18 may 2006

¡Primer Comando de la Capital!

Difundido en parte en la tercera emisión de Imagen Informativa 90.5 de FM que conduce Jorge Fernández Menéndez. 19:30 horas.

La ciudad de Sao Paulo, Brasil se convirtió durante cuatro días –viernes 12 al lunes 15 de mayo-en una ciudad de guerra en donde el miedo, el pánico obligó a paralizar la ciudad más rica de Brasil de 22 millones de habitantes en un pueblo fantasma. (Su PIB es de 267,000 millones de dólares).
Se contabilizaron 274 ataques contra comisarías, bancos, cines, centros comerciales, vehículos privados y de trasporte colectivo: e incluso sistema de telefonía celular quedó colapsado. El saldo 147 muertos, entre ellos varios heridos de gravedad, entre ellos policías, civiles y presos.

Fueron cuatro días donde el único lenguaje que se uso fue el ruido de las armas de alto poder; ese ataque quedará en la historia como el más grave episodio de violencia que se ha protagonizado en Brasil el crimen organizado.
Es el mayor ataque a los poderes públicos del que se tenga noticia", evaluó Eduardo Muylaert, ex secretario nacional de Seguridad Pública
Los responsables de la ola de violencia es la banda narco-delictiva más poderosa y temida de Sao Paulo y de Brasil el Primer Comando de la Capital (PCC).
Las mafias de Nuevo Laredo, Tamaulipas en México y las pandillas denominadas Maras de Centroamérica son niños de pecho comparados con el PCC.
¿Qué es el primer Comando de la Capital?De entrada no es una organización de narcotráfico ni un cartel como lo conocemos en México. Se trata de una estructura mafiosa muy particular, una especie de sindicato, donde su centro de comando opera adentro de las prisiones y donde el teléfono celular juega un papel clave.
Tras las rejas y mediante el teléfono celular, los principales capos controlan el tráfico de drogas y las redes de prostitución. Fuera de las cárceles, mantienen una organizada infraestructura asentada en las favelas (barrios marginales).
Aunque la organización surge y se controla en las cárceles, sus miembros deben obediencia y siguen actuando cuando se los libera; es más el PCC tiene un riguroso estatuto -curiosamente registrado legalmente en 1997- que impone a sus integrantes rituales de iniciación, por ejemplo exige lealtad a sus jefes y los compromete de por vida con el grupo.

Sus socios o soldados o hermanos son traficantes, ladrones y secuestradores preferentemente ex presidiarios que para mostrar lealtad o pagar sus deudas ejecutan las acciones que le fueron ordenadas en cadena. La traición se castiga con la muerte.
El grupo es financiado mediante mensualidades obligatorias, siendo diez veces más cara la mensualidad para quien está libre que para quien está preso. Con el dinero, el grupo compra armas y drogas y financia acciones de rescate de "hermanos" presos.
Sus socios presos tienen que pagar 50 reales (25 dólares) de mensualidad, los que están libres pagan 500 (250 dólares). Esta cuota es una especie de “seguro del crimen”: con ese dinero se garantiza protección. Se calcula que tienen una fortuna de 51,7 millones de dólares.
Y tal como una organización terrorista, el grupo tiene una “fuerza de élite”; los denominados “Bin Laden”, o hombre bomba, quienes son los que hacen el trabajo sucio, son contactados desde las prisiones -mediante celulares- para llevar a cabo ataques de alto riesgo como el registrado recientemente.
Los socios que no pueden pagar o se niegan hacerlo son amenazados de muerte por otros "Bin Ladens".
Para formar parte de la organización una persona tiene que ser "bautizada", o sea, presentada por otro miembro que se hará responsable por su conducta y por el cumplimiento del estatuto.
Las autoridades penitenciarias estiman que el PCC tiene unos 1,500 miembros, pero la verdad es que se habla de miles; 130 mil asociados en las cárceles y alrededor de 10 mil delincuentes en la calle. Todo un ejercito.
Además la organización inventó otros medios de coacción, como el de cartas y amenazas a políticos y famosos
¿Cómo nace?En agosto de 1993, durante un partido de fútbol en los patios de una prisión de Seguridad de Sao Paulo un grupo de ocho presos, trasladados allí como castigo por mal comportamiento, resolvieron bautizar su equipo con ese nombre. La primera acción de peso coordinada por ellos ocurrió en febrero de 2001, cuando su máximo dirigente, "Sombra", organizó por teléfono celular rebeliones simultáneas en 29 prisiones que dejaron 16 presos muertos; después vino todo un historial de atentados que incluyen ataques a comercios, comisarías e incluso al mismo Poder Judicial. En 2002 "Sombra" fue asesinado, y luego de algunas disputas por el liderazgo asumió el poder Marcos Willians Herba Camacho, alias "Marcola".Quién es Marcola?Tiene 38 años de la cual ha pasado más de la mitad de su vida en la cárcel.
Casi nadie conoce su rostro, una de sus premisas fue siempre evitar las fotos.
Creció en una familia pobre. Comenzó su carrera criminal como “carterista” en barrio humilde del centro de Sao Paulo; termino la escuela primaria en la cárcel, pero dicen que tiene una inteligencia excepcional y que siempre se jacta de haber leído 3,000 libros.
Se convirtió en el jefe máximo en 2002, luego de una guerra interna en la que su ex mujer fue asesinada.
Quienes lo conocen cuentan que es soberbio; alrededor de su figura creció otro mito: nunca se ensucia las manos con sangre y ordena los crímenes -siempre brutales- a otros.
Todos le obedecen, o por lo menos fue el responsable de iniciar y de detener la ola de violencia en Sao Paulo.
Para controlar la ola de violencia la autoridad brasileña tuvo que negociar con él.
Basto una llamada telefónica para que de manera simultánea, los prisioneros de 87 cárceles liberaron a los rehenes que tenían en su poder y volvieron a sus celdas.
¡Y claro hubo toma y daca!
¿Qué logró a cambio?Entre otras condiciones, se le garantizó que las fuerzas de choque de la policía no entrarían en las cárceles para acabar con los motines. Que se relajará el régimen de visitas de los familiares a las cárceles y que se aplicará un "régimen de adaptación" (unas condiciones menos duras) a los 765 prisioneros que iban a ser trasladados a un penal de alta seguridad , hecho que dio comienzo a la revuelta.Reacciones"Me cuesta creer que en un Estado como São Paulo..., sea necesario negociar para alcanzar la tranquilidad de la población. El Estado no puede acobardarse ante la presión de los marginales", subrayó Pedro Franco de Campos, ex ministro de Seguridad de São Paulo, quien añadió que "esto se veía venir".
En tanto, el director del Departamento Estatal de Investigación del Crimen Organizado (DEIC), Godofredo Betancourt, añadió que la estrategia que se ha seguido en la crisis no es la acertada ya que, en su opinión, se pone "demasiado" empeño en atender las demandas de los presos en las cárceles.
La guerra de los delincuentes llenó de temor a los ciudadanos de Sao Paulo, pero la actitud de las autoridades llena de indignación a muchos brasileños. “La sociedad es rehén del crimen organizado –dice un editorial de O Estado de Sao Paul–, pues ha prevalecido una absurda complacencia con los criminales, que se traduce en indultos y otros beneficios.”
Dice un editorial de El Tiempo; ¿Cómo puede ocurrir que los gánsteres lleguen a exhibir tanto poder? A lo que responde: para entenderlo hay que hablar de una larga historia de expansión del crimen, debilidad de las autoridades y fortalecimiento de las bandas de delincuencia organizada. "En los paupérrimos suburbios brasileños, cunas de las favelas, el delito se ha convertido en una de las pocas fuentes de subsistencia. La droga, los atracos, los secuestros y los robos son un medio de vida para miles de jóvenes. Cuando la Policía consigue capturarlos y llevarlos a prisión, allí no los espera la rehabilitación, sino la confirmación de su oficio antisocial. Para no perder la vida, se matriculan en alguna de las organizaciones criminales, que en la cárcel los protegen y más tarde les darán empleo –ilícito, por supuesto– cuando salgan."
Concluye el editorial, con el que coincido:"el pacto del lunes con el PCC permitió a las autoridades paulistas aplacar la tempestad. Pero este reconocimiento de que existe un Estado mafioso dentro de la sociedad puede, a la larga, fortalecer a la delincuencia organizada."
Un dato interesante para tomar en cuenta! Fue teléfono celular el arma clave del PCC.
La policía brasileña cree que los ataques producidos fueron dirigidos desde el interior de las cárceles mediante los teléfonos celulares. Incluso las autoridades policíacas se reunieron con los representantes de las principales operadoras telefónicas para exigirles que bloquearan las señales. Sin embargo, las empresas advirtieron del caos que podría generar un bloqueo de este tipo y recordaron que es obligación de las autoridades penitenciaras impedir el acceso de los teléfonos celulares a las prisiones.
Después de muerto el niño se tapa el pozo.
El Senado de Brasil aprobó este miércoles 17 de mayo en régimen de emergencia varios proyectos para afrontar los ataques de la mafia carcelaria. Son 11 proyectos de ley destinados a combatir la violencia. Los proyectos fueron aprobados en régimen de emergencia y votación definitiva por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, por lo que irán automáticamente a estudio de la Cámara de Diputados sin necesidad de que sean votados por el pleno.

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