León, Toluca y Torreón, con más intolerancia religiosa
La discriminación por creencias se mantiene como un problema social en ciudades y comunidades, principalmente indígenas, donde algunos católicos consideran que se debe reubicar a los protestantes.
Milenio Diario, 2011-04-14
Nota de Eugenia Jiménez
La discriminación religiosa en México se mantiene como uno de los problemas sociales que afectan la convivencia en las ciudades, pero también en comunidades principalmente indígenas, donde la mayoría afirma ser de religión católica y considera que se debe reubicar a los evangélicos y únicamente defender los derechos de los católicos, según revela la Encuesta Nacional de Discriminación 2010.
Las ciudades o zonas metropolitanas donde más se percibe el rechazo, la falta de aceptación, la discriminación y la desigualdad como principal problema para las minorías religiosas son León, Guanajuato, con 52.4 por ciento; Toluca, Estado de México, con 50.5 por ciento, y Torreón, Coahuila, con 47.4por ciento.
Le siguen Puebla y Tlaxcala, con 33.7%; Guadalajara, Jalisco, 33.5%; la Ciudad de México, 27.1%; Juárez, Chihuahua, 19.9%; Tijuana, Baja California, 19%; Monterrey, Nuevo León, 17.5%, y Querétaro resultó la menos intolerante, con apenas 10.1%.
Casi la mitad de las personas que pertenecen a una minoría religiosa y que vive en Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit considera que la gente de su colonia o barrio son intolerantes con las personas de otra religión. Y tres de cada diez personas que pertenecen a una minoría religiosa en la península de Baja California opinan lo mismo
Seguidos de Chiapas, Guerrero y Oaxaca; Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; Tabasco y Veracruz; Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro; Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala; Chihuahua, Sinaloa y Sonora; Distrito Federal y Estado de México; Campeche, Quintana Roo y Yucatán; Durango, San Luis Potosí y Zacatecas.
Minorías
La Encuesta Nacional de Discriminación 2010, elaborada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM —que incluyó la visita de 13 mil 751 hogares que arrojaron información en torno de 52 mil 95 personas de todas las entidades federativas—, reveló que uno de cada 10 católicos considera que los protestantes deben ser reubicados en otras comunidades.
A la pregunta de “¿cuál cree usted que es el principal problema para las personas de su religión en México?”, tres de cada diez personas que pertenecen a alguna minoría religiosa consideran que su principal problema es el rechazo y la falta de aceptación.
Mientras que una proporción similar considera que su principal problema son las burlas y la falta de respeto; solamente 7 por ciento opina que no tiene problemas por su religión.
Al cuestionamiento “¿qué tan tolerante o intolerante es con la gente de su religión?”, las minorías religiosas consideran que los medios de comunicación, la policía y la gente de su colonia son los más intolerantes, seguidos de los gobiernos estatales y federal. En contraparte, contestaron que su congregación, familia, amigos y servicios de Salud son los más respetuosos de sus creencias.
Suspenden obra del Ejército de Salvación
Por segunda ocasión en menos de dos meses, las autoridades de la delegación Xochimilco clausuraron la construcción del edificio principal que pretende construir el Ejército de Salvación, a pesar de que cuenta con todos los permisos para edificar lo que sería su escuela de cadetes y un centro de ayuda para personas de escasos recursos.
El pasado marzo, personal de esa asociación civil que ayuda a la población en casos de desastre, comenzó de manera formal la edificación de lo que pretende sea su sede en la Ciudad de México.
Sin embargo, vecinos de la localidad interpusieron quejas, luego de que fueron informados de que los directivos son cristianos evangélicos. Al dialogar con las autoridades se reiniciaron los trabajos.
La semana pasada, nuevamente inspectores de la demarcación pusieron los sellos de clausura, sin dar argumentos al respecto, violando los amparos que los constructores interpusieron para evitar el cierre de la obra.
Polémica en Madrid por “procesión atea”
A pocos días de que empiece la Semana Santa en Madrid, una “procesión atea” que varias asociaciones quieren celebrar el Jueves Santo ha desatado la polémica en la capital española.
La Delegación del Gobierno en Madrid ha solicitado un informe a la Abogacía del Estado sobre la conveniencia de autorizar esa “procesión” en el barrio de Lavapiés, en pleno centro de la ciudad.
Esa decisión se ha tomado “para mayor tranquilidad y seguridad de que se van a respetar todos los derechos”, afirmó la delegada del gobierno en Madrid, Dolores Carrión, tras la decisión anunciada este lunes por el Ayuntamiento de Madrid de no permitir la llamada “procesión atea” en caso de que la delegación no la prohíba.
Según Carrión, el asunto “se está estudiando” después de que los convocantes —entre ellos la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, y la asamblea vecinal La Playa de Lavapiés— presentaran un segundo escrito en el que recalifican el acto considerándolo una manifestación.
El objetivo de las asociaciones madrileñas que organizan la “procesión atea” es llevar a cabo un acto “lúdico” y “crítico con la Iglesia católica”, para poner de relieve “la hipocresía social y moral que representa la Semana Santa católica”.
Con todo, la delegada espera llegar a una solución, pues recientemente trató el asunto con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y se mostró segura de que “no hay ningún problema”, ya que ambas instituciones van a alcanzar un acuerdo.
El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, dijo que se trata de una manifestación que no tendría que permitirse, “puesto que el día y en el lugar en el que se pide se está haciendo para provocar a una parte muy importante, la mayoritaria, de la población”. (Madrid • EFE)
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