En la inauguración de la XXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
"Estamos(…) empeñados (…) en avanzar de la mano de los gobiernos de las entidades federativas, en la adecuada y pronta implementación de un nuevo Sistema de Justicia Penal...
“Es importante tener en mente que esta reforma se da también en el marco de otro elemento que le da fuerza al argumento de que hemos llevado a cabo una reforma estructural verdaderamente muy profunda, al mismo tiempo que estamos haciendo las reformas para mejorar nuestras capacidades en materia de combate al crimen organizado, de coordinación entre la Federación y los estados, de una mejor reforma al Sistema de Justicia Penal..-.
Sobre el Código Procesal Penal, dijo:
"Vale la pena quizás destacar brevemente que como parte de este esfuerzo de trasformación y de homologación de nuestras capacidades, el Presidente de la República envío el 22 de septiembre pasado, una iniciativa al Congreso de la Unión, que busca crear un Nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, un paso útil, indispensable en la trasformación del Sistema de Justicia Penal.
De ser aprobado, contaremos con un instrumento normativo capaz de establecer un modelo jurídico homogéneo, coherente, sistematizado, acorde a los postulados constitucionales del Sistema Acusatorio Adversarial.
Discurso completo:
Dr. Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación, durante la inauguración de la XXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Acapulco, Gro., 24/11/2011
Muy buenos días.
Señor licenciado Ángel Aguirre Rivero, Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero.
Maestra Marisela Morales Ibáñez, Procuradora General de la República.
Diputado Efraín Ramos Ramírez, Presidente de la Mesa Directiva de la LIX Legislatura del Estado de Guerrero.
Licenciado Jesús Martínez Garnelo, Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo de la Judicatura del estado.
Doctor Manuel Añorve Baños, Presidente Municipal de Acapulco, Guerrero.
Amigas y amigos, procuradores y fiscales de las distintas entidades federativas del país.
Compañeros servidores públicos del Gobierno Federal.
Señoras y Señores:
La construcción de la seguridad auténtica, de la seguridad duradera que reclaman los ciudadanos de todo el país es, sin lugar a dudas, la tarea prioritaria del Estado mexicano en el Siglo XXI; es la preocupación más importante de la población en las encuestas de opinión pública, en su expresión en los medios de comunicación, en las conversaciones cotidianas; es la obligación básica, fundamental del Estado garantizarle a los ciudadanos su seguridad, su propiedad, su tranquilidad, el cumplimiento de la ley.
En esa empresa, empresa crucial que explica la existencia propia del Estado, la procuración de la justicia tiene un papel cardinal. Por eso es para mí un enorme honor estar el día de hoy aquí, con la representación del señor Presidente de la República, para dar por inaugurada esta conferencia. Porque sé que sin el completo empeño de quienes deben procurar justicia, sería imposible brindarle a los mexicanos ese clima de seguridad que demandan, que merecen y que estamos empeñados en construir.
Reconocer, como se hizo desde el inicio de esta Administración, que la situación institucional que se fue desarrollando en nuestro país durante muchos años distaba de ser la óptima y contrarrestar los primeros efectos, los más virulentos del fenómeno criminal, es apenas un primer paso.
Si bien este reconocimiento fue acertado, fue oportuno, realmente se trataba de catalizar una serie de tareas que, con apremio, teníamos que emprender y tenemos que seguir acelerando. Así, tanto en lo concerniente a la calidad, la preparación, la confiabilidad de nuestras policías, como respecto a los distintos instrumentos legales que necesitamos y que nos hemos idos dando para avanzar en la procuración de justicia, e incluso en la promoción de la cultura de la legalidad, hemos puesto todos, todo el Estado mexicano, manos a la obra haciendo acopio de una enorme cantidad de recursos de la totalidad de nuestras capacidades y de nuestra entera voluntad.
Como muestra de ello, en el Gobierno de la República promovimos y asumimos con enorme seriedad los compromisos del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, firmado en 2008; evaluamos y certificamos permanentemente a los servidores públicos que trabajan en las áreas de seguridad y de procuración de justicia; hemos impulsado, seguimos impulsando reformas trascendentales a nuestro marco jurídico; estamos destinando y lo seguiremos haciendo, con el apoyo del Congreso de la Unión, crecientes recursos para el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública federales y locales para la prevención del delito, para la seguridad, para la procuración de justicia e incluso, de manera creciente y cada vez más extendida, para la reconstrucción del tejido social.
Estamos también empeñados, como lo ha señalado la señora Procuradora, en avanzar de la mano de los gobiernos de las entidades federativas, en la adecuada y pronta implementación de un nuevo Sistema de Justicia Penal.
Me atrevo a decir que cada vez que hacemos una recapitulación de todos los esfuerzos hechos hasta hoy, sobresalen por lo menos dos elementos: el primero, es que en alguna medida estamos llevando a cabo la reforma estructural más trascendente de los últimos tiempos en la historia de nuestro país.
Desde la Reforma Constitucional, desde luego, del Sistema de Justicia Penal, pero también en materia de derechos humanos, también en materia de combate a la delincuencia organizada y todas las leyes que se han derivado de ella, por supuesto, la que regula la propia Conferencia Nacional de Procuradores, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta la transformación, la depuración y la profesionalización de los cuerpos encargados de la misma; es una Reforma verdaderamente trascendente, fundamental, de una enorme envergadura.
También un segundo elemento y un segundo signo es que, sin lugar a dudas, los mejores resultados se logran al amparo de la cooperación, al amparo de la corresponsabilidad entre los distintos órdenes de Gobierno.
Prueba contundente de ello, a propósito del estado anfitrión, son los alcances que en su primera etapa ha tenido la Operación Coordinada Guerrero Seguro, un esfuerzo conjunto que ha logrado contener, en un principio, los efectos de la delincuencia, que ha traído mayor tranquilidad, que ha traído expresiones de optimismo en la comunidad turística del Puerto de Acapulco, que ha mostrado los buenos resultados que hoy nos informa el señor Gobernador y que, sin duda, es un ejemplo que da cuenta de que la genuina colaboración entre autoridades municipales, estatales y federales es fructífera, no sólo en el corto plazo, cosa que es muy importante, no sólo en el corto plazo, ante la necesidad de contener a la criminalidad sino que, sobre todo, va a seguir siendo exitosa en el mediano y largo plazo si somos capaces de atender con eficacia la plena recuperación de las capacidades institucionales de las distintas autoridades involucradas fundamentalmente, desde luego, las locales.
No debemos de olvidar nunca, no solamente que el 90 por ciento de los delitos son del fuero común, ya lo sabemos; lo que no se nos debe de olvidar jamás es que le tenemos que ofrecer a los jóvenes que viven en situación, digamos, relativamente vulnerable, cada vez más becas, cada vez más oportunidades de educación, cada vez mejores servicios de salud, cada vez más acceso a programas de rehabilitación.
Todo eso lo estamos haciendo desde el Gobierno Federal y también los gobiernos de las entidades federativas, les debemos de ofrecer, sobre todo, la posibilidad de buscar a una autoridad que les responda, que los proteja cuando a ese joven le pongan una pistola en las manos y le diga “tienes que ir a cometer este delito”.
Ésta es nuestra tarea. Eso no lo vamos a lograr solamente con un operativo federal, eso no lo vamos a lograr solamente con más becas, no lo vamos a lograr solamente con más educación, no lo vamos a lograr solamente con todos los programas de rehabilitación, de rescate de espacios públicos que estamos llevando a cabo; lo vamos a lograr en día que tengamos policías en los cuales estos jóvenes confíen; policías de proximidad que conozcan la comunidad, que hayan pasado su control de confianza y que en el día a día le resuelvan problemas a esa comunidad. Tenemos que acelerar estas tareas, tenemos que perseverar en ese esfuerzo.
También es muy importante que en caso de que se cometa un delito la sociedad tenga certidumbre de que ese delito se va a castigar y que no va a quedar impune. Esa es la tarea a la que se avoca esta conferencia; esa es la tarea que se enmarca, desde luego, en la reforma profunda al Sistema de Justicia Penal y ya lo mencionaban en los discursos previos, es fundamental que sigamos atendiendo este desafío, que sigamos profundizando el alcance de esta reforma, que dialoguemos, que hablemos sobre lo que falta, sobre lo que se necesita para poder implementar esa reforma en todo el país.
Es importante tener en mente que esta reforma se da también en el marco de otro elemento que le da fuerza al argumento de que hemos llevado a cabo una reforma estructural verdaderamente muy profunda, al mismo tiempo que estamos haciendo las reformas para mejorar nuestras capacidades en materia de combate al crimen organizado, de coordinación entre la Federación y los estados, de una mejor reforma al Sistema de Justicia Penal.
También estamos profundizando nuestra capacidad para promover y defender los derechos humanos no solamente en términos de una reforma constitucional muy profunda, sino en términos también de la capacidad, de la capacitación y de las exigencias que se ponen a los distintos servidores públicos en la materia, cumpliendo las sentencias de los organismos internacionales, sobre hechos que pasaron, quizás hace 30 ó 40 años; atendiendo también las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, organismo autónomo y organismo con capacidad para hacer recomendaciones y vigilar su cumplimiento, y además abriéndonos de manera sistemática al escrutinio de los distintos organismos internacionales porque esa es la convicción del Estado democrático del día de hoy en nuestro país y así seguirá siendo.
Y también de esta Conferencia depende el estar siempre atentos a que ese sea el estándar y la exigencia del trabajo que guía a todos los servidores públicos del Estado mexicano.
Me da gusto reconocer en este grupo a algunos colaboradores de años recientes, amigos y distintos servidores públicos entre quienes reconozco además de capacidad de trabajo, compromiso con la Patria, compromiso con su estado y estoy seguro que aquellos que no conozco y el día de hoy tengo la primera oportunidad de presentarme ante ustedes, también rendirán buenas cuentas a sus gobiernos, a sus estados, a su ciudadanía.
De ustedes, de su liderazgo, de su capacidad, de su ejemplo, de su adecuada conducción de Ministerio Público y de todos los servidores públicos que participan en la representación jurídica de los intereses de la sociedad depende, en muy buena medida, la consolidación de ese Estado de Derecho por el que todos trabajamos, por el que ustedes estudiaron, por el que muchos de los que estamos aquí estamos prestando un servicio que nos debe de honrar y nos debe de enorgullecer.
Todo aquel que desde su ámbito de trabajo participa en la procuración de justicia: peritos, agentes investigadores, policías ministeriales, personal administrativo ve en esta Conferencia, ve en ustedes el modelo y el impulso necesarios para adoptar cotidianamente el espíritu de la ley y de su propia transformación.
Tenemos también y, hay que reconocerlo, tareas pendientes, tareas muy importantes.
Celebro los esfuerzos y resultados concretos que en la materia se han alcanzado en distintos ámbitos: el avance en las distintas bases de datos, el avance en los mecanismos para poder identificar a las personas presuntamente desaparecidas, el avance en darles certidumbre a las familias que no encuentran un familiar, el avance en poder identificar con toda claridad y lo antes posible los restos de una persona que se encuentra fallecida en algún lugar sin mayor identificación, el avance en la consolidación de la información con respecto a los homicidios, son tareas fundamentales en las cuales se han dado pasos importantes, pero tenemos que mejorar la labor en ese sentido.
Es una tarea permanente que no admite dilaciones, que no admite deviaciones, en la que tenemos que seguir avanzando y les reitero el compromiso del Gobierno de la República por seguir apoyando, hombro con hombro, a cada una de las entidades federativas en el seno del Secretariado y del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Vale la pena quizás destacar brevemente que como parte de este esfuerzo de trasformación y de homologación de nuestras capacidades, el Presidente de la República envío el 22 de septiembre pasado, una iniciativa al Congreso de la Unión, que busca crear un Nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, un paso útil, indispensable en la trasformación del Sistema de Justicia Penal.
De ser aprobado, contaremos con un instrumento normativo capaz de establecer un modelo jurídico homogéneo, coherente, sistematizado, acorde a los postulados constitucionales del Sistema Acusatorio Adversarial.
Y es muy importante, y lo sabemos todos, y sabemos de la dificultad administrativa que tiene implementarlo, pero pensemos en lo que significa: que el día de mañana tengamos la capacidad que ese joven que tuvo la valentía de correr con esa pistola y llevársela a un policía, presente su denuncia y la persona que lo amedrentó, la persona que lo está buscando y lo está tratando de vincular a las redes delictivas pague por ese delito.
Eso no lo vamos a lograr en las condiciones actuales de sobrecarga de trabajo, de exceso administrativo y de un sistema basado fundamentalmente en prácticas superadas en muchos otros países que le impide verdaderamente a los Ministerio Públicos y a los servidores públicos del entramado de procuración de justicia ser eficaces en el combate al delito y, sobre todo, en el combate a la impunidad.
Tenemos que transformar todo el ciclo y estamos bien consientes de las dificultades financieras de espacio físico y de trasformación del capital humano que se requieren para llevarlo a cabo, pero esa es una tarea pendiente en la que lejos de dejar la meta más adelante lo que tenemos que hacer es acelerar los trabajos para alcanzarla.
Este sistema orientado a preservar los derechos de la ciudadanía de ser implementado a nivel federal, con este nuevo Código de Procedimientos Penales, además nos servirá para acelerar el proceso en las distintas entidades federativas.
Señoras y señores procuradores.
Amigas y amigos:
Quiero hacer una breve pausa para condenar desde esta Conferencia y con absoluta firmeza, los hechos de violencia irracional que se han registrado en horas recientes en Jalisco y en Sinaloa.
Expresamos toda nuestra solidaridad y respaldo a los gobiernos y a los pueblos de esas dos entidades y, particularmente, el apoyo en lo que corresponde a la autoridad federal para la atención de estos casos, para la búsqueda de los responsables y para que no queden impunes estos delitos.
Estos hechos nos recuerdan un realidad ineludible, así como se están alcanzando buenos resultados el día de hoy en el estado de Guerrero, también algunos buenos resultados en otras entidades se ha disminuido la criminalidad en Ciudad Juárez, se ha disminuido también en Baja California y tenemos algunos resultados incipientes, positivos en otros lugares.
Y hay otras entidades en las que no hay operativo del estado a nivel federal, pero también se están alcanzando algunos logros, tenemos que recordar que es gracias a la labor permanente, constante, coordinada de todas las autoridades y sólo será así como alcanzaremos verdaderos resultados perdurables en materia de seguridad.
Que debemos de perseverar en el tiempo, que debemos de apretar el paso, impulsando la depuración institucional, acelerando los Controles de Confianza, perfeccionando los C4, garantizando que cada denuncia que llega es una denuncia bien utilizada, que la información se usa y no se utiliza para abusar de quien denuncia, que tenemos buenos mecanismos de denuncia anónima, que la gente los conoce, que los sabe utilizar, que aumenta la denuncia del delito como resultado de la confianza en el mecanismo de procuración de justicia.
Y para eso, lo sabemos muy bien, la tarea que nos queda por delante sigue siendo enorme en democracia, seguridad y justicia son dos caras de una misma moneda. La lucha por alcanzar la auténtica seguridad que ha emprendido el Estado mexicano es justamente eso, es la lucha de un Estado democrático, de derecho por darse en las instituciones y los mecanismos que le permiten garantizar su tarea primordial la de ofrecer seguridad, esa es nuestra labor.
Nada más falso, nada más, incluso, podría pensarse, desinformado que llamarle la guerra de un Gobierno, es una tarea que la sociedad mexicana nos ha demandado desde hace años, particularmente desde mediados de la década pasada.
Es una tarea que en algunas zonas del país se hace urgente, es una tarea en la que todos tenemos una responsabilidad y así se ha manifestado, no solamente en la firma del Acuerdo Nacional de Seguridad, Justicia y Legalidad en reformas constitucionales, en las peticiones de los gobiernos estatales para el apoyo federal, en la solicitudes permanentes de grupos de ciudadanos de distintas partes del país por llevar la fuerza federal y abatir a la delincuencia y restablecer la seguridad y tranquilidad.
En cada uno de los esfuerzos de transformación institucional que hoy se manifiestan en esta Conferencia. Es una lucha de un Estado en democracia, con pesos, con contrapesos, con transparencia, con Comisión Nacional de Derechos humanos que nos está investigando y a la que le tenemos que rendir cuentas; con un Congreso que está llevando a cabo su tarea de vigilancia. Con distintas fuerzas políticas en cada una de las entidades que vigilan que nosotros hagamos nuestro trabajo.
Nada más falso que querer asimilar el esfuerzo que estamos haciendo hoy los mexicanos con regímenes que nada tienen que ver con nuestra realidad. No permitamos eso, no permitamos que se oculte bajo la mantra de una supuesta exigencia, una realidad que vamos a tener que seguir empujando en el mediano y largo plazo, la realidad de poner a los servidores públicos del Estado a cumplir la ley y a hacerlo cada vez con mayor transparencia cada vez con mayor respeto al Estado de Derecho y así lo hemos estado haciendo.
Muchos de ustedes en el ámbito de su responsabilidad cuando encuentran servidores públicos que abusan de su posición de autoridad lo someten a la justicia, lo mismo están haciendo las estancias federales.
Y tenemos que revisar todos los casos para garantizar que no haya impunidad, pero no debemos de permitir que se perciba un discurso de generalización cuando lo que estamos haciendo es exactamente lo opuesto. Lo que estamos haciendo es restableciendo el Estado de Derecho para acabar con la impunidad.
Y no permitamos tampoco que en nuestra actuación y en nuestros resultados se le abra siquiera un resquicio a esa impunidad, cada caso de abuso, cada caso en los cuales no se cumplen plenamente los derechos humanos tiene que ser investigado y tiene que ser castigado.
Eso es lo que le dará cada vez mayor viabilidad a esta lucha de nuestro Estado mexicano por la seguridad de su población.
Muy importante, por lo mismo, que siendo esta una lucha de un Estado en un ambiente y un entorno democrático estos espacios se aprovechen plenamente como espacios de diálogo, como espacios de concertación, como espacios de toma de decisiones colectiva, he ahí la valía de esta Conferencia Nacional y el Consejo Nacional de Seguridad Pública; he ahí el compromiso que tenemos todos por darle firmeza a sus decisiones y eficacia a sus políticas.
Aprovechemos por ello esta reunión para refrendar nuestro compromiso con la construcción de un país de leyes y para acelerar el paso en esa trasformación.
Estoy seguro de que habremos de alcanzar ese propósito y por ello en este momento los invito a ponerse de pie para realizar la declaratoria inaugural.
En representación del señor Presidente de los Estados Unidos mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, siendo jueves 24 de noviembre de 2011, a las 11 horas con 22 minutos, declaro formalmente inaugurados los trabajos de la Vigésimo Sexta Sesión Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia. Que los trabajos desempeñados en este marco sean productivos y sean provechosos para la población.
Fuente: -Dirección General de Comunicación Social-SEGOB
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