7 sept 2009

Irrupción en el templo

Pecados de omisión /Fred Alvarez Palafox
Publicado en Código Topo, septiembre de 2009;
“Yo le pido a Dios, que es el único que quiero que me juzgue. Nunca voy a dejar que nadie me agarre en la tierra y espero que Dios me de esa oportunidad” La Tuta.
Más adelante de Guanaceví, por ahí está El Chapo, por ahí vive, pero bueno, todos lo sabemos, menos la autoridad...". Mons. Héctor González Martínez, arzobispo de Durango.
Aproximadamente a las 19:30 horas del sábado 1 de agosto, más de 200 efectivos de la policía federal preventiva acompaños (de las áreas de investigación, inteligencia y operaciones especiales de la PFP) por 2 helicópteros Black Hawk, un avión y dos vehículos acorazados irrumpieron violentamente en el templo, “El Perpetuo Socorro”, ubicado en la colonia 18 de Marzo, en Apatzingán Michoacán. Justo en el momento en que se celebraba un servicio religioso de acción de gracias en honor a la joven Liz, una quinceañera con síndrome de Down hija de Miguel Ángel Beraza Villa alias “La Troca”, supuesto operador del grupo delictivo La Familia. Liz estaba acompañada de familiares, amigos, así como de 15 niños –al igual que Liz-, con discapacidad compañeros en la escuela de educación especial.
A la voz de ¡Somos la Policía Federal! ¡Nadie se mueva!, la SSP se atrevió a realizar esa incursión en un templo en el momento de la liturgia -“inédito” en la historia contemporánea- debido a que un informe de inteligencia (después se supo que de la DEA) establecía que ahí se encontraría –en calidad de padrino- Servando Gómez Martínez alias “La Tuta”, miembro del cártel de ese grupo delictivo.

En la acción policiaca se detuvieron a 34 personas, entre ellas a Miguel Ángel Beraza Villa, alias La Troca, a Rafael Hernández Harrison, apodado La Cuchara; dos elementos clave de esta organización. El primero estaría encargado de organizar el tráfico de drogas sintéticas, y el segundo del planeamiento de extorsiones y del control de los laboratorios en Apatzingán. Las autoridades decomisaron, entre otras cosas, 11 vehículos de lujo, dos armas largas, 12 granadas de fragmentación, unos 13.000 dólares en efectivo, 4.500 pastillas psicotrópicas, una computadora portátil y teléfonos móviles.
El visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Erick Alejandro González Cárdenas, dijo que -según los relatos-, policías y soldados golpearon a tres personas, entre ellas la madre de la quinceañera, y hasta pasadas las 2 de la mañana dejaron ir a la mayoría. 
Durante siete horas el templo estuvo cerrado y los presentes –incluido el sacerdote– fueron obligados a permanecer tendidos en el piso. Las mujeres en crisis nerviosa, los niños lloraban, en tanto los hombres fueron sacados al atrio y tumbados bocabajo, los tuvieron varias horas, - hasta en la madrugada del domingo-, y con violencia fueron llevados a Uruapan y después a las oficinas de SIEDO de la Ciudad de México.; los familiares tuvieron contacto con ellos hasta la madrugada del lunes 3. 
Ese mismo día, según el visitador González Cárdenas, se turnaron las quejas a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Vinicio Cortés Álvarez, encargado del diseño gráfico del periódico parroquial, quien denunció que los policías saquearon las alcancías del templo, léase, hubo acusación de robo de limosnas. A los detenidos los soltaron el martes 4 de agosto advirtiéndoles que habría represalias si se quejaban.
“Estuvimos más de una hora boca abajo; otra hora cuestionándonos y tomando fotos a cada uno de los que se encontraban dentro del templo”, relato el profesor Mario Mendoza Reyes (La Jornada 5 de agosto) “Después de mantenernos en continuo hostigamiento, fuimos subidos a un vehículo especial, y después a dos helicópteros para ser trasladados a la ciudad de Uruapan. Posteriormente abordamos un avión de la Policía Federal que nos llevó a las instalaciones de la Agencia Federal de Investigación (AFI)”. En ese lugar, señaló Mario Mendoza, fueron retenidos por varias horas en un salón, a donde llegaron esposados y despojados de toda pertenencia personal, las cuales no les fueron entregadas en su totalidad.
Y como era de esperarse la acción generó una serie de protestas, la primera fue del secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Leopoldo González, quien emitió una “enérgica protesta” por la irrupción policiaca en el recinto religioso “en el momento en que se celebraba la Santa Misa, el acto sagrado más importante para los fieles católicos. “Los fines no justifican los medios utilizados en éste u otros casos. Nada explica este tipo de acciones dentro de un recinto religioso y menos en estos momentos donde México es señalado internacionalmente como un país inseguro y violento, subrayó el prelado. 
El también obispo auxiliar de Guadalajara concluyó con un llamado a las autoridades, “en todos sus niveles de gobierno, a no permitir que ocurran este tipo de conductas por parte de aquellos que deben guardar la seguridad y el orden.”
Y de inmediato quizás debido a la presión mediática – o quizás por temor a ser excomulgados-, la SSP pidió disculpas a la CEM, y concretamente al obispo de Apatzingán, a la feligresía y a las autoridades eclesiásticas representadas “por las circunstancias en las que tuvo que realizarse el operativo:”. En un boletín de Prensa/326 la autoridad se justifico diciendo que “dicha acción se concretó en ese momento y lugar debido a una evaluación de inteligencia que garantizaba la detención de este presunto delincuente (La Troca), evitando así su fuga o un posible enfrentamiento.” Subraya la oficina de Genaro García Luna que el operativo en cuestión “se realizó con la mayor precisión para garantizar la seguridad de más de 250 personas que se encontraban en el evento. En todo momento, la prioridad de la Policía Federal fue evitar un incidente de violencia que pudiera haber puesto en peligro la integridad de todos los presentes en la ceremonia religiosa.”
La CEM por su parte aceptó las disculpas de la SSP por la irrupción policial en el recinto religioso. En un comunicado la CEM señaló que la irrupción en la iglesia ha sido una "falta de respeto a la fe católica y sus sacramentos". Sin embargo, hizo un reconocimiento a la SSP por las disculpas ofrecidas y renovó su compromiso por colaborar en la lucha para erradicar la criminalidad. El comunicado firmado por Mons. González quien también es obispo auxiliar de Guadalajara precisó que "la Iglesia sus Obispos jamás contribuirán a la obstrucción de la justicia, como lo han querido señalar algunas voces que por desconocimiento o mala fe se han pronunciado al respecto. Por el contrario, su posición es la de colaborar con las autoridades para que ellas restablezcan el orden y el Estado de Derecho donde han sido alterados por el crimen organizado y, en particular, por el narcotráfico. Concluye el comunicado de la jerarquía eclesiástica que “¡Ningún templo católico es ni será, lugar donde se pueda ocultar, bajo ningún pretexto, cualquier tipo de delincuencia!”.
Y ya con el aval de la CEM, Mons. Miguel Patiño Velázquez, obispo del lugar expresó a los medios locales dirigiéndose “a todos los fieles de esta diócesis para expresar mi más enérgica protesta por los abusos cometidos por la Policía Federal el sábado 1 en el templo del Perpetuo Socorro de esta ciudad, cuando sin ninguna orden de cateo irrumpieron en el recinto sagrado en el momento preciso de la celebración de la Santa Misa.” Por lo que solicito a las fuerzas policiacas “que sus operativos se realicen de tal modo que eviten a la ciudadanía sufrimientos innecesarios e injustos.” Señala que el gobierno del presidente Calderón en su lucha contra la delincuencia, “necesita contar con el respaldo del pueblo al que pretende y debe servir. Tiene ya la fuerza de la Ley y de las armas, pero si no tiene la autoridad moral que la aprobación del pueblo le otorga, sus acciones parecerán arbitrarias y prepotentes. No debemos llegar a sentir que “es peor el remedio que la enfermedad”.
En el comunicado se expresa –eso sí-, el reconocimiento y apoyo al esfuerzo que el Gobierno y las fuerzas del orden público realizan para llevar al pueblo tranquilidad y la seguridad perdidas: “Aceptamos sus disculpas, pero exigimos como ciudadanos y como pastores que en la planeación y realización de sus operativos las fuerzas policiacas respeten la dignidad, los derechos y la libertad de las personas, y que tengan cuidado de no agraviar más la sensibilidad religiosa de este pueblo que en su fe, en su culto y sobre todo en la celebración de la Santa Misa, en sus templos, encuentran un tiempo y un espacio de seguridad, esperanza y paz.”
Hasta ahí los hechos. 
Aun con inteligencia y si disparar un tiro hubo irrupción violenta – y “sin orden de cateo”-, disculpas de la autoridad, aceptación de disculpas y …un no lo vuelvan hacer. Punto. Hasta ahí hubiese quedado el asunto. Pero los hechos fueron nota n las primeras planas de los periódicos nacionales, e inclusive también en algunos internacionales.
Conviene hacer aquí algunas reflexiones a un mes de los hechos en el templo del Perpetuo Socorro, a saber: 
i) Los primero que llamó la atención fue el hecho de que los comunicados de la CEM nunca fueron firmados por el Presidente de la CEM, ó por el Consejo de la Presidencia  -2 de ellos fueron firmados sólo por el secretario general, quien por cierto como obispo auxiliar de Guadalajara es posible sucesor del Cardenal Juan Sandoval el otro fue signado por el obispo del lugar Miguel Patiño Velázquez- y. Conviene hacer mención que ante un hecho de esta naturaleza debía llevar la firma no sólo del Presidente del Episcopado, sino incluso también del mismo Consejo de la Presidencia el cual es el principal órgano ejecutivo de la CEM y del Consejo Permanente.*
ii) Al parecer a la inteligencia policiaca le funcionan los operativos durante los servicios religiosos, por lo menos con el cartel de La Familia. Recordemos que el pasado mes de abril, la policía arresto a 44 presuntos narcotraficantes pertenecientes a dicho cartel durante un bautizo en la ciudad de Morelia, también sin necesidad de emplear las armas, pero si con el apoyo cuatrocientos agentes federales, un avión Boeing 727 y dos helicópteros Blackhawk, además de vehículos especiales... Entre los detenidos se encontró a Rafael Cedeño Hernández, alias “El Cede”, responsable de los envíos de droga procedentes de Centroamérica y encargado además de la expansión territorial de La Familia en el estado de Guerrero., y sucesor de Alberto Espinoza Barrón, alias “La Fresa”, detenido el 31 de diciembre de 2008. Es evidente que los integrantes de ese grupo delincuencial son católicos, y seguramente van a misa los domingos. Probablemente algunos se confiesan; otros más dan generosas limosnas; y otros son prácticamente los que mantienen un recinto religioso. Lo que siempre se ha dicho es los integrantes de La Familia son lectores de la Biblia, incluso hay algunos más que afirman que hay en sus filas pastores evangélicos. Un informe de inteligencia de la SS y de la PGR filtrado a algunos medios señala que dicho cártel está integrado por líderes que dirigen grupos religiosos con gran número de feligreses, entre quienes han empezado a construir una base social justificando sus ejecuciones en “mandatos del Señor”. Dice una nota de Gustavo Castillo (La Jornada, 27 de marzo de 2009) que La Familia “se basa en principios religiosos y ha construido una base social de ayuda a los hogares de las comunidades más necesitadas, promoviendo entre su grey valores sociales como la cooperación entre ciudadanos, la unión familiar y la recuperación del tejido social mediante el bienestar moral, laboral y económico”. Pero, al mismo tiempo, estos principios “son utilizados para que esta base social, por mandamiento del Señor, acabe con los enemigos, aquellos que afectan a la sociedad y, en su caso, los sicarios, principalmente del grupo de Los Zetas, por ser elementos identificados como promotores de la corrupción social y del alma. Son, por ende, los peores enemigos de La Familia”.
Unos (aparentemente) protegen y otros denuncian
Por otro lado, se sabe de amenazas por parte de la DO a líderes religiosos. Un estudio de la CEM colocado en el sitio de internet (www.cem.com.mx) estima que desde 1993 - un año después que se les dio reconocimiento jurídico a las Iglesias- a la fecha se han perpetrado 15 asesinatos, entre ellos el cardenal Posadas Ocampo, once sacerdotes y tres religiosos. El asunto cobró más vigor cuando el pasado 17 de abril, el arzobispo de Durango Héctor González Martínez, llamó a los periodistas para denunciar que los sacerdotes de su diócesis están sufriendo amenazas por parte de sicarios del crimen organizado: "Los extorsionan llamándolos por teléfono, amenazándolos con insistencia, gritándoles, diciéndoles malas palabras... Y la autoridad no hace nada", dijo categóricamente. Ahí detalló los lugares donde operan dos de los carteles más peligrosos; La Familia Michoacana y el cartel de Sinaloa. Señaló a Guanaceví, como la guarida segura del Joaquín Loera “El Chapo Guzmán. Concretamente dijo: “El Chapo vive más delante de Guanaceví, todos lo saben menos la autoridad”. Tres semanas después un grupo armado lo interceptó en la sierra y lo retuvo durante algunos minutos. El prelado no se inmuto.
El obispo tenía razón, y no era por cuestión de inteligencia; ahí todo mundo sabe quién es quién. Meses después tropas del Ejército mexicano llegaron a Las Trancas, en el Municipio de Tamazula, Durango, y allí localizaron, en lo alto de una cañada, un rancho de 240 hectáreas con un megalaboratorio dedicado a la producción de drogas sintéticas y mariguana en donde, se presume, estuvo alojado El Chapo Guzmán.
Meses antes, -en agosto de 2008-, él y su consejo presbiterial emitieron la llamada Exhortación pastoral por la salud y la vida, en la que aseguraron que -además de ser zona de paso de la droga-, Durango se convertía “en campo de consumo al narcomenudeo promovido e impulsado por ventanas clandestinas, picaderos, casas de consumo, expendios y puchadores”. El arzobispo advirtió a los cárteles que “Durango no es tierra de nadie o disponible para quien la quiera tomar”. Les pidió recapacitar porque la droga “es un camino equivocado que con frecuencia termina en muerte”.
En una entrevista (Proceso # 1695, 25 de abril de 2009) al sacerdote Manuel Corral, Secretario Ejecutivo de Relaciones Institucionales de la CEM comenta al respecto que alrededor de 120 sacerdotes han recibido amenazas de muerte, además de que siete obispos están amenazados, como don Raúl Vera, de Saltillo, que ya lo ha declarado públicamente. Empero, precisa que ninguno ha puesto una denuncia ante las autoridades judiciales. Sin embargo, Corral subraya que “por fortuna”, los sacerdotes y obispos tienen “un respaldo muy fuerte” de la población. Y advierte: “Los narcos tendrán que pensarlo muy bien antes de meterse con la Iglesia. Que no se les ocurra matarnos un sacerdote, porque entonces se ganarán el repudio popular.”
Concluyó que la Comisión de Pastoral Social del episcopado impulsará una cruzada católica contra el narco. Y muy probablemente, después pondrá en marcha una organización antimafia similar a “Red Libera”, que en Italia dirige el sacerdote Luigi Ciotti y combate a mafias como La Cosa Nostra, La Camorra o La Ndrangheta. 
Hace unos meses estuvo en México el padre Ciotti platicando esas experiencias; y la semana pasada Monseñor Raúl Vera, obispo de Saltillo participó en un coloquio con los fiscales antimafia de Italia, con la conferencia denominada: La participación civil de Iglesia en el contraste a la delincuencia organizada. 
iii) Otro dato interesante después de la incursión en el templo de Apatzingán fue el hecho de que el secretario general reitero que “ningún templo católico es ni será, lugar donde se pueda ocultar, bajo ningún pretexto, cualquier tipo de delincuencia.” ¡Por supuesto que no! Eso estuvo muy bien debido a que algunos todavía piensan que el clero católico tiene fuero. En la diócesis de Apatzingán hay 27 parroquias, y existen en el país casi 100 mil templos de todas las denominaciones religiosas donde se dan todos los días servicios de culto público.
De repente viene a la mente aquel diciembre de 1993 cuando el nuncio Girolamo Prigione se entrevistó con los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix, presuntos asesinos del cardenal Posadas Ocampo. Según le turinés los capos se acercaron a él a través del sacerdote diocesano Gerardo Montaño Rubio, “en secreto de confesión” para negar la autoría del crimen del cardenal; entonces Prigione avisó a las autoridades de que se reuniría con ellos. Nunca he comprendido el porqué ninguna autoridad actuó aun cuando se los tenía ubicados.
iv) Y lo que llamó la atención fue el posicionamiento del Monseñor Patiño Velázquez, por cierto un hombre moderado y miembro del consejo General de la Congregación de Misioneros de la Sagrada Familia desde 1967, quien dijo que para entrar al templo se debía tener una orden de cateo. 
No estoy tan seguro que se deba tener una orden para ingresar a un templo donde se encuentra un presunto delincuente. Los templos son del culto público y propiedad de la nación. Eso debe quedar claro, aunque el senador Carlos Navarrete Ruiz, coordinador del Partido de la Revolución Democrática en el Senado, dijo que "los templos de culto religioso, de cualquier religión en el país, están asignados, y no por ser lugares de culto público pueden ser allanados sin orden judicial. Están protegidos por la ley, es como un domicilio particular", comentó. Por ello, a su juicio ninguna autoridad puede irrumpir en una casa sin orden judicial. Para el padre José de Jesús Aguilar, vocero de la Arquidiócesis de México, la Iglesia (¿Cuál?) “aplaude” los operativos de la policía y dijo que, si es necesario, se le avise al sacerdote que oficie la misa para que capturen al delincuente y, posteriormente, se reanude la celebración litúrgica. En tanto para el obispo Vera López, la Iglesia, desde el Evangelio, de ninguna manera puede aceptar lo que está pasando con la violencia del narcotráfico. “¿Por qué tienen que esperar a que se metan a una iglesia para irlos a agarrar?, por favor, ¿por qué tienen que esperar? No me parece a mí tampoco que nosotros vayamos a ser los colaboradores”, dijo en una entrevista.
La irrupción policía en un templo de Apatzingán llevó a que varios líderes de partidos llevarán el debate al tema de que se aplicarán impuesto a las iglesias, debido a que las limosnas no son tan “trasparentes”. Eso deben hacerlo las Asociaciones Religiosas sin necesidad de legislar. Además la mayoría de las iglesias en México apenas les alcanza para cubrir sus gastos; muchas de ellas realizan verdaderas obras sociales. No debemos relacionar el caso de las iglesias México como por ejemplo lo que está sucediendo en Brasil con la Igesias Universal del Reino de Dios, mejor conocida como “Pare de sufrir”. Edir Macedo, el fundador y líder de esa denominación se les acusa de asociación ilícita y de supuesto "lavado de dinero".
Y claro el tema es sensible. 
Hace año y medio una declaración sacada de contexto del presidente de la CEM, Mons. Carlos Aguiar Retes generó diversas reacciones; varias de ellas incluso “fuego amigo”. Era 4 de abril de 2008, en conferencia de prensa por la conclusión de la 85 Asamblea Plenaria de la CEM, dijo que la Iglesia católica ha identificado que los narcotraficantes son generosos con los pueblos de donde proceden. “En general meten la luz, comunicaciones, caminos por cuenta de ellos. Eso es lo que hacen y muchas veces también construyen una Iglesia, una capilla. Eso es en algunos pueblos muy remotos de la sierras donde ni el gobierno tiene recursos para actuar, los narcotraficantes hacen obras muy significativas para la comunidad”. Precisó: “No los estoy justificando, simplemente estoy diciendo la evidencia”. Comentó que cuando los narcotraficantes se acercan a obispos, los prelados les sugieren recapacitar en sus actividades y volver a la sensibilidad de la conciencia, del respeto a su propia vida. Concluyó que por confidencialidad y por el secreto de confesión que deben guardar, se negó a decir nombres de narcotraficantes y obispos que han sostenido conversaciones en este sentido.
Las reacciones no se hicieron esperar. 
Varios actores de la política como el ex secretario de gobernación, Santiago Creel, criticaron fuertemente las declaraciones de Aguiar Retes. Lo más grave fueron las reacciones de Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México y Mons. Guadalupe Martin Rábago, obispo de León y ex presidente de la CEM quienes criticaron lo dicho por Aguiar Retes.
La Arquidiócesis Primada de México advirtió en un comunicado –debido a que el obispo estaba en Roma- que el narcotráfico es un pecado grave, dijo que el dinero que el narcotráfico obtiene es sucio, por lo que de ningún modo puede purificarse con actos piadosos. No obstante, apuntó Norberto Rivera en el comunicado que los narcotraficantes puede obtener la salvación al arrepentirse de sus pecados y ser perdonado por la iglesia. Empero, subrayó el Primado de México, que para la iglesia el narcotráfico es un pecado social, y "el dinero producto del narcotráfico es dinero mal habido y por lo mismo no se lava en obras de caridad".
En la misma posición estuvo el arzobispo de la arquidiócesis del Bajío y ex presidente de la CEM, José Guadalupe Martín Rábago quien subrayó que su diócesis no recibe donativos del narcotráfico y desaprobó la construcción de obras comunitarias financiadas con dinero sucio. “Es totalmente reprobable la actitud de utilizar dinero que es fruto de la muerte y de la sangre y del sufrimiento de mucha gente”, enfatizó el arzobispo de la arquidiócesis de la región Bajío. El clérigo destacó que no se lava el dinero que viene del narcotráfico, aunque se quiera emplear en obras de servicio comunitario. Desde Guanajuato, dijo que no se ha dado cuenta de que narcotraficantes hayan hecho aportaciones para este tipo de obras. “Para nada, desde luego creo que la situación del estado de Guanajuato es diferente a la de otras entidades”, indicó. De antemano aclaró que jamás aceptaría dinero producto de los criminales. “Si yo tuviera información de que alguien de manera indebida ofrece un dinero que es sacado producto del narcotráfico de ninguna manera lo recibiría, y diría a los sacerdotes no aceptar cuando se sabe que viene de actividades ilícitas, no puede ser utilizado”, dijo Martín Rábago.
Pero los prelados leyeron mal las declaraciones de su hermano Aguiar Retes, quien por cierto en unos meses dejará el cargo. Tres días después tuvo que salir una aclaración de la CEM, en torno a las declaraciones de su presidente. En un mensaje difundido el 7 de abril la CEM – y con la firma de José Leopoldo González González, Secretario General y del Pbro. Manuel Corral -, aclaró que la Iglesia católica no recibe donativos de narcotraficantes y que, por el contrario, condena cualquier aportación de ese tipo.
En efecto, se sacaron de contexto las declaraciones de Aguiar Retes ante una pregunta expresa. El hoy arzobispo de Tlalnepantla nunca dijo que la Iglesia católica hubiera recibido donativos de los narcotraficantes. Es más, condenó cualquier donativo que pudiera venir de ellos. Lo que si dejo es en México debería haber una ley que garantice al narcotraficante arrepentido, iniciar una nueva vida con la protección del Estado, al cambiarle su identidad y reubicarlo en otro punto, como se hace en Colombia con los guerrilleros. Comentó que cuando los narcotraficantes se acercan a obispos, los prelados les sugieren recapacitar en sus actividades y volver a la sensibilidad de la conciencia, del respeto a su propia vida. Por confidencialidad y por el secreto de confesión que deben guardar, Aguiar Retes se negó a decir nombres de narcotraficantes y obispos que han sostenido conversaciones en este sentido.
El error de la CEM es que no difundió la versión estenográfica, a veces disponible en su página. Y no lo dijo sencillamente porque basta leer integro el comunicado del martes 12 de febrero, de 2008 al inicio de la Cuaresma, cuando dijo un: ¡No rotundo al narcotráfico!  El comunicado firmado por el entonces obispo de Texcoco, señaló: "Invitamos a los implicados en estas situaciones absurdas del narcotráfico a aprovechar el tiempo de Cuaresma para iniciar el camino de la conversión y vuelta sincera a Dios."
Aquel martes Aguiar Retes escribió: "En la lucha contra el tráfico de drogas, reconocemos el esfuerzo de los gobiernos federal y estatal, y el de las diferentes corporaciones que han trabajado en los Operativos Conjuntos. Elevamos a Dios nuestra oración por todos nuestros hermanos que han muerto víctimas del crimen organizado, y pedimos a Dios por sus familias. Y al Pueblo de México..."
A manera de concusión
Es evidente que la autoridad de ser más cuidadosa en acciones como las realizadas en el templo del Perpetuo Socorro, afortunadamente no pasó a mayores, no me imagino una acción de este tipo en la Basílica de Guadalupe donde cotidianamente asisten miles de feligreses, o en la Catedral de Guadalajara o en una Sinagoga o mezquita. La inteligencia debe ser más efectiva. No estoy tan seguro que se requiera orden de cateo en un templo propiedad de la nación cuando hay evidencia de flagrancia. El Senador Carlos Navarrete Ruiz, ha dicho que "los templos de culto religioso, de cualquier religión en el país, están asignados, y no por ser lugares de culto público pueden ser allanados sin orden judicial. Están protegidos por la ley, es como un domicilio particular". La pregunta sería a quien se le pediría permiso Al obispo del lugar’, al párroco?, al sacristán?, o en todo caso al apoderado legal de la Asociación Religiosa. El padre osé de Jesús Aguilar, dice que “si es necesario, se le avise al sacerdote que oficie la misa para que capturen al delincuente y, posteriormente, se reanude la celebración litúrgica.
El ministro de culto – que son miles, tan sólo 16 mil son católicos- no se le puede obligar a revelar el secreto de confesión, pero si puede jugar un papel clave en el combate al crimen organizado, como sucede en otras latitudes, Italia por ejemplo. 
Y en medio de todo esto, no debe pasar desapercibido el posicionamiento de los obispos ante el gobierno del Presidente Calderón. A 17 años de las reformas a los artículos, 3, 5. 24. 27y 130 de la Constitución en materia de situación jurídica de las Iglesias, Asociaciones Religiosas, Ministros de Culto, entre otras, y a dos semanas después de la irrupción al templo, el sacerdote Manuel Corral Martín (quien pinta para obispo y quizás cardenal) leyó un discurso ante funcionarios de la Secretaría de Gobernación donde subrayó que “el marco jurídico actual en el cual desarrollan las actividades las Asociaciones Religiosas no puede quedar atrapado en los contextos del momento, (por lo que) debemos buscar caminos para un mejor entendimiento y de este modo responder a los retos que se presentan hoy a la sociedad mexicana.” 
Hace dos años –en octubre de 2007- a Iglesia Católica revivió su petición de realizar cambios a la constitución. De visita en nuestro país Dominique Mamberti, secretario de El Vaticano para las relaciones con los Estados, sostuvo que en la legislación mexicana se perciben equívocos y limitaciones sobre libertad religiosa.“Espero que este encuentro nos ayude a proponer nuevos caminos del marco jurídico actual con vistas a una plena garantía a la libertad religiosa de todos los ciudadanos, superando limitaciones y equívocos que se perciben en las normas vigentes”, dijo a propósito del 15 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano. "La Iglesia, como se ha dicho muchas veces, no pide privilegios, sino el principio de libertad religiosa en toda su extensión, ha dicho una y otra vez Benedicto XVI. El tema quedó en el tintero, pero el pasado 13 de agosto el Padre Corral en la ceremonia de entrega de 99 certificados a nuevas asociaciones religiosas, que el gobierno tiene con las Asociaciones Religiosas, los siguientes pendientes, a saber:
i) Reconocimiento de la objeción de conciencia en el sistema jurídico mexicano;
ii) Ayuda espiritual en centros de salud, de readaptación social y de asistencia del sector público (sin tantos requisitos como los que se tienen al momento);
iii) Apertura a favor de las asociaciones religiosas para que puedan poseer medios masivos de comunicación; 
iv) Derogación de la necesidad de informar a la SEGOB para la transmisión de actos religiosos a través de la radio y la televisión;
v) Simplificación administrativa para la internación y regulación de la estancia en México de extranjeros, con carácter de ministros de culto y asociados de las asociaciones religiosas;
vi) Desregulación administrativa en el ámbito de la aplicación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público; y
vii) Suprimir la disposición legal que limita la asistencia de las autoridades a actos religiosos de culto público.
Es evidente que el discurso del clérigo trae el aval de la jerarquía católica. El tema dará de que hablar.
*CEM

El consejo de Presidencia se compone del Presidente (Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlanepantla), el Vicepresidente (Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia), el Secretario General (José Leopoldo González González, obispo Auxiliar de Guadalajara), el Tesorero General (Alonso Garza Treviño, obispo de Piedras Negras) , y dos obispos Vocales elegidos entre los Representantes de las Regiones Pastorales (José Luis Chávez Botello arzobispo de Antequera-Oaxaca y Rogelio Cabrera López arzobispo de Tuxtla Gutiérrez) y se reúne “cuantas veces sea necesario conforme a la índole y cantidad de los asuntos de su competencia.

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