3 jul 2011

Benedicto XVI, 60 años de sacerdocio

Opinión de Mon. Abelardo Alvarado A.
L0S 60 AÑOS DE SACERDOCIO DEL PAPA BENEDICTO XVI/Mons. Abelardo Alvarado Alcántara
El 29 de junio de 1951, el Papa Joseph Ratzinger junto con su hermano Georg y otros 42 compañeros, fueron ordenados sacerdotes por el Cardenal Michael von Faulhaber en la catedral de Freising, Alemania, en la Fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Este miércoles 29 de junio, la Iglesia festejó de diversas maneras el sexagésimo aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa Benedicto XVI ("el día más importante de mi vida", ha dicho en su homilía).
Nombrado en marzo de 1977 Arzobispo de Mûnich y Freising, eligió como lema de su escudo episcopal la frase de la carta de San Juan, "Cooperatores Veritatis" ("Cooperadores de la Verdad", 3ª. San Juan, 8), mismo que conservó en su escudo cardenalicio y que fue como un programa de vida y expresión de su misión, primero como teólogo y maestro y ahora como Pastor y Maestro de la Iglesia universal, aunque en su escudo papal este lema ya no aparece, según la costumbre de los Papas en los últimos siglos. El tema de la verdad ha sido tocado por el Papa en diferentes ocasiones, especialmente en cuanto a la relación entre fe y razón. Merece un análisis posterior.
La explicación de haber elegido este lema el mismo Ratzinger la daba con esta reflexión: "Por un lado, me parecía ser la relación entre mi tarea previa como profesor y mi nueva misión. A pesar de todas las diferencias de modo, lo que estaba en juego y seguía estándolo era seguir la verdad, estar a su servicio. Y por otro lado, porque en el mundo de hoy, el tema de la verdad ha desaparecido casi totalmente, pues aparece como algo demasiado grande para el hombre, y sin embargo, todo se desmorona si falta la verdad".
En la celebración de este miércoles 29, hubo desde luego la misa que el propio Papa presidió en la Basílica de San Pedro en Roma, acompañado de Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Embajadores, Autoridades Civiles y miles de peregrinos de todo el mundo. Entre ellos, se encontraban los 41 arzobispos de las diócesis metropolitanas de diversos continentes, nombrados en el último año, a quienes el Papa les entregó el "palio", (banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra; es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos; se utiliza a modo de escapulario como distintivo de su especial dignidad; significa muy concretamente también la comunión de los Pastores de la Iglesia con Pedro y con sus sucesores).
Asimismo en la Basílica Vaticana estaba presente una delegación del patriarcado ecuménico de Constantinopla, un gesto con el que el patriarca Bartolomé I se une todos los años en "el día del papa", confiriendo de este modo al encuentro un claro sentido ecuménico.
En cuanto al festejo de toda la Iglesia por este feliz acontecimiento, la Congregación para el Clero, presidida por el Cardenal Mauro Piacenza, previamente había enviado una circular a todos los Obispos Diocesanos invitándoles a que con esta ocasión "estar junto al Sumo Pontífice y testimoniarle toda nuestra gratitud, afecto y comunión por el servicio, que está ofreciendo a Dios y a su Iglesia, pero, sobre todo, por hacer "resplandecer la Verdad sobre el mundo" mediante su constante y alto magisterio con el que continuamente exhorta" y al mismo tiempo "invitando a cada circunscripción eclesiástica -con particular participación de los Sacerdotes -a fin de que se ofrezcan, en la circunstancia de este Aniversario, sesenta Horas de Adoración Eucarística (continuas o distribuidas) durante el próximo mes de Junio a favor de la santificación del Clero y para obtener el don de nuevas y santas vocaciones".
La comunicación a los Sres. Obispos termina con esta exhortación: "El culmen de este camino de oración podría hacerse coincidir con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (Jornada de santificación sacerdotal), el viernes 1 de julio. De este modo se podría homenajear al Pontífice con una extraordinaria corona de oración y de sobrenatural unidad, capaz de mostrar el real Centro de nuestra vida, del que proviene cualquier esfuerzo misionero y pastoral, como también el modo de hacer visible el verdadero rostro de la Iglesia y de sus Sacerdotes".
Obviamente, además de este programa de oración en todas las circunscripciones eclesiásticas, hubo desde luego un sin número de mensajes de felicitación al Santo Padre, manifestándole los mejores augurios para su misión y haciendo alusión a la profundidad de su magisterio y su pensamiento teológico en todos sus escritos, así como a su celo apostólico; dando gracias a Dios "por haber concedido a los fieles un líder y un guía como Pastor, que anima y confirma a toda la comunidad cristiana y también a los creyentes y a los no creyentes de otras religiones".
En los mensajes se pone de relieve la misión del Santo Padre como sacerdote, profeta y pastor. En todos se expresa la gratitud por su testimonio y servicio sacerdotal a toda la Iglesia: "servidor del Evangelio y de la esperanza el Papa acompaña en cercanía y comunión, las ansiedades, temores y esperanzas de toda la humanidad." "Peregrino en el mundo", Benedicto XVI "es la voz de una extraordinaria cultura histórica y moral", en medio de las contradicciones de nuestra época", se dice en otros mensajes de los episcopados.
Un detalle espectacular y folklórico se dio como parte de los festejos en Roma con un desfile que llevó a cabo un grupo de alemanes provenientes de Bavaria en la Plaza de San Pedro y calles aledañas, con sus ropas y sus músicas tradicionales, haciendo de la zona una pequeña Baviera. El desfile -organizado por la Diócesis de Munich y Frisingia, al frente de la cual estuvo Ratzinger de 1977 a 1982- se llevó a cabo con 42 caballos enjaezados para la fiesta y 6 modelos de iglesias bávaras reproducidas en maquetas, acompañados por un conjunto de más de 200 músicos de las más famosas bandas alemanas, vestidos con ropas tradicionales tocando músicas bávaras. Fueron acompañados por más de 50 personas vestidas también en modo tradicional, que transportaban una mini Baviera con elementos particulares, como el oso de San Corbiniano, presente en el blasón del actual pontífice.
Otro evento, programado como parte de los festejos, fue la exposición "El esplendor de la verdad, la belleza de la caridad" de sesenta artistas, en homenaje simbólico por los sesenta años de ordenación sacerdotal del Papa. La muestra, que va a ser inaugurada el 4 de julio en la mañana por el Papa Benedicto XVI, quien recibirá el homenaje de los artistas y les dirigirá un discurso, será presentada en el atrio del Aula Pablo VI del Vaticano, donde tienen lugar las audiencias generales con el Santo Padre e incluirá sesenta obras o sus representaciones gráficas (en el caso de la arquitectura, por ejemplo) pertenecientes a notables artistas de diversos países y diferentes categorías: pintura, escultura, arquitectura, fotografía, literatura y poesía, música, cine, orfebrería.
Oremos por nuestro Pontífice Benedicto XVI: El Señor lo conserve y lo guarde, y le dé larga vida, y lo haga dichoso en la tierra, y no lo entregue en manos de sus enemigos.

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