Palabras del Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, durante la clausura del Foro "México ante la Crisis, ¿Qué hacer para crecer?”, realizado en el Senado de la República, 18 de febrero de 2009
Acudo a este espacio del Poder Legislativo, con absoluta lealtad republicana a las instituciones sobre las que convergen, la construcción de consenso y los debates que orientan a la nación, en su rumbo político e histórico.
Reconozco que desde este espacio, tanto desde la formulación de los presupuestos, como desde las últimas semanas de diciembre, se erigió la necesidad de ampliar los espacios de análisis, sobre la situación que se venía viviendo en el mundo y en el país.
Es necesario reconocer que la dimensión de la crisis y el diagnóstico sobre la misma, ha tenido que afinarse de manera dramática, tanto en México como en el mundo.
Hoy, subsisten circunstancias insospechadas y difíciles de evaluar en torno a las condiciones presentes y futuras.
Sin embargo, también tenemos que reconocer que en momentos de una gran dificultad, los actores políticos van conduciéndose con una gran responsabilidad para diferir y diferenciar la necesidad del proyecto.
Tanto en materia de seguridad, como de emergencia económica, ha sido el Poder Legislativo quien ha construido las condiciones para que el Gobierno Federal, en su conjunto, Legislativo y Administración, puedan reaccionar y abatir los efectos más severos de los problemas que enfrentamos.
Si en diciembre se convocó al foro y en enero se firmó el Acuerdo Nacional para Defender el Empleo y la Economía Familiar, regresó el Congreso ha ratificar su voluntad de comprometerse a construir salidas viables en el corto plazo, para afrontar la emergencia económica de la mejor manera.
No debe extrañar que en la pluralidad se puedan construir consensos fundamentales para temas que son vitales para la nación.
Es sobre los consensos políticos más amplios que se pueden construir las diferencias legítimas en el debate electoral.
La administración reconoce el respeto con el que ha sido escuchada por el Poder Legislativo. Reconoce la sensibilidad para distinguir aquello que es propio de la emergencia, con aquello que debe discutirse en un contexto distinto. Reconoce la voluntad de adoptar las medidas necesarias y asumir en las campañas políticas los debates sobre los cuales se construyen las diferentes ofertas políticas.
Hoy por hoy, los actores políticos pueden responderle a la ciudadanía que con todas las diferencias que los distinguen y con todos los perfiles que se tendrán que aclarar en las campañas electorales; los representantes de la nación son susceptibles de generar los acuerdos necesarios, para resolver los problemas más graves e ingentes, a los que se enfrenta la comunidad.
Ese es un valor político democrático, que la administración reconoce, que respeta y agradece.
Que consentir no significa claudicar. Consentir significa organizar los espacios sobre los cuales discutimos, afinidades y diferencias.
Y en los cuales podemos presentar las respuestas que ofrecemos a la comunidad para construir la gobernabilidad que México exige y demanda.
La administración analizará con respeto y con cuidado las propuestas que le hacen llegar.
Seguirá trabajando y comunicando sus diagnósticos al Poder Legislativo, y esperará con confianza, con esperanza y con decisión las herramientas que le otorguen para resolver de la mejor manera las necesidades que en el corto plazo se presentan para enfrentar la crisis.
Que los próximos meses la sociedad encuentre a los actores políticos discutiendo, con la claridad que sea necesaria las diferencias que los perfilan ante la opinión pública.
Las diferentes propuestas que tienen frente a los problemas que reconocen que existen en el país. Pero que este debate se dé sobre la conciencia clara, que los actores políticos, asimismo, han garantizado los elementos básicos de la gobernabilidad sobre los cuales se sostiene la democracia.
Así pues, en representación de la administración, reitero, nuestra gratitud, nuestro reconocimiento por este esfuerzo y nuestra disposición a seguir trabajando juntos, para asumir y resolver los compromisos ingentes, que como Gobierno Federal nos toca resolver en los próximos meses. Muchas gracias.
Reconozco que desde este espacio, tanto desde la formulación de los presupuestos, como desde las últimas semanas de diciembre, se erigió la necesidad de ampliar los espacios de análisis, sobre la situación que se venía viviendo en el mundo y en el país.
Es necesario reconocer que la dimensión de la crisis y el diagnóstico sobre la misma, ha tenido que afinarse de manera dramática, tanto en México como en el mundo.
Hoy, subsisten circunstancias insospechadas y difíciles de evaluar en torno a las condiciones presentes y futuras.
Sin embargo, también tenemos que reconocer que en momentos de una gran dificultad, los actores políticos van conduciéndose con una gran responsabilidad para diferir y diferenciar la necesidad del proyecto.
Tanto en materia de seguridad, como de emergencia económica, ha sido el Poder Legislativo quien ha construido las condiciones para que el Gobierno Federal, en su conjunto, Legislativo y Administración, puedan reaccionar y abatir los efectos más severos de los problemas que enfrentamos.
Si en diciembre se convocó al foro y en enero se firmó el Acuerdo Nacional para Defender el Empleo y la Economía Familiar, regresó el Congreso ha ratificar su voluntad de comprometerse a construir salidas viables en el corto plazo, para afrontar la emergencia económica de la mejor manera.
No debe extrañar que en la pluralidad se puedan construir consensos fundamentales para temas que son vitales para la nación.
Es sobre los consensos políticos más amplios que se pueden construir las diferencias legítimas en el debate electoral.
La administración reconoce el respeto con el que ha sido escuchada por el Poder Legislativo. Reconoce la sensibilidad para distinguir aquello que es propio de la emergencia, con aquello que debe discutirse en un contexto distinto. Reconoce la voluntad de adoptar las medidas necesarias y asumir en las campañas políticas los debates sobre los cuales se construyen las diferentes ofertas políticas.
Hoy por hoy, los actores políticos pueden responderle a la ciudadanía que con todas las diferencias que los distinguen y con todos los perfiles que se tendrán que aclarar en las campañas electorales; los representantes de la nación son susceptibles de generar los acuerdos necesarios, para resolver los problemas más graves e ingentes, a los que se enfrenta la comunidad.
Ese es un valor político democrático, que la administración reconoce, que respeta y agradece.
Que consentir no significa claudicar. Consentir significa organizar los espacios sobre los cuales discutimos, afinidades y diferencias.
Y en los cuales podemos presentar las respuestas que ofrecemos a la comunidad para construir la gobernabilidad que México exige y demanda.
La administración analizará con respeto y con cuidado las propuestas que le hacen llegar.
Seguirá trabajando y comunicando sus diagnósticos al Poder Legislativo, y esperará con confianza, con esperanza y con decisión las herramientas que le otorguen para resolver de la mejor manera las necesidades que en el corto plazo se presentan para enfrentar la crisis.
Que los próximos meses la sociedad encuentre a los actores políticos discutiendo, con la claridad que sea necesaria las diferencias que los perfilan ante la opinión pública.
Las diferentes propuestas que tienen frente a los problemas que reconocen que existen en el país. Pero que este debate se dé sobre la conciencia clara, que los actores políticos, asimismo, han garantizado los elementos básicos de la gobernabilidad sobre los cuales se sostiene la democracia.
Así pues, en representación de la administración, reitero, nuestra gratitud, nuestro reconocimiento por este esfuerzo y nuestra disposición a seguir trabajando juntos, para asumir y resolver los compromisos ingentes, que como Gobierno Federal nos toca resolver en los próximos meses. Muchas gracias.
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