SESIÓN ORDINARIA DE LA H. CÁMARA DE SENADORES
CELEBRADA EL MARTES 10 DE FEBRERO DE 2015
Preside la sesión, el Senador Luis Sánches Jiménesz(PRD)
Tiene
ahora la palabra la Senadora Mónica Arriola Gordillo, para presentar punto de
acuerdo que exhorta a las autoridades educativas federales y del estado de
Guerrero, a garantizar el derecho de niñas y niños a la educación, así como la
protección, seguridad y reparación del daño de las maestras y maestros que han
sido víctimas del delito.
La
Senadora Mónica Tzasna Arriola Gordillo: Con la venia de la presidencia.
Compañeras y compañeros Senadores:
En la
medida en que la gente de un país se preocupe por la educación de sus niños,
demuestra qué tanto quiere a su nación. Esa frase signa una responsabilidad
directa a todos los gobiernos con el futuro de su pueblo. Actualmente vivimos
una dolorosa realidad que nos marca de golpe, pone en evidencia que la
legislación nacional e internacional en diversos estados es letra muerta.
Guerrero,
como si hubiera sido poco lo que ha sufrido en los últimos meses, se encuentra
al margen de los avances y mejoras que se han desarrollado en otras entidades
federativas. Es uno de los tres estados con los más altos rezagos en materia
educativa.
Los
habitantes de la región de la montaña guerrerense se ven obligados a
desplazarse para contratarse como jornaleros agrícolas junto con su familia,
obligando a los menores a dejar las escuelas y a sus comunidades. Esto les
impone peligrosas condiciones a su formación debido a que en las regiones a
donde llegan no existen escuelas adecuadas para continuar con su educación.
Además,
los delincuentes se han hecho del control de las escuelas, exigen cuotas
mensuales del salario y del aguinaldo de los maestros, han logrado obtener las
nóminas de los docentes colocándolos en una grave situación de vulnerabilidad.
Indefensos
ante los criminales, los maestros y las maestras guerrerenses, como muchos
otros ciudadanos más, no tienen a quien recurrir, pues es ahora de que se sepa
que aquí en el Senado de la República sus gritos y sus reclamos se escuchan y
se escuchan claro; que la inseguridad y la violencia haya obligado a 198
planteles de educación básica, a suspender actividades una semana, por decir lo
menos, es insostenible.
Dolerse
a oír los hechos anteriores no sería una reacciónexagerada, con cuando un
gobierno no puede garantizar ni la calidad ni la seguridad en el ejercicio de
un derecho como la educación, su pueblo está condenado.
Hay que
reconocer que las autoridades han sabido reaccionar ante la violencia tomando
medidas como el envío de más de mil elementos castrenses a resguardar más de
cien escuelas de educación básica.
Sin
embargo, reconociendoa su vez la labor del Ejército eso sólo puede ejercerse
como una medida precautoria y temporal, ya que las instituciones armadas no
pueden cumplir de manera permanente con este tipo de tareas, correspondientes a
las autoridades civiles.
La
captura de los presuntos responsables de los homicidios, secuestros y ataques a
las escuelas es un paso, pero no un triunfo. Las soluciones no son fáciles, no
son rápidas, y definitivamente no son armadas.
Así
como se ha planteado en otros estados que han tenido problemas de inseguridad
graves, debe de existir una estrategia que prevea el desarrollo integral del
estado de Guerrero.
La
visión de corto plazo, con soluciones frágiles, ya no la podemos aceptar. Todos
conocemos sus consecuencias, las estamos sufriendo día a día. Es obligación de
todos el que las niñas y niños que van a la escuela solo deban concentrarse en
una cosa, en sus estudios, ello no debe tener que caminar largas distancias
para poder recibir educación.
No
deben preocuparse por la falta de infraestructura adecuada, ni por la falta de
atención del gobierno, pero mucho menos por el temor a ser víctimas de la
violencia.
Las
maestras y los maestros realizan una tarea no sólo loable, sino fundamental,
son el motor de nuestro país, y lo mínimo que debemos hacer como Estado
esgarantizar la absoluta seguridad en el desempeño de su labor.
Qué
debemos sentir al ver carteles de los educares que exclaman: los maestros
queremos trabajar pero sin miedo a que nos maten.
¿Qué
debemos pensar ante una manifestación en la cual unos 700 maestros y maestras
nos dan el mensaje: descanse en paz, maestro Víctor?
En este
punto de Acuerdo propongo se exhorte a las autoridades educativas federales y
del estado a que promueven las acciones necesarias y generen las condiciones en
materia de seguridad en las instituciones educativas y sus alrededores para
garantizar el derecho a la educación de calidad a las niñas y los niños del
estado de Guerrero.
Así
también que garanticen la seguridad y la protección de la vida, patrimonio de
los maestros y maestras del estado de Guerrero, y por elemental justicia que el
gobierno del estado de Guerrero y las autoridades del municipio de Acapulco,
formulen políticas de atención y reparación del daño a los maestros y maestras
que han sido víctimas del delito en el cumplimiento de su labor docente.
Compañeras
y compañeros Senadores, quiero culminar esta proposición no con un llamado ni
con una frase, sino con dos preguntas que espero los marquen. ¿Qué es la
educación? Un derecho humano y constitucional, la escalera de una prosperidad,
el arma pacífica de los pueblos, el ecualizador más eficiente; el portón a las
posibilidades y la llave a la igualdad y al bienestar colectivo, solo eso.
¿Cómo
debemos defenderla? Con todo lo que tenemos. Por eso hoy pongo ante ustedes
este punto de Acuerdo para que se vote de urgente y obvia resolución para los
niños, niñas, maestras y maestros del estado de Guerrero.
Muchas
gracias. Es cuanto, señor Presidente.
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