11 dic 2011

Isabel Miranda

Deja la docencia; se vuelve detective
Dicta conferencias, aconseja a víctimas...Cambia la vida de Isabel Miranda tras el secuestro de su hijo Hugo Alberto
Nota de Arturo Sierra
Reforma, 11 diciembre 2011).- A raíz del plagio de su hijo, hace casi 7 años, Isabel Miranda de Wallace se vio obligada a transformarse, pues de ser una mujer que repartía su tiempo con su familia y como maestra se convirtió en investigadora, tomó cursos sobre cómo indagar secuestros, y es activista a favor de las víctimas del delito.
En un mismo día, Miranda puede tener reuniones con el Procurador, el Jefe e Gobierno o el Presidente de la República, o impartir charlas con personas que tienen familiares desaparecidos, a quienes aconseja de los procedimientos que deben seguir.
Cuando fue secuestrado Hugo Alberto Wallace, su hijo mayor, la vida de Miranda cambió en todos los sentidos, pues del anonimato pasó a estar presente de manera constante en diversos foros, como presidenta de Alto al Secuestro.
Miranda es respetada por políticos y mandos policiacos, mientras que en la calle las personas la saludan y felicitan, le piden que se tome fotos con ellas; respecto a los partidos políticos, le han ofrecido cargos, pero ella asegura que no soportaría desempeñar un cargo, porque se desacreditaría.
A pesar de que proyecta una imagen fuerte, y es siempre directa al hablar, la voz se le rompe y las lágrimas brotan cuando se le pregunta si ya logró superar su pérdida.
"Nunca estaré tranquila, creo que la muerte de un hijo es la pérdida más grande que puede tener un padre", lamentó.
"Sé lo que es sentirse sola, que a las autoridades no les importe, el temor de tener a un hijo secuestrado, por eso para mí lo principal son las víctimas, y lo que les digo a las víctimas: 'lo que tú no realices por ti misma, la Procuraduría no lo hará'".
Con la convicción de que los secuestradores no se pueden readaptar y deben estar en la cárcel el mayor tiempo posible, Miranda actualmente impulsa una ley de atención a víctimas del secuestro.
Viaja en una camioneta blindada y es seguida por elementos del Agrupamiento Fuerza de Tarea, de la Secretaría de Seguridad Pública local (SSP), durante sus traslados en la Ciudad de México, pues en al menos tres ocasiones han buscado atentar contra su vida.
LA TRANSFORMACIÓN
Desesperada por no saber cómo se encontraba su hijo, que había sido secuestrado, y cansada de que los plagiarios jugaran con ella y su familia, Miranda decidió enfrentar a los plagiarios de Hugo Alberto Wallace con sus mismas armas: el miedo.
El 9 de febrero del 2006 colocó un anunció espectacular en Paseo de la Reforma con la fotografía del líder de la banda de plagiarios, César Freyre, un agente de la Policía Ministerial de Morelos.
Sabía que la vida de Hugo Alberto podía estar en riesgo, pero tenía varios meses sin tener noticias de él; en el anunció se pedía a más víctimas que denunciaran al secuestrador.
Isabel, maestra y directora de una escuela de educación básica, junto con su hermano Roberto, había logrado detener días antes a Freyre.
En un principio, la familia de Hugo Alberto había aceptado todas las solicitudes de los plagiarios y pagó el rescate, pero el joven no regresó y como las autoridades no avanzaban, la familia decidió actuar.
La madre de familia, proveniente de una familia de clase media baja y e hija de un taxista, inició una batalla contra los secuestradores de su hijo; ella misma logró la captura de seis integrantes, las autoridades sólo lograron detener a uno.
El plagio de Wallace
El empresario tenía 36 años de edad.
· El 11 de julio del 2005, Hugo Alberto Wallace Miranda es secuestrado en la Delegación Benito Juárez.
· Ese día sale con Juana Hilda González, quien lo lleva a su departamento en la Colonia Extremadura Insurgentes, donde lo someten sus cómplices César Freyre, los hermanos Tony y Alberto Castillo Cruz, Jacobo Tagle y Brenda Quevedo.
· Los cuatro primeros ya fueron sentenciados a penas que van de los 78 a los 131 años de prisión.
· Tagle y Quevedo aún esperan sentencia.
Así lo dijo
"No me interesa estar en un partido político, sólo me gustaría que me recordaran como una ciudadana que amó a su hijo y trató de hacer lo mejor para ellos, y que amé a mi País y no me importó arriesgar la vida por la justicia". Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro.
"Todo nos vale y pensamos que otro realizará lo que nosotros no hacemos, que alguien le exigirá al Gobierno, somos una sociedad desinformada y muy poco preparada para exigir, por eso el gran cambio es la educación".  El plagio de Wallace

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