7 feb 2012

¿Por qué ganó?

¿Por qué ganó?
Alcanzó el triunfo porque durante años se resistió a morder el apetitoso anzuelo de la candidatura al gobierno del Estado de México...
Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán  
Excélsior, 7 de febrero de 2012
La pregunta obligada, luego de la victoria contundente de Josefina Vázquez Mota, va en dirección a las razones que hicieron posible que hoy sea la candidata presidencial del PAN. ¿Por qué ganó?
Proponemos diez razones que pudieran ser determinantes para que hoy, la señora Vázquez Mota sea la primera candidata presidencial, con posibilidades reales de llegar a Los Pinos.
1. Ganó, porque desde su salida de la Secretaría de Educación Pública —de donde fue enviada a la coordinación de los diputados azules, precisamente para sacarla de la jugada presidencial—, la señora Vázquez Mota entendió que la señal era parecida a la que vivió Calderón, cuando fue echado de la Secretaría de Energía por el entonces presidente Fox. Una señal que confirmó al equipo de Josefina que no eran menores sus posibilidades de alcanzar la candidatura presidencial.
2. Porque luego de ese revés, en lugar de amilanarse, la señora Vázquez Mota fortaleció e hizo competitivo a su equipo. Y con tiempo suficiente se preparó para enfrentar lo que ya se anunciaba como una virtual elección de Estado. ¿Por qué? Porque era evidente que desde todos los flancos —Los Pinos, los estados gobernados por el PAN y desde la dirigencia nacional azul— se favorecía la candidatura de Ernesto Cordero.
3. Alcanzó el triunfo, porque durante años se resistió a morder el apetitoso anzuelo de la candidatura al gobierno del Estado de México; zanahoria con la que primero fue tentada y luego resultó golpeada. Y es que siempre dijo “no, no y no” a la candidatura mexiquense; negativa que a la vuelta del tiempo resultó exitosa para su causa.
4. Logró la candidatura porque todos o casi todos los adversarios de la contienda en el PAN resultaron verdaderos bultos, luego de la muerte de Juan Camilo Mouriño, el que estaba llamado a ser el sucesor de Felipe Calderón.
5. Y es que mientras que la señora Vázquez Mota fue bajada de una Secretaría de Estado, el Presidente mandó a foguear a muchos otros, como Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Heriberto Félix Guerra, a los que —según dijo Calderón— les entregó un Ferrari, pero no supieron manejarlo. Al final ninguno creció.
6. Porque al tiempo que se desgranaba la mazorca de precandidatos presidenciales azules —llegaron a ser hasta 11 aspirantes— y que éstos se mostraban peleoneros y rijosos, la señora Vázquez Mota diseñó y siguió al pie de la letra una estrategia de imagen personalizada, en donde ofreció a los electores en general, y a los panistas en particular, una cara amable, simpática, alejada de la camorra y del pleito, sin abrir sus cartas y menos confrontarse —dentro y fuera del PAN—, para no poner en riesgo su imagen. Sólo vendió la cara amable. Hoy —como es evidente— la estrategia ya es otra, desde el discurso del pasado domingo, cuando dijo que el enemigo a vencer es el PRI.
7. Ganó porque el resto de los precandidatos azules —salvo Santiago Creel— no sólo llegaron muy tarde a la contienda, sino que nunca encontraron la fórmula para vender una imagen personalizada, única y diferente, que los convirtiera en alternativa. Y el caso de Creel terminó siendo penoso. Perdió cerca de 30 puntos de aceptación en 18 meses y nunca entendió que su mejor carta era la de una alianza antes de perder todo.
8. Ganó porque, al llegar a tres la “caballada azul”, fue evidente que Cordero era el “delfín presidencial”, lo que si bien movió a toda la burocracia del gobierno a favor del ex secretario de Hacienda, también convirtió en víctima de la perversidad política —a los ojos del electorado en general y de la militancia, en particular—, a la señora Vázquez Mota.
9. Y fue tan burdo y abrumador el aparato a favor de Cordero —incluido el cochinero del día de la elección, en donde afloraron todos los vicios del viejo PRI— que, en las encuestas, Cordero no subió de 20% de las preferencias. Eso sí, cuando operó la maquinaria fraudulenta del PAN, Cordero alcanzó casi 40%; porcentaje que no le alcanzó para desplazar a Vázquez Mota.
Y, 10, ganó porque, luego del desencanto casi generalizado de los políticos varones, la posibilidad de una eventual mujer en Los Pinos —como presidenta de todos los mexicanos— no es mal vista por un sector amplio de ciudadanos y electores. Más aún, nadie puede descartar que pudiera dar el campanazo.
Ahora veremos otra cara de la señora Vázquez Mota: la  mujer propositiva, agresiva, crítica y que tiene como principal objetivo dejar atrás a López Obrador y polarizar la eleccion con el PRI de Peña Nieto. Al tiempo.
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NO POR SER MUJER VA JOSEFINA/ FRANCISCO GÓMEZ MAZA
Antes de plantearse una estrategia de ataque a sus adversarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, en primerísimo lugar en las encuestas, y Andrés Manuel López Orador, de las izquierdas, Josefina Vázquez Mota, abanderada del Partido de Acción Nacional (PAN) a la presidencia de la república mexicana, deberá deslindarse del gobierno fallido de Felipe Calderón, su correligionario.
Calderón es su handicap en contra.
Son obvios el cansancio y la decepción de amplísimos sectores ciudadanos ante la incapacidad de Calderón y el PAN de hacer un buen gobierno. Muchos se han ido al PRI atraídos por la belleza de Peña Nieto. Otros, incluso prominentes panistas, se han aliado con López Obrador.
Desempleo, incremento de la pobreza, proletarización de la fuerza de trabajo, desmantelamiento de buena parte del aparato productivo agropecuario, sangre y mortandad en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, son algunos de los saldos devastadores de la administración calderonista.
Lo más escandaloso son los lamentables resultados de la política de seguridad y justicia.
¿Le parece realista la cifra de 60,000 muertos en la fallida guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada? Pueden ser más porque los únicos que llevan la cuenta son los periódicos y estos sólo toman en cuenta los casos documentados. Las autoridades nunca han dado una cifra ni siquiera cercana.
Los saldos de la guerra son dramáticos, aunque los estrategas de Calderón estén convencidos de que muchos miles de asesinados sólo son “daños colaterales” inevitables, en una batalla que libran en contra de fantasmales capos de los cárteles criminales.
Y los resultados buscados, que son acabar con las bandas del narcotráfico y el crimen organizado no aparecen por ninguna parte. Detienen a cientos de presuntos narcotraficantes y por cada detenido aparece inmediatamente otro poderoso suplente. Y de los detenidos, la mayoría son puestos en libertad porque el Ministerio Público no presenta pruebas contundentes en su contra.
Adicionalmente, muchos expertos estiman que la estrategia guerrera de Calderón también privilegia.
El caso más paradigmático es la intocabilidad del narcotraficante más poderoso del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuyo nombre se inscribe muy frecuentemente en las listas de los privilegiados de los más influyentes medios informativos escritos como las revistas Forbes y The Economist.
Vázquez Mota no ha dado signos de deslinde. Apoya a Calderón en su sangrienta escalada. No va a regresar a los soldados y marinos a los cuarteles – diariamente señalados como autores de terribles violaciones a los derechos humanos y las garantías individuales entre las que destacan detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, levantones, y toda suerte de atropellos, unos documentados por los organismos defensores de los derechos humanos, otros archivados en el anonimato.
La candidata panista, confirmada este domingo por un votación mayoritaria de miembros y simpatizantes panistas, no ha dicho que cambiará la política se seguridad y justicia. Su discurso no difiere en nada al de Calderón. Alega ella que sólo lo haría cuando se conformen cuerpos policiales profesionales.
El único camino que se ha trazado Vázquez Mota es contar con “policías estatales y municipales fuertes, que den certeza a la ciudadanía, y que tengamos una reestructuración general de los cuerpos policiacos en el país. Sólo lo podremos hacer en donde tengamos instituciones locales fuertes, como es el caso de los ministerios públicos”.
Pero eso se ha pasado diciendo el presidente Calderón en los cinco años que lleva como jefe del poder ejecutivo y sus logros son absolutamente magros.
Por otra parte, Vázquez Mota tendrá que demostrar que tiene convicción de género y, por tanto, deberá poner en práctica una real política a favor de las mujeres, principalmente las excluidas y victimizadas, como las que se ven obligadas a abortar por diversas condiciones extremas.
Recientemente, el presidente nacional del Comité Ejecutivo Nacional panista, Gustavo Madero, en un acto eminentemente electorero, informó que promovería reformas a los Códigos Penales estatales para eliminar el encarcelamiento de mujeres a causa de abortos. En Baja California y San Luis Potosí, donde gobiernan panistas, las mujeres que abortan son sujetos del encarcelamiento, situación que genera resentimiento de los sectores femeniles hacia el PAN.
La elegida como candidata del PAN tendrá que hacer una revisión profunda de la política económica calderonista, que ha privilegiado al gran capital en detrimento de las empresas medianas y pequeñas y, sobre todo, de los trabajadores.
Las condiciones laborales de los trabajadores que tienen empleo son deplorables: sin contrato laboral escrito, sin salarios justos, sin prestaciones, sin oportunidad de una jubilación decorosa, precarizados hasta dónde lo permiten las leyes laborales. Calderón ha tenido éxito en su estrategia económica, pero únicamente a favor de las empresas globalizadas.
El desempleo nunca había estado tan floreciente, ni en los momentos más catastróficos de los gobiernos del PRI. Dos millones 300 mil personas se debaten sin trabajo pagado, de acuerdo con la contabilidad oficial, a los que hay que agregar unos 13,000,000 obligados a hacer sus pequeños negocios en la economía subterránea porque en la formal no encuentran acomodo.
Es muy temprano para augurar buen éxito a Vázquez Mota. Carga con una losa uy pesada, herencia de Calderón. Ella dice que el adversario a vencer es Peña Nieto. La verdad es que el objetivo a doblegar es el mismo Calderón y la misma Vázquez Mota, que no propone ningún cambio en beneficio de las mayorías de ciudadanos.
analisisafondo@cablevision.net.mx

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