LA DIÓCESIS DE GUADALAJARA: FIN DE UNA ÉPOCA / Fred Álvarez
¡Se le va extrañar a don Juan Sandoval!
Juan Sandoval "es un hombre de carácter, hombre fiel a la Santa Sede, hombre fiel al magisterio, hombre de Iglesia, no político ni politiquero (Sic): " Girolamo Prigione.
Juan Sandoval Iñiguez fue durante 17 años - desde el 26 de noviembre de 1994 hasta el 6 de diciembre de 2011- el noveno Arzobispo y cuarto cardenal que ha tenido Guadalajara, Jalisco la diócesis más importante del catolicismo latinoamericano; el primero fue José Garibi Rivera (1958-1970); después fueron nombrados José Salazar López (1970-1987) y el malogrado Juan Jesús Posadas Ocampo (1987-1993).
Hace unas horas se dio a conocer que el Papa Benedicto XVI nombró al Cardenal José Francisco Robles Ortega, hasta ahora Arzobispo de Monterrey, como nuevo responsable de la diócesis; la toma de posesión está programada en febrero de 20112, poco antes de la visita de Benedicto XVI a México, por lo que Monseñor Sandoval será todo este tiempo el Administrador Apostólico.
Ya desde hace unos meses –por lo menos desde mayo de 2011- se perfilaban algunos nombres para suceder a Sandoval, en ellos estaba Francisco Robles, cardenal de Monterrey; los arzobispos Carlos Aguiar Retes (Tlalnepantla, que debo decir era mi favorito.; José Luis Chávez (Oaxaca); Rogelio Cabrera (Tuxtla Gutiérrez); así como el obispo Javier Navarro, de Zamora, Michoacán, y no se descartaba a Emilio Carlos Berlie Belauzarán, actualmente arzobispo de Yucatán.
Como sabemos la sucesión del cardenal tapatío se pospuso después de que éste presentó su renuncia a los 75 años, como marca el Derecho Canónico, pero no le fue aceptada por el actual Papa, quien incluso le dio tres años más para seguir al frente de la Arquidiócesis.
Hay que decir que Sandoval es de los hombres mexicanos más cercanos a Benedicto XVI; de hecho la única vez que el Papa ha estado México -el año de 1996- fue a Guadalajara, invitado por él. Claro no era entonces el obispo de Roma, sino el Sr Joseph Alosius Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En lo personal siempre pensé que el Papa designaría a monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del CELAM; ahora creo que seguramente podría enviarlo a Monterrey en lugar de Ortega, para de ahí convertirlo en Cardenal. No descarto esa posibilidad (ver el perfil de Aguiar Retes http://fredalvarez.blogspot.com/2006/11/quin-es-carlos-aguiar-retes.html
¿Quién es el nuevo arzobispo de Guadalajara?
Se trata del Cardenal José Francisco Robles Ortega originario de Mascota, Jalisco, donde nació el 2 de marzo de 1949, tiene 62 años. Realizó sus estudios de humanidades en el Seminario Menor de Autlán; filosofía en el Seminario de Guadalajara y teología en el Seminario de Zamora.
Fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1976, en la Parroquia de Mascota, Jalisco, para la Diócesis de Autlán. Tras su ordenación completó sus estudios en Roma donde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana (1976-1979).
El 30 de abril de 1991 Juan Pablo II lo designó Obispo Auxiliar de Toluca, recibiendo la ordenación episcopal el 5 de junio de ese mismo año. El 15 de junio de 1996 fue designado Obispo titular de Toluca, y el 25 de enero del 2003 fue nombrado Arzobispo de Monterrey, sede cardenalicia; por lo que cuatro años después-el 24 de noviembre de 2007- fue nombrado Cardenal por el Papa Benedicto XVI en el Consistorio celebrado en la Ciudad del Vaticano.
Ha sido presidente del Departamento de Pastoral de Santuarios, por dos trienios. También fue Presidente de la Comisión de Educación y Cultura por un trienio y Vocal de algunas otras Comisiones episcopales; fue nombrado miembro de la Comisión Pontificia para América Latina desde el 2008, y es el Representante de la Iglesia Católica, a través del CELAM, ante la Organización "Líderes Religiosos por la Paz" para América Latina, a partir de julio del 2009. Asimismo Participó en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe del 13 al 31 de mayo del 2007 en Aparecida, Brasil.
El 5 de enero de 2011 el Papa lo designó miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Actualmente es el Presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y Comunión en México.
Es un hombre diferente a don Juan Sandoval, sin duda: un hombre mesurado; ¡un buen pastor, es una garantía el haya sido párroco de Mascota, Jalisco!
Además es sencillo le gusto el fútbol, él mismo conduce su vehículo y no tiene escoltas. Esperamos que siga así. (Recuerdo que así era Norberto Rivera, cuando era obispo de Tehuacán, después cambio, Ojala Monseñor Robles Ortega no cambie y lo veamos igual,l no en autos de lujo y con guaruras al lado).
¿Quién es Juan Sandoval Iñiguez?
Un hombre con mucha suerte. Es originario de Yahualica, Jalisco donde nació el 28 de marzo de 1933, tiene casi 79 años.
Tuvo la suerte de estudiar en el Seminario diocesano de Guadalajara y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, de donde fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1957.
Después – hasta 1961- continuo sus estudios en esa ciudad donde tuvo el grado de doctor en teología.
En 1961 regresa a México, donde se incorpora en la diócesis de Guadalajara – ¡no cualquier diócesis, sino una de las más importantes del catolicismo latinoamericano!-; de 1961 a 1971 le toca trabajar de director espiritual del Seminario de Guadalajara (el más grande del mundo por número de seminaristas que tiene); además de ser el prefecto de disciplina; prefecto de la facultad de filosofía y miembro de la facultad. Al tiempo que es director le toca ser – de 1971 a 1980- vicerrector con funciones de rector; el 22 de agosto de 1980 fue nombrado rector, cargo que ocupó hasta 1988.
No existe en su larga trayectoria el haber estado a cargo de una parroquia, es decir no se caracterizó por ser un pastor, sino un formador de cuadros, en su cargo como arzobispo logró ordenas a 600 sacerdotes, y a 13 obispos.
En lo personal creo que le faltó ser párroco lo hubiera hecho ser un hombre humilde, y no soberbio, como le fue de repente; ¡los párrocos son la sangre que mueve a la Iglesia católica!, me decía el padre Antonio Roqueñí (1931-2006), y tenía razón.
Inmediatamente de Rector brinca a obispo coadjutor de la diócesis de Ciudad Juárez el 3 de marzo de 1988. Y no podía llegar ahí sin el apoyo del entonces representante papal Girolamo Prigione, otrora su ángel guardián. Después ya no lo necesitó.
Como coadjutor en ciudad Juárez estaba destinado a suceder, cuatro años más tarde (1992) prácticamente en el momento en que se reformaba el 130 constitucional, a Monseñor Manuel Talamás Camandari.
Pero el destino le tenía reservada la diócesis de Guadalajara.
Los hechos lamentables donde perdió la vida don Juan Jesús Posadas Ocampo ( en marzo de 1993) le cambiaron la vida al coadjutor de Juárez; ya que meses más tarde el 21 de abril de 1994 fue promovido a la sede cardenalicia de Guadalajara para suceder a Posadas Ocampo. Conviene señalar que había otros prelados que aspiraban al cargo como los entonces obispos auxiliares José Martín Rábago (obispo de León, y ex presidente de la CEM) y Ramón Godínez Flores, entonces secretario General de la CEM (fue obispo de Aguascalientes y falleció hace pocos años.).
Y como era de esperarse –ya que Guadalajara es sede cardenalicia- meses después en el consistorio de octubre de 1994 fue nombrado cuarto cardenal presbítero, por lo que recibió la birreta roja y el título de Nostra Signora di Guadalupe e S. Filippo Martire in Via Aurelia, el 26 de noviembre de 1994.
La muerte de Posadas Ocampo, insisto le cambio la vida a Sandoval Iñiguez, ya que como obispo de Ciudad Juárez era de bajo perfil, era uno más de las decenas de prelados mexicanos que conforman la CEM; de hecho no tuvo ningún papel importante en las reformas de 1991-1992 que hicieron posible el reconocimiento jurídico y las relaciones con la Santa Sede.
Conviene señalar que además del apoyo de Girolamo Prigione -el controvertido nuncio-, su llegada a Guadalajara, tuvo el respaldo abierto del cardenal Ernesto Corripio Ahumada (1919-2008), entonces líder del Iglesia católica mexicana. No sé porque el eminentísimo cardenal Corripio le tenía tanto aprecio a Juan Sandoval.
Lo que si recuerdo que la noticia de su nombramiento como arzobispo de Guadalajara fue adelantada por Prigione, incluso por encima del órgano oficial Observatore romano. Dijo entonces que era “un hombre de carácter, hombre fiel a la Santa Sede, hombre fiel al magisterio, hombre de Iglesia, no político ni politiquero" Agregó que además "ayudará muchísimo para aclarar la verdad en el asesinato del Cardenal Posadas, pues la ciudad, que ha estado muy golpeada, recobrará la serenidad."
Por su parte el cardenal Corripio en un comunicado, felicitaba a la arquidiócesis de Guadalajara por el nombramiento del nuevo Arzobispo, dijo entonces: "la Iglesia es una gran familia espiritual, y todo nombramiento es signo de vitalidad y avance. La pena del fallecimiento del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo todavía está presente en la atmósfera tapatía, más por no haberse aclarado totalmente".
Puntualizó como para acallar las voces de su influencia en el nombramiento: "se habla mucho de que los nombramientos dependen de las presiones políticas o de los intereses de algunos grupos. Conviene tener en cuenta cómo el Papa (Juan Pablo II) está preocupado por valores y metas que no concuerdan con los del mundo económico y administrativo. En la Iglesia católica no valen las presiones políticas ni de grupos eclesiásticos para designar a los obispos, arzobispos o cardenales".
Juan Sandoval Iñiguez declaró entonces ya como arzobispo electo que daría prioridad a la reconciliación en la arquidiócesis tapatía, al tiempo que señaló que como pastor de esa zona pedirá "tratar el caso Posadas con serenidad para no renunciar al derecho de la justicia, pero dejando atrás tristezas y rencores".
Afirmó entonces que el principal problema de nuestra patria era de "una crisis alarmante de verdad, nadie cree en nadie, se desconfía de todo y de todos".
Subrayó que no sólo falla la confianza en instituciones gubernamentales y civiles que antes tenían gran credibilidad entre el pueblo de México, sino que la misma Iglesia católica es "víctima de ataques que pretenden desacreditarla y remitirla nuevamente a las cuatro paredes de una sacristía".
Aseveró como adelantándose a las elecciones del aquel tiempo que la Iglesia no hace política partidista ni induce al voto de los mexicanos, ya que su papel frente a las elecciones federales es invitar a la población a acudir a las urnas para vencer el abstencionismo. (Después participo activamente, será motivo de otro análisis).
Señaló, empero, que el clero no puede mantenerse ajeno a los problemas económicos, políticos y sociales que repercuten en la vida nacional, y –aclaró- que en ningún momento pretende intervenir en asuntos que competen sólo al Estado.
El polémico obispo Genaro Alamilla Arteaga, comentó entonces que Sandoval era "hombre fuerte, de carácter, que no se anda con medias tintas".
En efecto, don Juan Sandoval ha sido un ave de tempestades, pero no desde siempre, sino que desde que llegó a la arquidiócesis de Guadalajara; allí cambio radicalmente su discurso. Por ejemplo, sus declaraciones a los medios en Ciudad Juárez eran pocas y mesuradas, pero desde que tomo el palio arzobispal en mayo de 1994 su principal tarea fue llevar a Posadas Ocampo a los altares, aunque para ello tuviera que pelearse con quien fuera. Esa actitud le gustaba a Roma.
Si bien es cierto que don Juan no pudo llevar a su predecesor a los altares, si lo pudo hacer con los 13 mártires de la persecución religiosa de los años veinte.
Ese fue un excelente trabajo del purpurado, hay que reconocerle. (**)
Un dato más, él quiso siempre que Juan Pablo II visitara México por sexta ocasión, había motivos: la clausura del 48 Congreso Eucarístico Internacional que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco en octubre de 2004; pero hubo otra razones, entre ellos la salud del pontífice.” (Ver al margen)
Pero su proceder deja mucho que desear para un hombre de Iglesia " no político ni politiquero" como dijo Prigione. Sólo algunos datos, por ejemplo, cuando fue intervenido quirúrgicamente, el 5 de junio de 1999 la causa de la operación habría sido una trombosis intestinal, que debió ser atendida con urgencia; empero, ¡dejo correr la versión que había sufrido un atentado!
En otra ocasión, cuando fue invitado a una cena por personalidades de la política, comentó que al beber un vaso de tequila se sintió mal; dejando también entrever que se le había intentado envenenar.
Su propósito siempre fue llevar a los altares a Monseñor Posadas Ocampo y de paso -¿por que no?-colocarse en la lista de papables.
El llevar a Posadas a los altares es lícito pero no fue ético especular y hacer inventos fantasiosos y no en pruebas que puedan tener validez jurídica. Recuerdo que la víspera del décimo aniversario de la muerte del cardenal Posadas (en 2003) Juan Sandoval Iñiguez acusó a Jorge Carpizo de haber dirigido el operativo en el cual se dio muerte al cardenal Posadas: "Lo que se puede decir de él, y es cierto, es que tuvo parte en el asesinato del cardenal Posadas y por eso salta a la palestra cada que se ofrece. Quiere impedir que se aclaren las cosas, porque él es de los que manejaron el operativo para matar al cardenal.".
Por su parte Carpizo acusó a Sandoval de estar involucrado en el narcotráfico y vinculado a negocios ilícitos. Obviamente ello generó todo un debate mediático.
Por aquel tiempo Jorge Carpizo conmino a Juan Sandoval para que ambos se sometieran públicamente a un examen del detector de mentiras: ¡al polígrafo!
La CEM como era de esperarse cerró filas entonces en torno a Sandoval Iñiguez. Ello tiene lógica ya que cualquier ataque desde el exterior a la "Iglesia", los prelados tienden a apoyarse mutuamente – muchas veces aunque no estén de acuerdo.
También Juan Sandoval se confrontó con Marcelo Ebrard y con los ministros de la SCJN.
De hecho los calumnió: le dijo que habían sido "maiceados"
Dice el diccionario de la Real Academia de la lengua sobre maicear: 1. tr. El Salv. Dar de comer bien. 2. tr. Méx. Dar maíz a los animales.
Hace poco más de un año –agosto de 2010- Juan Sandoval Íñiguez, se lanzó contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la nación asegurando que fueron "maiceados" por el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, para que avalen la adopción por parte de matrimonios entre personas del mismo sexo.
"A lo mejor salen otra vez con su batea de babas estos señores (los ministros), y mañana o pasado aprueban la adopción, a lo mejor, no lo dudo. También no lo dudo que estén muy maiceados, desde luego, por Ebrard; están muy maiceados, y por organismos internacionales.
Incluso el purpurado emérito calificó a la Corte como la "Suprema Decepción". "No sé si alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no", cuestionó a los reporteros de la fuente en Aguascalientes.
La reacción no se hizo esperar:
En ese sentido el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard presentó una demanda en contra del Cardenal por presunto daño moral a la investidura del gobernante. Se trató de un proceso de reparación del daño moral, de acuerdo con lo que dicta el Código de Procedimientos Civiles del DF. Ebrard reiteró que Sandoval debe presentar alegatos y pruebas para comprobar sus señalamientos.
Voto de censura en la SCJN:
Los que si se molestaron fueron los Ministros de la SCJN y se pronunciaron con un voto de censura. En una sesión en la SCJN don Sergio Valls señaló al pleno:
"Solamente para hacer a título personal un voto de censura a las declaraciones de un alto dignatario de la iglesia católica, en donde cuestiona la honorabilidad tanto de este Tribunal como de sus miembros con relación a este asunto precisamente. Considero que en un Estado laico como el nuestro, debe haber una absoluta separación y existe en el 130 constitucional, entre la iglesia y el Estado. No se puede, impunemente, amparado bajo ningún título, acusar a once Ministros del más Alto Tribunal del País, de corruptos y de decir que han sido interesados pecuniariamente para decidir en determinado sentido en este asunto que nos ocupa.
Por lo que en mi carácter de Ministro de la Corte, critico acremente el lenguaje, la forma, el fondo, con que se expresaron esas opiniones, que dan lugar indudablemente a que cualquiera de nosotros que lo considere pertinente puede enderezar las acciones que la ley nos da. Eso es todo, muchas gracias."
Le dijo el Ministro Presidente "Como esos comentarios y así lo ha dicho el señor Ministro se refieren a todos nosotros, sugiero al Pleno que unánimemente nos sumemos a este voto de censura que ha propuesto el Ministro Valls".
¡Caray!
Los reporteros de la fuente extrañaran al Sr. Cardenal, no sé si los fieles también.
Al margen:
Era martes 1 de abril de 2003, justo a dos años antes de la muerte de Juan Pablo II. En una de las puertas de la residencia oficial de Los Pinos el Cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez daba casi como un hecho que Juan Pablo II estaría en nuestro país en octubre del 2004 en una sexta visita papal. El motivo era de mucho peso. Asistiría a la clausura del 48 Congreso Eucarístico Internacional que, en esta única ocasión se llevaría en Guadalajara, Jalisco.
La reunión de un grupo de prelados con el presidente Fox fue precisamente pedirle hiciera una invitación formal al Vaticano para cubrir los requisitos de la visita papal. De acuerdo con el arzobispo de Guadalajara, el Vaticano ya había expresado su anuencia para que Juan Pablo II viajara México por sexta ocasión, y concretamente señalo en una breve rueda de prensa a la salida de Los Pinos que la visita se daría el 15 de octubre del 2004, ya que es "costumbre" que el Papa asista a la clausura de dicho Congreso, independientemente del lugar donde se celebre. Añadió que sólo faltaba la invitación oficial del gobierno, así como del Episcopado mexicano. Este fue el tema de nuestra reunión (con el presidente Fox)", explicó.
Estuvieron en esa reunión con el presidente Fox, además de su esposa, el cardenal Juan Sandoval, Mons. José Guadalupe Martín Rábago presidente de la CEM y los obispos Luís Morales, Abelardo Alvarado Alcántara, José Guadalupe Galván y el obispo Ricardo Watty Urquidi (recientemente difunto).
Fue ese el momento que se iniciaron de hecho las gestiones oficiales para formalizar una invitación a Juan Pablo II. A partir de ahí y por varios meses se levantaron muchas expectativas de la visita papal. Semanas después, en junio del 2003- el entonces canciller Ernesto Derbez realizaba una visita al Secretario de Estado Ángelo Sodano para concretar la invitación; meses después el gobierno nombraba como nuevo embajador ante la Santa Sede al abogado Javier Moctezuma Barragán.
Y tal y como se esperaba la visita fue suspendida. Un comunicado vaticano fechado el sábado 3 de julio señalaba que su estado de salud le impedía y por ello nombraba en su representación, como delegado pontificio, al Cardenal Jozef Tomko, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos. Como era de esperarse él anunció oficial originó desolación en círculos eclesiásticos, fundamentalmente en el cardenal Juan Sandoval; Rivera Carrera, en cambio aunque también lamentaba que el Papa rechazara la invitación, aclaró que Juan Pablo II "nunca dijo que vendría". Se percibía que el cardenal Primado de México en el fondo jamás dio su anuencia en esa visita por un simple motivo: él no sería el anfitrión, el anfitrión sería el arzobispo de Guadalajara, y estábamos en plena sucesión papal,
Días antes -22 de junio- la Santa Sede publicó varios decretos de martirio de trece mártires de la persecución religiosa, incluso se esperaba que la beatificación de esos mártires "por odio de fe" se diera en el marco de la visita papal.
No sabemos en el fondo por qué, pero Juan Pablo II no considero conveniente su presencia en México por sexta vez. Su salud estaba quebrantada es cierto, pero considero que el motivo de la cancelación no fue fundamentalmente por problemas de salud, el Papa quizá tuvo otros razones de mayor peso..., ¿cuáles? ¡No sabemos! Ahora bien, 14 horas de viaje y los cambios de horario, hubieran puesto a prueba su salud. Murió meses después, el sábado 2 de abril de 2005, a las 21:37 horas de Roma. Hoy es beato y sus reliquias se pasean por México.
En unas semanas más –en la primavera de 2112- estará en México el Papa, pero será Benedicto XVI, en su primera y única visita a nuestro país; estará celebrando un servicio religioso en el cerro de El Cubilete, en León Guanajuato, tierra de mártires.
Juan Sandoval estará sin duda en esa visita recibiendo a su amigo el Papa, pero ya no será el arzobispo titular sino sólo el emérito.
La Arquidiócesis de Guadalajara
Es para muchos considerada la capital del catolicismo mexicano; prueba de ello es que de ahí surge el primer cardenal mexicano: José Garibi Rivera. Además en su suelo se asienta el seminario con mayor número de seminaristas del mundo católico, es decir, es un semillero de sacerdotes para todo el país, Centro y Sudamérica; del seminario Mayor han egresado poco más de 25 obispos; y 15 mártires del catolicismo.
Fue creada como diócesis en 1543 y elevada a rango de arquidiócesis en 1862: Según el anuario pontificio actualmente la diócesis está compuesta por 279 parroquias y 900 iglesias, participan alrededor de 800 sacerdotes seculares y 150 religiosos; 510 congregaciones religiosas masculinas y 2527 femeninas; además 298 institutos de educación; 250 institutos de beneficencia; y cuenta con una población de 4 millones y medio de fieles.
Guadalajara tiene diócesis sufragáneas, es decir, que de alguna manera dependen administrativamente del arzobispado – aunque en la realidad eso no sucede: como son Zacatecas, Aguascalientes, Autlán, Ciudad Guzmán; San Juan de los Lagos, Nayarit, Colima y El Nayar.
** El 20 de noviembre de 2005 en un servicio religioso al aire libre- en el Estadio Jalisco- diez laicos y tres sacerdotes asesinados por “odio a la fe” durante la persecución religiosa en México en la tercera década del siglo XX, fueron declarados beatos -a nombre del papa- por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Los beatificados fueron los laicos mexicanos Anacleto González Flores, Luis Padilla Gómez, Jorge Vargas González, Ramón Vargas González, Ezequiel Huerta Gutiérrez, Salvador Huerta Gutiérrez, Luis Magaña Servín, Miguel Gómez Loza, Leonardo Pérez Larios y José Sánchez del Río y los sacerdotes José Trinidad Rangel, Ángel Darío Acosta y Andrés Solá, este último español.
¡Se le va extrañar a don Juan Sandoval!
Juan Sandoval "es un hombre de carácter, hombre fiel a la Santa Sede, hombre fiel al magisterio, hombre de Iglesia, no político ni politiquero (Sic): " Girolamo Prigione.
Juan Sandoval Iñiguez fue durante 17 años - desde el 26 de noviembre de 1994 hasta el 6 de diciembre de 2011- el noveno Arzobispo y cuarto cardenal que ha tenido Guadalajara, Jalisco la diócesis más importante del catolicismo latinoamericano; el primero fue José Garibi Rivera (1958-1970); después fueron nombrados José Salazar López (1970-1987) y el malogrado Juan Jesús Posadas Ocampo (1987-1993).
Hace unas horas se dio a conocer que el Papa Benedicto XVI nombró al Cardenal José Francisco Robles Ortega, hasta ahora Arzobispo de Monterrey, como nuevo responsable de la diócesis; la toma de posesión está programada en febrero de 20112, poco antes de la visita de Benedicto XVI a México, por lo que Monseñor Sandoval será todo este tiempo el Administrador Apostólico.
Ya desde hace unos meses –por lo menos desde mayo de 2011- se perfilaban algunos nombres para suceder a Sandoval, en ellos estaba Francisco Robles, cardenal de Monterrey; los arzobispos Carlos Aguiar Retes (Tlalnepantla, que debo decir era mi favorito.; José Luis Chávez (Oaxaca); Rogelio Cabrera (Tuxtla Gutiérrez); así como el obispo Javier Navarro, de Zamora, Michoacán, y no se descartaba a Emilio Carlos Berlie Belauzarán, actualmente arzobispo de Yucatán.
Como sabemos la sucesión del cardenal tapatío se pospuso después de que éste presentó su renuncia a los 75 años, como marca el Derecho Canónico, pero no le fue aceptada por el actual Papa, quien incluso le dio tres años más para seguir al frente de la Arquidiócesis.
Hay que decir que Sandoval es de los hombres mexicanos más cercanos a Benedicto XVI; de hecho la única vez que el Papa ha estado México -el año de 1996- fue a Guadalajara, invitado por él. Claro no era entonces el obispo de Roma, sino el Sr Joseph Alosius Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En lo personal siempre pensé que el Papa designaría a monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del CELAM; ahora creo que seguramente podría enviarlo a Monterrey en lugar de Ortega, para de ahí convertirlo en Cardenal. No descarto esa posibilidad (ver el perfil de Aguiar Retes http://fredalvarez.blogspot.com/2006/11/quin-es-carlos-aguiar-retes.html
¿Quién es el nuevo arzobispo de Guadalajara?
Se trata del Cardenal José Francisco Robles Ortega originario de Mascota, Jalisco, donde nació el 2 de marzo de 1949, tiene 62 años. Realizó sus estudios de humanidades en el Seminario Menor de Autlán; filosofía en el Seminario de Guadalajara y teología en el Seminario de Zamora.
Fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1976, en la Parroquia de Mascota, Jalisco, para la Diócesis de Autlán. Tras su ordenación completó sus estudios en Roma donde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana (1976-1979).
El 30 de abril de 1991 Juan Pablo II lo designó Obispo Auxiliar de Toluca, recibiendo la ordenación episcopal el 5 de junio de ese mismo año. El 15 de junio de 1996 fue designado Obispo titular de Toluca, y el 25 de enero del 2003 fue nombrado Arzobispo de Monterrey, sede cardenalicia; por lo que cuatro años después-el 24 de noviembre de 2007- fue nombrado Cardenal por el Papa Benedicto XVI en el Consistorio celebrado en la Ciudad del Vaticano.
Ha sido presidente del Departamento de Pastoral de Santuarios, por dos trienios. También fue Presidente de la Comisión de Educación y Cultura por un trienio y Vocal de algunas otras Comisiones episcopales; fue nombrado miembro de la Comisión Pontificia para América Latina desde el 2008, y es el Representante de la Iglesia Católica, a través del CELAM, ante la Organización "Líderes Religiosos por la Paz" para América Latina, a partir de julio del 2009. Asimismo Participó en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe del 13 al 31 de mayo del 2007 en Aparecida, Brasil.
El 5 de enero de 2011 el Papa lo designó miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Actualmente es el Presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y Comunión en México.
Es un hombre diferente a don Juan Sandoval, sin duda: un hombre mesurado; ¡un buen pastor, es una garantía el haya sido párroco de Mascota, Jalisco!
Además es sencillo le gusto el fútbol, él mismo conduce su vehículo y no tiene escoltas. Esperamos que siga así. (Recuerdo que así era Norberto Rivera, cuando era obispo de Tehuacán, después cambio, Ojala Monseñor Robles Ortega no cambie y lo veamos igual,l no en autos de lujo y con guaruras al lado).
¿Quién es Juan Sandoval Iñiguez?
Un hombre con mucha suerte. Es originario de Yahualica, Jalisco donde nació el 28 de marzo de 1933, tiene casi 79 años.
Tuvo la suerte de estudiar en el Seminario diocesano de Guadalajara y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, de donde fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1957.
Después – hasta 1961- continuo sus estudios en esa ciudad donde tuvo el grado de doctor en teología.
En 1961 regresa a México, donde se incorpora en la diócesis de Guadalajara – ¡no cualquier diócesis, sino una de las más importantes del catolicismo latinoamericano!-; de 1961 a 1971 le toca trabajar de director espiritual del Seminario de Guadalajara (el más grande del mundo por número de seminaristas que tiene); además de ser el prefecto de disciplina; prefecto de la facultad de filosofía y miembro de la facultad. Al tiempo que es director le toca ser – de 1971 a 1980- vicerrector con funciones de rector; el 22 de agosto de 1980 fue nombrado rector, cargo que ocupó hasta 1988.
No existe en su larga trayectoria el haber estado a cargo de una parroquia, es decir no se caracterizó por ser un pastor, sino un formador de cuadros, en su cargo como arzobispo logró ordenas a 600 sacerdotes, y a 13 obispos.
En lo personal creo que le faltó ser párroco lo hubiera hecho ser un hombre humilde, y no soberbio, como le fue de repente; ¡los párrocos son la sangre que mueve a la Iglesia católica!, me decía el padre Antonio Roqueñí (1931-2006), y tenía razón.
Inmediatamente de Rector brinca a obispo coadjutor de la diócesis de Ciudad Juárez el 3 de marzo de 1988. Y no podía llegar ahí sin el apoyo del entonces representante papal Girolamo Prigione, otrora su ángel guardián. Después ya no lo necesitó.
Como coadjutor en ciudad Juárez estaba destinado a suceder, cuatro años más tarde (1992) prácticamente en el momento en que se reformaba el 130 constitucional, a Monseñor Manuel Talamás Camandari.
Pero el destino le tenía reservada la diócesis de Guadalajara.
Los hechos lamentables donde perdió la vida don Juan Jesús Posadas Ocampo ( en marzo de 1993) le cambiaron la vida al coadjutor de Juárez; ya que meses más tarde el 21 de abril de 1994 fue promovido a la sede cardenalicia de Guadalajara para suceder a Posadas Ocampo. Conviene señalar que había otros prelados que aspiraban al cargo como los entonces obispos auxiliares José Martín Rábago (obispo de León, y ex presidente de la CEM) y Ramón Godínez Flores, entonces secretario General de la CEM (fue obispo de Aguascalientes y falleció hace pocos años.).
Y como era de esperarse –ya que Guadalajara es sede cardenalicia- meses después en el consistorio de octubre de 1994 fue nombrado cuarto cardenal presbítero, por lo que recibió la birreta roja y el título de Nostra Signora di Guadalupe e S. Filippo Martire in Via Aurelia, el 26 de noviembre de 1994.
La muerte de Posadas Ocampo, insisto le cambio la vida a Sandoval Iñiguez, ya que como obispo de Ciudad Juárez era de bajo perfil, era uno más de las decenas de prelados mexicanos que conforman la CEM; de hecho no tuvo ningún papel importante en las reformas de 1991-1992 que hicieron posible el reconocimiento jurídico y las relaciones con la Santa Sede.
Conviene señalar que además del apoyo de Girolamo Prigione -el controvertido nuncio-, su llegada a Guadalajara, tuvo el respaldo abierto del cardenal Ernesto Corripio Ahumada (1919-2008), entonces líder del Iglesia católica mexicana. No sé porque el eminentísimo cardenal Corripio le tenía tanto aprecio a Juan Sandoval.
Lo que si recuerdo que la noticia de su nombramiento como arzobispo de Guadalajara fue adelantada por Prigione, incluso por encima del órgano oficial Observatore romano. Dijo entonces que era “un hombre de carácter, hombre fiel a la Santa Sede, hombre fiel al magisterio, hombre de Iglesia, no político ni politiquero" Agregó que además "ayudará muchísimo para aclarar la verdad en el asesinato del Cardenal Posadas, pues la ciudad, que ha estado muy golpeada, recobrará la serenidad."
Por su parte el cardenal Corripio en un comunicado, felicitaba a la arquidiócesis de Guadalajara por el nombramiento del nuevo Arzobispo, dijo entonces: "la Iglesia es una gran familia espiritual, y todo nombramiento es signo de vitalidad y avance. La pena del fallecimiento del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo todavía está presente en la atmósfera tapatía, más por no haberse aclarado totalmente".
Puntualizó como para acallar las voces de su influencia en el nombramiento: "se habla mucho de que los nombramientos dependen de las presiones políticas o de los intereses de algunos grupos. Conviene tener en cuenta cómo el Papa (Juan Pablo II) está preocupado por valores y metas que no concuerdan con los del mundo económico y administrativo. En la Iglesia católica no valen las presiones políticas ni de grupos eclesiásticos para designar a los obispos, arzobispos o cardenales".
Juan Sandoval Iñiguez declaró entonces ya como arzobispo electo que daría prioridad a la reconciliación en la arquidiócesis tapatía, al tiempo que señaló que como pastor de esa zona pedirá "tratar el caso Posadas con serenidad para no renunciar al derecho de la justicia, pero dejando atrás tristezas y rencores".
Afirmó entonces que el principal problema de nuestra patria era de "una crisis alarmante de verdad, nadie cree en nadie, se desconfía de todo y de todos".
Subrayó que no sólo falla la confianza en instituciones gubernamentales y civiles que antes tenían gran credibilidad entre el pueblo de México, sino que la misma Iglesia católica es "víctima de ataques que pretenden desacreditarla y remitirla nuevamente a las cuatro paredes de una sacristía".
Aseveró como adelantándose a las elecciones del aquel tiempo que la Iglesia no hace política partidista ni induce al voto de los mexicanos, ya que su papel frente a las elecciones federales es invitar a la población a acudir a las urnas para vencer el abstencionismo. (Después participo activamente, será motivo de otro análisis).
Señaló, empero, que el clero no puede mantenerse ajeno a los problemas económicos, políticos y sociales que repercuten en la vida nacional, y –aclaró- que en ningún momento pretende intervenir en asuntos que competen sólo al Estado.
El polémico obispo Genaro Alamilla Arteaga, comentó entonces que Sandoval era "hombre fuerte, de carácter, que no se anda con medias tintas".
En efecto, don Juan Sandoval ha sido un ave de tempestades, pero no desde siempre, sino que desde que llegó a la arquidiócesis de Guadalajara; allí cambio radicalmente su discurso. Por ejemplo, sus declaraciones a los medios en Ciudad Juárez eran pocas y mesuradas, pero desde que tomo el palio arzobispal en mayo de 1994 su principal tarea fue llevar a Posadas Ocampo a los altares, aunque para ello tuviera que pelearse con quien fuera. Esa actitud le gustaba a Roma.
Si bien es cierto que don Juan no pudo llevar a su predecesor a los altares, si lo pudo hacer con los 13 mártires de la persecución religiosa de los años veinte.
Ese fue un excelente trabajo del purpurado, hay que reconocerle. (**)
Un dato más, él quiso siempre que Juan Pablo II visitara México por sexta ocasión, había motivos: la clausura del 48 Congreso Eucarístico Internacional que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco en octubre de 2004; pero hubo otra razones, entre ellos la salud del pontífice.” (Ver al margen)
Pero su proceder deja mucho que desear para un hombre de Iglesia " no político ni politiquero" como dijo Prigione. Sólo algunos datos, por ejemplo, cuando fue intervenido quirúrgicamente, el 5 de junio de 1999 la causa de la operación habría sido una trombosis intestinal, que debió ser atendida con urgencia; empero, ¡dejo correr la versión que había sufrido un atentado!
En otra ocasión, cuando fue invitado a una cena por personalidades de la política, comentó que al beber un vaso de tequila se sintió mal; dejando también entrever que se le había intentado envenenar.
Su propósito siempre fue llevar a los altares a Monseñor Posadas Ocampo y de paso -¿por que no?-colocarse en la lista de papables.
El llevar a Posadas a los altares es lícito pero no fue ético especular y hacer inventos fantasiosos y no en pruebas que puedan tener validez jurídica. Recuerdo que la víspera del décimo aniversario de la muerte del cardenal Posadas (en 2003) Juan Sandoval Iñiguez acusó a Jorge Carpizo de haber dirigido el operativo en el cual se dio muerte al cardenal Posadas: "Lo que se puede decir de él, y es cierto, es que tuvo parte en el asesinato del cardenal Posadas y por eso salta a la palestra cada que se ofrece. Quiere impedir que se aclaren las cosas, porque él es de los que manejaron el operativo para matar al cardenal.".
Por su parte Carpizo acusó a Sandoval de estar involucrado en el narcotráfico y vinculado a negocios ilícitos. Obviamente ello generó todo un debate mediático.
Por aquel tiempo Jorge Carpizo conmino a Juan Sandoval para que ambos se sometieran públicamente a un examen del detector de mentiras: ¡al polígrafo!
La CEM como era de esperarse cerró filas entonces en torno a Sandoval Iñiguez. Ello tiene lógica ya que cualquier ataque desde el exterior a la "Iglesia", los prelados tienden a apoyarse mutuamente – muchas veces aunque no estén de acuerdo.
También Juan Sandoval se confrontó con Marcelo Ebrard y con los ministros de la SCJN.
De hecho los calumnió: le dijo que habían sido "maiceados"
Dice el diccionario de la Real Academia de la lengua sobre maicear: 1. tr. El Salv. Dar de comer bien. 2. tr. Méx. Dar maíz a los animales.
Hace poco más de un año –agosto de 2010- Juan Sandoval Íñiguez, se lanzó contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la nación asegurando que fueron "maiceados" por el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, para que avalen la adopción por parte de matrimonios entre personas del mismo sexo.
"A lo mejor salen otra vez con su batea de babas estos señores (los ministros), y mañana o pasado aprueban la adopción, a lo mejor, no lo dudo. También no lo dudo que estén muy maiceados, desde luego, por Ebrard; están muy maiceados, y por organismos internacionales.
Incluso el purpurado emérito calificó a la Corte como la "Suprema Decepción". "No sé si alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no", cuestionó a los reporteros de la fuente en Aguascalientes.
La reacción no se hizo esperar:
En ese sentido el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard presentó una demanda en contra del Cardenal por presunto daño moral a la investidura del gobernante. Se trató de un proceso de reparación del daño moral, de acuerdo con lo que dicta el Código de Procedimientos Civiles del DF. Ebrard reiteró que Sandoval debe presentar alegatos y pruebas para comprobar sus señalamientos.
Voto de censura en la SCJN:
Los que si se molestaron fueron los Ministros de la SCJN y se pronunciaron con un voto de censura. En una sesión en la SCJN don Sergio Valls señaló al pleno:
"Solamente para hacer a título personal un voto de censura a las declaraciones de un alto dignatario de la iglesia católica, en donde cuestiona la honorabilidad tanto de este Tribunal como de sus miembros con relación a este asunto precisamente. Considero que en un Estado laico como el nuestro, debe haber una absoluta separación y existe en el 130 constitucional, entre la iglesia y el Estado. No se puede, impunemente, amparado bajo ningún título, acusar a once Ministros del más Alto Tribunal del País, de corruptos y de decir que han sido interesados pecuniariamente para decidir en determinado sentido en este asunto que nos ocupa.
Por lo que en mi carácter de Ministro de la Corte, critico acremente el lenguaje, la forma, el fondo, con que se expresaron esas opiniones, que dan lugar indudablemente a que cualquiera de nosotros que lo considere pertinente puede enderezar las acciones que la ley nos da. Eso es todo, muchas gracias."
Le dijo el Ministro Presidente "Como esos comentarios y así lo ha dicho el señor Ministro se refieren a todos nosotros, sugiero al Pleno que unánimemente nos sumemos a este voto de censura que ha propuesto el Ministro Valls".
¡Caray!
Los reporteros de la fuente extrañaran al Sr. Cardenal, no sé si los fieles también.
Al margen:
Era martes 1 de abril de 2003, justo a dos años antes de la muerte de Juan Pablo II. En una de las puertas de la residencia oficial de Los Pinos el Cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez daba casi como un hecho que Juan Pablo II estaría en nuestro país en octubre del 2004 en una sexta visita papal. El motivo era de mucho peso. Asistiría a la clausura del 48 Congreso Eucarístico Internacional que, en esta única ocasión se llevaría en Guadalajara, Jalisco.
La reunión de un grupo de prelados con el presidente Fox fue precisamente pedirle hiciera una invitación formal al Vaticano para cubrir los requisitos de la visita papal. De acuerdo con el arzobispo de Guadalajara, el Vaticano ya había expresado su anuencia para que Juan Pablo II viajara México por sexta ocasión, y concretamente señalo en una breve rueda de prensa a la salida de Los Pinos que la visita se daría el 15 de octubre del 2004, ya que es "costumbre" que el Papa asista a la clausura de dicho Congreso, independientemente del lugar donde se celebre. Añadió que sólo faltaba la invitación oficial del gobierno, así como del Episcopado mexicano. Este fue el tema de nuestra reunión (con el presidente Fox)", explicó.
Estuvieron en esa reunión con el presidente Fox, además de su esposa, el cardenal Juan Sandoval, Mons. José Guadalupe Martín Rábago presidente de la CEM y los obispos Luís Morales, Abelardo Alvarado Alcántara, José Guadalupe Galván y el obispo Ricardo Watty Urquidi (recientemente difunto).
Fue ese el momento que se iniciaron de hecho las gestiones oficiales para formalizar una invitación a Juan Pablo II. A partir de ahí y por varios meses se levantaron muchas expectativas de la visita papal. Semanas después, en junio del 2003- el entonces canciller Ernesto Derbez realizaba una visita al Secretario de Estado Ángelo Sodano para concretar la invitación; meses después el gobierno nombraba como nuevo embajador ante la Santa Sede al abogado Javier Moctezuma Barragán.
Y tal y como se esperaba la visita fue suspendida. Un comunicado vaticano fechado el sábado 3 de julio señalaba que su estado de salud le impedía y por ello nombraba en su representación, como delegado pontificio, al Cardenal Jozef Tomko, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos. Como era de esperarse él anunció oficial originó desolación en círculos eclesiásticos, fundamentalmente en el cardenal Juan Sandoval; Rivera Carrera, en cambio aunque también lamentaba que el Papa rechazara la invitación, aclaró que Juan Pablo II "nunca dijo que vendría". Se percibía que el cardenal Primado de México en el fondo jamás dio su anuencia en esa visita por un simple motivo: él no sería el anfitrión, el anfitrión sería el arzobispo de Guadalajara, y estábamos en plena sucesión papal,
Días antes -22 de junio- la Santa Sede publicó varios decretos de martirio de trece mártires de la persecución religiosa, incluso se esperaba que la beatificación de esos mártires "por odio de fe" se diera en el marco de la visita papal.
No sabemos en el fondo por qué, pero Juan Pablo II no considero conveniente su presencia en México por sexta vez. Su salud estaba quebrantada es cierto, pero considero que el motivo de la cancelación no fue fundamentalmente por problemas de salud, el Papa quizá tuvo otros razones de mayor peso..., ¿cuáles? ¡No sabemos! Ahora bien, 14 horas de viaje y los cambios de horario, hubieran puesto a prueba su salud. Murió meses después, el sábado 2 de abril de 2005, a las 21:37 horas de Roma. Hoy es beato y sus reliquias se pasean por México.
En unas semanas más –en la primavera de 2112- estará en México el Papa, pero será Benedicto XVI, en su primera y única visita a nuestro país; estará celebrando un servicio religioso en el cerro de El Cubilete, en León Guanajuato, tierra de mártires.
Juan Sandoval estará sin duda en esa visita recibiendo a su amigo el Papa, pero ya no será el arzobispo titular sino sólo el emérito.
La Arquidiócesis de Guadalajara
Es para muchos considerada la capital del catolicismo mexicano; prueba de ello es que de ahí surge el primer cardenal mexicano: José Garibi Rivera. Además en su suelo se asienta el seminario con mayor número de seminaristas del mundo católico, es decir, es un semillero de sacerdotes para todo el país, Centro y Sudamérica; del seminario Mayor han egresado poco más de 25 obispos; y 15 mártires del catolicismo.
Fue creada como diócesis en 1543 y elevada a rango de arquidiócesis en 1862: Según el anuario pontificio actualmente la diócesis está compuesta por 279 parroquias y 900 iglesias, participan alrededor de 800 sacerdotes seculares y 150 religiosos; 510 congregaciones religiosas masculinas y 2527 femeninas; además 298 institutos de educación; 250 institutos de beneficencia; y cuenta con una población de 4 millones y medio de fieles.
Guadalajara tiene diócesis sufragáneas, es decir, que de alguna manera dependen administrativamente del arzobispado – aunque en la realidad eso no sucede: como son Zacatecas, Aguascalientes, Autlán, Ciudad Guzmán; San Juan de los Lagos, Nayarit, Colima y El Nayar.
** El 20 de noviembre de 2005 en un servicio religioso al aire libre- en el Estadio Jalisco- diez laicos y tres sacerdotes asesinados por “odio a la fe” durante la persecución religiosa en México en la tercera década del siglo XX, fueron declarados beatos -a nombre del papa- por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Los beatificados fueron los laicos mexicanos Anacleto González Flores, Luis Padilla Gómez, Jorge Vargas González, Ramón Vargas González, Ezequiel Huerta Gutiérrez, Salvador Huerta Gutiérrez, Luis Magaña Servín, Miguel Gómez Loza, Leonardo Pérez Larios y José Sánchez del Río y los sacerdotes José Trinidad Rangel, Ángel Darío Acosta y Andrés Solá, este último español.
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