3 mar 2013

Una riqueza que crecía y crecía/José Gil Olmos

Una riqueza que crecía y crecía, a la luz pública/JOSÉ GIL OLMOS

Revista Proceso No. 1896, 3 de marzo de 2013

Su fama y fortuna quedaron en entredicho la semana pasada y Elba Esther Gordillo, la otrora líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación terminó en la cárcel de Santa Martha Acatitla. Pero nada de lo que hoy se sabe es nuevo. Antes y después de haber alcanzado el liderazgo del sindicato magisterial, Elba Esther no tuvo ningún pudor para ostentar una riqueza que crecía  sexenio a sexenio y que no frenaron ni presidentes ni jefes de Gobierno del Distrito Federal. Una y otra vez, Proceso dio cuenta pública de la fortuna incalculable de la maestra… y nada pasaba.
 Elba Esther Gordillo Morales lucía un vestido Prada, zapatos Gucci y una bolsa Louis Vuitton original. Era el 13 de febrero de 2002 y la maestra buscaba la presidencia nacional del PRI, partido en el que militaba; orgullosa, estaba en plena campaña. El dinero fluía en su oficina y ello se reflejaba en su indumentaria: manos enjoyadas, cuello enjoyado, orejas enjoyadas…
 Oriunda de Chiapas, donde inició su carrera, no ocultaba su riqueza, que incluía, entre otros inmuebles, una residencia en San Diego, California, un departamento en París y el penthouse de Polanco, en la Ciudad de México, donde vivía.
“Vivo bien –le comentó al reportero–. No soy todo lo rica que dicen. He invertido mis recursos; no me gusta vestir como pobre para esconder lo que tengo. No me avergüenzo de nada.”

Y siguió: “Mi abuelo Rubén Morales Trujillo fue fabricante de alcohol. Tuve una infancia de muchas carencias y una juventud de profundas necesidades. Lamento que entonces mi abuelo no haya actuado en justicia con mi mamá y con nosotros, que no se haya preocupado un poco más. Nos dejó 300 monedas de oro cuando murió; las supimos administrar”.
Cuando se le insistió sobre su fortuna, ya escandalosa para entonces, respondió: “No tengo nada ilícito, no tengo nada de qué avergonzarme en el terreno material”.
Y reiteró: “No he hecho negocios ni le he robado nada al sindicato. No he vendido casas, ni ando metida en el narcotráfico; tampoco en mafias”.
Once años después Gordillo Morales se encuentra tras las rejas, acusada por el gobierno de Enrique Peña Nieto de lavado de dinero y delincuencia organizada, así como por el manejo de 2 mil 600 millones de pesos cuya procedencia se desconoce.
Pero esa suma es apenas el 2.5% de los 100 mil millones de pesos que recibió la maestra durante los 24 años que estuvo al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Estos recursos no sólo provinieron de las cuotas sindicales aportadas por el millón 400 mil agremiados, sino de recursos federales que depositó en tres fideicomisos de Banobras y de 61 propiedades registradas a nombre suyo, de su familia y de sus colaboradores, según consta en copias del Registro Público de la Propiedad (RPP).

La riqueza inmobiliaria
Durante una década Proceso ha investigado la descomunal riqueza de la maestra y su familia. Hoy, gracias a los documentos consultados se conoce la lista de las 61 propiedades mencionadas.
La primera de sus adquisiciones relevantes data de 1981, cuando Gordillo Morales, entonces diputada federal, pagó 3 millones 700 mil pesos por un penthouse en la calle Galileo 7, en Polanco, según consta en los folios 282351 del Registro Público de la Propiedad y de Comercio (RPPC) del Distrito Federal y las actas de la Constitución de Régimen de Propiedad en Condominio del 7 de abril de ese año.
Su riqueza es tan inmensa como incalculable. Además de sus propiedades, tiene una valija de ropa millonaria, además de joyas, obras de arte, cuentas bancarias en Europa y el Caribe, autos, un barco a nombre del exdirector de la Lotería Nacional Francisco Yáñez, y residencias en San Diego, California, valuadas en varios millones de dólares (Proceso 1400).
De acuerdo con los registros de propiedad consultados por el reportero, la maestra comenzó a acumular bienes antes de llegar a la dirigencia del SNTE en 1989. Esto es, desde que fue diputada federal en los trienios 1979-82 y 1985-88; luego, desde la Secretaría de Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional del sindicato (1983-86), la Secretaría de Organización del CEN del PRI (1986-87) y como titular de la delegación Gustavo A. Madero (1988-89).
En la documentación consultada se menciona de manera constante a Francisco Arriola, con quien procreó a Mónica Arriola Gordillo, hoy senadora por el Panal.
En 1982 compró ocho oficinas en el condominio de la calle San Luis Potosí 193, en la colonia Roma de la Ciudad de México, según los folios del 278291 al 98 del RPPC del Distrito Federal.
En su libro Elba Esther: La dueña del SNTE el profesor José Escobedo Coronado, quien durante 10 años fue secretario particular de la dirigente defenestrada, revela que Francisco Arriola ha sido clave en el manejo de los dineros de la líder sindical. Por eso, dice, fue designado secretario de finanzas del sindicato y responsable de realizar pagos a los representantes sindicales de cada estado, así como a los empleados administrativos, asesores, reporteros, columnistas, directores de diarios y revistas y de los espacios publicitarios en los medios.
Además, él solía dar “gratificaciones a intelectuales por conferencias magisteriales, defensa de su figura y presencia, negocios de ventas de libros o revistas, y el pago correspondiente por los tirajes fabulosos de impresiones de libros que obligadamente deben llevar el logo de IESA que ella lógico también dirige”.
Entre los conferencistas e intelectuales citados por Escobedo en su libro están Manuel Camacho Solís, Marcelo Ebrard, Alejandra Moreno, Jorge G. Castañeda, Adolfo Aguilar Zinser, Enrique Krauze, Óscar Espinosa Villarreal, Héctor Aguilar Camín, Jorge Kahwagi padre y Ricardo García Cervantes, entre otros.
 Los beneficiarios
 El nombre de Arriola aparece constantemente en los registros de propiedades en México y el extranjero. En 1980 compró dos casas: una en la exhacienda de Coapa, al sur de la Ciudad de México (folio 110535), y otra en la colonia Reforma Iztaccíhuatl, en la delegación Iztacalco (folio 198246). En 1982 adquirió las oficinas del edificio de San Luis Potosí, en la colonia Roma.
 En 1981 en el RPPC del Distrito Federal aparecen los nombres de René Fujiwara y de Maricruz Montelongo, nieto e hija de Gordillo, en tres departamentos y un penthouse en la calle Galileo, en Polanco (folios 175925 al  175928).
 En 1982 se incluye a la madre de la maestra: Estela Zoyla Morales Ochoa como propietaria de un departamento en la delegación Iztacalco (folio 261106); otro más, en la calle de Monte Albán, colonia Narvarte, está a nombre de María Elena y Miroslava Maza Gordillo (folio 323494); una residencia en las Lomas de Chapultepec (folio 280935), y otra en la calle Edgar Allan Poe, en Polanco, están a nombre de Elba Esther Gordillo (folio 383251).
 En 1984 se encontraron dos propiedades: un terreno en Bosques de Las Lomas a su nombre (folio 460726), y otro, valuado en 14 millones de pesos, a nombre de Estela Zoyla Morales, quien se lo donó posteriormente a Maricruz Montelongo (folio 460727).
 Al año siguiente en el registro se sumó una nueva propiedad a nombre de Julieta Gordillo Morales, hermana de Elba Esther. Se trata de una casa en el pueblo de Magdalena de las Salinas cuyo valor es de 17 millones de pesos.
 En 1985 las dos hijas de Gordillo adquirieron sus propios  inmuebles: Mónica Arriola, quien actualmente es senadora, lo hizo en el fraccionamiento Chapultepec Polanco (folio 9054603). Pagó más de 7 millones de pesos por un inmueble cuyo valor se triplicó; Maricruz Montelongo de Fujiwara compró una en la colonia Anzures (folio550807), y otra en Lomas de Chapultepec (folio 9072368).
 Tres años después, Julieta Gordillo Morales se hizo de cuatro departamentos en un edificio de la colonia Magdalena de las Salinas y de un local comercial (folios 499642).
 Los inmuebles de la familia se multiplicaron a partir de que Elba Esther fue impuesta como secretaria general del SNTE en 1989 por decisión del presidente Carlos Salinas.
 En 1990, según indican los documentos consultados por Proceso, se menciona a Fernando González, yerno de ella y subsecretario de Educación Básica en el sexenio de Felipe Calderón, como dueño de un departamento en la colonia Florida, al sur de la Ciudad de México (folio 9285817); a su vez Miroslava Maza Gordillo compró un departamento en el fraccionamiento Fuentes Brotantes, delegación Tlalpan, que después cedió a Francisco Arriola (folio 649937).
 El 1 de febrero de 1991 Elba Esther compró su famosa casa en el fraccionamiento exclusivo de Coronado Cays en San Diego, California. Pagó 1 millón 700 mil dólares.
 En 2003 el reportero Antonio Jáquez  publicó un reportaje en el que describió la residencia que, dijo, tiene un muelle donde la maestra Gordillo cuenta con un yate valuado en 26 mil dólares en el que suele pasearse con su familia varias veces al año. La casa está provista de seis habitaciones, siete baños, cochera para tres autos y alberca. En total son 4 mil 482 pies de construcción (Proceso 1400).
 Otro de los beneficiarios es Sergio Gordillo Morales, que en 1991 compró dos departamentos en la Unidad Habitacional Guelatao de Juárez, delegación Iztapalapa (folio 646666). Al año siguiente, su hermano José Luis se hizo de su departamento en la colonia Estrella (folio 9264101).
 En 1993, según los expedientes consultados por el reportero, Elba Esther pagó más de 1 millón de pesos en la calle de Dickens, en Polanco, por un departamento de 219 metros cuadrados, que luego cedió a Ismael Hernández Gordillo. En ese mismo edificio Estela Morales Ochoa compró también un departamento para traspasárselo a Érika Hernández Gordillo (folio 9347407).
 Las compras de inmuebles siguieron. En 1996 Elba Esther compró un predio de 446 metros en la calle Edgar Allan Poe 86 por el que pagó más de 1 millón de pesos (folio 9504499).
 En 1999 Francisco Arriola desembolsó más de 2 millones de pesos por un departamento en la colonia San José Insurgentes (folio 261871). Dos años después compró una residencia en el barrio de Chula Vista, en California, así como una finca de verano en el pueblo de Villa de Ayala, en Morelos, en la que solía descansar la familia los fines de semana.
 La demanda
 En 2005, la agrupación magisterial Punto Crítico demandó a Gordillo ante las procuradurías General de la República (PGR) y la de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por el presunto delito de riqueza inexplicable, y para apuntalar su denuncia presentó una lista de 19 propiedades a nombre de la familia Gordillo.
 Daniel Francisco Cabeza de Vaca, entonces titular de la PGR en el gobierno de Vicente Fox, recibió la denuncia pero nunca inició la investigación; tampoco lo hizo su colega capitalino Bernardo Bátiz durante la jefatura de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
 Más tarde, el 26 de septiembre de 2007, la PGR envió el oficio 42450/2007 a los promoventes para notificarles que la querella había quedado en “reserva” desde el 29 de agosto de 2006. Con ello, el gobierno calderonista dejó en paz a la maestra, quien le había levantado la mano como ganador en la contienda presidencial de 2006, pese a las sospechas de fraude.
 Punto Crítico, fundada en 1995 por maestros disidentes del Distrito Federal, insistió ante la PGR. En 2011 solicitó a la titular de la procuraduría, Marisela Morales Ibáñez, una audiencia para conocer el estado de su demanda contra Gordillo. Su petición no fue aceptada.
 “Calderón la protegió. También denunciamos a René Fujiwara, pero tampoco nos atendieron. Andrés Manuel López Obrador pudo haber investigado sus bienes (los de la dirigente del SNTE) en el Distrito Federal y tampoco lo hizo. Hoy que la maestra está en prisión, demandamos que se retome la indagación y se informe sobre sus propiedades”, manifiesta el profesor Gustavo Muñoz.
 Si bien desde la detención de Gordillo los cálculos en cuanto a los recursos que recibió de distintas vías como dirigente del SNTE presentan variaciones, diversas fuentes coinciden en que se trató de muchas decenas de millones de pesos: entre 60 mil y 200 mil millones.
 A partir de una revisión de documentos del SNTE y de la Secretaría de Educación Pública, Punto Crítico estima que la maestra recibió 66 mil millones de pesos de los últimos cuatro presidentes de la República y 13 mil millones de cuotas sindicales.
 Del gobierno salinista, el SNTE recibió 16 mil 197 millones en donaciones, traspasos o comodatos de bienes inmuebles, así como en presupuesto para operar las tiendas sindicales y para formar el Fideicomiso de Vivienda Magisterial (Vima), además de apoyos presupuestales extraordinarios aportados por gobernadores.
 En el gobierno de Zedillo el SNTE tuvo mil 580 millones con el Programa de Desarrollo Educativo, pero al llegar Vicente Fox a Los Pinos la relación con la Presidencia mejoró notablemente. Para dotar a maestros de computadoras, Gordillo obtuvo 20 mil 100 millones de pesos; mil 800 millones para el Fideicomiso de Vima, y otros 19 mil 433 millones para el patrimonio del SNTE, además de 41 mil 333 millones mediante el Programa Nacional de Educación.
 En los primeros años de su sexenio, Felipe Calderón le dio más de 6 mil 901 millones. Se desconoce qué montos obtuvo durante toda la administración calderonista.
 Si se toman en cuenta los recursos federales, las cuotas sindicales, negocios, cuentas bancarias, aportaciones extraordinarias de gobernadores, etcétera, la cantidad de dinero que manejó Elba Esther Gordillo es de más de 100 mil millones de pesos, estima la agrupación Punto Crítico. El analista Ricardo Raphael, autor del libro Los socios de Elba Esther, considera que son 200 mil millones de pesos.
 Sin embargo, aún no se conoce ningún documento oficial sobre la suma que manejó la maestra de 1989 a la fecha; lo mismo sucede respecto a su riqueza personal acumulada a partir de 1981.
 Lo único que se sabe es que ella solía viajar en aviones privados, vestía ropa de hasta 100 mil pesos y tenía 61 propiedades a nombre suyo y de su familia, aunque su salario era de 21 mil pesos mensuales por dos plazas, de acuerdo con información proporcionada por la Dirección de Servicios Educativos Integrados al Estado de México.
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