18 feb 2011

Firma del Pacto Nacional A Favor de los Derechos Humanos

Francisco Blake, Secretario de Gobernación, con motivo de la Firma del Pacto Nacional A Favor de los Derechos Humanos y la Transparencia en los Tribunales Superiores de Justicia de México, realizado en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Discurso
México, D.F., 18/02/2011
Doctor Rodolfo Campos Montejo, Magistrado Presidente de la Comisión Nacional de Tribunales de los Estados Unidos Mexicanos;
Doctor Edgar Elías Azar, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal;
Doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos;
Señor Javier Esteban Hernández, Representante en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos;
Distinguidos Presidentes de los Tribunales de Justicia;
Funcionarios del Sistema de Justicia local y federal;
Funcionarios Federales;
Amigas y amigos, todos:
Es un honor, de nueva cuenta, estar aquí. Para mí es motivo de gran satisfacción ser testigo de honor en la firma de este trascendental Pacto Nacional a Favor de los Derechos Humanos y de la Transparencia, por los motivos y las razones que se han expresado ya por quienes me antecedieron en la palabra.
Para el Gobierno del Presidente Felipe Calderón, los derechos humanos son la ética de la democracia. Su defensa es la expresión tangible de la dignidad humana en todas sus manifestaciones.
Este Pacto representa un avance muy importante, ya que vincula un binomio que en la práctica debe ser indisoluble.
Porque en la medida en que las personas perciban que la justicia es plenamente respetuosa de los derechos humanos y que es ejercida con absoluta transparencia, tendrán la seguridad de que es auténtica y plena.
Este reto demanda esfuerzos coordinados y decididos, como los que hoy se han refrendado en este pacto.
El respeto al mismo, por parte de las autoridades, será para todos un indicador tangible de bienestar y de seguridad, por supuesto, en las comunidades y para los justiciables, principalmente.
Hoy precisamente la mayor amenaza al bienestar y a la seguridad proviene del crimen organizado. Es por ello que el Estado mexicano lo combate con toda su fuerza, para hacer valer las leyes, fortalecer las instituciones en todo el país y defender, por supuesto también, la democracia.
En la lucha contra el crimen organizado hay absoluto respeto a los derechos humanos, porque la fuerza del Estado no es otra que la legalidad y la razón que le asisten.
Desde el inicio de la administración del Presidente de la República, se ha tenido como objetivo inspirador que la justicia propia del Estado democrático fructifique en sus derechos y en la protección, particularmente, de los derechos humanos.
Quien viola los derechos básicos de las personas, tiene y tendrá que enfrentar, en este Gobierno, todo el peso de la ley.
Para avanzar en la construcción de una legislación de vanguardia en la materia, se envió al Congreso de la Unión una Iniciativa de Reforma en Materia de Derechos Humanos. Lo platicábamos hace un momento con el doctor Raúl Plascencia es un proyecto que nos interesa, que se impulse con fuerza, con dinamismo.
Ya el día de ayer las Comisiones aprobaron parte de este y esperamos que, lo más pronto posible, el Pleno, los señores legisladores establezcan un nuevo instrumento al Estado mexicano, precisamente a favor y en reconocimiento de los derechos humanos de las personas.
En ese impulso, en ese proyecto, saben que cuentan con la Secretaría de Gobernación y con la definición del Gobierno de la República para sacarlo adelante.
El objeto de la iniciativa es, precisamente, institucionalizar la obligación de los poderes de la Unión y de los órdenes de Gobierno de respetar, proteger y garantizar la vigencia de los derechos humanos, así como de prevenir, investigar y sancionar sus violaciones.
Con la iniciativa se reconocen los derechos fundamentales establecidos en la Constitución, y contenidos, incluso, en los tratados internacionales suscritos por nuestro país.
Se contempla también otorgar a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos competencia para ejercer acciones de inconstitucionalidad en contra de leyes y tratados internacionales que vulneren los derechos humanos que consagra la Constitución.
Esta iniciativa, aunque fue aprobada por el Senado está en espera –como les he comentado- de la dictaminación en la Cámara de los Diputados. Así es que esperamos pronto contar con esa definición.
La construcción de un sistema cada vez más completo de derechos y garantías fundamentales y el progreso en materia de transparencia, son la expresión concreta de algunos de los más altos ideales de toda sociedad democrática.
Es por ello que en la Administración del Presidente Felipe Calderón se han dado avances importantes en ambos temas.
Hoy, el Gobierno Federal está sujeto al escrutinio de los ciudadanos y rinde cuentas puntualmente sobre sus acciones, sus programas y el ejercicio de los recursos públicos. Pocas veces en nuestra historia el Gobierno ha sido tan visible y tan abierto.
En materia de derechos humanos el principal desafío que enfrentamos es consolidar el Estado de Derecho, con un régimen en el que la legalidad sea parte de la cultura cotidiana.
La prevención, atención y solución a las violaciones de los derechos humanos, es una prioridad del Estado, que demanda el compromiso y la corresponsabilidad de todos los actores políticos, económicos y sociales.
La participación activa de la sociedad, con base en una cultura cívica-democrática es de vital importancia para fortalecer nuestras instituciones y la unidad de la Nación.
Señoras y señores:
El respeto incondicional a los derechos humanos y la transparencia en todos los órdenes de gobierno son señales inequívocas del avance de toda sociedad democrática.
El Gobierno Federal asumirá la parte que le corresponde para que las líneas de acción que se derivan del presente acuerdo se puedan realizar exitosamente.
Como ha quedado establecido en el Pacto que ahora firmamos, la protección de los derechos humanos es el eje fundamental en la consolidación y permanencia de cualquier Estado constitucional.
Estamos convencidos además de que el valor eminente de la democracia radica en garantizar el sistema más amplio posible de libertades, por lo que su defensa lo es también el de la dignidad humana, en todas sus expresiones.
En nombre del Gobierno de la República, mi reconocimiento a los firmantes y a todos aquellos mexicanos que con valor y denodado empeño construyan y sigan avanzando a través de las instituciones, a un México más fuerte, más próspero y más comprometido con la legalidad y más comprometido con la dignidad humana y sus derechos fundamentales.
Fuente. CS de Segob.

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