9 feb 2007

Jugando con fuego en Israel


La oración de los viernes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén degeneró en violentas protestas contra las controvertidas obras que Israel lleva a cabo en la zona. En los enfrentamientos entre policías y manifestantes varias personas resultaron heridas -afortunadamente no de gravedad-, entre ellas al menos 15 eran policías y 19 manifestantes.
Una vez que musulmanes lanzaran piedras y bombas molotov contra los agentes israelíes; éstos, respondieron con balas de goma, gases lacrimógenos y granadas de estruendo.
Las obras que están provocando la revuelta, son vistas por los palestinos como un intento encubierto de destruir poco a poco las mezquitas, aunque los arqueólogos israelíes afirman que los trabajos se llevan a cabo conforme a las normas internacionales y que no hay intenciones ocultas.
En concreto, se está construyendo una rampa que conduce a la denominada 'Puerta de los Mugrabís', aledaña a la mezquita de Al Aqsa -tercer lugar más sagrado del Islam, después de la Meca y Medina-, por la que se entra en la Explanada.
Entre quienes han condenado las obras está el presidente palestino, Abu Mazen; el rey Abdalá II de Jordania, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, y el Ministerio de Exteriores de Siria.
Este sábado 10 de febrero se podría repetir la misma situación. El líder del Movimiento Islámico en Israel, el jeque Raed Salah, exhortó a manifestantes musulmanes a desplazarse a Jerusalén para protestar por las polémicas obras de construcción junto a la mezquita de Al Aqsa.
En un acto de protesta, Salah se dirigió al primer ministro israelí, Ehud Olmert, a quien dijo: "Estás jugando con fuego, y todo el que juega con fuego acaba quemándose". También agregó: "Tu construcción acabará dañando Al Aqsa, y a quien destruya Al Aqsa le destruiremos su casa".
Los ánimos están muy caldeados debido a las excavaciones.
La situación, al final de la tarde, había vuelto en gran parte a la calma, aunque de tanto en tanto se seguían oyendo estallidos. Fuera de la explanada, principalmente en torno a la Puerta de los Leones, la más cercana a las mezquitas de las que hay en la muralla de la Ciudad Vieja, se organizaron otras protestas.
Las manifestación de Jerusalén no ha sido la única en el día: en la ciudad de Nazaret, de población mayoritariamente árabe-israelí, se manifestaron miles de personas contra las obras de la Ciudad Vieja y también hubo protestas en la ciudad cisjordana de Jenín.
Comunicado de Ehud Olmert
La oficina del primer ministro israelí, Ehud Olmert, emitió el 7 de febrero un comunicado en el que se afirma que "la restauración de la rampa [...] se ha llevado a cabo de acuerdo con todas las partes, incluso países extranjeros, autoridades musulmanas relevantes y organizaciones internacionales".
"Hemos explicado que las obras están fuera del Monte del Templo (como llaman los judíos a la Explanada de las Mezquitas) y no constituyen ningún peligro para los lugares sagrados musulmanes. Las realizan profesionales, con total transparencia y no hay verdad alguna en lo que se alega".
Olmert aún no ha respondido aún a una petición del propio titular de Defensa, Amir Peretz
, y de un general de la oficina políticomilitar de su Ministerio, Amos Gilad, que han pedido la suspensión de los trabajos por la reacción que pueda causar en los países árabes.
Posición de Amir Peretz
Por cierto, en una entrevista digital con los lectores del periódico El Mundo en su visita a Madrid, el Ministro Amir Peretz, responde a la siguiente pregunta:
-Usted ha pedido a Ehud Olmert la paralización de las obras en el acceso a la Mezquita de Al Aqsa por la reación que pueden causar en los países árabes. A raíz de los sucesos acaecidos en las últimas horas, ¿sigue usted siendo partidario de esta medida? ¿Qué les diría a los musulmanes?
R: Israel ha considerado siempre y considera los lugares santos como lugares muy sensibles. Israel no tiene ningún interés en que la situación empeore. Todo esto se debe a la necesidad de trabajos de renovación para los lugares religiosos. Hay que hacerlo en armonía con las organizaciones que gestionan los lugares santos, como se ha hecho y estoy seguro que la calma volverá rápidamente y haremos todo lo posible para el bienestar y la armonía de todas las religiones. Nosotros respetamos la libertad religiosa de todas las religiones.
Ojala -que significa quiera Dios-, los ánimos no se desborden mas.

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