Charla del Presidente Calderón con los reporteros de la fuente, a su regreso de EE UU.
A bordo del Avión Presidencial TP-01 durante el vuelo de regreso a la Ciudad de México al concluir su Visita de Trabajo a la Ciudad de Washington, D.C.
Martes, 13 de Enero de 2009 Discurso
Empiezo por la última reunión. Tuvimos una reunión de, un saludo, básicamente de despedida con el Presiden Bush en la Casa Blanca, fue muy amable. Ustedes tendrán seguramente la versión de sus palabras, que fueron muy amables, reconociendo el esfuerzo de México que estamos haciendo en materia de seguridad y enfatizando nuevamente los beneficios que ha tenido el Tratado de Libre Comercio tanto para americanos como para mexicanos, en lo cual coincidimos.
Le deseamos buena suerte y le agradecí la amistad y el apoyo que tuve durante los dos años que compartimos esta Administración.
Y en general ésta ha sido una visita verdaderamente muy provechosa para México y considero que la reunión que tuvimos el Presidente Obama y un servidor fue todo un éxito, porque abordamos de manera muy cordial y muy constructiva los aspectos más importantes de la relación bilateral.
Desde luego, abordamos el tema de la criminalidad y la necesidad de enfrentar juntos y de una manera decidida, este problema, que no es un problema de México solamente, es un problema común que tiene que enfrentarse en común y, como ustedes señalaron en sus crónicas, fue enfático en señalar que no dejará solo a México ni en éste ni en otros temas.
Reconoció el Presidente Obama la importancia del comercio para nuestras naciones, los empleos y la actividad económica que se genera en torno al comercio entre México y Estados Unidos y la necesidad de seguir trabajando para mejorar esas condiciones comerciales y poniendo atención en temas que le preocupan, no sólo a él, sino también a los mexicanos, como son los temas laborales y particularmente los temas ambientales.
En esa materia, coincidimos en que Estados Unidos y México tenemos que impulsar y, de alguna manera, liderar juntos, uno desde el lado de los países desarrollados, otro, de los países en desarrollo, los temas ambientales.
Le expuse ampliamente nuestra agenda en materia ambiental, las acciones que estamos tomando para reducir las emisiones de carbono, para aumentar la eficiencia energética, en qué consiste el Fondo Verde, nuestra estrategia contra el cambio climático y, en general, no sólo fue muy perceptivo de estos temas, sino además nos felicitó por la estrategia y la actitud que ha tomado México y la decisión, precisamente, de seguir adelante con éxito.
Sí fue una reunión muy constructiva, muy cálida, desde las doce y media hasta después de las tres de la tarde, y que pienso que, como dije ayer, será el inicio de una muy positiva relación entre su Gobierno y nuestra Administración.
No sé si tengan alguna pregunta.
--Oiga, Presidente. Hubo algún compromiso de una próxima reunión, alguna visita del señor Obama a México, alguna invitación de parte suya.
-Sí, por cierto, le manifesté, le extendí una invitación para visitar México y en particular en ocasión a la reunión del Grupo de Norteamérica, es decir, la Reunión de Canadá-Estados Unidos y México, que tiene lugar cada año, y que en esta ocasión toca organizar a nuestro país, y él aceptó con mucho gusto visitar nuestro país.
Y a la vez me extendió una invitación para realizar, en el momento oportuno, una Visita de Estado a Estados Unidos que formalmente no hemos realizado, seguramente la realizaremos más adelante.
-Presidente, se habló de la revisión del Tratado de Libre Comercio.
-No se habló de la revisión del Tratado de Libre Comercio, estrictamente. Hablamos de la importancia del comercio para ambos países, y en todo caso quedamos en que tenemos que seguir construyendo sobre lo ya logrado en el Tratado.
Y lo que él enfatizó fue su preocupación por los temas ambientales y laborales. Le dije: pues compartimos las mismas preocupaciones, de eso pienso que no habrá discrepancia, que hace referencia a los acuerdos paralelos existentes en torno al Tratado. Él en alguna ocasión habló de introducirlos al propio acuerdo, pero específicamente en la reunión no hablamos en ningún momento concreto de renegociar el Tratado.
-Oiga Presidente, hay la posibilidad de avanzar ahora sí con el Presidente Obama, hacia una reforma migratoria y utilizar como moneda de cambio la apertura del Tratado del Libre Comercio que quieren los Estados Unidos.
-Insisto, no hablamos del tema de reapertura o renegociación.
Él conoce muy bien nuestra postura y lo inconveniente que es para ambos países reabrirlo o renegociarlo. Yo creo que hay mucho que avanzar, pero no necesariamente sobre la base de destruir lo logrado y sí fue muy amplio en explicarnos con detalle la propuesta que le ha formulado a los americanos, de una Reforma Migratoria integral que abarque los temas de la situación de quienes ya están en Estados Unidos, la unificación de las familias, el cumplimiento de la ley migratoria por parte de todos, sin excepciones.
Habló también con mucha confianza de los problemas, obstáculos y dificultades políticas que el tema ha enfrentado en el Congreso, en la opinión pública americana.
Manifestó que ayudaría a mejorar el ambiente político para estos temas en la medida en que haya una percepción de la ciudadanía en ambos lados de la frontera, del compromiso con los temas que tenemos, por ejemplo, en materia de seguridad.
Evidentemente, la circunstancia económica que Estados Unidos, en particular, y desde luego, en consecuencia, México estamos viviendo agrega un enorme grado de complejidad acerca de la oportunidad de este tema.
Lo que yo le manifesté es que él sabe que podría contar con nosotros, claramente, para abordar este asunto y resolverlo, de acuerdo con los propios compromisos que él ha establecido con el electorado norteamericano y, en particular, con los electores de origen latino, que votaron casi en un 70 por ciento por él.
Simplemente recordamos las cifras del número de mexicanos que viven en Estados Unidos, quizá unos 30 millones de americanos son de origen mexicano; 12 millones de ellos son nacidos en México. Es el grupo más importante dentro de la minoría latina y, de hecho, los latinos pronto serán, seguramente, la minoría más importante dentro de Estados Unidos.
De manera tal que es un tema del cual él está plenamente consciente de esta importancia y lo abordó en los temas que él mismo describió al final al dirigirse a la prensa.
-Se obtuvo un compromiso de él para frenar el trasiego de armas por la frontera hacia México.
-Un compromiso claro, le explicamos en detalle que incluso no se requiere ni siquiera una nueva legislación, que la ley americana para el control de la exportación de armas prohíbe claramente exportar armas americanas a países donde está prohibido hacerlo, donde está prohibido su uso, como es el caso de México. No sólo estuvo bien consciente del tema, sino se comprometió a trabajar, precisamente, para frenar el flujo de armas de Estados Unidos hacia México.
-En qué aspecto se deben revisar los temas laborales y ambientales del TLCAN.
-No abordamos detalle de eso, pero le hice una amplia descripción de nuestra agenda ambiental y yo dije que tenemos un compromiso absoluto con el tema ambiental, que incluso yo he cambiado la posición tradicional de México o de otros países emergentes en el sentido de rechazar compromisos claros del tema ambiental, que al contrario: yo he asumido una postura de que todos debemos colaborar para resolverlo, seamos o no países desarrollados o en desarrollo. Nos felicitó por esta postura.
Y, básicamente, lo que se ha mencionado es una serie de compromisos internacionales en materia ambiental que todos, por cierto, de siete, seis ha suscrito México y el restante creo que no se suscribió porque se refiere a algún tema de la Antártida o una cosa así.
-Presidente, en materia de seguridad hasta dónde se puede llegar en acuerdos con el nuevo Gobierno, hasta dónde el Gobierno mexicano calcula lograr algún pacto con el Gobierno norteamericano, si esto pudiera incluir, por ejemplo, el préstamo no sólo de tecnología, el asesoramiento, sino también la colaboración de personal del Gobierno norteamericano a petición del Gobierno mexicano en áreas específicas.
-No, no lo considero así, porque por lo pronto con la parte de tecnología, equipo, capacitación, inteligencia y, desde luego, el reforzamiento de la frontera para el control de armas y de drogas, creo que daríamos enormes pasos adelante.
Creo que tenemos que avanzar en eso tanto sea posible. Yo diría que hasta resolver el tema, en eso creo que no debemos dudarlo y mientras más pronto lo enfrentemos juntos, lo vamos a resolver más rápido.
-Presidente, No hubo un planteamiento concreto respecto del TLC, en campaña. Bueno si bien, se habló de la reapertura o se habla de una revisión con ocasión del tema migratorio.
-No se habló de un planteamiento en concreto del TLC, ni se habló de reapertura, ni se habló de renegociación.
Se habló, hubo un reconocimiento explícito para reconocer las ventajas que el comercio ha traído a México y a Estados Unidos en generación de empleos, en inversión, en aumento de la masa salarial y de seguir trabajando en vías que mejoren, precisamente, este comercio.
Si en algo sí fuimos específicos nosotros, es en el tema de la infraestructura en la frontera. Él fue muy amplio en su descripción del programa anticrisis de Estados Unidos; señalamos, por cierto, las coincidencias que hemos tenido, particularmente en el tema de infraestructura.
Yo le dije que en la frontera había una gran oportunidad, que podíamos tener una mucho mejor frontera, mucho más abierta a bienes y servicios y a personas, y mucho más cerrada al crimen, a las drogas, al lavado de dinero y a las armas, que eso requería de tecnología e infraestructura.
Pero además había muchos proyectos que ya están listos en la frontera, que ni siquiera se necesita dinero público del Gobierno de Estados Unidos o del de México, sino que hay inversionistas dispuestos a construir los puentes, a construir los pasos, las aduanas, incluso las vías del tren que agilizarían el comercio, generarían empleos en Estados Unidos y generarían empleo en México, actividad económica y se podrían construir; y que sólo faltaba el permiso federal de Estados Unidos, concretamente del Presidente, para abrir esos pasos.
Le ejemplifiqué que la última autorización para un cruce ferroviario entre México y Estados Unidos se dio en 1910. Tenemos que avanzar mucho en ello. Estuvo muy interesado, le di una lista, incluso, de cruces que requieren esa autorización: el cruce de Santa Teresa a Nuevo México con Palomas, en Chihuahua, y otros que obviamente generarían mucha actividad económica.
Martes, 13 de Enero de 2009 Discurso
Empiezo por la última reunión. Tuvimos una reunión de, un saludo, básicamente de despedida con el Presiden Bush en la Casa Blanca, fue muy amable. Ustedes tendrán seguramente la versión de sus palabras, que fueron muy amables, reconociendo el esfuerzo de México que estamos haciendo en materia de seguridad y enfatizando nuevamente los beneficios que ha tenido el Tratado de Libre Comercio tanto para americanos como para mexicanos, en lo cual coincidimos.
Le deseamos buena suerte y le agradecí la amistad y el apoyo que tuve durante los dos años que compartimos esta Administración.
Y en general ésta ha sido una visita verdaderamente muy provechosa para México y considero que la reunión que tuvimos el Presidente Obama y un servidor fue todo un éxito, porque abordamos de manera muy cordial y muy constructiva los aspectos más importantes de la relación bilateral.
Desde luego, abordamos el tema de la criminalidad y la necesidad de enfrentar juntos y de una manera decidida, este problema, que no es un problema de México solamente, es un problema común que tiene que enfrentarse en común y, como ustedes señalaron en sus crónicas, fue enfático en señalar que no dejará solo a México ni en éste ni en otros temas.
Reconoció el Presidente Obama la importancia del comercio para nuestras naciones, los empleos y la actividad económica que se genera en torno al comercio entre México y Estados Unidos y la necesidad de seguir trabajando para mejorar esas condiciones comerciales y poniendo atención en temas que le preocupan, no sólo a él, sino también a los mexicanos, como son los temas laborales y particularmente los temas ambientales.
En esa materia, coincidimos en que Estados Unidos y México tenemos que impulsar y, de alguna manera, liderar juntos, uno desde el lado de los países desarrollados, otro, de los países en desarrollo, los temas ambientales.
Le expuse ampliamente nuestra agenda en materia ambiental, las acciones que estamos tomando para reducir las emisiones de carbono, para aumentar la eficiencia energética, en qué consiste el Fondo Verde, nuestra estrategia contra el cambio climático y, en general, no sólo fue muy perceptivo de estos temas, sino además nos felicitó por la estrategia y la actitud que ha tomado México y la decisión, precisamente, de seguir adelante con éxito.
Sí fue una reunión muy constructiva, muy cálida, desde las doce y media hasta después de las tres de la tarde, y que pienso que, como dije ayer, será el inicio de una muy positiva relación entre su Gobierno y nuestra Administración.
No sé si tengan alguna pregunta.
--Oiga, Presidente. Hubo algún compromiso de una próxima reunión, alguna visita del señor Obama a México, alguna invitación de parte suya.
-Sí, por cierto, le manifesté, le extendí una invitación para visitar México y en particular en ocasión a la reunión del Grupo de Norteamérica, es decir, la Reunión de Canadá-Estados Unidos y México, que tiene lugar cada año, y que en esta ocasión toca organizar a nuestro país, y él aceptó con mucho gusto visitar nuestro país.
Y a la vez me extendió una invitación para realizar, en el momento oportuno, una Visita de Estado a Estados Unidos que formalmente no hemos realizado, seguramente la realizaremos más adelante.
-Presidente, se habló de la revisión del Tratado de Libre Comercio.
-No se habló de la revisión del Tratado de Libre Comercio, estrictamente. Hablamos de la importancia del comercio para ambos países, y en todo caso quedamos en que tenemos que seguir construyendo sobre lo ya logrado en el Tratado.
Y lo que él enfatizó fue su preocupación por los temas ambientales y laborales. Le dije: pues compartimos las mismas preocupaciones, de eso pienso que no habrá discrepancia, que hace referencia a los acuerdos paralelos existentes en torno al Tratado. Él en alguna ocasión habló de introducirlos al propio acuerdo, pero específicamente en la reunión no hablamos en ningún momento concreto de renegociar el Tratado.
-Oiga Presidente, hay la posibilidad de avanzar ahora sí con el Presidente Obama, hacia una reforma migratoria y utilizar como moneda de cambio la apertura del Tratado del Libre Comercio que quieren los Estados Unidos.
-Insisto, no hablamos del tema de reapertura o renegociación.
Él conoce muy bien nuestra postura y lo inconveniente que es para ambos países reabrirlo o renegociarlo. Yo creo que hay mucho que avanzar, pero no necesariamente sobre la base de destruir lo logrado y sí fue muy amplio en explicarnos con detalle la propuesta que le ha formulado a los americanos, de una Reforma Migratoria integral que abarque los temas de la situación de quienes ya están en Estados Unidos, la unificación de las familias, el cumplimiento de la ley migratoria por parte de todos, sin excepciones.
Habló también con mucha confianza de los problemas, obstáculos y dificultades políticas que el tema ha enfrentado en el Congreso, en la opinión pública americana.
Manifestó que ayudaría a mejorar el ambiente político para estos temas en la medida en que haya una percepción de la ciudadanía en ambos lados de la frontera, del compromiso con los temas que tenemos, por ejemplo, en materia de seguridad.
Evidentemente, la circunstancia económica que Estados Unidos, en particular, y desde luego, en consecuencia, México estamos viviendo agrega un enorme grado de complejidad acerca de la oportunidad de este tema.
Lo que yo le manifesté es que él sabe que podría contar con nosotros, claramente, para abordar este asunto y resolverlo, de acuerdo con los propios compromisos que él ha establecido con el electorado norteamericano y, en particular, con los electores de origen latino, que votaron casi en un 70 por ciento por él.
Simplemente recordamos las cifras del número de mexicanos que viven en Estados Unidos, quizá unos 30 millones de americanos son de origen mexicano; 12 millones de ellos son nacidos en México. Es el grupo más importante dentro de la minoría latina y, de hecho, los latinos pronto serán, seguramente, la minoría más importante dentro de Estados Unidos.
De manera tal que es un tema del cual él está plenamente consciente de esta importancia y lo abordó en los temas que él mismo describió al final al dirigirse a la prensa.
-Se obtuvo un compromiso de él para frenar el trasiego de armas por la frontera hacia México.
-Un compromiso claro, le explicamos en detalle que incluso no se requiere ni siquiera una nueva legislación, que la ley americana para el control de la exportación de armas prohíbe claramente exportar armas americanas a países donde está prohibido hacerlo, donde está prohibido su uso, como es el caso de México. No sólo estuvo bien consciente del tema, sino se comprometió a trabajar, precisamente, para frenar el flujo de armas de Estados Unidos hacia México.
-En qué aspecto se deben revisar los temas laborales y ambientales del TLCAN.
-No abordamos detalle de eso, pero le hice una amplia descripción de nuestra agenda ambiental y yo dije que tenemos un compromiso absoluto con el tema ambiental, que incluso yo he cambiado la posición tradicional de México o de otros países emergentes en el sentido de rechazar compromisos claros del tema ambiental, que al contrario: yo he asumido una postura de que todos debemos colaborar para resolverlo, seamos o no países desarrollados o en desarrollo. Nos felicitó por esta postura.
Y, básicamente, lo que se ha mencionado es una serie de compromisos internacionales en materia ambiental que todos, por cierto, de siete, seis ha suscrito México y el restante creo que no se suscribió porque se refiere a algún tema de la Antártida o una cosa así.
-Presidente, en materia de seguridad hasta dónde se puede llegar en acuerdos con el nuevo Gobierno, hasta dónde el Gobierno mexicano calcula lograr algún pacto con el Gobierno norteamericano, si esto pudiera incluir, por ejemplo, el préstamo no sólo de tecnología, el asesoramiento, sino también la colaboración de personal del Gobierno norteamericano a petición del Gobierno mexicano en áreas específicas.
-No, no lo considero así, porque por lo pronto con la parte de tecnología, equipo, capacitación, inteligencia y, desde luego, el reforzamiento de la frontera para el control de armas y de drogas, creo que daríamos enormes pasos adelante.
Creo que tenemos que avanzar en eso tanto sea posible. Yo diría que hasta resolver el tema, en eso creo que no debemos dudarlo y mientras más pronto lo enfrentemos juntos, lo vamos a resolver más rápido.
-Presidente, No hubo un planteamiento concreto respecto del TLC, en campaña. Bueno si bien, se habló de la reapertura o se habla de una revisión con ocasión del tema migratorio.
-No se habló de un planteamiento en concreto del TLC, ni se habló de reapertura, ni se habló de renegociación.
Se habló, hubo un reconocimiento explícito para reconocer las ventajas que el comercio ha traído a México y a Estados Unidos en generación de empleos, en inversión, en aumento de la masa salarial y de seguir trabajando en vías que mejoren, precisamente, este comercio.
Si en algo sí fuimos específicos nosotros, es en el tema de la infraestructura en la frontera. Él fue muy amplio en su descripción del programa anticrisis de Estados Unidos; señalamos, por cierto, las coincidencias que hemos tenido, particularmente en el tema de infraestructura.
Yo le dije que en la frontera había una gran oportunidad, que podíamos tener una mucho mejor frontera, mucho más abierta a bienes y servicios y a personas, y mucho más cerrada al crimen, a las drogas, al lavado de dinero y a las armas, que eso requería de tecnología e infraestructura.
Pero además había muchos proyectos que ya están listos en la frontera, que ni siquiera se necesita dinero público del Gobierno de Estados Unidos o del de México, sino que hay inversionistas dispuestos a construir los puentes, a construir los pasos, las aduanas, incluso las vías del tren que agilizarían el comercio, generarían empleos en Estados Unidos y generarían empleo en México, actividad económica y se podrían construir; y que sólo faltaba el permiso federal de Estados Unidos, concretamente del Presidente, para abrir esos pasos.
Le ejemplifiqué que la última autorización para un cruce ferroviario entre México y Estados Unidos se dio en 1910. Tenemos que avanzar mucho en ello. Estuvo muy interesado, le di una lista, incluso, de cruces que requieren esa autorización: el cruce de Santa Teresa a Nuevo México con Palomas, en Chihuahua, y otros que obviamente generarían mucha actividad económica.
-Se habló del muro.
-No se habló específicamente del muro, nosotros señalamos que nuestra postura de defensa de los derechos de los migrantes y que tenemos que resolver el tema el migratorio sobre vías sensatas que regulen ese flujo, pero específicamente no hubo una conversación sobre el muro.
-No se habló específicamente del muro, nosotros señalamos que nuestra postura de defensa de los derechos de los migrantes y que tenemos que resolver el tema el migratorio sobre vías sensatas que regulen ese flujo, pero específicamente no hubo una conversación sobre el muro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario