El incidente del avión privado de lujo utilizado por Gerardo Fernández Noroña para sus "Asambleas Informativas" en Coahuila es más que una simple "nota de color"; es una profunda contradicción que golpea directamente el corazón de la narrativa de la "Austeridad Republicana"
Noroña etiqueta sus eventos como "A Ras de Tierra", un término que evoca humildad, contacto directo y el esfuerzo de la militancia. Sin embargo, realizó el recorrido en un avión privado valorado en al menos $14,000 USD , una cifra que representa años de salario para un trabajador promedio.
Volar por encima de la tierra es la antítesis de "A Ras de Tierra".
¿O no?
Su argumento de que "requería moverse con mayor rapidez" para cumplir con su agenda de proselitismo interno choca con la obligación ética de un político que se dice de izquierda. Si la austeridad es un principio, la eficiencia de la agenda debe someterse a ella.
La "necesidad" de un vuelo de lujo es una justificación de la élite política, no de un supuesto líder popular.
La acción de Noroña no solo es un error personal, sino un golpe a la credibilidad del movimiento de la 4T.
Presidenta, sobre el vuelo de Noroña en avión privado.
Sheiunbau,n "Cada quien que responda por sus…"
La respuesta de la c. Presidenta expresa de que ""Cada quien que responda por sus...", si bien busca deslindarse, resulta insuficiente y ambigua. En el contexto de un movimiento que ha enarbolado la bandera de la honestidad, se espera una condena explícita a estas prácticas, no un simple encogimiento de hombros. Este silencio permite que la práctica se normalice.
El argumento de que el costo no salió de "recursos públicos" es una defensa débil:
¿Quién pagó los $280,000 pesos? …
Noroña pasó de ser un "representante del pueblo" a un "político tradicional" que prioriza su comodidad y rapidez, traicionando el lema de austeridad que le dio tribuna. Su acción refuerza la idea de que, para la élite de Morena, la austeridad es un discurso de campaña, no una forma de vida.
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