9 abr 2008

Robin W. Winks

Robin W. Winks: a cinco años de su muerte:
El profesor de Historia de la Universidad de Yale murió el 7 de abril del 2003 a los 72 años.
Era originario de West Lafayette, Indiana;
Obuvo en 1952 una licenciatura con honores magna cum laude en la Universidad de Colorado, donde también obtuvo un master en etnografía.
Fue becario Fulbright en Nueva Zelanda y recibió un master en estudios maoríes en la Universidad de Victoria.
También recibió un doctorado en historia por la Universidad Johns Hopkins en 1957.
Escribio más de 20 libros entre ellos; Canada and the United Stated: the Civil War Years (1960), British Imperialism: Gold, God, Glory (1963), The Historian as Detective: Essays on Evidence (1969), The Blacks in Canada: A History (1971), Modus Operandi: An Excursion into Detective Fiction.
Junto a Maureen Corrigan, escribió Mystery and Suspense Writers: The Literature of Crime, Detection and Espionage (1998), que le valió el Premio Edgard de los Escritores de Misterio de EE UU a la mejor obra crítica o biográfica.
A lo largo de su carrera fue agregado cultural de la Embajada estadounidense en Londres, presidente de la Junta Asesora del Servicio de Parques Nacionales y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores.
En 1957 ingreso como profesor de carrera en Yale, donde fue director del Berkeley College; dirigió una sociedad enológica y de crítica de whiskys para estudiantes. Su esposa, Avril Plockton Winks, decía que le horrorizaba que los estudiantes no llegaran a tener una apreciación más fina de los buenos licores.
Winks escribía con tres máquinas de escribir manuales Hermes 3000 y se decía que alcanzó una de las mayores velocidades de mecanografiado de las que se tenía constancia en Colorado durante sus años de instituto.
La obra que le hizo célebre fue Cloak and Gown: Scholars in the Secret War, 1939-1961, que cosechó un gran éxito e interés al revelar hasta qué grado las agencias de espionaje estadounidenses habían reclutado a profesores y estudiantes de las ocho universidades más prestigiosas del país.
En ese libro, publicado en 1987, afirmaba que la Oficina de Servicios Estratégicos, y posteriormente la CIA, escudriñaron Yale porque estaba repleto de "individuos idiosincrásicos, el tipo de persona con rara curiosidad y conocimiento particular, el pensador audaz que ha ido más allá de los sistemas conocidos y la opinión ortodoxa para ensayar y descubrir".
Expone en detalle las carreras de James Jesus Angleton, que llegó a ser el director de Contraespionaje de la CIA, y Norman Holmes Pearson, un profesor universitario que realizó labores de contraespionaje para la OSS en Inglaterra.
Al establecer el vínculo, Winks observó también dos estatuas de Nathan Hale, el licenciado de Yale y espía de la Guerra Revolucionaria: una en el campus de New Haven y otra en el cuartel general de la CIA, en Langley, Virginia.
Con información de Adam Bernstein; Robin Winks, el historiador del espionaje; El País, 13/04/2003.

No hay comentarios.:

Las columnas políticas hoy, sábado 27 de abril de 2024

Identifican a espías de Xóchitl; eran orejas del   Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cuyo jefe es el general  Audomaro Martínez Zapata, ...