Relator
de la ONU acusa al gobierno de Peña de emprender campaña en su contra
GLORIA
LETICIA DÍAZ
APRO, 1
DE ABRIL DE 2015
MÉXICO,
D.F. (apro).- Como “un ataque personal” consideró el relator especial contra la
Tortura de la ONU, Juan Méndez, las descalificaciones que hizo el gobierno de
Enrique Peña Nieto de su informe final sobre México.
A
través de una carta dirigida a Jorge Lomónaco Tonda, embajador permanente de
México ante la Oficina de Naciones Unidas y Organismos Internacionales en
Ginebra, Méndez defendió la conclusión a la que llegó en su visita de trabajo
realizada el año pasado y que plasmó en su informe final, en el sentido de que
en el país la tortura es “generalizada”. Además, reveló que fue presionado para
cambiar el término.
En
una larga exposición, Méndez, un defensor de larga trayectoria internacional,
recordó que desde la década de los 80 ha visitado México para analizar la
situación de derechos humanos del país sin que haya sido cuestionada su ética
profesional, como lo hizo el subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan
Manuel Gómez Robledo, quien lo consideró “no profesional y poco ético”.
Recordó
que desde el año pasado cuando concluyó la visita, advirtió que la tortura era
“generalizada”, término que utilizó “bajo el entendimiento de que su gobierno
me invitó a conducir una visita para que realice una evaluación sincera de la
situación y no para minimizarla o presentarla bajo la mejor luz posible”.
El
defensor agregó: “Hubiera sido falta de ética de mi parte haber sucumbido a
presiones que recibí en ese primer momento para que cambiara de parecer, del
mismo modo que sería una falta de ética cambiar mi parecer al redactar el
informe o incluso ahora, cuando toda la evidencia que tengo a disposición
solamente ratifica mi evaluación”.
Además,
desmintió que su informe –dado a conocer en el Consejo de Derechos Humanos de
la ONU– se fundamente en 14 casos, como lo ha difundido la Cancillería.
Entonces, puntualizó que “bien sabe la dependencia” que ese número se refiere a
expedientes que “representan la situación de 107 víctimas mexicanas”.
A
esa cifra, apuntó, se tiene que considerar la información que recibió de “un
grupo indeterminado de personas que habrían sido víctimas de tratos crueles,
inhumanos o degradantes, como resultado del uso excesivo de la fuerza para
reprimir manifestaciones. Muchas de esas comunicaciones involucran varias
víctimas, que por diversos motivos de afinidad de sus casos han sido agrupados”.
El
relator especial de origen argentino añadió en su misiva que, además de las
comunicaciones y casos recibidos en su visita, la conclusión a la que arribó se
fundamenta en reportes recibidos en años anteriores.
Por
ejemplo, entre 2012 y 2013 fueron 25 víctimas las que entraron en contacto con
la Relatoría, amén de que en la visita del año pasado Méndez habló con presos
de 11 centros de retención.
Además
de los casos documentados por él mismo, apuntó que durante su investigación no
tuvo evidencia de que las miles de denuncias de tortura sean investigadas y los
responsables sean enjuiciados y sancionados; tanto, que de 2005 a 2013 sólo se
registraron cinco sentencias condenatorias.
En
su carta, Méndez dio una amplia explicación de su método de trabajo apegado a
los Procedimientos Especiales fijados por el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU.
También
se mostró “extrañado” por la reacción del gobierno de Peña Nieto, toda vez que
en el Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018, la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH), así como diversos mecanismos de la ONU han
confirmado la persistencia de graves violaciones a derechos humanos, entre
ellos, la tortura.
Tras
celebrar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció un
“protocolo de actuación” frente a denuncias de tortura, el relator manifestó su
preocupación de que el gobierno de la República “reduzca al uso de un
adjetivo”, el de “generalizada”, la discusión sobre su informe, término que es
“justificado, objetivo y justo”.
Peor
aún, agregó, “me preocupa aún más que la discusión se centre ahora en mi ética
e integridad profesional, como si disparar contra el mensajero pudiera ocultar
los problemáticos hechos que señalé a su gobierno”.
Juan
Méndez solicitó en su carta ser invitado a realizar “una visita en 2015 ó
2016”, para dar seguimiento a sus recomendaciones. Aseguró que está dispuesto a
seguir colaborando, pese al “lenguaje ofensivo” utilizado por el gobierno de
Peña Nieto.
El
relator representante de la ONU envió copia de su carta al presidente del
Consejo de Derechos Humanos, Joachin Rucker; al Alto Comisionado para los
Derechos Humanos, Zeid al Hussein; al presidente del Comité Coordinador de los
Procedimientos Especiales, Fracois Crepeau; y al oficial al cargo de la
División de los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos, Eric Tistounet.
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