya son muchas o pocas, pero las que tengamos en el Gobierno Federal, también hemos pasado muchas a  delegaciones, y por eso luego hay tantas quejas de albercas que no se usan, etcétera, pero es otro tema.
Pero, por lo pronto, las que todavía tenemos, por lo menos cuenten con instalaciones para personas con discapacidad, por lo menos de acceso. Y que vayamos viendo de qué manera podemos fomentar el deporte adaptado en las instalaciones deportivas federales.
También vamos a buscar que la comunicación del Gobierno, por lo pronto la de la Presidencia de la República, cuente con las normas elementales. Yo no me había percatado de eso, pero, efectivamente, que por lo pronto los discursos del Presidente, y también de los Secretarios, también, a fuerzas; pero cuenten con un lenguaje de señas mexicanas, que hacen falta, y que vayamos estableciendo roles de comunicación de la publicidad, no la publicidad, perdón, la comunicación gubernamental, que cumpla con el lenguaje de señas mexicanas.
También, le pido al Secretario de Gobernación que a través del órgano que creamos para crear televisión pública en México, formal, no está el Secretario de Gobernación por aquí. Lo acabo de ver hace ratito.
No es integrante del Consejo él. Menos mal, que si no. Pero lo acabo de ver hace ratito. Hubo Gabinete de Seguridad, hace un momento, pero que de todos modos le instruyo que en la televisión pública, que estamos tratando de impulsar en México, a través de canales concesionados a entidades públicas, se establezca, por lo menos, un noticiero que tenga, también, un lenguaje de señas y, de ser posible, de elementos de comunicación para personas con discapacidad. En fin.
Amigas y amigos:
Hay mucho qué hacer. Desde luego, en materia de empleo, las políticas públicas que diseñamos, como alguien mencionaba hace un rato, también que busquen ese enfoque, políticas públicas que tenemos para generar empleo.
Por ejemplo, de las que recuerdo, el Sistema Nacional de Empleo. Aquí está el Secretario del Trabajo, Javier Lozano, que tanto en el portal de tuempleo.gob.mx, los programas de capacitación laboral, el Sistema Nacional de Empleo mismo, los programas de empleo temporal que tenemos, y aquí está el Secretario de Desarrollo Social, también los desarrolla; los programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, los programas de compras gubernamentales, todas, se les incorpore explícitamente algún elemento que coadyuve a la generación de empleo para personas con discapacidad en ello, también. En fin.

Yo creo que hay  muchas cosas que hacer, amigas y amigos. Lo que sí me doy cuenta es que una gran barrera que tenemos para actuar en reconocimiento a los derechos de las personas con discapacidad es una barrera cultural y casi, yo diría, también, informativa.

Muchos no sabemos de la dimensión de este problema, de los obstáculos que hay, de las carencias que hay. Ni siquiera tenemos una idea clara de la problemática que viven las personas con discapacidad, ni cuáles son las distintas discapacidades que enfrentamos.

Por ejemplo, en esto de la Declaración Interpretativa de la ONU, por ejemplo, que quizá generó alguna problemática en litigios civiles, en divorcios, etcétera; que probablemente, incluso, casos específicos que hace referencia la legislación civil, no sólo a discapacidad, sino ya a circunstancias personales que tienen implicaciones jurídicas, quizá se aplicaba indiscriminadamente a todas las personas con discapacidad, incluso a quienes no tenían ninguna discapacidad intelectual en lo absoluto, y muchas cosas que derivan, precisamente, del desconocimiento que tenemos de esta problemática en particular.

Y creo que lo que podemos hacer es que este Consejo se aboque, y ahí contará con todo el apoyo del Gobierno Federal, para informar, para generar, desde luego, el apoyo social que se necesita, para vencer prejuicios, para corregir, incluso, creo que esa es la palabra, los errores de percepción que muchas mexicanas y mexicanos tienen, respecto de las personas con discapacidad, que llevan, precisamente, a toda una lógica de discriminación que se ha padecido en el país, y pienso en el mundo, no sólo por años, sino por décadas y, la verdad, es que por siglos. En fin.

Creo que para lograr todo esto, amigos, lo primero es superar la barrera cultural que hemos heredado, porque más que los obstáculos físicos, a los que he hecho referencia, los obstáculos son de actitud de muchos.

Así que, hay que cambiar la mentalidad que tenemos para, verdaderamente, permitir el desarrollo y la integración de las personas con discapacidad, que es, a final de cuentas el propósito de la ley, y en consecuencia, el propósito del Consejo que hoy se establece.

Queridas amigas, queridos amigos:

Sin bienestar, sin progreso y sin inclusión de las personas con discapacidad, no hay estrictamente un valor democrático del cual podamos preciarnos. Mientras haya alguien que se le excluya en su voz, o en sus decisiones y en sus oportunidades, no podemos hablar de democracia plena.

Sin la inclusión de todas las personas con discapacidad, no hay un desarrollo integral del país, del cual podamos jactarnos. La atención a las demandas de este sector de la población es un imperativo ético, es un imperativo social de nuestra generación. Ésta es una causa que nos convoca y que nos compromete a todos.

Así que, yo invito también a todos, y especialmente a las autoridades, a las autoridades locales, a los integrantes del Gobierno Federal, a los maestros, ese es un tema educativo, además, muy importante, que también hay que abordar; a las organizaciones civiles, a los empresarios, a los sindicatos, a los medios de comunicación, a la ciudadanía, al Congreso, a los jueces, a transformar radicalmente, y para bien y para siempre, las condiciones que vive este sector de las personas con discapacidad y las personas cercanas a las personas con discapacidad.

Creo que enfocarnos en un principio elemental, que nunca debemos olvidar, que todo ser humano por su dignidad es igual a otro, partiendo de la premisa de la eminente dignidad de la persona humana, podemos construir, no sólo políticas públicas, que promuevan la inclusión de personas con discapacidad y no discriminación, sino realmente edificar, aquí y ahora, el México más humano que queremos para el Siglo XXI.

Un México libre de discriminación, un México que nos enorgullezca de haberlo construido juntos. De que hagamos juntos, también, de la inclusión de los mexicanos, de todos, en particular de los mexicanos con discapacidad, una marca de identidad del país, una marca del México que queremos, que será, estoy seguro, un México justo, un México fuerte, un México más humano, que todos anhelamos y que los mexicanos que vienen, merecen.

Muchísimas felicidades y mucho éxito en el Consejo.

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