Federico
Lombardi da la bienvenida a la pelicula “Spotlight“.
El
director de la oficina de prensa de la Santa Sede, el sacerdote jesuita Federico Lombardi, tuvo un encuentro informal
esta mañana con los periodistas de la fuente en Roma a quienes entregó un comunicado de prensa, y de entrada aseguró
que el filme “Spotlight“, que habla sobre la
investigación realizada por el diario Boston Globe que sacó a la luz una red de
encubrimiento de curas pedófilos y ganó un Oscar, es "bienvenida" si
ayuda "en la larga marcha de la lucha contra los abusos (sexuales) sobre los menores".
El vocero cita dos acontecimientos que despertaron la atención de
los medios, el primero las declaraciones del
cardenal George Pell ante una
comisión de investigación de Australia, en calidad de persona informada; y la
película Spotlight, vencedora del
Oscar a la mejor película en 2016.
“Si los llamamientos seguidos a Spotlight y a
la movilización de las víctimas” están destinadas a “contribuir, apoyar e intensificar
el largo camino de la lucha contra los abusos sobre los menores en toda la
Iglesia católica y en el mundo de hoy, donde la dimensión de estos dramas es enorme,
sean bienvenidos” aseguró.
Por
otro lado, lamenta que “la presentación sensacionalista de estos dos eventos
haya hecho que gran parte del público –sobre todo a los menos informado o de
corta memoria– piense que la Iglesia no haya hecho nada o poco para responder a
estos horribles dramas y que es necesario comenzar desde el principio”.
Asimismo
asegura que “una consideración objetiva muestra que esto no es así”.
Al
respecto recuerda que el precedente arzobispo de Boston, del que se habla en la
película, renunció en el 2002 y que desde el 2003, o sea hace 13 años, es arzobispo el cardenal Sean O’Malley,
conocido por su rigor y sabiduría al afrontar las cuestiones de los abusos
sexuales.
También
menciona Lombardi, que los casos pedofilia en Australia, ya fueron abordados
por el papa Benedicto XVI, cuando estuvo en el 2008 en Sidney, donde se reunió
con un grupo de víctimas en la misma sede de la archidiócesis gobernada por el
cardenal Pell, porque el problema ya era
de fuerte actualidad entonces y el arzobispo creía que este encuentro era muy
oportuno.
Para
dar una idea –indica Lombardi– de la atención con la que fueron seguidos estos
problemas, solamente la sección de la web del Vaticano dedicada a “Abusos de
menores. La respuesta de la Iglesia”, iniciada hace diez años. contiene más de
60 documentos o intervenciones”. Así como “el compromiso que con valentía
dedicaron los papas para enfrentar las crisis que se manifestaron
sucesivamente, en diversos países y situaciones –como Estados Unidos, Irlanda,
Alemania, Bélgica y Holanda, los Legionarios de Cristo– no ha sido pequeño ni
indiferente”.
Además
de “los procedimiento y normas canónicas universales renovadas, las líneas
guías solicitadas y formuladas por parte de las Conferencias Episcopales, no
solamente para responder de los abusos cometidos, sino también para prevenirlos
adecuadamente; las visitas apostólicas para intervenir en las situaciones más
graves; la profunda reforma de la congregación de los Legionarios, fueron todas
acciones destinadas a responder con profundidad”.
En
concreto señala la carta de Benedicto XVI a los fieles irlandeses en marzo de
2010, a la que califica como “probablemente el documento de referencia más
elocuente” para comprender “la actitud y la respuesta jurídica, pastoral y
espiritual de los Papas a estos dramas de la Iglesia de nuestro tiempo”. Es decir,
“reconocimiento de los graves errores cometido y pedir perdón”, “atención
prioritaria y justicia para las víctimas”, “conversión y purificación”,
“compromiso de prevención” y “renovada formación humana y espiritual”.
Por
tanto, concluye Lombardi, la Iglesia, “herida y humillada por el flagelo de los
abusos, pretender reaccionar no solo por su propio saneamiento, sino también
para poner a disposición su dura experiencia en este campo, para enriquecer su
servicio educativo y pastoral a toda la sociedad, que generalmente todavía
tiene un largo camino que recorrer para darse cuenta de la gravedad de los
problemas y para afrontarlos”.
#
Las víctimas de
abusos en Australia se reúnen con la Pontificia Comisión de menores
Hans Zollner
S.I.,
miembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, ha tenido dos
encuentros este miércoles y jueves, con David
Ridsdale, Andrew Collins y Peter Blenkiron, víctimas de abusos sexuales
cuando eran niños, por miembros del clero en Ballarat, Australia.
Todos
ellos estaban en Roma para asistir a los interrogatorios realizados al cardenal
George Pell por la Royal Commission de
Australia. De este modo, respondiendo al deseo expresado por las víctimas
de reunirse con un miembro de dicha comisión, el cardenal Pell organizó el
encuentro.
Al
explicar las motivaciones de su petición, Ridsdale, Collins y Blenkiran
afirmaron que “queremos discutir nuestras ideas sobre la sanación y la futura
tutela de los menores de los abusos cometidos por miembros de instituciones”.
Las
víctimas de abusos –indica el comunicado de la oficina de prensa del Vaticano–
hablaron de modelos educativos dirigidos a los menores, a los padres y a los
profesores de tal forma que se puedan efectuar cambios estructurales en el
ámbito de la Iglesia y de la sociedad para el cuidado efectivo de los niños y
adolescentes.
Esta
discusión prosigue el comunicado, “llega en un tiempo en el que la Pontificia
Comisión, durante la reunión de la Asamblea Plenaria de febrero de 2016,
decidió que la reunión de septiembre de este año tenga como punto central
estratégico la tutela de los menores en las escuelas católicas”.
Por
su parte, el padre Hans ha apreciado “las preocupaciones expresadas por las
víctimas y sus propuestas de medidas preventivas, y las presentará a la
Pontificia Comisión, de tal forma que los miembros puedan aprender de la
experiencias de las víctimas para mejorar el trabajo de la comisión sobre las
formas actuales de sanación y la comprensión de la forma más eficaz para
prevenir los abusos sexuales por parte de personas al servicio de la Iglesia,
para impedir que sucedan nuevamente en un futuro”.
#
La
Santa Sede: hay que aprender de las víctimas de sacerdotes pederastas
australianos
Ayer
y hoy el encuentro con la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores en
la Universidad Gregoriana, con el jesuita Zollner, después de que Pell hubiera
enviado la petición. Lombardi: ninguna petición para un encuentro llegó al Papa
Roma,
Anthony Foster muestra las fotos de sus hijas, que sufrieron abusos por parte
de un sacerdote en Australia. Una de ellas después falleció por una sobredosis
Vatican Insider, 4/03/2016
IACOPO
SCARAMUZZI
CIUDAD
DEL VATICANO
El
jesuita alemán Hans Zellner ha «apreciado mucho» las preocupaciones expresadas
por las tres víctimas de sacerdotes pederastas de la ciudad australiana de
Ballarat, que se encuentran en Roma para poder asistir personalmente a las
audiciones del cardenal George Pell frente a una comisión gubernamental, y
«referirá a los demás miembros de la Pontificia Comisión para la Tutela de los
Menores, de manera que puedan todos aprender de la experiencia de las víctimas,
o sobrevivientes, para mejorar el trabajo de la Comisión en el presente y
comprender mejor cómo prevenir los abusos sexuales por parte de los que están
en servicio para la Iglesia, con el objetivo de que no se repita nuevamente en
el futuro». Es lo que se lee en una nota de prensa publicada por la misma
Comisión (creada por Papa Francisco y presidida por el cardenal arzobispo de
Boston, Sean O’Malley), después de que Zollner se reuniera ayer y hoy a David
Ridsdale, Andrew Collins y Peter Blenkiron, quienes también se ha reunido con
algunos de los estudiantes del curso que organizó el Centro para la protección
de menores en la Pontificia Universidad
Gregoriana. En cambio, no habrá ningún encuentro con el Papa. El portavoz
vaticano, Federico Lombardi, indicó que las víctimas australianas que se
encuentran en Roma «no han pedido» el encuentro a través de la Secretaría de Estado
o de la Secretaría del Papa.
Zollner,
que es miembro de la Pontificia Comisión de O’Malley y director del Centre for
Child Protection, se reunió con los tres hombres que sufrieron abusos por parte
de religiosos cuando eran menores, porque, precisa la nota, «el cardenal Pell
pidió que se organizara este encuentro después de que ellos hubieran pedido
reunirse con un miembro de la Pontificia Comisión».
Ridsdale,
Collins y Blenkiron «explicaron las razones por las que querían este
encuentro», prosigue la nota, es decir: «Querríamos discutir las ideas que
hemos madurado en relación con la cura y la prevención de los abusos
institucionales. Sabemos que este problema afecta a un ámbito mucho más amplio
de la Iglesia católica, pero nuestras experiencias fueron en este ámbito.
Estamos listos para desarrollar relaciones con su grupo porque el tema es de
dimensiones mundiales»: Las tres víctimas «hablaron de modelos de educación
para los niños, padres y maestros, con el fin de producir un cambio estructural
dentro de la Iglesia y de la sociedad en relación con la efectiva salvaguardia
de los niños y de los adolescentes». Y la nota recuerda que justamente la
Pontificia Comisión decidió, en febrero de este año, dedicar la propia plenaria
(que será en septiembre de 2016) a la salvaguardia de los menores en las
escuelas católicas.
El
padre Zollner ha «apreciado mucho» las preocupaciones expresadas por las tres
víctimas y «referirá a los demás miembros de la Pontificia Comisión para la
Tutela de los Menores, de manera que puedan todos aprender de la experiencia de
las víctimas, o sobrevivientes, para mejorar el trabajo de la Comisión en el
presente y comprender mejor cómo prevenir los abusos sexuales por parte de los
que están en servicio para la Iglesia, con el objetivo de que no se repita
nuevamente en el futuro». Durante el encuentro, el jesuita explicó a los
huéspedes los propósitos de la Comisión y habló con ellos sobre el trabajo y
las iniciativas que pretenden prevenir «los abusos dentro y fuera de la
Iglesia».
Las
tres víctimas australianas también se reunieron hoy con algunos estudiantes
«del programa del diplomado en tutela de menores que ofrece la Gregoriana».
En
el quitógrafo con el que el Papa creó la Comisión, concluye la nota, en marzo
de 2014, se lee que es tarea específica de la Comisión la de p»proponerme las
iniciativas más oportunas para la protección de los menores y de los adultos
vulnerables», con el objetivo de hacer lo posible para «asegurar que crímenes
como los que han sucedido no se repitan en la Iglesia». La Comisión promueve,
en colaboración con la Congregación para la Doctrina de la Fe, «la
responsabilidad de las Iglesias particulares para la protección de todos los
menores y de los adultos vulnerables».
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