El mayor terremoto registrado en Japón deja ya cientos de víctimas
Un tsunami con olas de hasta 10 metros barre el litoral del noreste del país tras un temblor de magnitud 8,9, el más fuerte en 140 años.- Al menos 271 muertos y 681 desaparecidos, según el último recuento, aunque el Gobierno advierte de que hay una cifra "extremadamente alta" de víctimas.- Declarada la emergencia nuclear por problemas en una central
EL PAÍS / AGENCIAS - Madrid / Tokio - 11/03/2011
Un devastador terremoto de 8,9 en la escala de Richter, el de mayor magnitud vivido en Japón desde que existen registros, ha sacudido el país provocando centenares de muertos y desaparecidos. El Gobierno japonés ha advertido de un número "extremadamente alto de víctimas", que podría superar el millar, aunque por ahora los últimos datos facilitados por la policía cifran el número de fallecidos en 271 -402, según recoge la agencia France Press-. El balance oficial también cifra en 681 los desaparecidos, y la policía señala, además, que al menos 991 personas han resultado heridas. Se teme que la cifra de fallecidos pueda aumentar conforme vaya amaneciendo, ha asegurado la agencia Kyodo citando al Ministerio de Defensa nipón, por el gran número de personas que siguen desaparecidas. El temblor ha dejado sin electricidad a millones de personas en todo el país, donde se ha decretado el estado de "emergencia de energía nuclear" por problemas en una central. Tanto Estados Unidos como los países de la Unión Europea han ofrecido al primer ministro japonés, Naoto Kan, su ayuda para las labores de rescate y reconstrucción.
Todos los recursos disponibles en el ejército se han movilizado para asistir en las labores de rescate, especiamente en las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima, las más golpeadas. Pese a ello los equipos de rescate todavía no han logrado alcanzar las zonas realmente más afectadas por la subida de las aguas, puesto que la alerta por tsunami todavía está en vigor.
La catástrofe se debe en gran parte a que el fuerte movimiento sísmico, cuyo epicentro se ha localizado en el océano Pacífico a un centenar de kilómetros de la costa, ha desatado un tsunami con olas de hasta 10 metros que han penetrado 5 kilómetros tierra adentro y han arrasado cuanto han encontrado a su paso en las provincias del noreste. Según el ministerio de Defensa, solo en la prefectura de Fukushima hay unas 1.800 viviendas destruidas. Y en la vecina prefectura de Miyagi, una de las áreas más afectadas, la policía ha asegurado que hay entre 200 y 300 cadáveres en una playa de la ciudad de Sendai (por lo que el balance policial de víctimas quedaría lejos de la realidad). Las olas han arrastrado barcos tierra adentro y se teme que cuatro trenes costeros de los que no se sabe nada hayan sido engullidos por el mar. Al menos uno de ellos era un convoy de pasajeros que trasladaba a un número indeterminado de personas cuando se perdió su pista. Los transportes se han visto afectados en todo el país, dejando a numerosas personas sin la posibilidad de regresar a sus casas, y los vuelos en el aeropuerto de Narita, el principal de Tokio, se han visto interrumpidos durante horas.
Con las primeras horas del día en el país, el primer ministro japonés, Naoto Kan, ya ha salido en un helicóptero para sobrevolar las zonas más afectadas y controlar desde el aire la situación en la que se encuentra el país.
Estado de emergencia nuclear
Alrededor de cuatro millones de hogares están sin electricidad en seis provincias, mientras se suceden las escenas de incendios en numerosas viviendas e instalaciones industriales. Con el temblor, 11 centrales nucleares han detenido automáticamente su actividad, siguiendo el protocolo de seguridad. El terremoto ha afectado de manera directa a las centrales de Onagawa y Fukushima-Daiichi, donde se han declarado sendos incendios. Aunque el Gobierno asegura que no ha habido fugas, se ha visto obligado a declarar el estado de "emergencia de energía nuclear" porque en esta última había problemas para enfriar un reactor. Eso implica riesgo de una posible fuga, tal y como han advertido los expertos y ha reconocido el Gobierno. Al parecer, una comisión de seguridad, ha detectado un nivel de radiación 1.000 veces superior al normal, según la agencia Kyodio.
Unas 45.000 personas han sido evacuadas de los alrededores de la central de Fukushima-Daiichi, a unos 240 kilómetros al norte de Tokio. El problema allí es que el fallo eléctrico ha detenido el sistema que bombea agua para enfriar el reactor. Aunque el sistema ha quedado restablecido con el traslado de generadores eléctricos, la presión en el edificio de turbinas sobrepasa el nivel para el que fue diseñada y el nivel de radiación ha crecido, según expertos consultados por Reuters. Estos señalan que ambas condiciones podrían producir alguna fuga radiactiva, un riesgo que el Ministerio de Industria ha constatado. El riesgo, según los técnicos, es menor mientras el sistema de enfriamiento siga funcionando.
Los fuegos de las centrales nucleares no han sido ninguna excepción. Según la agencia Kyodo, ha habido al menos 97 incendios en todo el país y, con la llegada de la noche, las imágenes de televisión han mostrado nítidamente numerosos fuegos entre la maraña de escombros, coches y viviendas semiderruidas que han dejado el temblor y el tsunami en la costa noreste.
La Embajada busca a tres españoles
"Todo se ha agitado violentamente en mi habitación", ha comentado a EL PAÍS Javier Izaguirre, un estudiante español residente en Tokio. "Los escalones se movían violentamente de un lado a otro, se abrían grietas a lo largo de las escaleras y caían pequeños cascotes", ha relatado igualmente a EL PAÍS Paco Pinillos, un español residente en Madrid que se encuentra de viaje por Japón, y que en el momento del fuerte seísmo se encontraba en el metro. El Gobierno español ha informado de que hay tres españoles (al principio se dijo cuatro, pero la cifra ha sido rebajada luego) que estaban en la zona que más ha sufrido el temblor y que aún no han sido localizados por la Embajada.
Alerta de tsunami en el Pacífico
El hipocentro de este seísmo se ha situado a una profundidad de 24 kilómetros bajo el océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika, en la misma zona donde hace dos días ocurrió otro terremoto de 7,3 grados que no causó daños. El temblor ocurrió a las 14.46 hora local (las 6.46, hora peninsular española) y alcanzó el máximo de 7 grados en la escala japonesa, que se centra en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, uno de los de referencia a nivel mundial, el seísmo tuvo una magnitud de 8,9 en la escala de Richter, el mayor registrado en Japón desde que se iniciaran las mediciones hace 140 años.
El aviso de tsunami se ha ampliado a la costa de Taiwán, Rusia, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Hawaii y otros lugares del Pacífico. La alerta ha sido ya levantada en el archipiélago de Guam y en Hawai no se han medido olas superiores a un metro. Las corrientes han tocado también, muy atenuadas, la costa oeste de Norteamérica, donde no han provocado daños al margen de algunos incidentes aislados aunque las autoridades informan de algunos desaparecidos. Al parecer, por el momento hay cuatro heridos y un desaparecido en la costa oeste. El oleaje generado por el maremoto nipón se llevó por delante a cinco curiosos que se acercaron a ver de primera mano la anunciada llegada del tsunami, desoyendo las instrucciones de las autoridades. Según el Instituto Geológico de EE UU (USGC, por sus siglas en inglés) se están produciendo numerosas réplicas en la zona. Hasta el momento, se han registrado 20 terremotos de magnitud superior a seis grados.
El Gobierno chileno ha anunciado la inminente "evacuación preventiva" de los residentes en zonas "inundables" de la costa y ha confirmado que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) ha elevado de alerta a "alarma de tsunami" la observación sobre la isla de Pascua, el primer lugar del país -que el año pasado sufrió un devastador terremoto en el que murieron más de 50 personas- que podría sentir en las próximas horas los efectos del terremoto.
El primer ministro ha calificado de "graves" los daños causados por el temblor en una comparecencia pública tras el movimiento sísmico. Además, Naoto Kan ha anunciado la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario. También ha pedido calma a la población, ha asegurado que su Administración hará "todos los esfuerzos para minimizar los daños" y ha anunciado la creación de un grupo de trabajo de emergencia para gestionar la situación. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, ha dicho por su parte que el Ejecutivo se está comportando bajo la suposición de que éste ha sido el peor terremoto de la historia de Japón. Edano también ha pedido a la población a mantenerse alerta ante las numerosas réplicas y por el tsunami provocado por el temblor, que ha llevado a ordenar la evacuación en las zonas costeras en riesgo. El Gobierno ha pedido ayuda a las tropas estadounidenses basadas en el archipiélago, unos 40.000 hombres, para transportar material de socorro a los lugares más afectados por el terremoto y el tsunami, según Kyodo.
Caídas en los parqués
El violento terremoto se ha sentido también en la economía nipona. El índice Nikkei de la bolsa de Tokio ha cerrado con una caída del 1,72% ante la incertidumbre por los efectos del seísmo, mientras que el yen se ha depreciado notablemente frente al dólar. La mayoría de bolsas europeas han cotizado ligeramente a la baja durante la jornada y Wall Street también ha abierto en negativo. Al final de la jornada, la Bolsa de Nueva York cerró en terreno positivo y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió 0,5 % a pesar del devastador terremoto y los datos económicos peores de lo esperado difundidos en EE UU.
Los temblores son comunes en Japón, uno de los países con más zonas sísmicas activas, pero también uno de los más preparados. De hecho, además de contar con construcciones seguras, el Gobierno edita cada cierto tiempo manuales con consejos sobre cómo actuar en los temblores, que publica en inglés y japonés. El país tiene alrededor del 20% del total de los terremotos del mundo por encima de los 6 grados en la escala Ritcher. El de este viernes ha sido de mayor magnitud que el recordado seísmo que tuvo lugar en 1923 en Gran Kanto, que con una magnitud de 7,9 mató a más de 140.000 personas en el área de Tokio.
El buscador de Internet Google ha puesto a disposición de los usuarios un buscador de personas para contactar con la gente que está en estos momentos en Japón. Está disponible en inglés y japonés.
Todos los recursos disponibles en el ejército se han movilizado para asistir en las labores de rescate, especiamente en las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima, las más golpeadas. Pese a ello los equipos de rescate todavía no han logrado alcanzar las zonas realmente más afectadas por la subida de las aguas, puesto que la alerta por tsunami todavía está en vigor.
La catástrofe se debe en gran parte a que el fuerte movimiento sísmico, cuyo epicentro se ha localizado en el océano Pacífico a un centenar de kilómetros de la costa, ha desatado un tsunami con olas de hasta 10 metros que han penetrado 5 kilómetros tierra adentro y han arrasado cuanto han encontrado a su paso en las provincias del noreste. Según el ministerio de Defensa, solo en la prefectura de Fukushima hay unas 1.800 viviendas destruidas. Y en la vecina prefectura de Miyagi, una de las áreas más afectadas, la policía ha asegurado que hay entre 200 y 300 cadáveres en una playa de la ciudad de Sendai (por lo que el balance policial de víctimas quedaría lejos de la realidad). Las olas han arrastrado barcos tierra adentro y se teme que cuatro trenes costeros de los que no se sabe nada hayan sido engullidos por el mar. Al menos uno de ellos era un convoy de pasajeros que trasladaba a un número indeterminado de personas cuando se perdió su pista. Los transportes se han visto afectados en todo el país, dejando a numerosas personas sin la posibilidad de regresar a sus casas, y los vuelos en el aeropuerto de Narita, el principal de Tokio, se han visto interrumpidos durante horas.
Con las primeras horas del día en el país, el primer ministro japonés, Naoto Kan, ya ha salido en un helicóptero para sobrevolar las zonas más afectadas y controlar desde el aire la situación en la que se encuentra el país.
Estado de emergencia nuclear
Alrededor de cuatro millones de hogares están sin electricidad en seis provincias, mientras se suceden las escenas de incendios en numerosas viviendas e instalaciones industriales. Con el temblor, 11 centrales nucleares han detenido automáticamente su actividad, siguiendo el protocolo de seguridad. El terremoto ha afectado de manera directa a las centrales de Onagawa y Fukushima-Daiichi, donde se han declarado sendos incendios. Aunque el Gobierno asegura que no ha habido fugas, se ha visto obligado a declarar el estado de "emergencia de energía nuclear" porque en esta última había problemas para enfriar un reactor. Eso implica riesgo de una posible fuga, tal y como han advertido los expertos y ha reconocido el Gobierno. Al parecer, una comisión de seguridad, ha detectado un nivel de radiación 1.000 veces superior al normal, según la agencia Kyodio.
Unas 45.000 personas han sido evacuadas de los alrededores de la central de Fukushima-Daiichi, a unos 240 kilómetros al norte de Tokio. El problema allí es que el fallo eléctrico ha detenido el sistema que bombea agua para enfriar el reactor. Aunque el sistema ha quedado restablecido con el traslado de generadores eléctricos, la presión en el edificio de turbinas sobrepasa el nivel para el que fue diseñada y el nivel de radiación ha crecido, según expertos consultados por Reuters. Estos señalan que ambas condiciones podrían producir alguna fuga radiactiva, un riesgo que el Ministerio de Industria ha constatado. El riesgo, según los técnicos, es menor mientras el sistema de enfriamiento siga funcionando.
Los fuegos de las centrales nucleares no han sido ninguna excepción. Según la agencia Kyodo, ha habido al menos 97 incendios en todo el país y, con la llegada de la noche, las imágenes de televisión han mostrado nítidamente numerosos fuegos entre la maraña de escombros, coches y viviendas semiderruidas que han dejado el temblor y el tsunami en la costa noreste.
La Embajada busca a tres españoles
"Todo se ha agitado violentamente en mi habitación", ha comentado a EL PAÍS Javier Izaguirre, un estudiante español residente en Tokio. "Los escalones se movían violentamente de un lado a otro, se abrían grietas a lo largo de las escaleras y caían pequeños cascotes", ha relatado igualmente a EL PAÍS Paco Pinillos, un español residente en Madrid que se encuentra de viaje por Japón, y que en el momento del fuerte seísmo se encontraba en el metro. El Gobierno español ha informado de que hay tres españoles (al principio se dijo cuatro, pero la cifra ha sido rebajada luego) que estaban en la zona que más ha sufrido el temblor y que aún no han sido localizados por la Embajada.
Alerta de tsunami en el Pacífico
El hipocentro de este seísmo se ha situado a una profundidad de 24 kilómetros bajo el océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika, en la misma zona donde hace dos días ocurrió otro terremoto de 7,3 grados que no causó daños. El temblor ocurrió a las 14.46 hora local (las 6.46, hora peninsular española) y alcanzó el máximo de 7 grados en la escala japonesa, que se centra en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, uno de los de referencia a nivel mundial, el seísmo tuvo una magnitud de 8,9 en la escala de Richter, el mayor registrado en Japón desde que se iniciaran las mediciones hace 140 años.
El aviso de tsunami se ha ampliado a la costa de Taiwán, Rusia, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Hawaii y otros lugares del Pacífico. La alerta ha sido ya levantada en el archipiélago de Guam y en Hawai no se han medido olas superiores a un metro. Las corrientes han tocado también, muy atenuadas, la costa oeste de Norteamérica, donde no han provocado daños al margen de algunos incidentes aislados aunque las autoridades informan de algunos desaparecidos. Al parecer, por el momento hay cuatro heridos y un desaparecido en la costa oeste. El oleaje generado por el maremoto nipón se llevó por delante a cinco curiosos que se acercaron a ver de primera mano la anunciada llegada del tsunami, desoyendo las instrucciones de las autoridades. Según el Instituto Geológico de EE UU (USGC, por sus siglas en inglés) se están produciendo numerosas réplicas en la zona. Hasta el momento, se han registrado 20 terremotos de magnitud superior a seis grados.
El Gobierno chileno ha anunciado la inminente "evacuación preventiva" de los residentes en zonas "inundables" de la costa y ha confirmado que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) ha elevado de alerta a "alarma de tsunami" la observación sobre la isla de Pascua, el primer lugar del país -que el año pasado sufrió un devastador terremoto en el que murieron más de 50 personas- que podría sentir en las próximas horas los efectos del terremoto.
El primer ministro ha calificado de "graves" los daños causados por el temblor en una comparecencia pública tras el movimiento sísmico. Además, Naoto Kan ha anunciado la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario. También ha pedido calma a la población, ha asegurado que su Administración hará "todos los esfuerzos para minimizar los daños" y ha anunciado la creación de un grupo de trabajo de emergencia para gestionar la situación. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, ha dicho por su parte que el Ejecutivo se está comportando bajo la suposición de que éste ha sido el peor terremoto de la historia de Japón. Edano también ha pedido a la población a mantenerse alerta ante las numerosas réplicas y por el tsunami provocado por el temblor, que ha llevado a ordenar la evacuación en las zonas costeras en riesgo. El Gobierno ha pedido ayuda a las tropas estadounidenses basadas en el archipiélago, unos 40.000 hombres, para transportar material de socorro a los lugares más afectados por el terremoto y el tsunami, según Kyodo.
Caídas en los parqués
El violento terremoto se ha sentido también en la economía nipona. El índice Nikkei de la bolsa de Tokio ha cerrado con una caída del 1,72% ante la incertidumbre por los efectos del seísmo, mientras que el yen se ha depreciado notablemente frente al dólar. La mayoría de bolsas europeas han cotizado ligeramente a la baja durante la jornada y Wall Street también ha abierto en negativo. Al final de la jornada, la Bolsa de Nueva York cerró en terreno positivo y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió 0,5 % a pesar del devastador terremoto y los datos económicos peores de lo esperado difundidos en EE UU.
Los temblores son comunes en Japón, uno de los países con más zonas sísmicas activas, pero también uno de los más preparados. De hecho, además de contar con construcciones seguras, el Gobierno edita cada cierto tiempo manuales con consejos sobre cómo actuar en los temblores, que publica en inglés y japonés. El país tiene alrededor del 20% del total de los terremotos del mundo por encima de los 6 grados en la escala Ritcher. El de este viernes ha sido de mayor magnitud que el recordado seísmo que tuvo lugar en 1923 en Gran Kanto, que con una magnitud de 7,9 mató a más de 140.000 personas en el área de Tokio.
El buscador de Internet Google ha puesto a disposición de los usuarios un buscador de personas para contactar con la gente que está en estos momentos en Japón. Está disponible en inglés y japonés.
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