Editorial de El Tiempo -9/06/2008- sobre las declaraciones de Chávez en Aló Presidente.
¿Quién lo entiende?
El presidente Hugo Chávez no deja de sorprender. Su declaración del domingo en la que les dice a las Farc que dejen la lucha armada y liberen a todos los secuestrados "a cambio de nada" dejó mudo a más de uno. No es para menos. Es como un triple salto mortal frente a sus hasta hace poco encendidos llamados a dar estatus de beligerancia política a esa guerrilla y salidas como pedir un minuto de silencio por la muerte de 'Raúl Reyes'.
¿Qué hay detrás? ¿Un viraje estratégico del impetuoso coronel-presidente? ¿Una reiterada decepción con el comportamiento de las Farc? ¿Un pasajero cambio de ánimo? ¿Se estará adelantando a eventuales cambios con la llegada de 'Alfonso Cano' a la jefatura de las Farc o a una posible liberación de secuestrados? ¿Será más bien una simple táctica preventiva frente a lo que se le puede venir desde Estados Unidos a raíz de los computadores de 'Reyes'?
Todo es posible con tan imprevisible y emotivo personaje. Lo que no se puede es negar el impacto de sus declaraciones, frente a las cuales el gobierno colombiano reaccionó con evidente estupor y explicable cautela.
Más allá de su reconocida teatralidad, en especial cuando improvisa desde su programa Aló, Presidente, no debe mirarse como una simple ocurrencia que el Presidente de Venezuela -cuyas palabras sigue con atención buena parte de la izquierda latinoamericana- proclame que "la guerra de guerrillas pasó a la historia". En lo que retoma una vieja tesis de Fidel Castro, su mentor, y otra, más reciente, de Evo Morales, su pupilo. Y que a eso añada que la guerrilla más vieja debe renunciar al secuestro y liberar a sus rehenes es saltar del acuerdo humanitario, que tanto ha defendido, a la demanda de liberación unilateral, con el argumento de que allanaría el camino hacia la solución del conflicto colombiano.
Sus palabras podrían ser adelanto de un eventual cambio en los "inamovibles" de las Farc (que eran de 'Tirofijo') sobre el canje. Se ha rumorado en estos días que habría contactos de algunos colombianos con 'Alfonso Cano' y que estaría en camino una nueva liberación de secuestrados. Nada fácil que se dé tan pronto un cambio estratégico en las Farc, pero si alguien lo sabría de antemano, sería Chávez. Lo que le serviría para posicionarlo nuevamente como factor de peso en la resolución del conflicto colombiano.
El fantasma de los computadores tampoco debe menospreciarse. Aunque Chávez los ha fustigado, se oyen crecientes voces internacionales que piden investigar lo que de ahí ha salido en su contra. Lo que puede resultar muy dañino para un presidente que en noviembre enfrenta unas cruciales elecciones locales, después de perder un referendo, con la oposición ganando puntos y el chavismo emproblemado con denuncias sobre manejos corruptos de la familia presidencial en el estado de Barinas.
Otra de sus frases puede dar más pistas: "Ustedes -dijo a las Farc-se han convertido en una excusa del Imperio para amenazarnos a todos". En esto, Chávez refleja quizá un interés propio, distinto del de las Farc, de no darle 'papaya' innecesaria a Estados Unidos.
Caben muchas especulaciones sobre el viraje de Chávez. Sin hacerse ilusiones, Colombia debe tomar nota y esperar que sea cierto. Porque, si el vecino mandatario resulta fiel a su palabra, habría que pensar bien cómo seguir manejando el espinoso asunto de los computadores. Y, en general, la relación con el imprevisible coronel.
editorial@eltiempo.com.co
El presidente Hugo Chávez no deja de sorprender. Su declaración del domingo en la que les dice a las Farc que dejen la lucha armada y liberen a todos los secuestrados "a cambio de nada" dejó mudo a más de uno. No es para menos. Es como un triple salto mortal frente a sus hasta hace poco encendidos llamados a dar estatus de beligerancia política a esa guerrilla y salidas como pedir un minuto de silencio por la muerte de 'Raúl Reyes'.
¿Qué hay detrás? ¿Un viraje estratégico del impetuoso coronel-presidente? ¿Una reiterada decepción con el comportamiento de las Farc? ¿Un pasajero cambio de ánimo? ¿Se estará adelantando a eventuales cambios con la llegada de 'Alfonso Cano' a la jefatura de las Farc o a una posible liberación de secuestrados? ¿Será más bien una simple táctica preventiva frente a lo que se le puede venir desde Estados Unidos a raíz de los computadores de 'Reyes'?
Todo es posible con tan imprevisible y emotivo personaje. Lo que no se puede es negar el impacto de sus declaraciones, frente a las cuales el gobierno colombiano reaccionó con evidente estupor y explicable cautela.
Más allá de su reconocida teatralidad, en especial cuando improvisa desde su programa Aló, Presidente, no debe mirarse como una simple ocurrencia que el Presidente de Venezuela -cuyas palabras sigue con atención buena parte de la izquierda latinoamericana- proclame que "la guerra de guerrillas pasó a la historia". En lo que retoma una vieja tesis de Fidel Castro, su mentor, y otra, más reciente, de Evo Morales, su pupilo. Y que a eso añada que la guerrilla más vieja debe renunciar al secuestro y liberar a sus rehenes es saltar del acuerdo humanitario, que tanto ha defendido, a la demanda de liberación unilateral, con el argumento de que allanaría el camino hacia la solución del conflicto colombiano.
Sus palabras podrían ser adelanto de un eventual cambio en los "inamovibles" de las Farc (que eran de 'Tirofijo') sobre el canje. Se ha rumorado en estos días que habría contactos de algunos colombianos con 'Alfonso Cano' y que estaría en camino una nueva liberación de secuestrados. Nada fácil que se dé tan pronto un cambio estratégico en las Farc, pero si alguien lo sabría de antemano, sería Chávez. Lo que le serviría para posicionarlo nuevamente como factor de peso en la resolución del conflicto colombiano.
El fantasma de los computadores tampoco debe menospreciarse. Aunque Chávez los ha fustigado, se oyen crecientes voces internacionales que piden investigar lo que de ahí ha salido en su contra. Lo que puede resultar muy dañino para un presidente que en noviembre enfrenta unas cruciales elecciones locales, después de perder un referendo, con la oposición ganando puntos y el chavismo emproblemado con denuncias sobre manejos corruptos de la familia presidencial en el estado de Barinas.
Otra de sus frases puede dar más pistas: "Ustedes -dijo a las Farc-
Caben muchas especulaciones sobre el viraje de Chávez. Sin hacerse ilusiones, Colombia debe tomar nota y esperar que sea cierto. Porque, si el vecino mandatario resulta fiel a su palabra, habría que pensar bien cómo seguir manejando el espinoso asunto de los computadores. Y, en general, la relación con el imprevisible coronel.
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