Benedicto XVI revoca la excomunión de cuatro obispos tradicionalistas, 21 años después.
Todos pertenecen al grupo, dentro de la Iglesia, que se opone a los avances del Concilio Vaticano II. Los obispos rehabilitados son el británico Richard Williamson, quien ha puesto en duda el Holocausto judío; Bernard Fellay, superior de la Fraternidad San Pío X, fundada por Lefebvre, que cuenta con más de 200,000 fieles; el español Alfonso de Gallareta y el francés Tissier de Mallarais. Los cuatro quedaron excomulgados automáticamente en 1988 tras ser ordenados por el arzobispo Marcel Lefebvre, fallecido en 1991, contra la voluntad del entonces Papa Juan Pablo II. Lefebvre también fue excomulgado entonces en lo que se consideró una ruptura en el seno de la Iglesia que con el movimiento de hoy de Benedicto XVI se intenta paliar.
Lefebvre fue el líder de los tradicionalistas, un grupo de obispos que defendían durante el Concilio Vaticano II la doctrina y disciplina más tradicional dentro de la Iglesia. Con su excomunión se abrió una brecha entre tradicionalistas y progresistas que ahora se intenta cerrar.
Lefebvre fue el líder de los tradicionalistas, un grupo de obispos que defendían durante el Concilio Vaticano II la doctrina y disciplina más tradicional dentro de la Iglesia. Con su excomunión se abrió una brecha entre tradicionalistas y progresistas que ahora se intenta cerrar.
Sin embargo, el movimiento de hoy no supone todavía la plena unidad, como ha explicado el portavoz vaticano Federico Lombardi SJ. El padre Lombardi ha explicado que para que haya plena unidad en el seno de la Iglesia queda por definir la situación en la que quedarán ahora los tradicionalistas. Ha aprovechado además para distanciar al Vaticano de las declaraciones que Williamson, uno de los rehabilitados, hizo el pasado 21 de enero en una televisión sueca negando el Holocausto.
El Papa ha levantado la excomunión, ha dicho Lombardi, "tras un proceso de diálogo" y después de que los cuatro obispos enviaran una carta al Vaticano el pasado 15 de diciembre en la que expresaban el deseo de "permanecer católicos y al servicio" de la Iglesia de Roma y de aceptar "con ánimo filial" el magisterio del Papa.
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Decreto de la Congregación para los Obispos
Con la carta del 15 de diciembre de 2008 enviada a su eminencia el cardenal Darío Castrillón
Hoyos, presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, monseñor Bernard Fellay, en su nombre y en el de los otros obispos consagrados el 30 de junio de 1988, volvía a solicitar el levantamiento de la excomunión latae sententiae formalmente declarada por decreto del prefecto de esta Congregación para los Obispos con fecha del 1 de julio de 1988.
En la mencionada carta, monseñor Fellay afirma entre otras cosas: "estamos siempre fervorosamente determinados en la voluntad de ser y permanecer católicos y de poner todas nuestras fuerzas al servicio del Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Iglesia católica romana. Nosotros aceptamos todas sus enseñanzas con ánimo filial. Creemos firmemente en el primado de Pedro y en sus prerrogativas y por ello nos hace sufrir tanto la actual situación".
Su Santidad Benedicto XVI, paternalmente sensible al malestar espiritual manifestado por los interesados a causa de la sanción de excomunión, y confiando en el compromiso expresado por ellos en la citada carta de no ahorrar esfuerzo alguno para profundizar en necesarias conversaciones con las autoridades de la Santa Sede en las cuestiones aún abiertas, y poder así llegar rápidamente a una plena y satisfactoria solución del problema existente en un principio, ha decidido reconsiderar la situación canónica de los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta surgida con su consagración episcopal.
Con este acto se desea consolidar las relaciones recíprocas de confianza, intensificar y hacer más estables las relaciones de la Fraternidad San Pío X con la Sede Apostólica. Este don de paz, al final de las celebraciones de Navidad, quiere ser también un signo para promover la unidad en la caridad de la Iglesia universal, y por su medio, llegar a remover el escándalo de la división.
Se desea que este paso sea seguido por la solícita realización de la plena comunión con la Iglesia de toda la Fraternidad San Pío X, testimoniando así auténtica fidelidad y un verdadero reconocimiento del Magisterio y de la autoridad del Papa, con la prueba de la unidad visible.
En virtud de las facultades que me han sido expresamente concedidas por el Santo Padre, Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, levanto a los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latae sententiae declarada por esta Congregación el 1 de julio de 1988 y declaro privado de efectos jurídicos a partir del día de hoy el decreto entonces publicado.
Roma, Congregación para los Obispos, 21 de enero de 2009
Cardenal Giovanni Battista Re
Prefecto de la Congregación para los Obispos
Con la carta del 15 de diciembre de 2008 enviada a su eminencia el cardenal Darío Castrillón
Hoyos, presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, monseñor Bernard Fellay, en su nombre y en el de los otros obispos consagrados el 30 de junio de 1988, volvía a solicitar el levantamiento de la excomunión latae sententiae formalmente declarada por decreto del prefecto de esta Congregación para los Obispos con fecha del 1 de julio de 1988.
En la mencionada carta, monseñor Fellay afirma entre otras cosas: "estamos siempre fervorosamente determinados en la voluntad de ser y permanecer católicos y de poner todas nuestras fuerzas al servicio del Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Iglesia católica romana. Nosotros aceptamos todas sus enseñanzas con ánimo filial. Creemos firmemente en el primado de Pedro y en sus prerrogativas y por ello nos hace sufrir tanto la actual situación".
Su Santidad Benedicto XVI, paternalmente sensible al malestar espiritual manifestado por los interesados a causa de la sanción de excomunión, y confiando en el compromiso expresado por ellos en la citada carta de no ahorrar esfuerzo alguno para profundizar en necesarias conversaciones con las autoridades de la Santa Sede en las cuestiones aún abiertas, y poder así llegar rápidamente a una plena y satisfactoria solución del problema existente en un principio, ha decidido reconsiderar la situación canónica de los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta surgida con su consagración episcopal.
Con este acto se desea consolidar las relaciones recíprocas de confianza, intensificar y hacer más estables las relaciones de la Fraternidad San Pío X con la Sede Apostólica. Este don de paz, al final de las celebraciones de Navidad, quiere ser también un signo para promover la unidad en la caridad de la Iglesia universal, y por su medio, llegar a remover el escándalo de la división.
Se desea que este paso sea seguido por la solícita realización de la plena comunión con la Iglesia de toda la Fraternidad San Pío X, testimoniando así auténtica fidelidad y un verdadero reconocimiento del Magisterio y de la autoridad del Papa, con la prueba de la unidad visible.
En virtud de las facultades que me han sido expresamente concedidas por el Santo Padre, Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, levanto a los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latae sententiae declarada por esta Congregación el 1 de julio de 1988 y declaro privado de efectos jurídicos a partir del día de hoy el decreto entonces publicado.
Roma, Congregación para los Obispos, 21 de enero de 2009
Cardenal Giovanni Battista Re
Prefecto de la Congregación para los Obispos
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Comunicado del superior general de la Fraternidad San Pío X Monseñor Bernard Fellay
Emitido este sábado, al hacerse público el decreto de la Congregación para los Obispos, firmado el 21 de enero por el cardenal prefecto Giovanni Battista Re.
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La excomunión de los obispos consagrados por S. E. Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Sagrada Congregación para los Obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que nosotros siempre negamos, ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación fechado el 21 de enero de 2009 por mandato del Papa Benedicto XVI.
Expresamos nuestra gratitud filial al Santo Padre por este acto que, más allá de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, representará un beneficio para toda la Iglesia. Nuestra Fraternidad desea poder ayudar siempre al Papa a remediar la crisis sin precedentes que sacude actualmente al mundo católico, y que el Papa Juan Pablo II había calificado como un estado de "apostasía silenciosa".
Además de nuestro reconocimiento al Santo Padre, y a todos los que le ayudaron a realizar este valeroso acto, nos congratulamos que el decreto del 21 de enero juzgue necesarias la realización de "reuniones" con la Santa Sede, las cuales permitirán a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X exponer las razones doctrinales de fondo que ella estima ser el origen de las dificultades actuales de la Iglesia.
En este nuevo ambiente, tenemos la firme esperanza de arribar pronto a un reconocimiento de los derechos de la Tradición católica.
Menzingen, 24 de enero de 2009
+ Bernard Fellay
La excomunión de los obispos consagrados por S. E. Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Sagrada Congregación para los Obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que nosotros siempre negamos, ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación fechado el 21 de enero de 2009 por mandato del Papa Benedicto XVI.
Expresamos nuestra gratitud filial al Santo Padre por este acto que, más allá de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, representará un beneficio para toda la Iglesia. Nuestra Fraternidad desea poder ayudar siempre al Papa a remediar la crisis sin precedentes que sacude actualmente al mundo católico, y que el Papa Juan Pablo II había calificado como un estado de "apostasía silenciosa".
Además de nuestro reconocimiento al Santo Padre, y a todos los que le ayudaron a realizar este valeroso acto, nos congratulamos que el decreto del 21 de enero juzgue necesarias la realización de "reuniones" con la Santa Sede, las cuales permitirán a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X exponer las razones doctrinales de fondo que ella estima ser el origen de las dificultades actuales de la Iglesia.
En este nuevo ambiente, tenemos la firme esperanza de arribar pronto a un reconocimiento de los derechos de la Tradición católica.
Menzingen, 24 de enero de 2009
+ Bernard Fellay
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