El heredero/ALFONSO CHARDY y FRANCES ROBLES
Publicado en The Miami Herald (El Nuevo Herald on line), 18/02/2008;
El heredero aparente de Fidel Castro, su hermano menor, Raúl Castro, es visto por muchos como un hombre de línea dura y gran organizador que convirtió a las fuerzas armadas de la isla en una de las mejores máquinas de guerra del mundo y posteriormente en el motor económico del país.
El ministro de las Fuerzas Armadas mostró nuevamente su liderazgo cuando Fidel Castro, enfermo, cedió el poder temporalmente en julio del 2006, guiando al país con éxito en una sucesión arriesgada y adoptando un puñado de cambios con el fin de aliviar los muchos problemas económicos del país.
Antes de asumir el poder, Raúl Castro era visto con miedo y esperanza a la vez. Se esperaba que fuese más duro que su hermano en los campos políticos y de seguridad, pero más pragmático en temas económicos y más dado que su hermano a mejorar las relaciones con Washington.
Como guardián temporal de la revolución, Raúl Castro cumplió ambas expectativas en diferentes grados. El estricto régimen político se mantuvo y mantuvo la continuidad y la estabilidad.
Y aunque no tomó medidas radicales para abrir la economía a las fuerzas del mercado, hubo medidas sutiles de que pudiera encaminar al país por la vía de China o Vietnam, donde el capitalismo y el comunismo coexisten.
''Hasta el momento Raúl ha sido efectivo y ha mostrado confianza en su nuevo papel'', dijo Brian Latell, ex analista de la CIA especializado en Cuba, en una evaluación publicada el verano pasado en The Washington Quarterly.
''Aunque mantiene el implacable control político de Fidel, se sabe que Raúl admira las reformas económicas de China y Vietnam'', agregó.
Raúl Castro y los otros sucesores hubieran implementado reformas económicas más rápido si Fidel no hubiera vivido tanto tiempo, agregó Latell en una entrevista telefónica con The Miami Herald el año pasado, antes del anuncio de ayer de que Fidel Castro no se postulará a la reelección.
Lissette Bustamante, antigua reportera de televisión cubana que cubrió a Raúl Castro antes de huir del país en los años 90, concuerda con la evaluación de Latell. ''Raúl puede estar en una posición de iniciar cambios graduales para mejorar las relaciones con el mundo, principalmente con Estados Unidos'', dijo Bustamante, que ahora vive en Miami. "Las cosas están cambiando en Cuba, pero en silencio, lejos de la opinión pública''
Pero hay algo que ha resultado cierto: Raúl Castro, de 75 años -cinco años menor que su hermano-, ha gobernado en calidad de presidente interino sin el estilo y la ampulosidad de su hermano. Le falta la legendaria personalidad magnética con que Fidel Castro gobernó Cuba durante casi 50 años.
Ahora la presión cae completamente sobre sus hombros para mantener la revolución socialista, o verla desbaratarse.
''Lo que mantuvo a Fidel en el poder fue el carisma'', dijo Bernardo Benes, exiliado cubano que conoció a Raúl a principios de los años 50 cuando ambos jugaban en el equipo de fútbol de la Universidad de La Habana. "No cabe duda que Raúl no tiene el carisma de su hermano. Tiene ora personalidad''.
Virtualmente todos los que conocen a Raúl Castro dicen que su característica clave es la capacidad de organizar, que lo hace más flexible que el testarudo Fidel porque busca el consenso y comprende lo que es factible, y lo que no lo es.
Latell dijo en su libro After Fidel: The Inside Story of Castro's Regime and Cuba's Next Leader, del 2005, que Fidel probablemente no se hubiera mantenido en el poder si no hubiera sido por Raúl.
''Me di cuenta que Raúl era el único aliado verdaderamente indispensable de su hermano y que su brillante dirección de las fuerzas armadas aseguró la revolución'', escribió Latell.
Después del triunfo de la revolución en 1959, Raúl Castro visitó la Unión Soviética y convirtió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en una poderosa maquinaria militar que combatió con eficiencia en Angola y Etiopía. Y cuando el fin de los subsidios soviéticos debilitó significativamente esa fuerza a principios de los años 90, la convirtió en un motor económico, que dirige hoteles, empresas de importación y exportación y ahora controla aproximadamente el 80 por ciento de la economía de la isla.
Los analistas de la cúpula cubana concluyen que, en tiempos de crisis, Fidel Castro siempre echó mano a su hermano para tomar las decisiones duras que aseguraron la supervivencia de la revolución.
''Ese papel le va perfectamente a Raúl porque es mucho más disciplinado que Fidel. [Raúl Castro] tiene una personalidad autoritaria'', dijo Antonio Jorge, profesor de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida.
Un análisis interesante de la personalidad de Raúl Castro provino de Markus Wolf, el legendario jefe de la Stasi, el aparato de inteligencia de Alemania Oriental, en su autobiografía Man Without a Face [Hombre sin rostro], de 1997.
''Percibí en Raúl . . . [un hombre] firme, bien educado y [con dotes de] estadista'', escribió'' Wolf. 'A diferencia de sus colegas más emocionales, [Raúl Castro] tiene una visión más fría y estratégica de la situación de Cuba. Fue el único que se presentó a tiempo a las citas, algo muy poco común entre los cubanos. Sus amigos bromeaban sobre su puntualidad y lo llamaban 'El Prusiano' ''.
Pero Raúl Castro, que en una ocasión se refirió a sí mismo como ''Raúl el Terrible'', también puede ser un hombre frío y asesino.
Pocos días después del derrocamiento de Fulgencio Batista del poder en enero de 1959, mientras Fidel Castro disfrutaba de la adoración de las multitudes, tropas al mando de Raúl en la provincia de Oriente ejecutaron sumariamente a 100 seguidores de Batista.
Armando Lago, un economista exiliado cubano que se ha dedicado a compilar una lista de todas las personas asesinadas en nombre de la revolución, dice que como gobernador de la provincia de Oriente Raúl Castro fue personalmente responsable de 550 ejecuciones sólo en 1959, aproximadamente 100 de ellas sin juicio.
Benes recordó su último encuentro con Raúl Castro, en la ciudad de Santiago de Cuba, en 1960, pocos días antes que Benes huyera a Miami. 'Me dijo: `Hay gente conspirando aquí, y estamos. . .' No terminó la frase, pero cerró el puño y lo torció, como cuando se mata a alguien'', dijo Benes.
Fue también Raúl Castro el que ordenó el arresto del general Arnaldo Ochoa, uno de los generales más condecorados y queridos, aparentemente por órdenes de Fidel castro, quien sospechaba que Ochoa no le era leal. El general fue ejecutado en 1989 después de ser hallado culpable de narcotráfico en un juicio televisado.
''Arnaldo Ochoa era probablemente el mejor amigo de Raúl'', escribió Latell. "La víspera de la ejecución . . . Raúl admitió que había flaqueado y dijo que había llorado en su oficina en el Ministerio mientras pensaba en el destino de su amigo y su familia.
Raúl Castro también ha sido vinculado con el narcotráfico. En 1993 The Miami Herald reportó que fiscales federales en Miami preparaban un encausamiento que acusaba a Raúl Castro y a otros 14 altos funcionarios cubano de confabularse durante 10 años para contrabandear cocaína colombiana a Estados Unidos a través de las aguas territoriales cubanas. El encausamiento nunca se presenté a un jurado de instrucción.
Y en el 2006 un alto oficial de inteligencia del ejecutado dictador rumano Nicolae Ceausescu alegó en un artículo de National Review que cuando Ceausescu visitó La Habana en 1972 Fidel y Raúl Castro discutieron con el gobernante cubano "un negocio bilateral de drogas''.
"Las drogas pueden hacerle más daño al imperialismo que las armas nucleares', dijo Fidel. 'Las drogas erosionarán al capitalismo desde dentro', concordó Raúl. Nunca escuché pronunciar la palabra dinero, pero ya estaba administrando el dinero que Rumania ganaba de sus actividades en el narcotráfico''.
Un antiguo asistente de la familia de Raúl Castro que ahora vive en Miami dijo que su antiguo jefe tiene más de un rostro. ''No es el monstruo frío que muchas personas piensan'', le dijo a The Miami Herald.
A Raúl Castro le gusta fiestar y disfruta de hacer chistes y escucharlos con sus amigos, es amistoso con los empleados y asistentes y mucho mejor que Fidel Castro para ocuparse de la familia, dijo el antiguo asistente. Mientras Fidel Castro no asistió al funeral de su madre, Raúl Castro era el que consolaba al resto de la familia. Rara vez se le olvida un cumpleaños.
El libro de Latell incluye las antiguas alegaciones de que Fidel y Raúl Castro son medios hermanos porque el padre biológico de Raúl Castro posiblemente era el jefe de la Guardia Rural de Birán, el poblado en la provincia de Oriente donde el patriarca de la familia, Angel Castro, tenía una finca grande.
De adulto, Raúl adquirió la reputación de darse a la bebida cuando tenía desacuerdos con Fidel. Pero un alto asistente de Raúl Castro que desertó a principios de los años 90 dijo que sólo sabía que Raúl sufría de diverticulitis, la misma enfermedad que se piensa que provocó la crisis de salud que obligó a Fidel a dejar el poder en el 2006.
Raúl Castro se casó a principios de 1959 con Vilma Espín, guerrillera, posteriormente presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y primera dama en funciones en las actividades oficiales. Espín murió el 18 de junio del 2007.
La pareja tuvo cuatro hijos --Deborah, Mariela, Nilsa y Alejandro-- y varios nietos. Mariela Castro es una conocida activista de los derechos de los homosexuales y en ocasiones pareció asumir el papel de portavoz familiar durante la convalescencia de Fidel Castro.
Como ministro de las Fuerzas Armadas, Raúl se ha mantenido al mismo nivel de su hermano mayor --y a veces medio paso adelante-- en virtualmente todo lo acontecido en la historia de la revolución.
Fue el primero de los dos que estudió el dogma comunista y el primero en viajar a la Europa comunista.
Pero el historiador británico Hugh Thomas, en su libro de 1971 The Pursuit of Freedom [En busca de la libertad], escribió que aunque muchos consideren a Raúl Castro un ''extremista'', no es un comunista comprometido. ''No era un ortodoxo; siempre ha estado influenciado más por su hermano que por sus amigos'', escribió Thomas.
Fidel Castro nombró a Raúl sucesor poco después del triunfo de la revolución en 1959, pero la decisión no se conoció ampliamente hasta 1985 en una entrevista con la revista Playboy.
''Desde el comienzo de la revolución, desde el mismo primer año, y particularmente cuando comenzamos a darnos cuenta de que la CIA tenía planes de asesinarme'', le dijo Fidel Castro a Playboy, "sugerimos la nominación de otro compañero, Raúl Castro . . . quien tomaría de inmediato la dirección. En mi opinión, el compañero escogido es el más capaz, no porque sea mi hermano, sino por su experiencia revolucionaria y sus méritos''.
Castro reiteró su decisión cuando cayó en cama en julio del 2006 debido a un sangramiento intestinal, dejando a Raúl Castro como primer secretario del partido, comandante en jefe de las fuerzas armadas y presidente de los consejos de Estado y de Ministros.
Una vez que Raúl Castro asumió el poder, se dedicó a atacar la larga lista de abrumadores problemas que enfrenta el país.
Los medios estatales cubanos de inmediato comenzaron a cubrir los problemas sociales y económicos de la isla, una señal que los expertos consideran fue la decisión de Raúl Castro de iniciar un debate público. En los primeros seis meses en el poder despidió a cuatro ministros y se informa que echó mano a un aliado para dirigir la única central obrera del país. En tres ocasiones Raúl Castro intentó un acercamiento con Washington.
En un esfuerzo por aumentar la producción de alimentos, Raúl Castro pagó la deuda del gobierno con los pequeños agricultores y aumentó los precios que los productores reciben por la leche y la carne. También hizo menos estrictas las normas de Aduanas, permitiendo la importación de productos como reproductores de DVD y piezas para automóviles, pero implementó nuevas leyes para combatir la corrupción que mantiene al país funcionando.
Sin embargo, estos cambios parecieron tentativos al principio, quizás limitados por la todavía abrumadora, aunque limitada presencia de Fidel Castro.
A diferencia de su hablador hermano, Raúl Castro no ofreció ni una sola entrevista de televisión en su primer año en el poder y sólo hizo declaraciones una vez a Granma, el diario oficial del partido.
''¿Cuándo Raúl va dejar ser un fidelista y convertirse en un raulista?'', preguntó Andy Gómez, investigador del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami. "¿Y a qué se parecerá el raulismo?''
Probablemente será más pragmático, menos conflictivo y más interesado en llegar a un acuerdo con Estados Unidos'', dijo Gómez.
''El pueblo cubano va a tener que comenzar a acostumbrarse a un tipo de líder completamente diferente'', dijo Lissette Bustamante, la periodista cubana exiliada. "Este hombre disfruta de pasar tiempo con su familia. No es la figura que hemos visto en los últimos 50 años''.
Publicado en The Miami Herald (El Nuevo Herald on line), 18/02/2008;
El heredero aparente de Fidel Castro, su hermano menor, Raúl Castro, es visto por muchos como un hombre de línea dura y gran organizador que convirtió a las fuerzas armadas de la isla en una de las mejores máquinas de guerra del mundo y posteriormente en el motor económico del país.
El ministro de las Fuerzas Armadas mostró nuevamente su liderazgo cuando Fidel Castro, enfermo, cedió el poder temporalmente en julio del 2006, guiando al país con éxito en una sucesión arriesgada y adoptando un puñado de cambios con el fin de aliviar los muchos problemas económicos del país.
Antes de asumir el poder, Raúl Castro era visto con miedo y esperanza a la vez. Se esperaba que fuese más duro que su hermano en los campos políticos y de seguridad, pero más pragmático en temas económicos y más dado que su hermano a mejorar las relaciones con Washington.
Como guardián temporal de la revolución, Raúl Castro cumplió ambas expectativas en diferentes grados. El estricto régimen político se mantuvo y mantuvo la continuidad y la estabilidad.
Y aunque no tomó medidas radicales para abrir la economía a las fuerzas del mercado, hubo medidas sutiles de que pudiera encaminar al país por la vía de China o Vietnam, donde el capitalismo y el comunismo coexisten.
''Hasta el momento Raúl ha sido efectivo y ha mostrado confianza en su nuevo papel'', dijo Brian Latell, ex analista de la CIA especializado en Cuba, en una evaluación publicada el verano pasado en The Washington Quarterly.
''Aunque mantiene el implacable control político de Fidel, se sabe que Raúl admira las reformas económicas de China y Vietnam'', agregó.
Raúl Castro y los otros sucesores hubieran implementado reformas económicas más rápido si Fidel no hubiera vivido tanto tiempo, agregó Latell en una entrevista telefónica con The Miami Herald el año pasado, antes del anuncio de ayer de que Fidel Castro no se postulará a la reelección.
Lissette Bustamante, antigua reportera de televisión cubana que cubrió a Raúl Castro antes de huir del país en los años 90, concuerda con la evaluación de Latell. ''Raúl puede estar en una posición de iniciar cambios graduales para mejorar las relaciones con el mundo, principalmente con Estados Unidos'', dijo Bustamante, que ahora vive en Miami. "Las cosas están cambiando en Cuba, pero en silencio, lejos de la opinión pública''
Pero hay algo que ha resultado cierto: Raúl Castro, de 75 años -cinco años menor que su hermano-, ha gobernado en calidad de presidente interino sin el estilo y la ampulosidad de su hermano. Le falta la legendaria personalidad magnética con que Fidel Castro gobernó Cuba durante casi 50 años.
Ahora la presión cae completamente sobre sus hombros para mantener la revolución socialista, o verla desbaratarse.
''Lo que mantuvo a Fidel en el poder fue el carisma'', dijo Bernardo Benes, exiliado cubano que conoció a Raúl a principios de los años 50 cuando ambos jugaban en el equipo de fútbol de la Universidad de La Habana. "No cabe duda que Raúl no tiene el carisma de su hermano. Tiene ora personalidad''.
Virtualmente todos los que conocen a Raúl Castro dicen que su característica clave es la capacidad de organizar, que lo hace más flexible que el testarudo Fidel porque busca el consenso y comprende lo que es factible, y lo que no lo es.
Latell dijo en su libro After Fidel: The Inside Story of Castro's Regime and Cuba's Next Leader, del 2005, que Fidel probablemente no se hubiera mantenido en el poder si no hubiera sido por Raúl.
''Me di cuenta que Raúl era el único aliado verdaderamente indispensable de su hermano y que su brillante dirección de las fuerzas armadas aseguró la revolución'', escribió Latell.
Después del triunfo de la revolución en 1959, Raúl Castro visitó la Unión Soviética y convirtió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en una poderosa maquinaria militar que combatió con eficiencia en Angola y Etiopía. Y cuando el fin de los subsidios soviéticos debilitó significativamente esa fuerza a principios de los años 90, la convirtió en un motor económico, que dirige hoteles, empresas de importación y exportación y ahora controla aproximadamente el 80 por ciento de la economía de la isla.
Los analistas de la cúpula cubana concluyen que, en tiempos de crisis, Fidel Castro siempre echó mano a su hermano para tomar las decisiones duras que aseguraron la supervivencia de la revolución.
''Ese papel le va perfectamente a Raúl porque es mucho más disciplinado que Fidel. [Raúl Castro] tiene una personalidad autoritaria'', dijo Antonio Jorge, profesor de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida.
Un análisis interesante de la personalidad de Raúl Castro provino de Markus Wolf, el legendario jefe de la Stasi, el aparato de inteligencia de Alemania Oriental, en su autobiografía Man Without a Face [Hombre sin rostro], de 1997.
''Percibí en Raúl . . . [un hombre] firme, bien educado y [con dotes de] estadista'', escribió'' Wolf. 'A diferencia de sus colegas más emocionales, [Raúl Castro] tiene una visión más fría y estratégica de la situación de Cuba. Fue el único que se presentó a tiempo a las citas, algo muy poco común entre los cubanos. Sus amigos bromeaban sobre su puntualidad y lo llamaban 'El Prusiano' ''.
Pero Raúl Castro, que en una ocasión se refirió a sí mismo como ''Raúl el Terrible'', también puede ser un hombre frío y asesino.
Pocos días después del derrocamiento de Fulgencio Batista del poder en enero de 1959, mientras Fidel Castro disfrutaba de la adoración de las multitudes, tropas al mando de Raúl en la provincia de Oriente ejecutaron sumariamente a 100 seguidores de Batista.
Armando Lago, un economista exiliado cubano que se ha dedicado a compilar una lista de todas las personas asesinadas en nombre de la revolución, dice que como gobernador de la provincia de Oriente Raúl Castro fue personalmente responsable de 550 ejecuciones sólo en 1959, aproximadamente 100 de ellas sin juicio.
Benes recordó su último encuentro con Raúl Castro, en la ciudad de Santiago de Cuba, en 1960, pocos días antes que Benes huyera a Miami. 'Me dijo: `Hay gente conspirando aquí, y estamos. . .' No terminó la frase, pero cerró el puño y lo torció, como cuando se mata a alguien'', dijo Benes.
Fue también Raúl Castro el que ordenó el arresto del general Arnaldo Ochoa, uno de los generales más condecorados y queridos, aparentemente por órdenes de Fidel castro, quien sospechaba que Ochoa no le era leal. El general fue ejecutado en 1989 después de ser hallado culpable de narcotráfico en un juicio televisado.
''Arnaldo Ochoa era probablemente el mejor amigo de Raúl'', escribió Latell. "La víspera de la ejecución . . . Raúl admitió que había flaqueado y dijo que había llorado en su oficina en el Ministerio mientras pensaba en el destino de su amigo y su familia.
Raúl Castro también ha sido vinculado con el narcotráfico. En 1993 The Miami Herald reportó que fiscales federales en Miami preparaban un encausamiento que acusaba a Raúl Castro y a otros 14 altos funcionarios cubano de confabularse durante 10 años para contrabandear cocaína colombiana a Estados Unidos a través de las aguas territoriales cubanas. El encausamiento nunca se presenté a un jurado de instrucción.
Y en el 2006 un alto oficial de inteligencia del ejecutado dictador rumano Nicolae Ceausescu alegó en un artículo de National Review que cuando Ceausescu visitó La Habana en 1972 Fidel y Raúl Castro discutieron con el gobernante cubano "un negocio bilateral de drogas''.
"Las drogas pueden hacerle más daño al imperialismo que las armas nucleares', dijo Fidel. 'Las drogas erosionarán al capitalismo desde dentro', concordó Raúl. Nunca escuché pronunciar la palabra dinero, pero ya estaba administrando el dinero que Rumania ganaba de sus actividades en el narcotráfico''.
Un antiguo asistente de la familia de Raúl Castro que ahora vive en Miami dijo que su antiguo jefe tiene más de un rostro. ''No es el monstruo frío que muchas personas piensan'', le dijo a The Miami Herald.
A Raúl Castro le gusta fiestar y disfruta de hacer chistes y escucharlos con sus amigos, es amistoso con los empleados y asistentes y mucho mejor que Fidel Castro para ocuparse de la familia, dijo el antiguo asistente. Mientras Fidel Castro no asistió al funeral de su madre, Raúl Castro era el que consolaba al resto de la familia. Rara vez se le olvida un cumpleaños.
El libro de Latell incluye las antiguas alegaciones de que Fidel y Raúl Castro son medios hermanos porque el padre biológico de Raúl Castro posiblemente era el jefe de la Guardia Rural de Birán, el poblado en la provincia de Oriente donde el patriarca de la familia, Angel Castro, tenía una finca grande.
De adulto, Raúl adquirió la reputación de darse a la bebida cuando tenía desacuerdos con Fidel. Pero un alto asistente de Raúl Castro que desertó a principios de los años 90 dijo que sólo sabía que Raúl sufría de diverticulitis, la misma enfermedad que se piensa que provocó la crisis de salud que obligó a Fidel a dejar el poder en el 2006.
Raúl Castro se casó a principios de 1959 con Vilma Espín, guerrillera, posteriormente presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y primera dama en funciones en las actividades oficiales. Espín murió el 18 de junio del 2007.
La pareja tuvo cuatro hijos --Deborah, Mariela, Nilsa y Alejandro-- y varios nietos. Mariela Castro es una conocida activista de los derechos de los homosexuales y en ocasiones pareció asumir el papel de portavoz familiar durante la convalescencia de Fidel Castro.
Como ministro de las Fuerzas Armadas, Raúl se ha mantenido al mismo nivel de su hermano mayor --y a veces medio paso adelante-- en virtualmente todo lo acontecido en la historia de la revolución.
Fue el primero de los dos que estudió el dogma comunista y el primero en viajar a la Europa comunista.
Pero el historiador británico Hugh Thomas, en su libro de 1971 The Pursuit of Freedom [En busca de la libertad], escribió que aunque muchos consideren a Raúl Castro un ''extremista'', no es un comunista comprometido. ''No era un ortodoxo; siempre ha estado influenciado más por su hermano que por sus amigos'', escribió Thomas.
Fidel Castro nombró a Raúl sucesor poco después del triunfo de la revolución en 1959, pero la decisión no se conoció ampliamente hasta 1985 en una entrevista con la revista Playboy.
''Desde el comienzo de la revolución, desde el mismo primer año, y particularmente cuando comenzamos a darnos cuenta de que la CIA tenía planes de asesinarme'', le dijo Fidel Castro a Playboy, "sugerimos la nominación de otro compañero, Raúl Castro . . . quien tomaría de inmediato la dirección. En mi opinión, el compañero escogido es el más capaz, no porque sea mi hermano, sino por su experiencia revolucionaria y sus méritos''.
Castro reiteró su decisión cuando cayó en cama en julio del 2006 debido a un sangramiento intestinal, dejando a Raúl Castro como primer secretario del partido, comandante en jefe de las fuerzas armadas y presidente de los consejos de Estado y de Ministros.
Una vez que Raúl Castro asumió el poder, se dedicó a atacar la larga lista de abrumadores problemas que enfrenta el país.
Los medios estatales cubanos de inmediato comenzaron a cubrir los problemas sociales y económicos de la isla, una señal que los expertos consideran fue la decisión de Raúl Castro de iniciar un debate público. En los primeros seis meses en el poder despidió a cuatro ministros y se informa que echó mano a un aliado para dirigir la única central obrera del país. En tres ocasiones Raúl Castro intentó un acercamiento con Washington.
En un esfuerzo por aumentar la producción de alimentos, Raúl Castro pagó la deuda del gobierno con los pequeños agricultores y aumentó los precios que los productores reciben por la leche y la carne. También hizo menos estrictas las normas de Aduanas, permitiendo la importación de productos como reproductores de DVD y piezas para automóviles, pero implementó nuevas leyes para combatir la corrupción que mantiene al país funcionando.
Sin embargo, estos cambios parecieron tentativos al principio, quizás limitados por la todavía abrumadora, aunque limitada presencia de Fidel Castro.
A diferencia de su hablador hermano, Raúl Castro no ofreció ni una sola entrevista de televisión en su primer año en el poder y sólo hizo declaraciones una vez a Granma, el diario oficial del partido.
''¿Cuándo Raúl va dejar ser un fidelista y convertirse en un raulista?'', preguntó Andy Gómez, investigador del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami. "¿Y a qué se parecerá el raulismo?''
Probablemente será más pragmático, menos conflictivo y más interesado en llegar a un acuerdo con Estados Unidos'', dijo Gómez.
''El pueblo cubano va a tener que comenzar a acostumbrarse a un tipo de líder completamente diferente'', dijo Lissette Bustamante, la periodista cubana exiliada. "Este hombre disfruta de pasar tiempo con su familia. No es la figura que hemos visto en los últimos 50 años''.
Foto de El Nuevo Herald.,
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