Andrés Beltramo Alvarez entrevista a Rodrigo Iván Cortés, vocero del Frente Nacional por la Familia
México:
Un “lío” para torcer iniciativa de uniones homosexuales
El
Frente Nacional por la Familia convocó a más de 70 marchas en todo el país como
respuesta a un paquete de medidas del gobierno que buscan dar vía libre a las
uniones entre personas del mismo sexo
CIUDAD
DEL VATICANO
México
debate sobre las uniones entre personas del mismo sexo. En mayo el presidente
Enrique Peña Nieto presentó un incisivo paquete de medidas para establecer el
reconocimiento indiscriminado a la diversidad sexual en prácticamente todos los
ámbitos legales del país. Pocas semanas después su partido sufrió la peor
derrota de la historia en las elecciones locales. Al mismo tiempo surgió un
movimiento ciudadano que logró un inédito apoyo de los obispos del país y
convocó a marchas multitudinarias con buenas posibilidades de torcer la
historia.
En
días pasados el portavoz de ese movimiento, el Frente Nacional por la Familia,
estuvo en el Vaticano y saludó al Papa Francisco. En entrevista con el Vatican
Insider, Rodrigo Iván Cortés habló sobre las manifestaciones (del 10 y 24 de
septiembre) y la discusión legislativa del tema.
- ¿Por
qué convocaron a estas marchas?
-Nuestro
sí es a la familia, al matrimonio, al derecho de los padres a educar a sus
hijos. En el Frente Nacional por la Familia le decimos sí a la primera
iniciativa ciudadana que deriva de la reforma política de 2008 y que pide
reformar el artículo cuarto de la Constitución para fortalecer la realidad de
la familia, reconociendo explícitamente el matrimonio entre hombre y mujer.
Esta petición se presentó con cientos de miles de firmas y entró al Senado,
iniciando su discusión este 1 de septiembre. Dicha iniciativa es previa a los
anuncios del 17 de mayo del presidente Enrique Peña Nieto. Llama la atención
que él ni siquiera mencionó esto al presentar su proyecto, que propone todo lo
contrario. Su iniciativa vacía de contenido al matrimonio porque exige como
único requisito para casarse tener 18 años. No precisa que los contrayentes
sean hombre y mujer, ni siquiera que sean personas. De ahí se derivan varias
medidas entre las cuales se incluye la reforma al Código Civil para el divorcio
“express” o para declarar a la adopción como un “derecho de adultos” y ya no un
derecho de los niños a tener un padre y una madre. Otra de las medidas es que el
nuevo modelo educativo considere central el contenido de diversidad sexual y
que todas las leyes se adecúen a este criterio. Así se subordina a México a la
ideología de género, tanto en su política interior y en su política exterior.
-¿Cuál
es su petición concreta?
-Que
los legisladores asuman el requerimiento y den su sí a la iniciativa ciudadana
ya introducida a favor de la familia, y que rechacen las propuestas del
presidente. También mostramos nuestra inconformidad con todas las medidas
emprendidas por el gobierno.
-¿Ustedes
están en contra de los homosexuales?
Las
marchas no son contra las personas; damos nuestro más amplio respeto y
consideración a todas las personas, incluyendo a quienes forman parte de las
comunidades de la diversidad sexual. Pero así como respetamos a estas personas
nosotros también exigimos respeto a la fortaleza de las instituciones en este
país, especialmente al matrimonio. La familia, clave del capital social
mexicano, pedimos respeto al derecho de los padres en la educación de los niños.
-¿Cuál
es el papel de la Iglesia católica en las marchas?
Nuestra
convocatoria es a todos los mexicanos, sin distinción. Hemos visto con mucha
alegría que la Iglesia católica, a través de la Conferencia del Episcopado
Mexicano, nos haya brindado su respaldo. Pero hay que distinguir: la Iglesia no
convoca, lo hace el Frente Nacional por la Familia que lo forman unas mil
organizaciones de muy diverso tipo en todo el país. Es importante aclarar que
también tenemos el respaldo de una pluralidad de iglesias cristianas
evangélicas que de la misma manera han decidido sumarse y acudir a estas
marchas.
-¿Por
qué se deslindó la Arquidiócesis de México de las marchas, aclarando que no las
convoca? ¿Hay una ruptura?
-Valoramos
mucho el apoyo explícito de la CEM y sabemos que numerosas diócesis del país se
están sumando, cada cual según sus conductos y formas particulares. En el caso
de la Arquidiócesis de México agradecemos que otorgue una gran libertad a sus
parroquias y fieles para sumarse como consideren más oportuno a las
manifestaciones, pero insistimos que la convocatoria no es de la Iglesia, sino
de un frente mucho más amplio que está abierto a todos los mexicanos de buena
voluntad preocupados por el futuro de las familias.
-En
estos días pudo saludar al Papa, ¿qué le dijo?
Fue
muy emotivo, se le pudo dar a conocer el Frente Nacional por la Familia y
explicar cómo es la situación, luego que estuvo en México y conoce el país. Le
dijimos que le estamos haciendo caso. Él nos pidió una Iglesia en salida, que
salga a la calle y arme lío. Nosotros como ciudadanos estamos saliendo a la
calle y estamos haciendo lío. Un lío en términos pacíficos pero sí para mover
la situación, para generar conciencia a favor de la familia y de los padres,
contra la imposición de la ideología de género, que es –como dice Francisco-
una “colonización ideológica” lejana a la identidad mexicana. Estamos en la
calle y armando lío.
-Varias
voces políticas han acusado a estas marchas de “homofóbicas” y de “incitación a
la violencia”. ¿Cómo responden ustedes?
-Lejos
de nosotros una actitud de violencia, estamos por una vía cívica de ejercicio
de derechos cívicos como lo hicimos antes de las medidas del presidente. Es un
derecho auténticamente ciudadano y por ese canal lo estamos haciendo. Nos llama
mucho la atención que el presidente haya ignorado la voz ciudadana; por eso
llamamos a no votar por su partido (el PRI) en las pasadas elecciones y eso
terminó pesando en su derrota contundente. Creemos en una democracia representativa
y por eso buscamos que los legisladores nos representen. No sería bueno para
México volver a tiempos de la “univerbocracia”, es decir que sólo exista una
palabra: la del presidente todopoderoso. No estamos de acuerdo con eso. Estamos
de acuerdo con una democracia plural, donde se escuchen todas las voces
ciudadanas.
-¿Qué
esperan de este movimiento?
Lo
primero es que las más de 70 marchas convocadas por la ciudadanía para el 10 de
septiembre en todo el país se realicen simultáneamente con alegría, de manera
pacífica y con exigencia cívica. Así sumar voluntades y voces para el día 24 en
la Ciudad de México. Esperamos que los legisladores nos representen y que el
presidente nos escuche, que ya no cabe la idea pasada de una presidencia
imperial, que no ve, que no escucha y que es autista. Queremos que nos oiga y
en su función de mandatario se deje permear por el mensaje de la
ciudadanía.
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