Columna JAQUE MATE /Sergio Sarmiento
Sin debate
Reforma 16 enero 2012.-
Joaquín López Dóriga anunció el viernes 13 de enero que se había visto obligado a cancelar el debate organizado en su programa de Radio Fórmula con los precandidatos de la izquierda al gobierno del Distrito Federal. En su lugar realizó cinco entrevistas consecutivas a los aspirantes a la candidatura.
La decisión se tomó después de que la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión advirtió por escrito a López Dóriga y a Radio Fórmula que el debate implicaría una violación a la ley electoral y que podría llevar a sanciones a Grupo Fórmula y a las distintas emisoras que retransmiten el programa radiofónico en el país.
Según información difundida por Grupo Fórmula en internet, el documento de la CIRT señalaba que, con base en decisiones previas del IFE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), las garantías de libertad de expresión no se aplican a los debates políticos. Sólo pueden ser difundidos los debates organizados por el IFE y emitidos en tiempos oficiales. Otras razones para la prohibición, según la nota, son el hecho de que la transmisión alcanzaría a personas que no fueran militantes de los partidos de izquierda y a que la retransmisión alcanzaría zonas fuera de la circunscripción geográfica de la elección capitalina.
¿Realmente habrían censurado el IFE y el TEPJF el debate de López Dóriga? Es difícil saberlo. Según el consejero del IFE Marco Antonio Baños, el debate sí cumplía con la ley ya que incluía a los cinco precandidatos de la izquierda. Sin embargo, la resolución 459/2011 del Tribunal Electoral, que sancionó al PRD, al PAN y a una emisora de televisión de Nayarit por emitir un debate entre candidatos de estos dos partidos, parece bastante más amplia.
Los magistrados castigaron el debate de Nayarit por una supuesta adquisición indebida de tiempo de televisión, la cual debía suponerse aunque no hubiese pruebas de ella. Añadieron que el acceso de los partidos a la radio y la televisión sólo puede obtenerse a través de "los tiempos oficiales asignados por el IFE". El problema es que los tiempos del IFE están hechos para comerciales breves y no para debates.
El Tribunal no ha sancionado hasta ahora las entrevistas en radio o televisión. Por eso López Dóriga optó por el formato de entrevistas consecutivas. Los debates sí pueden llevarse a cabo por internet, como el que se ha planeado para el próximo martes entre los precandidatos presidenciales del PAN, y en medios impresos. Pero los fallos del TEPJF y las decisiones del IFE sugieren que no puede haber debates organizados por emisoras o periodistas de radio y televisión.
La confusión es generalizada. En una entrevista radiofónica reciente Andrés Manuel López Obrador me decía que, después de las respuestas del IFE a las preguntas que le hizo al Tribunal sobre lo que sí podía o no podía hacer como precandidato único, a él le quedaba claro que sí podía tener mítines abiertos al público (pese a un fallo en contra del Tribunal) siempre y cuando no pidiera directamente el voto y no cuestionara a los demás partidos y candidatos. Esto ha llevado a Andrés Manuel ha mantener su campaña de la república amorosa. Algunos especialistas dicen, sin embargo, que López Obrador sí puede criticar a sus rivales, aunque sólo en entrevistas y no en tiempos oficiales de radio y televisión.
¿Es esta la campaña electoral que merecemos los mexicanos? Me parece que no. Pero es la que nos ha dado la ley electoral del 2007. Los legisladores crearon un sistema que restringe la libertad en aras de la equidad, pero que al final ha acentuado también la inequidad.
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