3 ene 2007

Calderón compartiendo el RANCHO


Los mandos de las fuerzas federales que participan en el Operativo Conjunto Michoacán presentaron este miércoles 3 de enero al Presidente Calderón algunos resultados de la estrategia desplegada desde el pasado 11 de diciembre de 2006.


Acompañado de su Gabinete de seguridad y vestido con chamarra y gorra militares, el presidente acudió al Campo Militar 43-A, ubicado en Apatzingan, Michoacán para encabezar un desayuno con una representación de las tropas que participan en la Operación Conjunta Michoacán.

El Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, calificó de inéditos los resultados obtenidos en 22 días de lucha contra el narcotráfico en este Estado. Precisó que han ubicado y destruido 5 mil 23 plantíos de mariguana, localizados en 540 hectáreas. Se decomisaron 6 mil 229 kilogramos de mariguana y cuatro de amapola; 127 armas largas y cortas; 32 mil cartuchos, 41 granadas, 35 vehículos, 19 mil 341 pesos y más de 2 mil dólares. Por parte de la Fuerza Aérea se han realizado 210 operaciones de reconocimiento y de transporte de tropas, resultados que según Galván Galván "han sido contundentes, pues no tienen precedentes en las estadísticas de combate contra el crimen organizado en el estado en un periodo de tan sólo 20 días". "Señor Presidente, sus órdenes se han cumplido, los resultados están a la vista", afirmó el General.


Por su parte, el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, expresó el compromiso de la institución a su cargo para actuar con ética y valor en el desarrollo de México. A su vez, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, indicó que se seguía avanzando en la articulación de los esfuerzos para recuperar los espacios que han sido atacados por la delincuencia.

Calderón viajó acompañado del Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña; el Procurador General de la República, Eduardo Medina-Mora (quién no hizo uso de la palabra); los titulares de la SSP y la Sedena; el Secretario de Marina, Mariano Saynez, y el Jefe del Estado Mayor Presidencial, Jesús Castillo.


Dirigió el siguiente mensaje a la tropa, en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

Señor gobernador del estado, señoras y señores miembros de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestra policía, muy buenos días.

Con mucho gusto vengo el día de hoy con ustedes para desearles un muy feliz año nuevo y para tributarles en nombre de los mexicanos un reconocimiento por la labor que se viene desempeñando en el frente de la seguridad interior.

Esta celebración debe servirnos a todos para renovar nuestro compromiso de garantizar la seguridad de los mexicanos y cumplir nuestro deber con lealtad y con patriotismo.

Proteger la vida, la libertad y la integridad de las mexicanas y de los mexicanos es la principal tarea del Estado y del Gobierno.

Es importante recordarlo aquí mismo, en Apatzingán, donde el generalísimo José María Morelos promulgó la primera Constitución que establecía la soberanía nacional con atribución para dictar leyes y para hacerlas cumplir y que estableció en esa Constitución los derechos y libertades fundamentales de los individuos que hoy, en el actuar diario de las Fuerzas Armadas y de la policía de México estamos garantizando.

Y reitero el compromiso de mi Gobierno con la construcción de un México en el que prevalezcan la paz, la libertad, el orden y el respeto a la ley.

En este compromiso con la Nación, la labor de nuestras Fuerzas Armadas y de nuestra policía es fundamental.

Gracias a mujeres y hombres como ustedes, día a día, cumplimos con la muy alta responsabilidad de proteger la Patria y dar seguridad a las familias mexicanas.

Por ello, todos los mexicanos reconocemos la valiosa labor de los miembros de la Policía Federal Preventiva, de la Agencia Federal de Investigaciones, con dedicación, con entrega en la lucha a la delincuencia.

Y especial reconocimiento, desde luego, hacemos al Ejército, a la Armada, a la Fuerza Aérea de México, por su decidida colaboración en esta batalla frontal contra el crimen.

En esencia, han iniciado ustedes este Gobierno y este mismo año cumpliendo firmemente con el deber de salvaguardar la seguridad interior del país.

Han dado muestra de que la acción conjunta y coordinada de las fuerzas del orden otorga buenos resultados a la sociedad.

Resultados, que como bien decía el señor gobernador, la sociedad estaba reclamando.

Hoy los mexicanos estamos orgullosos de la labor de nuestras fuerzas armadas y nuestras policías.

Por eso vengo hoy como Comandante Supremo a reconocer su trabajo, a exhortarlos a seguir adelante con firmeza, entrega y a decirles que estamos con ustedes.

La inseguridad en México, y particularmente en este estado que registró el mayor número de víctimas de manera violenta derivadas de la delincuencia, ha dañado profundamente la calidad de vida de nuestras familias y la capacidad de que nuestro país crezca y sea exitoso en el mundo.

En este gran esfuerzo nacional, en el que ustedes están en la primera línea de batalla, lo que buscamos es detener el avance de la delincuencia, cosa que hemos logrado en esta etapa.

Enviar a los criminales a las cárceles y devolver la tranquilidad a nuestros hogares, calles, plazas, a nuestras escuelas, a los centros de trabajo, a donde viven nuestras familias.

Hemos fortalecido la presencia de las fuerzas federales en las ciudades y poblaciones en donde se han presentado los mayores problemas de inseguridad, como aquí en Michoacán; y ayer mismo comenzamos en la ciudad de Tijuana con un nuevo operativo encaminado a restablecer la tranquilidad de los ciudadanos en aquella región fronteriza.

Todo ello en un trabajo coordinado con las autoridades estatales y municipales y con respeto a las atribuciones de cada orden de Gobierno.
Estamos decididos a recuperar la seguridad, no sólo de Michoacán o Baja California, sino de toda región de México que esté amenazada por el crimen organizado.

Los padres de familia pueden estar seguros de que haremos lo necesario para que los hijos no sean víctimas de esta delincuencia, del narcotráfico y de su acción criminal.

Si seguimos trabajando como hasta ahora, nuestras ciudades y nuestra tierra no quedará en manos de delincuentes, sino en manos de gente honesta que trabaja para sacar adelante a sus familias.

Reitero que ésta no es una tarea fácil ni será rápida; que tomará mucho tiempo, implicará enormes recursos de los mexicanos, incluso, la pérdida lamentable de vidas humanas.

Esta será una labor que quizá no dé frutos con rapidez, pero que es indispensable para asegurar el futuro de México.

Hoy la sociedad nos exige resultados visibles y por eso hemos iniciado trabajando con energía y con determinación.

Para fortalecer la acción que ustedes llevan adelante, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2007 propuse un incremento del 24 por ciento del gasto destinado a la protección de la seguridad de las familias mexicanas.

Gracias a la actitud responsable y comprometida de los miembros del Congreso, este incremento fue finalmente aprobado; es un logro muy importante en nuestro esfuerzo para conseguir mejores condiciones para combatir el delito y salvaguardar la seguridad en nuestras comunidades.

Además, con este incremento podemos cumplir con un compromiso que asumí desde el primer día de mi Gobierno, el otorgar un incremento salarial sustancial para los miembros de tropa y marinería de menor nivel de ingreso de las Fuerzas Armadas mexicanas.

Con ese incremento mi Gobierno tiene por objetivo recompensar, justamente, el sacrificio y la labor insustituible de miles de mujeres y de hombres como ustedes, que libran batallas comprometidas por la seguridad de las familias mexicanas.

Para contar con mejores instrumentos en esta batalla contra el crimen también le he pedido al Procurador General de la República, aquí presente, y al Gabinete de Seguridad, que me acompaña en esta reunión con ustedes, para que a finales del mes próximo presenten a la sociedad mexicana un programa integral para reformar los mecanismos de procuración de justicia y de seguridad.

Hoy estamos realizando este operativo conjunto aquí en Michoacán y desde ayer uno similar, como he dicho, en la ciudad de Tijuana.

De la misma manera, es necesario que atendamos las demandas de muchas ciudades, de muchas regiones del país que hoy están amenazadas por el crimen y por la violencia.

Pero para lograrlo necesitamos dotar de mejores instrumentos a nuestras fuerzas de seguridad, a la policía, al Ministerio Público, a los jueces, de manera que cuenten con el respaldo de las leyes y de las instituciones del Estado en esta importante labor.

Necesitamos leyes que nos ayuden a perseguir y encarcelar a los delincuentes, no que los salven del castigo que se merecen; que los encargados de hacer cumplir las leyes actúen con firmeza y con honradez sin permitir que ningún acto ilícito quede en la impunidad.

Y tenemos que hacer que el Estado, que el Gobierno y las fuerzas del Estado, que a final de cuentas son las fuerzas de los mexicanos, sean primeros garantes de la honestidad, de la transparencia y de la seguridad a la que tienen derecho todos los mexicanos.

Soldados, marinos y policías de México:

Ustedes velan para que las familias mexicanas puedan dormir con tranquilidad, arriesgan su vida para que nadie, precisamente, tema por su vida y la de sus hijos.

Por cada delincuente que capturan, por cada sembradío que erradican, por cada red de narcomenudeo que desintegran, hoy hay cada vez más jóvenes que tienen una oportunidad de salir adelante en nuestro México.

Ustedes trabajan sin descanso para que todos los mexicanos puedan, precisamente, tener oportunidades de trabajo y sacar adelante a su familia.

Por eso he querido comenzar las actividades de este año 2007 con ustedes, compartiendo el pan y la sal, compartiendo el rancho, como se dice en la jerga militar; expresándoles en nombre de todos los hombres y mujeres de México un merecido reconocimiento a su labor.


Como su Comandante Supremo yo los instruyo para que continúen sirviendo a México con justicia, con valentía e integridad, para que sigamos firmes en la batalla contra el crimen, para que no desfallezcamos y anhelemos siempre el poder entregar a las futuras generaciones un México en condiciones de seguridad, de limpieza, de prosperidad, de orden, de justicia, de libertad que merece nuestra Patria.

Demostremos a los ciudadanos que no se encuentran solos, que las instituciones y que el Gobierno estamos, precisamente, para respaldarlos; que sus policías, sus marinos y sus soldados cumplen, y cumplen eficazmente con el deber de proteger.

Esta es nuestra misión y éste es nuestro mandato, cumplamos con la Patria y cumplamos con México.

Muchas felicidades a todos y muy feliz año nuevo para ustedes y sus familias. Muchas gracias.


Antes hicieron uso de la palabra:


El ciudadano General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional: Ciudadano licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Ciudadano antropólogo Lázaro Cárdenas Batel, gobernador Constitucional del Estado de Michoacán; distinguidos miembros del presídium; damas y caballeros, compañeros de armas.


La legalidad y legitimidad para combatir a la delincuencia organizada encuentra fundamento en el texto constitucional y en la obligatoriedad del Estado de garantizar la seguridad pública y el desarrollo nacional con pleno respeto al marco jurídico y a los derechos humanos.


La Operación Conjunta Michoacán asume frontalmente esta responsabilidad del Estado mexicano para proporcionar niveles de seguridad que hagan viable la vida ciudadana.

Correspondió, precisamente, a ese estado de la República, tierra fundacional de los principios constitucionales y de libertad de la Nación mexicana, el iniciar esta batalla en contra de quienes amenazan la seguridad en la sociedad michoacana.

De esta manera, toma forma y efectividad el cumplimiento de la promesa de nuestro Comandante Supremo, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, para dar certidumbre a la ciudadanía en la recuperación de un clima de seguridad y tranquilidad que es condición obligada para el desarrollo nacional.

El Ejército y Fuerza Aérea, optimizando sus recursos humanos y materiales, han realizado esfuerzos en coadyuvancia con la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría General de la República y las autoridades estatales, en forma coordinada y de manera precisa, para desplegar un frente amplio que garantice la seguridad y gobernabilidad del estado de Michoacán.


En este esfuerzo, me congratula la gran disposición proporcionada de los tres órdenes de Gobierno para cumplir la parte correspondiente en esta nueva estrategia de seguridad y combate al crimen organizado.

Durante los días pasados hemos vivido jornadas que si bien han sido continuas y de riesgo, también han sido satisfactorias ante la actitud positiva de las autoridades y, particularmente, de la sociedad michoacana, a quien agradezco su noble disposición por contribuir en este esfuerzo conjunto encabezado por el Presidente de la República.

Esta batalla en contra de la delincuencia organizada ha arrojado los siguientes resultados:

La destrucción de cinco mil 23 plantíos de marihuana en una superficie de 540 hectáreas, el aseguramiento de seis mil 229 kilogramos de marihuana, 151 kilogramos de semillas del mismo enervante.

Cuatro kilogramos de semilla de amapola, 127 armas largas y cortas, 32 mil 800 cartuchos de diferentes calibres y 41 granadas calibre 40 milímetros; 35 vehículos, 19 mil 341 pesos y dos mil 321 dólares, han sido puestos a disposición del Ministerio Público 80 individuos.

Por parte de la Fuerza Aérea se han efectuado 210 operaciones aéreas de reconocimiento y de transporte de tropas.

Estos resultados han sido contundentes, pues no tienen precedente en las estadísticas de combate en contra del crimen organizado en el estado en un periodo de tan sólo 20 días.

Tenemos un gran compromiso con la sociedad, recuperar el sentido de seguridad de nuestra Nación.

Esto es una tarea impostergable y así nos lo ha subrayado nuestro Comandante Supremo desde el primer momento en que asumió la primera magistratura del país.

Esta es la misión y tengan la certeza que la vamos a cumplir.

Al personal de generales, jefes, oficiales y tropa de la Décimo Sexta, Décimo Séptima y Séptimo Primero y Cuadragésima Tercera Zonas Militares y de los 101, 105, 107, 109, 112 y los 303 escuadrones aéreos de la Fuerza Aérea, les reconozco su entrega y participación. Los exhorto a mantener este ímpetu y colaboración permanente con las autoridades y los ciudadanos de este gran estado. Mis felicitaciones por su desempeño profesional.

Señor Presidente:
Sus órdenes se han cumplido, los resultados están a la vista; el compromiso con la sociedad está avanzando; unidos somos superiores a cualquier amenaza que intente vulnerar la paz de los mexicanos. Muchas gracias.

Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina: Ciudadano licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; ciudadano gobernador del Estado de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel.


Distinguidas personalidades de la Administración Pública Federal y Estatal que nos honran con su presencia, personal de generales, almirantes, jefes, capitanes, oficiales, tropa, clases y marinería.

Distinguidos integrantes del Sistema de Seguridad Pública Federal; señoras y señores muy buenos días:

La Armada de México, institución militar de carácter permanente, tiene por misión el empleo del poder naval de la Federación, tanto para la defensa exterior, como coadyuvar en la seguridad interior del país.

Este compromiso permanente tiene su origen en aspectos históricos que han sido amalgamados por un claro entendimiento de los intereses nacionales provenientes de los anhelos y aspiraciones de nuestro pueblo, raíz y objetivo de quienes integramos la Armada.

En este contexto, toma especial significado la aptitud y actitud del recurso humano como el aspecto más relevante de nuestra Armada.

El desempeño del servicio en una institución militar como la nuestra, requiere del elemento humano, diversas cualidades que dan un perfil especial con capacidades que en muchos casos, llegan al sacrificio de la vida misma en pro de los intereses nacionales.

Ser y hacer lo anterior demanda de valores y principios morales, que son vertidos en cada uno de los mexicanos por nuestras familias. Este conjunto de valores nos identifican como un pueblo robusto, con una identidad firme, singular y reconocida en el contexto de las naciones.
Cuando nuestro personal inicia su carrera en la Armada esos valores éticos son retomados y utilizados para un adoctrinamiento que se sustenta en el orden, la obediencia, el deber, el valor y el sacrificio, entre otros muchos.

Razón por la cual, quienes integramos la Armada de México, estamos orgullosos y satisfechos de participar en operaciones que coadyuvan al orden y a la seguridad de los mexicanos.

Reconozco y felicito a todo el personal de la Armada por esta entrega para con su país, entrega sólo entendible cuando se asocia de manera correcta a los intereses nacionales con un recurso humano de formación militar orientada hacia una conducta que basa su virtud y conocimientos en una adecuada ética militar.

Adoptar a estos principios demandan esfuerzos que implican largas ausencias de la familia, jornadas agotadoras y un sinnúmero de trabajos que en muchas ocasiones implican altos riesgos a su seguridad.

Reconocer esa actitud por parte de sus mandos es un acto justo que se apega a los cánones de esta ética militar.

El Mando Supremo, en este sentido, ha girado instrucciones para que se tomen medidas tendientes a fortalecer la moral del personal de la Armada, mediante acciones que procuren un mejor nivel de vida del personal militar y de sus familias, así como un trato adecuado y equitativo como parte de una disciplina firme, razonada y justa.

Si bien reconocemos en el personal militar sus virtudes que los avalan como elementos capacitados para su labor, también entendemos sus necesidades que como ser humano demandan ser resueltas.

En tal sentido, es oportuno manifestar las obligaciones que contraemos quienes ejercemos el mando de ustedes.

En este contexto asumo el doble compromiso; el primero ante el Mando Supremo para cumplir las instrucciones giradas y, el segundo, ante el personal de la Armada de ver en todo momento por una firme moral y mejores condiciones de vida, tanto para el personal militar, como para sus familias.

Aprovecho este momento para hacer llegar a todas ellas mi respeto y reconocimiento por ese apoyo, sé que tras cada elemento de la Armada existen familias honestas, que respetan y quieren a su país como el personal naval lo hace. Para ellos va también una merecida felicitación.
En este sentido es importante enfatizar que la Armada de México requiere que su personal esté orgulloso de la institución a la que pertenece, sienta un insondable respeto por el uniforme que porta pero, sobre todo, que esté consciente que al desempeñar sus deberes y realizar sus funciones contribuye directamente a favor de su país.

Su apoyo firme para quienes participan en esa gran empresa es, sin duda, un acto que en corto plazo habrá de dar dividendos en el desarrollo de la sociedad, al alcanzar un ambiente adecuado donde podremos encontrar la base para una convivencia humana, digna y sana que es anhelo permanente de todos los mexicanos.

Señor Presidente:
El personal de la Armada de México está convencido de la responsabilidad que nos compete en apoyo del bien común, de todos los mexicanos. Por mí conducto se compromete a actuar con ética y valor por ese gran ideal, que usted mismo persigue, el desarrollo de México. Muchas gracias.

Ingeniero Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública: Muy buenos días. Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; antropólogo Lázaro Cárdenas Batel, gobernador constitucional del Estado de Michoacán.
Contador público Antonio Cruz Lucatero, presidente municipal de Apatzingán.
General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional.
Almirante Francisco Mariano Saynez Mendoza, Secretario de Marina y Armada de México.

Licenciado Eduardo Medina Mora, Procurador General de la República.
Distinguidos miembros del presídium, representantes de los medios de comunicación, señores y señores:


Como usted lo instruyó, señor Presidente, la Policía Federal, integrada por la Agencia Federal de Investigación y la Policía Federal Preventiva, se encuentran combatiendo de manera frontal a la delincuencia en terreno operativo.
Unidades especiales de despliegue regional y áreas centrales, participan de manera proactiva para acotar a la criminalidad en el marco del Operativo Conjunto Michoacán.

Como resultado de la primera ofensiva, fue detenido uno de los principales líderes del Cártel del Golfo en la región. Además, se ha logrado acotar la ola de ejecuciones que afectaba a la entidad.

Con el aseguramiento de armas de alto poder, lanza granadas, equipos de comunicación, entre otros objetos utilizados por estos grupos criminales.

De acuerdo con sus instrucciones, señor Presidente, seguimos avanzando en la articulación de los esfuerzos en materia de seguridad pública, con una visión integral en tres vertientes:

La primera con la operación sustantiva basada en una estrategia de inteligencia policial para combatir a las estructuras criminales en todos sus niveles. La segunda, a través de la coordinación del trabajo con autoridades municipales y estatales.

Estamos desarrollando sistemas, metodologías y programas de capacitación que nos permitan potenciar las capacidades de las corporaciones de policía para brindar una respuesta eficiente a la comunidad.


La tercera corresponde a la prevención. La prevención de la delincuencia que contempla programas de educación, salud y promoción de la cultura de legalidad.

En esta vertiente la participación ciudadana es fundamental, se instrumentan las primeras acciones con organismos empresariales, universidades y organizaciones sociales para integrar el esfuerzo integral con la sociedad en su conjunto.
El combate a la delincuencia es un camino que requiere de esfuerzo constante y permanente.

El Operativo Conjunto Michoacán es parte de una estrategia contra la delincuencia y en contra del crimen organizado que opera de manera global.

Señor Presidente:
En su liderazgo y determinación en Michoacán, como en diversos puntos geográficos de la Nación, estamos recuperando espacios reductos de impunidad que eran dominados por la delincuencia para que éstos sean devueltos a la comunidad, a la sociedad.

La comisión estatal, la Secretaría de Seguridad Pública reitera su compromiso de servir y proteger a los mexicanos con honestidad. Muchas gracias.

-GOBERNADOR LÁZARO CÁRDENAS BATEL: Señor Presidente de la República, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, sea muy bienvenido a Michoacán, sea bienvenido a Apatzingán.

Señor General de División don Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional; señor Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina; señor Secretario de Gobernación, Francisco Javier Ramírez Acuña.


Ingeniero Gerardo García Luna, Secretario de Seguridad Pública Federal; señor Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora; señoras y señores, señores comandantes de las regiones militar y naval, señores comandantes de las zonas militares y navales a las que pertenece nuestro estado.

Señor presidente municipal de Apatzingán:
Yo quiero dar a todos ustedes la bienvenida a nuestro estado, la bienvenida a Michoacán y expresarles la enorme satisfacción porque podemos realizar juntos con el Presidente de la República, con los secretarios aquí presentes, con el procurador, este saludo y reconocimiento al personal de nuestras Fuerzas Armadas.

Al personal del Ejército, al personal de la Armada, al personal de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la República que junto con fuerzas del estado participan en esta operación, que era ya un reclamo de la ciudadanía en Michoacán, que era un reclamo de distintos sectores sociales, muy particularmente en regiones como esta de Apatzingán, que habían venido sufriendo una situación particularmente crítica por las acciones de grupos del crimen organizado.

Yo quiero felicitar a quienes han estado participando en esta operación, reconocer su valor, su disposición, el que diariamente ponen en riesgo su vida buscando el bienestar que nuestra sociedad en Michoacán y en el país.

Tengo muy claro que no se puede enfrentar con éxito a la delincuencia organizada si no es haciendo un frente común, si no es poniendo por encima el interés colectivo y dejando de lado las diferencias de origen partidista y de origen político.

Y tenemos muy claro también que una ofensiva como la que hoy se realiza en Michoacán y como la que se está realizando ya en algunas otras entidades de la República no puede ser cabalmente ejecutada si no la acompañamos con una ofensiva igualmente fuerte y articulada en lo social.

En salud, en educación, en fortalecimiento comunitario, en desarrollo productivo del campo y las ciudades y para eso yo quiero expresar que existe de parte de Michoacán, de parte del Gobierno del estado la disposición absoluta a articular la estrategia en el mismo sentido.

Yo quiero particularmente reconocer el valor, la entrega, la gran disposición que ha existido de parte de los comandantes de la XII Región Militar, General Manuel García Ruiz; de la IV Región Naval, Benjamín Macías Galván; de los Generales Alonso Garrido y Chávez Mejillo; del Contralmirante Víctor Uribe; del General Audomaro, que está aquí presente. Y a todos los que han venido participando, a los jefes, a la tropa que está aquí presente y desplegada en todo nuestro estado; nuestro permanente agradecimiento por la labor que realiza en favor de Michoacán.


Nuevamente, señor Presidente, una muy calurosa bienvenida a nuestro estado, a Michoacán, y el agradecimiento que, estoy seguro, es compartido por miles de personas en nuestro estado que reclamaban una acción de estas características, con esta articulación y con esta contundencia. Muy bienvenido, muchas


Fuente: Presidencia de la República

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