28 sept 2021

Un marido bocón/Guadalupe Loaeza

 Un marido bocón/Guadalupe Loaeza

en REFORMA, 28 de septiembre de 2021


28 Sep. 2021, "No me ayudes compadre", ha de haber pensado Beatriz Gutiérrez Müller, con el alma en un hilo, mientras su marido, el presidente de la República, leía en la mañanera del viernes, el tuit que supuestamente escribió un supuesto científico de los 31 acusados por la FGR, llamado Aldo Aldrete y cuya cuenta se trata de un troll, es decir, "una persona que aprovecha cualquier lugar en la red en el que se puedan hacer comentarios para crear controversia y fomentar el enfrentamiento entre otros usuarios. Su objetivo es llamar la atención y molestar".

Sorprende lo poco asesorado e informado que está López Obrador respecto a los temas que tocará en las mañaneras. Lanzarlos al aventón puede traer, además de mucha confusión, consecuencias sumamente negativas a las personas a las que ataca o intenta defender, como fue el caso al exhibir el mensaje insultante contra su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller y contra él mismo. Seguramente existen muchas razones por parte del Presidente, ya que es bien conocido que no da paso sin guarache, para él todo tiene una razón política: ¿desviar la atención del verdadero conflicto de los científicos cuyos delitos podrían alcanzar hasta 82 años y medio de prisión, las casas secretas de Gertz, las presiones cada vez más intensas de Estados Unidos, los obstáculos del Caso Iguala que sobreviven de la 4T o los miles de inmigrantes de Haití que se encuentran totalmente desprotegidos en la frontera? He allí algunos de los verdaderos frentes que tiene López Obrador, y no los tuits en los que critican a la pareja presidencial, lo cual sucede constantemente las 24 horas del día. ¿Qué ganaba el Presidente con leer ese tuit tan grosero y violento? ¿Victimizar a la no primera dama ante la opinión pública, o nada más provocar y dividir como suele hacer en cada una de sus ruedas de prensa?

En lo personal no me gustaría estar casada con un marido quien se da el lujo de leer públicamente tuits muy hirientes dirigidos a mí, sin estar seguro de quién es el autor y de su veracidad, y menos sin haberlo consultado conmigo. Típica actitud de machín autoritario. Cómo hubiera reaccionado López Obrador si su esposa se da a la tarea de leer ante el público todos, todos, todos los tuits negativos dirigidos a él y a su gobierno, sin habérselo consultado. Son tantos tuits que hubiera requerido una semana de mañaneras.

¿Benditas redes, incluyendo las que atacan a su mujer? ¿Por qué atacan a Gutiérrez Müller tan ofensivamente?, habría que preguntarse. ¿Porque se lo merece o porque está casada con López Obrador? En una pequeña parte por lo primero pero, indudablemente, mucho más por lo segundo. Si todo esto es una estrategia por parte de ambos, suena patético y lo único que consiguen con ello son memes y más memes y más enemigos. Y si se trata de hacerse las víctimas, lo que demuestran es una debilidad muy poco digna y poco inteligente de una pareja de Estado. Hay que decir y, por si fuera poco, que todo el sainete resulta muy cursi e infantil. ¡Qué pérdida de tiempo, cuando hay tantas cosas más importantes que resolver! O simplemente, ¿se trata de sacar raja política de cualquier acontecimiento por ridículo que parezca?

Todos los presidentes del mundo inspiran comunicaciones agresivas. Una gran cantidad de ellos son motivo de burlas, como por ejemplo en el caso del matrimonio Trump. A Melania no la bajaban de muñeca Barbie, de inmigrante tercermundista y de estar presa en la Casa Blanca, pero a Trump jamás se le hubiera ocurrido leer estos mensajes por la cadena Fox. En el caso del presidente Macron, los insultos a Brigitte, su esposa, eran constantes sobre todo cuando tomó posesión, por la gran diferencia de edad, pero el presidente francés no los hacía públicos, por respeto a su esposa y porque hubiera resultado contraproducente. Además, los franceses lo hubieran encontrado de pésimo gusto.

¿Que el presidente López Obrador no tiene suegra? De tenerla, seguramente está furiosa contra ese yerno tan bocón, indiscreto y grosero. Y el suegro y sus cuñados, ¿qué habrán pensado sobre este gesto tan poco solidario?

Prácticamente todas las parejas presidenciales mexicanas de los últimos tiempos, salvo los expresidentes panistas, han terminado mal por miles de circunstancias. Me temo que la de López Obrador empiece a mostrar serios desencuentros, lo que sucedió en la mañanera del viernes es tan solo una muestra de lo que está por venir. ¿Quién querría vivir con un obsesivo compulsivo, y además necio? Algo me dice que Beatriz Gutiérrez Müller, no.

gloaezatovar@yahoo.com


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¿Y ocurrió el milagro!