8 oct 2021

Plaza pública/Juan Villoro

Plaza pública/Juan Villoro

en REFORMA, 8 de octubre de 2021

Se cumplen diez años de la muerte de Miguel Ángel Granados Chapa, maestro del periodismo que mejoró las páginas de este diario seis veces a la semana.

Subdirector de Excélsior y La Jornada, fundador de Proceso y Mira, autor de 16 libros, Granados Chapa comenzó a publicar su columna "Plaza pública" en 1977, en Cine mundial, y la sostuvo durante más de tres décadas. Fue un maratonista que ganaba a diario una carrera corta.

Antes de que Google llegara en auxilio de la desmemoria, citaba datos con una precisión insólita, que se extendía al repertorio del bolero. Humberto Musacchio lo llamó "El Señor Constitución" por su destreza para recordar los olvidados principios de la Carta Magna.

Su teclado echaba humo ante los abusos. El 16 de febrero de 1998 publicó en Reforma el artículo "Sosa Nostra", donde denunciaba la corrupción en la Universidad Autónoma de Hidalgo a manos del rector Gerardo Sosa Castelán, quien contaba con la pasividad cómplice del gobernador priista Jesús Murillo Karam. En 2004, Alfredo Rivera Flores prosiguió esa investigación en el libro La Sosa Nostra, porrismo y gobierno coludidos en Hidalgo, con prólogo de Granados Chapa. Ambos fueron demandados por Sosa por presunto "daño moral". La búsqueda de la verdad tuvo como respuesta la persecución.

El 31 de agosto de 2020, el ex rector y ex diputado del PRI fue detenido por fraude fiscal, peculado y manejo de recursos de procedencia ilícita. La Unidad de Inteligencia Financiera confirmó que las indagaciones de Granados Chapa y Rivera Flores tenían sólido sustento. El político hidalguense se había hecho de tres mil millones de pesos en cuentas de 22 países.

Agudo ante los culpables, Granados Chapa apreciaba la discrepancia intelectual. En 2011, Vicente Leñero publicó la crónica "Cuando Miguel Ángel se fue..." para repasar su amistad con el autor de "Plaza pública". Ambos participaron en el Excélsior que Julio Scherer García dirigió de 1968 a 1976. Fueron testigos del mayor golpe a la libertad de expresión, orquestado por el presidente Echeverría, y compartieron las fatigas para crear Proceso. No es fácil mantener el afecto entre amenazas y urgentes exigencias. En Los periodistas, imprescindible novela sin ficción sobre el caso Excélsior, Leñero critica a su amigo por alejarse del carismático Scherer. Esa tensión llevaría a la salida de Granados Chapa de Proceso, en 1977. Con una honestidad inusual en nuestro medio, Leñero dice en 2011: "Fui injusto. No supe entender su búsqueda. No respeté su decisión. No logré valorar lo que había sido como líder de muchos en Excélsior y en Proceso. Ahora me arrepiento, y a treinta años me atrevo a ofrecerle la disculpa que jamás solicitó. Nunca reclamó mi exagerado desplante".

De 1978 a 1979, Granados Chapa dirigió Radio Educación, donde yo hacía el programa El lado oscuro de la luna. Años después le recordé que había sido mi jefe y respondió con la voz grave que conocían los radioescuchas: "Pero nunca le di una orden". No necesitaba hacerlo. Su autoridad se imponía con el ejemplo.

En 2007 coincidimos como jurados de un premio de periodismo convocado por la editorial Random House. También Leñero formaba parte del grupo. Al revisar los trabajos, Granados Chapa apoyó con entusiasmo a Jaime Avilés, con quien me unía una lejana amistad. Jaime había trabajado con él y solía criticarlo. Miguel Ángel lo sabía, pero su valoración no dependía de lo que alguien pensara de él. Leñero y Avilés podían cuestionarlo sin que eso mermara su aprecio. Una lección de ética para los tiempos de polarización que padecemos.

En Los periodistas, Leñero comenta que Granados Chapa escribió, sin firma, el último editorial del legendario Excélsior. Ahí decía: "Es la libertad de expresión la que está amenazada. No una libertad al uso del siglo XIX, propia sólo de un puñado de escogidos, sino la de los sectores socialmente disminuidos que en estas páginas encuentran la manifestación de sus carencias, de sus males, de sus aspiraciones. Se amenaza en vías de hecho a una libertad que es necesaria a todos, aun a los que se ofenden con su ejercicio".

Las palabras del maestro no han perdido fuerza: la libertad de expresión no debe ser atributo de quienes detentan privilegios para opinar, sino de quienes normalmente no pueden hacerlo.

Fiel a ese principio, el inmejorable espacio abierto por Miguel Ángel Granados Chapa llevó el nombre de "Plaza pública".

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Al margen...

Miguel Ángel Granados Chapa fue maestro de varias generaciones de periodistas

Criticó en los días en que pocos se atrevían y podían hacerlo; fue cercano a Manuel Buendía; asesinado en los años 80, Miguel Angel sabía que escribir implícale jugarse hasta la vida.

Abrió caminos en los tiempos del PRI;  del gobierno vertical y de los gobernantes autoritarios.

Eran tiempos de censura.

Ganados Chapa nació en Mineral del Monte, Hidalgo, el 10 de marzo de 1941.

En 1960 a la edad de 19 años, llegó a a la Ciudad de México para cursar de forma simultánea las carreras de Derecho y Periodismo en la UNAM, alcanzó el doctorado...

Y aunque no estuvo en la Carlos Septien, el tenía como referente de maestros entre ellos a Manuel Buendía y al sinaloense, Alejandro Avilez, director de la escuela...

Su ejercicio periodístico como tal empezó en 1964, en el semanario Crucero, y no paró nunca, hasta su muerte...

Frmó parte del equipo que salió con Julio Sherer, padre de Excelsior en 1976 para fundar el semanario Proceso.

Dirigió el Canal Once de televisión en 1977. Un año después se hizo cargo de la dirección de Radio Educación. Y en 1988 fungió como subdirector del periódico La Jornada. Escribir en El Financiero y al final en Reforma...

Recibió múltiples premios y reconocimientos. Tres veces fue ganador del Premio Nacional de Periodismo; en 2008, el Senado de la República le otorgó el Belisario Domínguez;  la Universidad Autónoma Metropolitana le otorgó en 2009 el Doctorado Honoris; la Escuela  Carlos Septién García le concedió el Premio Nacional de Periodismo...

Fue un defensor de la democracia y la participación ciudadana, ya que se desempeñó como consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral de 1994 a 1996 y en 1999 compitió por la Gubernatura de Hidalgo,.

Hasta su deceso fue optimista sobre el futuro de México: "Es deseable que el espíritu impulse a la música y otras artes y ciencias y otras formas de hacer que renazca la vida, permitan a nuestro País escapar de la pudrición que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo, pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete", decía..

Curiosamente a diez años de su deceso reciben el premio Nobel de La Paz dos destacados periodistas...Maria Ressa, de Filipinas, y Dmitry Muratov, de Rusia...

"Sin libertad de expresión y libertad de prensa será difícil promover con éxito la fraternidad entre naciones, el desarme y un mejor orden mundial para triunfar en nuestro tiempo'', dijo Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel.

Ese premio Nobel también es para miles de periodistas que todos los días se juegan la vida..; Granados Chapa estaría feliz por ello..

Lo recuerdo a 10 de su partida con mucho respeto...


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