Después de la reunión entre los presidentes Bush y Calderón se emitió un comunicado Conjunto, fechado en Mérida, Yucatán, Miércoles, 14 de Marzo, comunicado CGCS-78:
México y Estados Unidos, como orgullosos países soberanos, reiteran hoy su convicción en el sentido de que los valores que comparten, como la democracia, la transparencia, el estado de derecho y el respeto por los derechos humanos, representan la sólida plataforma sobre la cual se fundamentan las ricas y complejas redes que unen a ambas economías y sociedades.
En su primera reunión oficial en México, los días 13 y 14 de marzo, los Presidentes Felipe Calderón y George Bush acordaron fortalecer su alianza entre vecinos amistosos. Coincidieron en que las relaciones que existen entre los gobiernos de México y Estados Unidos, representan apenas una parte de la interacción entre nuestros dos grandes países. Nuestros vínculos son más profundos y amplios: abarcan los ámbitos sociales, económicos, culturales y familiares.
Durante su reunión, los Presidentes revisaron la gran cantidad de temas de la relación bilateral, así como la cooperación que ambos gobiernos han desplegado para promover contactos más productivos y mutuamente benéficos entre México y Estados Unidos.
En su primera reunión oficial en México, los días 13 y 14 de marzo, los Presidentes Felipe Calderón y George Bush acordaron fortalecer su alianza entre vecinos amistosos. Coincidieron en que las relaciones que existen entre los gobiernos de México y Estados Unidos, representan apenas una parte de la interacción entre nuestros dos grandes países. Nuestros vínculos son más profundos y amplios: abarcan los ámbitos sociales, económicos, culturales y familiares.
Durante su reunión, los Presidentes revisaron la gran cantidad de temas de la relación bilateral, así como la cooperación que ambos gobiernos han desplegado para promover contactos más productivos y mutuamente benéficos entre México y Estados Unidos.
Los mandatarios identificaron nuevas oportunidades a fin de trabajar de manera conjunta para mejorar la calidad de vida de sus poblaciones y lograr que América del Norte sea la región más próspera, segura y competitiva en el mundo.
En este sentido, los Presidentes reconocieron que el crecimiento económico y la creación de empleo son indispensables para disminuir la pobreza y la inequidad, e impulsar así mejores niveles de vida. Enfatizaron el papel central que tiene incrementar el comercio entre México y Estados Unidos para alcanzar una mayor prosperidad compartida. Resaltaron asimismo el deber de ambos gobiernos para trabajar de manera conjunta a fin de acelerar y facilitar un flujo seguro y en constante crecimiento de mercancías legítimas y personas a través de la frontera, incluyendo el desarrollo de nueva infraestructura y el uso más eficiente, donde esto sea posible, de la que actualmente existe.
Con el propósito de elevar la competitividad de América del Norte sobre la base de los dos pilares de seguridad y prosperidad de la región, los Presidentes destacaron asimismo su interés en la necesidad de trabajar juntos para suavizar la transición hacia el comercio pleno de sectores tales como el de los productos agrícolas. Para alcanzar esta meta, acordaron intensificar las discusiones en el marco del Grupo Bilateral sobre maíz y frijol.
Los Presidentes reconocieron la constante amenaza que, para ambas naciones, representan el crimen organizado y el tráfico de drogas, en especial su violencia asociada, que no respetan fronteras. Ambos subrayaron que los importantes esfuerzos del Gobierno mexicano para combatir el crimen organizado, entendidos como una de las más importantes prioridades de su propia agenda, podrían beneficiarse con mayores niveles de apoyo y cooperación de Estados Unidos. Sobre esta base, los Presidentes reiteraron su compromiso para intensificar la cooperación y el intercambio de información entre las agencias de procuración de justicia de México y Estados Unidos, especialmente a lo largo de la frontera. Los Presidentes expresaron su compromiso de incrementar la cooperación bilateral para luchar contra el crimen organizado y combatir el tráfico de armas que fomenta la violencia de las organizaciones criminales, así como el tráfico de drogas, entre ellas las metanfetaminas y los precursores químicos, y las actividades financieras ilícitas, incluyendo el contrabando de dinero en la frontera.
El manejo de la frontera entre México y Estados Unidos es una responsabilidad compartida. Nuestra lucha común en contra del crimen organizado deberá estar acompañada por acciones de cooperación en otras áreas que promuevan igualmente la seguridad, la prosperidad y el desarrollo de las comunidades fronterizas. Incrementar los niveles de comunicación e intercambio de información a todos los niveles nos permitirá continuar con la transformación de la frontera en una región de crecimiento y prosperidad compartida.
Al reconocer que la región fronteriza abarca una gran diversidad de entornos naturales y especies endémicas, los Presidentes destacaron la necesidad de continuar con los esfuerzos para proteger, a través de la cooperación binacional, los recursos naturales que ambas naciones compartimos, incluyendo el aire y el agua.
Ambos Presidentes reconocieron que la migración a lo largo de nuestra frontera compartida, vincula estrechamente a los dos países, implica una responsabilidad compartida y representa uno de los asuntos más críticos para el futuro bienestar de nuestros ciudadanos. Al respecto, subrayaron la necesidad de propiciar inversiones productivas que se orienten a la creación en México de más empleos, y mejor pagados, como un componente esencial en cualquier estrategia integral para abordar este fenómeno y coincidieron en la necesidad de continuar impulsando un enfoque integral para una reforma migratoria.
Asimismo, ambos Presidentes acordaron estudiar las oportunidades para los intercambios de personas, especialmente en la rama de la educación, como una herramienta central para estimular el entendimiento entre los dos países. Bajo este contexto subrayaron que la inversión que México y Estados Unidos realizan en capital humano deberá ser considerada como un elemento esencial de sus esfuerzos para promover la competitividad de América del Norte, así como un crecimiento económico con justicia y seguridad para nuestros pueblos.
Finalmente, el Presidente Calderón y el Presidente Bush reiteraron su convicción de que el futuro de México y Estados Unidos –y de toda la región de América del Norte- es hoy, más que nunca, un futuro compartido. Los mandatarios subrayaron también que nuestro compromiso con el fortalecimiento de la democracia, el respeto de los derechos humano, la promoción del libre comercio, el estado de derecho, la seguridad, el desarrollo sustentable y el crecimiento de las oportunidades para todos contribuirán a la consolidación de un futuro justo y próspero, lleno de paz para todos los ciudadanos de América.
En este sentido, los Presidentes reconocieron que el crecimiento económico y la creación de empleo son indispensables para disminuir la pobreza y la inequidad, e impulsar así mejores niveles de vida. Enfatizaron el papel central que tiene incrementar el comercio entre México y Estados Unidos para alcanzar una mayor prosperidad compartida. Resaltaron asimismo el deber de ambos gobiernos para trabajar de manera conjunta a fin de acelerar y facilitar un flujo seguro y en constante crecimiento de mercancías legítimas y personas a través de la frontera, incluyendo el desarrollo de nueva infraestructura y el uso más eficiente, donde esto sea posible, de la que actualmente existe.
Con el propósito de elevar la competitividad de América del Norte sobre la base de los dos pilares de seguridad y prosperidad de la región, los Presidentes destacaron asimismo su interés en la necesidad de trabajar juntos para suavizar la transición hacia el comercio pleno de sectores tales como el de los productos agrícolas. Para alcanzar esta meta, acordaron intensificar las discusiones en el marco del Grupo Bilateral sobre maíz y frijol.
Los Presidentes reconocieron la constante amenaza que, para ambas naciones, representan el crimen organizado y el tráfico de drogas, en especial su violencia asociada, que no respetan fronteras. Ambos subrayaron que los importantes esfuerzos del Gobierno mexicano para combatir el crimen organizado, entendidos como una de las más importantes prioridades de su propia agenda, podrían beneficiarse con mayores niveles de apoyo y cooperación de Estados Unidos. Sobre esta base, los Presidentes reiteraron su compromiso para intensificar la cooperación y el intercambio de información entre las agencias de procuración de justicia de México y Estados Unidos, especialmente a lo largo de la frontera. Los Presidentes expresaron su compromiso de incrementar la cooperación bilateral para luchar contra el crimen organizado y combatir el tráfico de armas que fomenta la violencia de las organizaciones criminales, así como el tráfico de drogas, entre ellas las metanfetaminas y los precursores químicos, y las actividades financieras ilícitas, incluyendo el contrabando de dinero en la frontera.
El manejo de la frontera entre México y Estados Unidos es una responsabilidad compartida. Nuestra lucha común en contra del crimen organizado deberá estar acompañada por acciones de cooperación en otras áreas que promuevan igualmente la seguridad, la prosperidad y el desarrollo de las comunidades fronterizas. Incrementar los niveles de comunicación e intercambio de información a todos los niveles nos permitirá continuar con la transformación de la frontera en una región de crecimiento y prosperidad compartida.
Al reconocer que la región fronteriza abarca una gran diversidad de entornos naturales y especies endémicas, los Presidentes destacaron la necesidad de continuar con los esfuerzos para proteger, a través de la cooperación binacional, los recursos naturales que ambas naciones compartimos, incluyendo el aire y el agua.
Ambos Presidentes reconocieron que la migración a lo largo de nuestra frontera compartida, vincula estrechamente a los dos países, implica una responsabilidad compartida y representa uno de los asuntos más críticos para el futuro bienestar de nuestros ciudadanos. Al respecto, subrayaron la necesidad de propiciar inversiones productivas que se orienten a la creación en México de más empleos, y mejor pagados, como un componente esencial en cualquier estrategia integral para abordar este fenómeno y coincidieron en la necesidad de continuar impulsando un enfoque integral para una reforma migratoria.
Asimismo, ambos Presidentes acordaron estudiar las oportunidades para los intercambios de personas, especialmente en la rama de la educación, como una herramienta central para estimular el entendimiento entre los dos países. Bajo este contexto subrayaron que la inversión que México y Estados Unidos realizan en capital humano deberá ser considerada como un elemento esencial de sus esfuerzos para promover la competitividad de América del Norte, así como un crecimiento económico con justicia y seguridad para nuestros pueblos.
Finalmente, el Presidente Calderón y el Presidente Bush reiteraron su convicción de que el futuro de México y Estados Unidos –y de toda la región de América del Norte- es hoy, más que nunca, un futuro compartido. Los mandatarios subrayaron también que nuestro compromiso con el fortalecimiento de la democracia, el respeto de los derechos humano, la promoción del libre comercio, el estado de derecho, la seguridad, el desarrollo sustentable y el crecimiento de las oportunidades para todos contribuirán a la consolidación de un futuro justo y próspero, lleno de paz para todos los ciudadanos de América.
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