"La ministra Margarita Luna Ramos de la Suprema Corte ha cometido una grave falta ética al defender públicamente la posición de la juez Blanca Lobo Domínguez en su censura a Presunto culpable. Los ministros deben ser neutrales ante un caso que puede llegar a su consideración. El "pre-juicio" de Luna Ramos debería descalificarla de participar en cualquier sesión de la Corte en que se considere el caso."
Un día después la
Réplica / Precisa Suprema Corte
Reforma, 10-Mar-2011;
Sr. Director:
Por este conducto solicito a usted la publicación de estas precisiones a la columna Jaque Mate, de la autoría de Sergio Sarmiento, publicada en su edición de este 9 de marzo de 2011.
Refiriéndose al documento que la ministra Margarita Luna Ramos hizo público el pasado 8 de marzo en relación a la juez 12 de Distrito en Materia Administrativa, don Sergio asegura que ella "ha cometido una grave falta de ética al defender públicamente la posición de la juez Blanca Lobo Domínguez en su censura a Presunto culpable".
Respecto de esa aseveración debe enfatizarse que no existe falta de ética alguna, como lo afirma. Y no la hay, porque en ninguna parte del texto se pronuncia o califica la materia objeto del amparo en curso, ni la resolución del juez ni la del Tribunal Colegiado. Antes que eso, realiza un ejercicio explicativo para dar claridad a los hechos que han dado lugar al debate público ciertamente importante.
Don Sergio califica de censura la actuación de la juez 12 de Distrito en Materia Administrativa. Ello, por supuesto que entra en el terreno de su propio derecho a opinar y calificar. En el caso del Poder Judicial de la Federación , se ha rechazado tal intención, tan es así que un tribunal colegiado, integrante del mismo Poder Judicial Federal, ha levantado la suspensión provisional contra dicho documental.
Don Sergio agrega con verdad que los ministros deben ser neutrales, y por ello debe saber que en las entrevistas que la ministra concedió aclaró de inicio que no podría pronunciarse en ningún sentido, porque debe preservarse en la eventualidad de que dicho caso sea competencia de la Suprema Corte.
Por ello, no es verdad, como afirma, que la ministra haya prejuiciado y tampoco queda descalificada, si fuera el caso de que la Suprema Corte conociera del tema.
Agradezco la publicación de la misma, para mayor claridad en la información de sus lectores.
Atentamente.
Jorge Camargo Zurita,
Director general de Comunicación y Vinculación Social, Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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¿Que dijo Luna Ramos?
¿Que dijo Luna Ramos?
En un pronunciamiento, en el marco del Día Internacional de la Mujer, la ministra dijo que la jueza Blanca Lobo ha sido duramente tratada por su resolución de suspender la exhibición del documental, y asegura "con todo conocimiento de causa, que siempre llevó a cabo su labor con esmero, dedicación, empeño y profesionalismo".
"A la Juez de Distrito Blanca Lobo Domínguez quiero decirle que nuestro país necesita de jueces fuertes, que en el embate de la tempestad sepan mantener el rumbo, pues difícil es la labor del juzgador".
Luna Ramos rechaza asimismo las acusaciones de que la suspensión fue un acto de censura del Poder Judicial Federal, pues la exhibición de la cinta en nada puede afectarlo, "si las deficiencias que revela son las de las autoridades judiciales del Distrito Federal".
La ministra pide a la jueza Lobo, tener siempre presente que el papel que el Poder Judicial Federal adquiere en el escenario, cobra primordial importancia, "pues la actuación que la sociedad demanda depende del eficiente y eficaz desempeño de sus juzgadores". Usted sabe perfectamente, le dice a la jueza- que se puede tener una gran capacidad discursiva y un gran conocimiento jurídico, pero si no va aparejado del perfecto estudio del expediente, capacidad y conocimiento estarán desperdiciados.
Le recomienda "que no la venza el temor, que es también factor utilizado para docilitar al juzgador. Por eso, que en el dictado de la sentencia no influya el fino soborno de la lisonja y el elogio o la encubierta amenaza del improperio público".
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Columna JAQUE MATE
Presunta censura/ Sergio Sarmiento
9 Mar. 11
"En México, ser inocente no basta para ser libre". Lema de presunto culpable
Si al final los tribunales mexicanos determinan que los realizadores de Presunto culpable -un trabajo periodístico con imágenes grabadas en un juicio público- debían haber obtenido para su exhibición autorización de una de las personas que aparece en el trabajo, el resultado sería un golpe brutal a la libertad de expresión en nuestro país.
¿Habría algún político dispuesto a dar su permiso para que se le exhibiera en un trabajo periodístico crítico? ¿Se imagina usted a René Bejarano otorgando a Brozo su autorización para difundir imágenes suyas en el momento de recibir fajos de dólares del contratista Carlos Ahumada? ¿Cree usted que un policía a quien se grabara subrepticiamente recibiendo una mordida daría su bendición para que se exhibiera su imagen?
Inquieta que una juez de distrito en materia administrativa, Blanca Lobo Domínguez, haya ordenado a la Secretaría de Gobernación ejercer una censura contra un trabajo periodístico. El temor se multiplica ante la posibilidad de que el fallo definitivo proponga el criterio de que un trabajo periodístico debe tener para su exhibición la autorización previa de las personas que muestra. Esto acabaría con la posibilidad de tener un periodismo independiente en nuestro país.
Hay razones para pensar que la Secretaría de Gobernación ni siquiera tiene las facultades para censurar un trabajo periodístico, como lo ordenó la juez Lobo. En los regímenes autoritarios el gobierno decide qué películas, impresos u otros instrumentos de información pueden difundirse públicamente. En un país de libertades la autoridad puede autorizar la clasificación de una cinta pero no permitir o prohibir su exhibición.
No coinciden los juzgadores sobre si es legal o no decretar una suspensión provisional que despoje a terceros del derecho de ver una película o un trabajo periodístico. En contraste con la censura ordenada por la juez Lobo, otra juez de distrito desechó una suspensión provisional en un juicio promovido por familiares de la víctima del homicidio del que surge el caso. Ayer mismo, por otra parte, el sexto tribunal colegiado en materia administrativa revocó por unanimidad la suspensión provisional ordenada por la juez Lobo.
Un elemento paradójico de la suspensión es que sólo detenía las exhibiciones de Presunto culpable en salas comerciales. Dejaba en cambio el camino abierto a la piratería. Si usted quería ver Presunto culpable ayer, podía comprar la película por 10 pesos en el Metro o verla en YouTube.
La decisión del tribunal colegiado, sin embargo, no resuelve la amenaza contra la libertad. El juicio del falso testigo para imponer una censura a Presunto culpable continúa y la libertad de expresión en nuestro país depende del resultado.
Los productores de Presunto culpa- ble, Layda Negrete y Roberto Hernández, han logrado ya uno de los objetivos de su trabajo: generar una discusión amplia sobre el disfuncional sistema de justicia de nuestro país, en el cual quien nada debe todo teme. Pero la película está produciendo además una sana discusión sobre la libertad de expresión en nuestro país.
En eso la moneda está todavía en el aire, a pesar de que los artículos sexto y séptimo de la Constitución y el 13ero de la Convención de San José supuestamente garantizan este derecho. Si el proceso administrativo en contra de Presunto culpable lleva a la aplicación de una censura definitiva, México será un país con una muy disminuida libertad de expresión.
LUNA RAMOS
La ministra Margarita Luna Ramos de la Suprema Corte ha cometido una grave falta ética al defender públicamente la posición de la juez Blanca Lobo Domínguez en su censura a Presunto culpable. Los ministros deben ser neutrales ante un caso que puede llegar a su consideración. El "pre-juicio" de Luna Ramos debería descalificarla de participar en cualquier sesión de la Corte en que se considere el caso.
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