Martes, 7 de Octubre de 2008;
El Presidente Calderón inaugura la primera reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública en las Américas,
Lugar Salón Castillo, Hotel Presidente Intercontinental, Ciudad de México.
A partir de hoy y durante dos días gobiernos de 34 países de América Latina y El Caribe se comprometerán a incrementar el intercambio de información, capacitación y estrategias para fortalecer la lucha contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y armas, la trata de personas, el lavado de dinero, la corrupción, el terrorismo, el secuestro y los delitos asociados al uso de tecnologías.
En esta primera Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas, ministros de seguridad intercambiarán planes y proyectos, partiendo, entre otras cosas, de la necesidad de actuar ante la probabilidad de que las actividades de la delincuencia organizada transnacional sean utilizadas por terroristas para financiar y facilitar sus actividades criminales.
En esta primera Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas, ministros de seguridad intercambiarán planes y proyectos, partiendo, entre otras cosas, de la necesidad de actuar ante la probabilidad de que las actividades de la delincuencia organizada transnacional sean utilizadas por terroristas para financiar y facilitar sus actividades criminales.
Discurso del Presidente en la cerrmonia de Inauguración
Dijo:
"Toda nación que aspire al desarrollo debe garantizar a la sociedad un entorno de libertades y de seguridad pública; esa es la primera obligación del Estado.
La OEA, señala que mientras que el promedio mundial es de cinco homicidios por cada cien mil habitantes, en América Latina tenemos una tasa de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
La más reciente encuesta de Latinobarómetro muestra que, mientras en 1995 el 29% de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, para 2007 el porcentaje se elevó al 38 por ciento. La misma encuesta arroja que el 73 por ciento de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos.
"Una estimación reciente de las ONU y del Banco Mundial nos dice que a pesar de que esta región sólo representa el ocho por ciento de la población global, el 75 por ciento de los secuestros del mundo tuvieron lugar en esta región.
Agregó el Presidente que "la inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones, sino que tiene efectos negativos en la productividad, el empleo, el consumo y, desde luego, la confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo (....) "El Banco Interamericano de Desarrollo estima que la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año,...
"La cooperación internacional, por lo mismo, forma parte integral de una Estrategia Nacional de Seguridad que hemos puesto en marcha en México, y que cuenta con cinco grandes ejes ( a saber):Primero. Los operativos conjuntos, con los cuales estamos combatiendo de manera frontal la amenaza de las bandas criminales, en las regiones más asediadas por la delincuencia y donde pretendían establecer su poder y su ley...,
Segundo. La Estrategia de Desarticulación de las Redes Operativas y Financieras de la Delincuencia Organizada (...) En el último año México logró, entre otras cosas, el mayor decomiso, en una sola operación, de cocaína que se tenga registro, casi 25 toneladas en un embarque. Y también el mayor decomiso de dinero en efectivo que se tenga registro: 205 millones de dólares en efectivo, en una sola operación.
Tercero. La Estrategia Limpiemos México, que es una estrategia en el orden preventivo, con el cual estamos empeñados, en una vertiente, en rescatar y proteger a las escuelas de nuestros hijos. (...)
Cuarto punto de la estrategia. El fortalecimiento y depuración de los cuerpos policíacos. (el asunto es que el Presidente le apuesta a los controles de Confianza, los cales por cierto no son tan seguros - ver mi artículo Controles de confianza /Publicado en Código Topo, suplemento de Excélsior, número 1, lunes 6 de octubre de 2008) Por eso estamos evaluando a los policías, ministerios públicos, a través de un ejercicio constante de exámenes de control de confianza, comenzando por los niveles más altos, a fin de que sean cooptados por las organizaciones criminales...
Quinto. La cooperación internacional, ya que las redes de la delincuencia organizada no conocen fronteras y representan una amenaza común para todos los países. Debemos reforzar nuestros instrumentos y mecanismos de cooperación ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.Sobre este último eje me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones (...)
"Afortunadamente la Iniciativa Mérida fue aprobada y con ello tenemos un importante avance en el combate al crimen transnacional bajo principios de responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y confianza mutua (...) Tenemos que ir mucho más aprisa para que esos recursos disponibles, que se traducirán en mejor información e inteligencia, mejor armamento y mejores mecanismos de supervisión contra la criminalidad, puedan ejercerse cuanto antes, porque la delincuencia no espera los procedimientos burocráticos.
"Para México es momento de que la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional.
Subrayó finalmente:
"Reitero el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en el combate al narcotráfico y la delincuencia. Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganan, precisamente, con información, con inteligencia y con tecnología.
En tanto el secretario general de OEA José Miguel Insulza, abogó por la creación de un organismo permanente para discutir de forma periódica los problemas de seguridad pública que afectan al continente.
Dijo:
"La integridad misma del Estado, de las instituciones democráticas, se ven severamente amenazadas por la extensión, poder e influencia del fenómeno delictual.
La mayor parte de la violencia que se ejerce contra las personas y los homicidios que se cometen se relacionan con el tráfico de drogas y, en general, con la acción del crimen organizado.
"El Sistema Interamericano cuenta, en el ámbito de la seguridad pública, con instrumentos para hacer frente al fenómeno multinacional que nos acompaña.
"Existen instancias hemisféricas como la Convención Interamericana contra la Fabricación Ilícita y Tráfico de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos; la Comisión Interamericana contra el Control del Abuso de Drogas; el Plan Hemisférico contra la Delincuencia Organizada Transnacional y la Reunión de Ministros de Justicia o Procuradores Generales de las Américas.
"La Comisión Interamericana de Derechos Humanos desarrolla un estudio sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, que incluye la realización de consultas a los Estados miembros, a organizaciones de la sociedad civil, a reconocidos expertos regionales e internacionales, que será de gran utilidad para el diseño e implementación de las políticas de seguridad pública democrática de los Estados miembros.Y, sin embargo, no tenemos aún mecanismos de discusión de las políticas globales de seguridad pública. Nuestras suficientes necesidades en este campo nos exigen un espacio permanente y acuerdos hemisféricos para identificar raíces más profundas del fenómeno global y alcanzar consensos y acciones coordinadas para enfrentarlo.
Dijo:
"Toda nación que aspire al desarrollo debe garantizar a la sociedad un entorno de libertades y de seguridad pública; esa es la primera obligación del Estado.
La OEA, señala que mientras que el promedio mundial es de cinco homicidios por cada cien mil habitantes, en América Latina tenemos una tasa de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
La más reciente encuesta de Latinobarómetro muestra que, mientras en 1995 el 29% de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, para 2007 el porcentaje se elevó al 38 por ciento. La misma encuesta arroja que el 73 por ciento de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos.
"Una estimación reciente de las ONU y del Banco Mundial nos dice que a pesar de que esta región sólo representa el ocho por ciento de la población global, el 75 por ciento de los secuestros del mundo tuvieron lugar en esta región.
Agregó el Presidente que "la inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones, sino que tiene efectos negativos en la productividad, el empleo, el consumo y, desde luego, la confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo (....) "El Banco Interamericano de Desarrollo estima que la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año,...
"La cooperación internacional, por lo mismo, forma parte integral de una Estrategia Nacional de Seguridad que hemos puesto en marcha en México, y que cuenta con cinco grandes ejes ( a saber):Primero. Los operativos conjuntos, con los cuales estamos combatiendo de manera frontal la amenaza de las bandas criminales, en las regiones más asediadas por la delincuencia y donde pretendían establecer su poder y su ley...,
Segundo. La Estrategia de Desarticulación de las Redes Operativas y Financieras de la Delincuencia Organizada (...) En el último año México logró, entre otras cosas, el mayor decomiso, en una sola operación, de cocaína que se tenga registro, casi 25 toneladas en un embarque. Y también el mayor decomiso de dinero en efectivo que se tenga registro: 205 millones de dólares en efectivo, en una sola operación.
Tercero. La Estrategia Limpiemos México, que es una estrategia en el orden preventivo, con el cual estamos empeñados, en una vertiente, en rescatar y proteger a las escuelas de nuestros hijos. (...)
Cuarto punto de la estrategia. El fortalecimiento y depuración de los cuerpos policíacos. (el asunto es que el Presidente le apuesta a los controles de Confianza, los cales por cierto no son tan seguros - ver mi artículo Controles de confianza /Publicado en Código Topo, suplemento de Excélsior, número 1, lunes 6 de octubre de 2008) Por eso estamos evaluando a los policías, ministerios públicos, a través de un ejercicio constante de exámenes de control de confianza, comenzando por los niveles más altos, a fin de que sean cooptados por las organizaciones criminales...
Quinto. La cooperación internacional, ya que las redes de la delincuencia organizada no conocen fronteras y representan una amenaza común para todos los países. Debemos reforzar nuestros instrumentos y mecanismos de cooperación ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.Sobre este último eje me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones (...)
"Afortunadamente la Iniciativa Mérida fue aprobada y con ello tenemos un importante avance en el combate al crimen transnacional bajo principios de responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y confianza mutua (...) Tenemos que ir mucho más aprisa para que esos recursos disponibles, que se traducirán en mejor información e inteligencia, mejor armamento y mejores mecanismos de supervisión contra la criminalidad, puedan ejercerse cuanto antes, porque la delincuencia no espera los procedimientos burocráticos.
"Para México es momento de que la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional.
Subrayó finalmente:
"Reitero el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en el combate al narcotráfico y la delincuencia. Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganan, precisamente, con información, con inteligencia y con tecnología.
En tanto el secretario general de OEA José Miguel Insulza, abogó por la creación de un organismo permanente para discutir de forma periódica los problemas de seguridad pública que afectan al continente.
Dijo:
"La integridad misma del Estado, de las instituciones democráticas, se ven severamente amenazadas por la extensión, poder e influencia del fenómeno delictual.
La mayor parte de la violencia que se ejerce contra las personas y los homicidios que se cometen se relacionan con el tráfico de drogas y, en general, con la acción del crimen organizado.
"El Sistema Interamericano cuenta, en el ámbito de la seguridad pública, con instrumentos para hacer frente al fenómeno multinacional que nos acompaña.
"Existen instancias hemisféricas como la Convención Interamericana contra la Fabricación Ilícita y Tráfico de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos; la Comisión Interamericana contra el Control del Abuso de Drogas; el Plan Hemisférico contra la Delincuencia Organizada Transnacional y la Reunión de Ministros de Justicia o Procuradores Generales de las Américas.
"La Comisión Interamericana de Derechos Humanos desarrolla un estudio sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, que incluye la realización de consultas a los Estados miembros, a organizaciones de la sociedad civil, a reconocidos expertos regionales e internacionales, que será de gran utilidad para el diseño e implementación de las políticas de seguridad pública democrática de los Estados miembros.Y, sin embargo, no tenemos aún mecanismos de discusión de las políticas globales de seguridad pública. Nuestras suficientes necesidades en este campo nos exigen un espacio permanente y acuerdos hemisféricos para identificar raíces más profundas del fenómeno global y alcanzar consensos y acciones coordinadas para enfrentarlo.
****
Discurso integro del Presidente en la cermonia de Inauguración
Muy buenos días a todos.
Muy estimado doctor José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos.
Muchísimas gracias por su visita a México, que nos honra, muchísimas gracias también por sus palabras.
Distinguidos ministros y secretarios de seguridad pública.
Distinguidos procuradores de justicia de las Américas.
Amigas y amigos.
Toda nación que aspire al desarrollo debe garantizar a la sociedad un entorno de libertades y de seguridad pública; esa es la primera obligación del Estado.
Por eso me da mucho gusto acompañarles en esta Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, porque para México es un honor ser el anfitrión de un foro tan importante que, estoy seguro, tendrá una relevancia para nuestras sociedades a fin de que puedan avanzar hacia el desarrollo de un clima de paz y de orden.
Saludo con afecto a todos los funcionarios e integrantes de las fuerzas del orden de 34 países integrantes de la Organización de Estados Americanos, que nos acompañan.
Nuestro continente y muy especialmente América Latina y el Caribe tienen, en la preservación de la seguridad pública, quizá su desafío más importante.
En primer lugar. La tasa de homicidios en la región está entre las más elevadas del mundo si no es que la más elevada.
La OEA, a reserva de las conclusiones y los estudios que presentará don Miguel Insulza, posteriormente en esta reunión; la OEA señala que mientras que el promedio mundial es de cinco homicidios por cada cien mil habitantes, en América Latina tenemos una tasa de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
En segundo lugar. La incidencia delictiva también ha mostrado en nuestra región un aumento significativo en la última década.
La más reciente encuesta de Latinobarómetro muestra que, mientras en 1995 el 29 por ciento de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, para 2007 el porcentaje se elevó al 38 por ciento. La misma encuesta arroja que el 73 por ciento de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos.
En tercer lugar. La violencia con la que operan la delincuencia y el crimen organizado también se ha incrementado, lastimando a nuestras sociedades con delitos como el secuestro.
Una estimación reciente de las Naciones Unidas y del Banco Mundial nos dice que a pesar de que esta región sólo representa el ocho por ciento de la población global, el 75 por ciento de los secuestros del mundo tuvieron lugar en esta región.
En cuarto lugar. La inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones, sino que tiene efectos negativos en la productividad, el empleo, el consumo y, desde luego, la confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo de las naciones. Ello, agregándole el costo que en sí mismo representa para una sociedad el temor o la falta de seguridad.
El Banco Interamericano de Desarrollo estima que la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año, lo cual tiene un impacto negativo en las posibilidades de desarrollo de nuestras naciones, que sufren todavía las inclemencias de la pobreza, de la ignorancia y de la marginación.
Estoy convencido que si queremos construir un continente próspero, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, tenemos que enfrentar de manera integral y coordinada el problema de la delincuencia.
Es necesario que las naciones del continente unamos esfuerzos para mejorar nuestros instrumentos en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Por ello es muy positivo que en esta Reunión Ministerial se traten temas como el fortalecimiento y el mejoramiento de las instituciones de seguridad, la prevención del delito y la cooperación internacional.
A este respecto, insisto en que nuestra lucha común sólo podrá tener a plenitud los frutos esperados si actuamos de manera coordinada entre todos los países de la región, si logramos atacar simultáneamente no sólo el tráfico de drogas, sino el mercado de drogas en su integralidad, es decir, atacando la oferta, como lo estamos haciendo en México; pero también es fundamental que se ataque el consumo y la demanda en el mayor mercado del mundo, que está precisamente en América.
La cooperación internacional, por lo mismo, forma parte integral de una Estrategia Nacional de Seguridad que hemos puesto en marcha en México, y que cuenta con cinco grandes ejes:
Primero. Los operativos conjuntos, con los cuales estamos combatiendo de manera frontal la amenaza de las bandas criminales, en las regiones más asediadas por la delincuencia y donde pretendían establecer su poder y su ley.
No hemos escatimado ningún esfuerzo ni recurso para apoyar a los gobiernos locales en México, utilizando el poder del Estado, incluyendo a las Fuerzas Armadas y a la Policía Federal para recuperar la seguridad.
Segundo. La Estrategia de Desarticulación de las Redes Operativas y Financieras de la Delincuencia Organizada. No sólo estamos capturando a los capos de las bandas más peligrosas, sino también hemos asestado golpes importantes a sus estructuras económicas, limitando así su poder.
En el último año México logró, entre otras cosas, el mayor decomiso, en una sola operación, de cocaína que se tenga registro, casi 25 toneladas en un embarque. Y también el mayor decomiso de dinero en efectivo que se tenga registro: 205 millones de dólares en efectivo, en una sola operación.
Tercero. La Estrategia Limpiemos México, que es una estrategia en el orden preventivo, con el cual estamos empeñados, en una vertiente, en rescatar y proteger a las escuelas de nuestros hijos.
El Programa Escuela Segura busca integrar a los padres de familia, a los maestros y a las autoridades locales para tener no sólo escuelas, sino comunidades seguras, libres de drogas y de violencia alrededor de las escuelas.
Recuperar espacios públicos que hoy están en manos de la delincuencia y, en consecuencia, estamos limpiando, mejorando, estableciendo canchas deportivas, parques recreativos y entregando estos espacios a la ciudadanía organizada.
Y, finalmente, haciendo también un esfuerzo sin precedentes en la prevención y el tratamiento de adicciones entre los jóvenes y los adolescentes.
Cuarto punto de la estrategia. El fortalecimiento y depuración de los cuerpos policíacos. Decía un líder político en México ya fallecido, que para combatir la corrupción no hay que olvidar que las escaleras deben barrerse de arriba para abajo.
Y estamos haciendo un esfuerzo de depuración en todos los cuerpos policíacos y ministeriales del país, empezando por los del orden federal, y queremos hacerlo en los del orden local y municipal, porque estamos plenamente conscientes que sin una policía confiable y comprometida, la lucha por la seguridad no rendirá fruto.
Por eso estamos evaluando a los policías, ministerios públicos, a través de un ejercicio constante de exámenes de control de confianza, comenzando por los niveles más altos, a fin de que sean cooptados por las organizaciones criminales.
Sabemos que sólo es posible ganar la batalla a la delincuencia con policías y ministerios públicos de probada honestidad, altamente capacitados y mejor equipados.
Quinto. La cooperación internacional, ya que las redes de la delincuencia organizada no conocen fronteras y representan una amenaza común para todos los países.
Debemos reforzar nuestros instrumentos y mecanismos de cooperación ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.
Sobre este último eje me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones.
México ha impulsado la interlocución con gobiernos e instancias internacionales para formar un frente común contra el crimen organizado transfronterizo.
En América Latina se han fortalecido los mecanismos de cooperación y los lazos institucionales.
Afortunadamente la Iniciativa Mérida fue aprobada y con ello tenemos un importante avance en el combate al crimen transnacional bajo principios de responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y confianza mutua.
Tenemos que ir mucho más aprisa para que esos recursos disponibles, que se traducirán en mejor información e inteligencia, mejor armamento y mejores mecanismos de supervisión contra la criminalidad, puedan ejercerse cuanto antes, porque la delincuencia no espera los procedimientos burocráticos.
Para México es momento de que la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional.
Ésta cuenta ahora con más recursos y armamento de gran capacidad de fuego, lo que ha incrementado su acción cruel y violenta sobre la sociedad.
Es importante que iniciativas como éstas se trasladen también a nivel continental porque continental es el problema de la criminalidad y la delincuencia organizada.
Por eso reitero mi llamado a los Estados Unidos para que, junto con México y otros países de América Latina, especialmente en la región, pongamos un alto a los flujos de armamento y de dinero que han permitido a la delincuencia operar con una lógica de violencia con alto impacto en nuestra sociedad.
También, en un año diez meses, el Gobierno Federal a mi cargo ha decomisado más de 15 mil armas, desde pistolas hasta lanza misiles, y casi mil 800 granadas de mano.
Ningún país que se sume decididamente al compromiso de combatir al crimen organizado transnacional puede permanecer al margen de la lucha contra el tráfico ilícito de armas y de dinero.
También tenemos avances en el frente de la cooperación con las naciones de Centro y Sudamérica. En abril del año pasado, acordamos la creación de un mecanismo de diálogo y una estrategia regional contra el crimen organizado transnacional con los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana, el SICA.
El objetivo es generar protocolos de alerta temprana que permitan combatir de forma eficaz a la delincuencia, así como impulsar el intercambio de información en temas de seguridad que afectan a la región. Asimismo, en la Cumbre Regional Sobre el Problema Mundial de las Drogas, la Seguridad y la Cooperación, celebrada en agosto pasado en Cartagena, Colombia, nuestras naciones acordaron fortalecer el combate al tráfico de drogas.
Reitero el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en el combate al narcotráfico y la delincuencia. Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganan, precisamente, con información, con inteligencia y con tecnología.
Lo dije en Cartagena y lo refrendo ahora: es indispensable que las naciones de América Latina construyamos una base de datos regional sobre la criminalidad, sobre sus integrantes, sobre su modus operandi y, sobre todo, sobre sus redes y vínculos operativos y financieros que interactúan más allá de nuestras fronteras.
Mi Administración ha diseñado y puesto en operación un sistema informático de recopilación y procedimiento de datos, llamado Sistema Único de Información Criminal, y establecido sobre una plataforma logística, informática, llamada Plataforma México, que permitirá que las policías de todo el país, del orden federal, estatal y municipal cuenten con información sustantiva y a la vez aporten información sustantiva acerca de las actividades delictivas, para generar inteligencia policial.
Hoy mi Gobierno ofrece el esquema de Plataforma México para avanzar hacia un modelo de intercambio de información, que bien puede ser continental; un intercambio de información que sea útil a toda la región, tarea en la que ya hemos venido trabajando con algunas naciones hermanas de Centroamérica y del Caribe.
Si queremos combatir a la delincuencia organizada internacional con inteligencia, información y eficacia, es urgente que unamos esfuerzos para mejorar nuestras herramientas y capacidades de cooperación.
Señoras y señores:
El Continente Americano está en un momento histórico. De las decisiones que tomemos hoy dependerá que derrotemos la amenaza de la delincuencia y el crimen organizado transnacional, que representan verdaderamente un valladar a las aspiraciones de progreso de nuestras naciones y a la viabilidad de nuestras democracias.
La delincuencia y el crimen organizado son fenómenos internacionales que sólo podremos resolver a través de la cooperación entre naciones. Se trata de problemas internacionales que sólo con una estrategia internacional se podrá resolver.
Por eso hago un respetuoso llamado para que las naciones de América cerremos filas en un frente común contra la delincuencia y el crimen, que seamos capaces de reducir su potencial criminalidad a través de la reducción de la oferta, el suministro de droga, pero también a través de la reducción del consumo y el abatimiento de la renta económica de sus mercados.
Por eso es importante establecer estrategias integrales a lo largo y a lo ancho del continente; estrategias que multipliquen la capacidad operativa de nuestros estados para combatir al crimen, que incrementen también la fortaleza institucional y la confiabilidad de nuestros cuerpos policiacos y de prosecución de justicia y, por supuesto, una estrategia integral para la prevención de las drogas y su consumo entre jóvenes y adolescentes.
A la vez, requerimos también mucho mejores herramientas para combatir la criminalidad en sus aspectos financieros y operativos.Yo exhorto a todos ustedes a que fortalezcamos la colaboración interministerial porque sólo así lograremos llegar a compromisos entre naciones que son urgentes.
Que esta colaboración no sólo sea en áreas como el intercambio de información u opiniones y experiencias, sino también en tareas como la profesionalización y depuración de cuerpos policíacos y ministeriales, y el desarrollo de políticas integrales de prevención y de combate al crimen.
Sólo trabajando juntos podremos dar seguridad a nuestras sociedades y construir una América más próspera que progrese por la vía de la libertad y por la vía de la legalidad, que es la única vía por la cual pueden prosperar las naciones en el mundo.
Y ahora, si me lo permiten, les pediré que me acompañen a hacer la declaratoria solemne de inauguración.
Hoy, siendo las nueve horas con 40 minutos del martes 7 de octubre de 2008, me da mucho gusto declarar formalmente inaugurada la Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, y les deseo a todos ustedes no sólo el mayor de los éxitos en esta reunión en beneficio de los pueblos de América, sino también que disfruten su estancia en nuestro país.
Bienvenidos y enhorabuena.
Muy estimado doctor José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos.
Muchísimas gracias por su visita a México, que nos honra, muchísimas gracias también por sus palabras.
Distinguidos ministros y secretarios de seguridad pública.
Distinguidos procuradores de justicia de las Américas.
Amigas y amigos.
Toda nación que aspire al desarrollo debe garantizar a la sociedad un entorno de libertades y de seguridad pública; esa es la primera obligación del Estado.
Por eso me da mucho gusto acompañarles en esta Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, porque para México es un honor ser el anfitrión de un foro tan importante que, estoy seguro, tendrá una relevancia para nuestras sociedades a fin de que puedan avanzar hacia el desarrollo de un clima de paz y de orden.
Saludo con afecto a todos los funcionarios e integrantes de las fuerzas del orden de 34 países integrantes de la Organización de Estados Americanos, que nos acompañan.
Nuestro continente y muy especialmente América Latina y el Caribe tienen, en la preservación de la seguridad pública, quizá su desafío más importante.
En primer lugar. La tasa de homicidios en la región está entre las más elevadas del mundo si no es que la más elevada.
La OEA, a reserva de las conclusiones y los estudios que presentará don Miguel Insulza, posteriormente en esta reunión; la OEA señala que mientras que el promedio mundial es de cinco homicidios por cada cien mil habitantes, en América Latina tenemos una tasa de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
En segundo lugar. La incidencia delictiva también ha mostrado en nuestra región un aumento significativo en la última década.
La más reciente encuesta de Latinobarómetro muestra que, mientras en 1995 el 29 por ciento de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, para 2007 el porcentaje se elevó al 38 por ciento. La misma encuesta arroja que el 73 por ciento de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos.
En tercer lugar. La violencia con la que operan la delincuencia y el crimen organizado también se ha incrementado, lastimando a nuestras sociedades con delitos como el secuestro.
Una estimación reciente de las Naciones Unidas y del Banco Mundial nos dice que a pesar de que esta región sólo representa el ocho por ciento de la población global, el 75 por ciento de los secuestros del mundo tuvieron lugar en esta región.
En cuarto lugar. La inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones, sino que tiene efectos negativos en la productividad, el empleo, el consumo y, desde luego, la confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo de las naciones. Ello, agregándole el costo que en sí mismo representa para una sociedad el temor o la falta de seguridad.
El Banco Interamericano de Desarrollo estima que la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año, lo cual tiene un impacto negativo en las posibilidades de desarrollo de nuestras naciones, que sufren todavía las inclemencias de la pobreza, de la ignorancia y de la marginación.
Estoy convencido que si queremos construir un continente próspero, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, tenemos que enfrentar de manera integral y coordinada el problema de la delincuencia.
Es necesario que las naciones del continente unamos esfuerzos para mejorar nuestros instrumentos en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Por ello es muy positivo que en esta Reunión Ministerial se traten temas como el fortalecimiento y el mejoramiento de las instituciones de seguridad, la prevención del delito y la cooperación internacional.
A este respecto, insisto en que nuestra lucha común sólo podrá tener a plenitud los frutos esperados si actuamos de manera coordinada entre todos los países de la región, si logramos atacar simultáneamente no sólo el tráfico de drogas, sino el mercado de drogas en su integralidad, es decir, atacando la oferta, como lo estamos haciendo en México; pero también es fundamental que se ataque el consumo y la demanda en el mayor mercado del mundo, que está precisamente en América.
La cooperación internacional, por lo mismo, forma parte integral de una Estrategia Nacional de Seguridad que hemos puesto en marcha en México, y que cuenta con cinco grandes ejes:
Primero. Los operativos conjuntos, con los cuales estamos combatiendo de manera frontal la amenaza de las bandas criminales, en las regiones más asediadas por la delincuencia y donde pretendían establecer su poder y su ley.
No hemos escatimado ningún esfuerzo ni recurso para apoyar a los gobiernos locales en México, utilizando el poder del Estado, incluyendo a las Fuerzas Armadas y a la Policía Federal para recuperar la seguridad.
Segundo. La Estrategia de Desarticulación de las Redes Operativas y Financieras de la Delincuencia Organizada. No sólo estamos capturando a los capos de las bandas más peligrosas, sino también hemos asestado golpes importantes a sus estructuras económicas, limitando así su poder.
En el último año México logró, entre otras cosas, el mayor decomiso, en una sola operación, de cocaína que se tenga registro, casi 25 toneladas en un embarque. Y también el mayor decomiso de dinero en efectivo que se tenga registro: 205 millones de dólares en efectivo, en una sola operación.
Tercero. La Estrategia Limpiemos México, que es una estrategia en el orden preventivo, con el cual estamos empeñados, en una vertiente, en rescatar y proteger a las escuelas de nuestros hijos.
El Programa Escuela Segura busca integrar a los padres de familia, a los maestros y a las autoridades locales para tener no sólo escuelas, sino comunidades seguras, libres de drogas y de violencia alrededor de las escuelas.
Recuperar espacios públicos que hoy están en manos de la delincuencia y, en consecuencia, estamos limpiando, mejorando, estableciendo canchas deportivas, parques recreativos y entregando estos espacios a la ciudadanía organizada.
Y, finalmente, haciendo también un esfuerzo sin precedentes en la prevención y el tratamiento de adicciones entre los jóvenes y los adolescentes.
Cuarto punto de la estrategia. El fortalecimiento y depuración de los cuerpos policíacos. Decía un líder político en México ya fallecido, que para combatir la corrupción no hay que olvidar que las escaleras deben barrerse de arriba para abajo.
Y estamos haciendo un esfuerzo de depuración en todos los cuerpos policíacos y ministeriales del país, empezando por los del orden federal, y queremos hacerlo en los del orden local y municipal, porque estamos plenamente conscientes que sin una policía confiable y comprometida, la lucha por la seguridad no rendirá fruto.
Por eso estamos evaluando a los policías, ministerios públicos, a través de un ejercicio constante de exámenes de control de confianza, comenzando por los niveles más altos, a fin de que sean cooptados por las organizaciones criminales.
Sabemos que sólo es posible ganar la batalla a la delincuencia con policías y ministerios públicos de probada honestidad, altamente capacitados y mejor equipados.
Quinto. La cooperación internacional, ya que las redes de la delincuencia organizada no conocen fronteras y representan una amenaza común para todos los países.
Debemos reforzar nuestros instrumentos y mecanismos de cooperación ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.
Sobre este último eje me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones.
México ha impulsado la interlocución con gobiernos e instancias internacionales para formar un frente común contra el crimen organizado transfronterizo.
En América Latina se han fortalecido los mecanismos de cooperación y los lazos institucionales.
Afortunadamente la Iniciativa Mérida fue aprobada y con ello tenemos un importante avance en el combate al crimen transnacional bajo principios de responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y confianza mutua.
Tenemos que ir mucho más aprisa para que esos recursos disponibles, que se traducirán en mejor información e inteligencia, mejor armamento y mejores mecanismos de supervisión contra la criminalidad, puedan ejercerse cuanto antes, porque la delincuencia no espera los procedimientos burocráticos.
Para México es momento de que la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional.
Ésta cuenta ahora con más recursos y armamento de gran capacidad de fuego, lo que ha incrementado su acción cruel y violenta sobre la sociedad.
Es importante que iniciativas como éstas se trasladen también a nivel continental porque continental es el problema de la criminalidad y la delincuencia organizada.
Por eso reitero mi llamado a los Estados Unidos para que, junto con México y otros países de América Latina, especialmente en la región, pongamos un alto a los flujos de armamento y de dinero que han permitido a la delincuencia operar con una lógica de violencia con alto impacto en nuestra sociedad.
También, en un año diez meses, el Gobierno Federal a mi cargo ha decomisado más de 15 mil armas, desde pistolas hasta lanza misiles, y casi mil 800 granadas de mano.
Ningún país que se sume decididamente al compromiso de combatir al crimen organizado transnacional puede permanecer al margen de la lucha contra el tráfico ilícito de armas y de dinero.
También tenemos avances en el frente de la cooperación con las naciones de Centro y Sudamérica. En abril del año pasado, acordamos la creación de un mecanismo de diálogo y una estrategia regional contra el crimen organizado transnacional con los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana, el SICA.
El objetivo es generar protocolos de alerta temprana que permitan combatir de forma eficaz a la delincuencia, así como impulsar el intercambio de información en temas de seguridad que afectan a la región. Asimismo, en la Cumbre Regional Sobre el Problema Mundial de las Drogas, la Seguridad y la Cooperación, celebrada en agosto pasado en Cartagena, Colombia, nuestras naciones acordaron fortalecer el combate al tráfico de drogas.
Reitero el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en el combate al narcotráfico y la delincuencia. Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganan, precisamente, con información, con inteligencia y con tecnología.
Lo dije en Cartagena y lo refrendo ahora: es indispensable que las naciones de América Latina construyamos una base de datos regional sobre la criminalidad, sobre sus integrantes, sobre su modus operandi y, sobre todo, sobre sus redes y vínculos operativos y financieros que interactúan más allá de nuestras fronteras.
Mi Administración ha diseñado y puesto en operación un sistema informático de recopilación y procedimiento de datos, llamado Sistema Único de Información Criminal, y establecido sobre una plataforma logística, informática, llamada Plataforma México, que permitirá que las policías de todo el país, del orden federal, estatal y municipal cuenten con información sustantiva y a la vez aporten información sustantiva acerca de las actividades delictivas, para generar inteligencia policial.
Hoy mi Gobierno ofrece el esquema de Plataforma México para avanzar hacia un modelo de intercambio de información, que bien puede ser continental; un intercambio de información que sea útil a toda la región, tarea en la que ya hemos venido trabajando con algunas naciones hermanas de Centroamérica y del Caribe.
Si queremos combatir a la delincuencia organizada internacional con inteligencia, información y eficacia, es urgente que unamos esfuerzos para mejorar nuestras herramientas y capacidades de cooperación.
Señoras y señores:
El Continente Americano está en un momento histórico. De las decisiones que tomemos hoy dependerá que derrotemos la amenaza de la delincuencia y el crimen organizado transnacional, que representan verdaderamente un valladar a las aspiraciones de progreso de nuestras naciones y a la viabilidad de nuestras democracias.
La delincuencia y el crimen organizado son fenómenos internacionales que sólo podremos resolver a través de la cooperación entre naciones. Se trata de problemas internacionales que sólo con una estrategia internacional se podrá resolver.
Por eso hago un respetuoso llamado para que las naciones de América cerremos filas en un frente común contra la delincuencia y el crimen, que seamos capaces de reducir su potencial criminalidad a través de la reducción de la oferta, el suministro de droga, pero también a través de la reducción del consumo y el abatimiento de la renta económica de sus mercados.
Por eso es importante establecer estrategias integrales a lo largo y a lo ancho del continente; estrategias que multipliquen la capacidad operativa de nuestros estados para combatir al crimen, que incrementen también la fortaleza institucional y la confiabilidad de nuestros cuerpos policiacos y de prosecución de justicia y, por supuesto, una estrategia integral para la prevención de las drogas y su consumo entre jóvenes y adolescentes.
A la vez, requerimos también mucho mejores herramientas para combatir la criminalidad en sus aspectos financieros y operativos.Yo exhorto a todos ustedes a que fortalezcamos la colaboración interministerial porque sólo así lograremos llegar a compromisos entre naciones que son urgentes.
Que esta colaboración no sólo sea en áreas como el intercambio de información u opiniones y experiencias, sino también en tareas como la profesionalización y depuración de cuerpos policíacos y ministeriales, y el desarrollo de políticas integrales de prevención y de combate al crimen.
Sólo trabajando juntos podremos dar seguridad a nuestras sociedades y construir una América más próspera que progrese por la vía de la libertad y por la vía de la legalidad, que es la única vía por la cual pueden prosperar las naciones en el mundo.
Y ahora, si me lo permiten, les pediré que me acompañen a hacer la declaratoria solemne de inauguración.
Hoy, siendo las nueve horas con 40 minutos del martes 7 de octubre de 2008, me da mucho gusto declarar formalmente inaugurada la Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, y les deseo a todos ustedes no sólo el mayor de los éxitos en esta reunión en beneficio de los pueblos de América, sino también que disfruten su estancia en nuestro país.
Bienvenidos y enhorabuena.
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