Serpientes y Escaleras/Salvador García Soto
Publicado en El Universal, 13 de mayo de 2008;
El ocaso de ‘El Chapo’A juzgar por las condiciones en que se encuentra —prófugo y con dificultades para operar por estar a salto de mata ante las acciones federales— está en situación de debilidad
Asediado, debilitado (¿?) y a salto de mata por la persecución federal en su contra, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como El Chapo, enfrenta en estos momentos una fuerte rebelión interna en su grupo delictivo, por parte de los hermanos Beltrán Leyva, que intentan darle golpe de estado y disputarle la jefatura del cártel de Sinaloa.La guerra intestina en la organización más fuerte del narcotráfico en México es lo que ha provocado la violencia desbordada que se vive en Sinaloa, marcadamente en su capital, Culiacán, y que repercute también en otras plazas del país, donde el dividido cártel sinaloense enfrenta al mismo tiempo embestidas de otros grupos que eran sus aliados, como el cártel de Juárez, que intenta sacarlos de Chihuahua, o golpes de sus eternos enemigos Los Zetas, que hoy comandan el cártel del Golfo.
Las ejecuciones de familiares cercanos a El Chapo Guzmán, como su hijo Édgar Guzmán, y su sobrino César Ariel Loera Guzmán, acribillados el jueves pasado en una balacera en Culiacán, forman parte de la lucha intestina por el control del cártel de Sinaloa y fueron directamente ordenadas y ejecutadas por los hermanos Beltrán Leyva. Y es casi seguro que la detención ayer de Alfonso Gutiérrez Loera, primo de El Chapo, haya sido porque al pariente “lo pusieron” los mismos que intentan desplazar al actual capo sinaloense.
José Alfredo, Marco Arturo y/o Alberto y Carlos Beltrán Leyva son identificados como Los Tres Caballeros y nacieron en el estado de Sinaloa. Con Alfredo El Mochomo a la cabeza, se iniciaron en el mundo del narcotráfico al lado de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, pero a la muerte de éste, se aliaron con El Chapo Guzmán y se volvieron sus operadores de mayor confianza. Los Beltrán fueron pieza clave para la creación de La Federación, una suerte de “sindicato de capos” en el que se aliaron los cárteles de Sinaloa, el de Juárez y el de Tijuana, encabezados por El Chapo Guzmán, Vicente Carrillo Fuentes e Ismael El Mayo Zambada.
Hoy esos mismos “hombres de confianza” han decidido que no quieren seguir bajo las órdenes de Joaquín Guzmán y, aprovechando la debilidad que le genera estarse moviendo de un lugar a otro para evitar ser capturado por las fuerzas federales, han iniciado la rebelión en contra de El Chapo, para disputarle el control del cártel y del territorio de Sinaloa, por lo que lanzaron la ofensiva contra la familia y los prestanombres de El Chapo.
Actualmente los hermanos Beltrán Leyva controlan el corredor de drogas de Sonora-Arizona, uno de los más fuertes en el territorio nacional, y manejan la siembra de enervantes en el llamado Cuadrilátero del Diablo, como se nombra a la sierra común entre Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Durango, desde donde mueven estupefacientes a pistas ubicadas en la sierra de Tesopaco, Quiriego, Tepoca o el Valle del Yaqui, y de ahí la envían a Estados Unidos.
En el gobierno federal atribuyen a esta guerra por el control del cártel de Sinaloa las ejecuciones y violencia de los últimos días en Culiacán, y manejan un escenario según el cual los enfrentamientos entre los Beltrán Leyva y El Chapo van a seguir y se recrudecerán porque se trata de pugnas al estilo de las mafias, que no sólo afectarán a Sinaloa sino a otras ciudades del país donde el grupo sinaloense tiene actividad.
En ese sentido, estiman fuentes gubernamentales, las pugnas de los capos sinaloenses aumentarán el nivel de violencia y obligan al Estado a actuar con refuerzos como los que ya se enviaron a Culiacán; sin embargo, lo que también prevén en la Procuraduría es que, en su esfuerzo por aniquilarse unos a otros y quedarse con el control del cártel, los Beltrán y los Guzmán Loera terminen por dar información a las autoridades que lleve a la captura del otro.
Y, a juzgar por las condiciones en que se encuentra en los últimos meses, prófugo y con dificultades para operar porque tiene que desplazarse continuamente para rehuir los operativos en su contra, El Chapo está en condiciones de debilidad para enfrentar el embate de sus antiguos operadores. Es posible que asistamos al ocaso del capo que llegó a dominar la escena del narcotráfico mexicano y continental, el mismo que se fugó extrañamente del penal de “máxima seguridad” de Puente Grande, que pareció recibir protección en el sexenio foxista y que en algún momento hasta despertó admiración en funcionarios de gobierno como el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, que lo calificó de “brillante e inteligente”.
NOTAS INDISCRETAS… Mientras Ulises Ruiz acude un día sí y el otro también a quejarse con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, las investigaciones sobre los dos desaparecidos del EPR continúan avanzando y aunque la tesis principal apunta a Jorge Franco, el ex secretario de Gobierno de Oaxaca, en la SIEDO aún no tienen todos los elementos para comprobar que Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez fueron desaparecidos por la Policía Ministerial de Oaxaca, bajo el mando de Ulises. Eso sí, la presión por que se presente un informe de esas indagatorias aumenta conforme se acerca el 24 de mayo, aniversario del último día que los dos eperristas fueron vistos con vida. ¿Podrá el gobierno esclarecer el caso antes de esa fecha en la que los órganos de inteligencia temen que pueda haber nuevos bombazos del EPR?... Anoche los priístas seguían hechos bolas por su posicionamiento en torno de la reforma energética. Hoy se verá si sus muchos intereses cruzados en el tema los dejaron ponerse de acuerdo o si, como es su costumbre, se presentan al debate energético con una posición ambigua y simuladora para no ahondar sus divisiones internas… Los dados traen enjundia. Escalera doble para iniciar semana. sgarciasoto@hotmail.com
salvador.garcia@eluniversal.com.mx
Asediado, debilitado (¿?) y a salto de mata por la persecución federal en su contra, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como El Chapo, enfrenta en estos momentos una fuerte rebelión interna en su grupo delictivo, por parte de los hermanos Beltrán Leyva, que intentan darle golpe de estado y disputarle la jefatura del cártel de Sinaloa.La guerra intestina en la organización más fuerte del narcotráfico en México es lo que ha provocado la violencia desbordada que se vive en Sinaloa, marcadamente en su capital, Culiacán, y que repercute también en otras plazas del país, donde el dividido cártel sinaloense enfrenta al mismo tiempo embestidas de otros grupos que eran sus aliados, como el cártel de Juárez, que intenta sacarlos de Chihuahua, o golpes de sus eternos enemigos Los Zetas, que hoy comandan el cártel del Golfo.
Las ejecuciones de familiares cercanos a El Chapo Guzmán, como su hijo Édgar Guzmán, y su sobrino César Ariel Loera Guzmán, acribillados el jueves pasado en una balacera en Culiacán, forman parte de la lucha intestina por el control del cártel de Sinaloa y fueron directamente ordenadas y ejecutadas por los hermanos Beltrán Leyva. Y es casi seguro que la detención ayer de Alfonso Gutiérrez Loera, primo de El Chapo, haya sido porque al pariente “lo pusieron” los mismos que intentan desplazar al actual capo sinaloense.
José Alfredo, Marco Arturo y/o Alberto y Carlos Beltrán Leyva son identificados como Los Tres Caballeros y nacieron en el estado de Sinaloa. Con Alfredo El Mochomo a la cabeza, se iniciaron en el mundo del narcotráfico al lado de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, pero a la muerte de éste, se aliaron con El Chapo Guzmán y se volvieron sus operadores de mayor confianza. Los Beltrán fueron pieza clave para la creación de La Federación, una suerte de “sindicato de capos” en el que se aliaron los cárteles de Sinaloa, el de Juárez y el de Tijuana, encabezados por El Chapo Guzmán, Vicente Carrillo Fuentes e Ismael El Mayo Zambada.
Hoy esos mismos “hombres de confianza” han decidido que no quieren seguir bajo las órdenes de Joaquín Guzmán y, aprovechando la debilidad que le genera estarse moviendo de un lugar a otro para evitar ser capturado por las fuerzas federales, han iniciado la rebelión en contra de El Chapo, para disputarle el control del cártel y del territorio de Sinaloa, por lo que lanzaron la ofensiva contra la familia y los prestanombres de El Chapo.
Actualmente los hermanos Beltrán Leyva controlan el corredor de drogas de Sonora-Arizona, uno de los más fuertes en el territorio nacional, y manejan la siembra de enervantes en el llamado Cuadrilátero del Diablo, como se nombra a la sierra común entre Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Durango, desde donde mueven estupefacientes a pistas ubicadas en la sierra de Tesopaco, Quiriego, Tepoca o el Valle del Yaqui, y de ahí la envían a Estados Unidos.
En el gobierno federal atribuyen a esta guerra por el control del cártel de Sinaloa las ejecuciones y violencia de los últimos días en Culiacán, y manejan un escenario según el cual los enfrentamientos entre los Beltrán Leyva y El Chapo van a seguir y se recrudecerán porque se trata de pugnas al estilo de las mafias, que no sólo afectarán a Sinaloa sino a otras ciudades del país donde el grupo sinaloense tiene actividad.
En ese sentido, estiman fuentes gubernamentales, las pugnas de los capos sinaloenses aumentarán el nivel de violencia y obligan al Estado a actuar con refuerzos como los que ya se enviaron a Culiacán; sin embargo, lo que también prevén en la Procuraduría es que, en su esfuerzo por aniquilarse unos a otros y quedarse con el control del cártel, los Beltrán y los Guzmán Loera terminen por dar información a las autoridades que lleve a la captura del otro.
Y, a juzgar por las condiciones en que se encuentra en los últimos meses, prófugo y con dificultades para operar porque tiene que desplazarse continuamente para rehuir los operativos en su contra, El Chapo está en condiciones de debilidad para enfrentar el embate de sus antiguos operadores. Es posible que asistamos al ocaso del capo que llegó a dominar la escena del narcotráfico mexicano y continental, el mismo que se fugó extrañamente del penal de “máxima seguridad” de Puente Grande, que pareció recibir protección en el sexenio foxista y que en algún momento hasta despertó admiración en funcionarios de gobierno como el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, que lo calificó de “brillante e inteligente”.
NOTAS INDISCRETAS… Mientras Ulises Ruiz acude un día sí y el otro también a quejarse con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, las investigaciones sobre los dos desaparecidos del EPR continúan avanzando y aunque la tesis principal apunta a Jorge Franco, el ex secretario de Gobierno de Oaxaca, en la SIEDO aún no tienen todos los elementos para comprobar que Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez fueron desaparecidos por la Policía Ministerial de Oaxaca, bajo el mando de Ulises. Eso sí, la presión por que se presente un informe de esas indagatorias aumenta conforme se acerca el 24 de mayo, aniversario del último día que los dos eperristas fueron vistos con vida. ¿Podrá el gobierno esclarecer el caso antes de esa fecha en la que los órganos de inteligencia temen que pueda haber nuevos bombazos del EPR?... Anoche los priístas seguían hechos bolas por su posicionamiento en torno de la reforma energética. Hoy se verá si sus muchos intereses cruzados en el tema los dejaron ponerse de acuerdo o si, como es su costumbre, se presentan al debate energético con una posición ambigua y simuladora para no ahondar sus divisiones internas… Los dados traen enjundia. Escalera doble para iniciar semana. sgarciasoto@hotmail.com
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