- Muy bien, el quid es que ese comunicado se publicó como inserción pagada en el periódico Reforma.
La popular cantante Anahí y el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, se casaron a las ocho de la mañana del sábado 25 de abril der 2015 en una ceremonia "PRIVADA" que fijaron con solo dos días de antelación.
En un comunicado difundido el domingo, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, detalló que los novios decidieron postergar la fecha original del enlace, programado para el 11 de abril, para prevenir “diversas manifestaciones de inconformidad, como es común cuando hay un evento de estas autoridades”.
Aclaró también que la pareja avisó por sorpresa y con solo dos días de antelación que deseaban que el enlace se realizara el pasado sábado 25 de abril. “A una hora poco común, a las ocho de la mañana, para tratar de evitar algún tipo de manifestación contraria a los novios”, detalló.
Arizmendi Esquivel, señaló a aquellos que critican al gobernador y hablan sin fundamento; “procuren no colaborar a este ‘terrorismo’ de habladurías”.
En una misiva del sacerdote puede leerse cómo se llevaron a cabo los hechos en torno a la boda del político:
“Se llevó a cabo en un ambiente sereno,
pacífico y sin alteraciones externas, con una noble y digna sencillez, con la
participación de sólo unas 60 personas, la mayoría familiares de los novios, en
un espíritu religioso y no mundano. No fue un espectáculo social ni político,
sino una celebración litúrgica”.
Señaló que: “La primera fecha que se había establecido para la boda era el 11 de abril, en la catedral de San Cristóbal, con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y de su esposa como padrinos. Sin embargo, previendo diversas manifestaciones de inconformidad en esta ciudad, como es común cuando hay un evento de este tipo, se decidió celebrar la boda en la catedral de Tuxtla Gutiérrez, ya no el 11 de abril, sino el 2 de mayo”.
“Ya no vino el presidente de la República, sino que fueron padrinos unos familiares de los contrayentes. La boda se inició con las puertas cerradas de la catedral, por precaución y para lograr un ambiente sereno, pero al final se abrieron y los nuevos esposos salieron por la puerta principal, donde recibieron la aclamación de algunas personas que se habían congregado”, explica el Obispo.
Agrega que algunas personas se mostraban inconformes a que él presidiera esta boda, porque señalaban que se podría interpretar como un compromiso político de su diócesis con el gobierno, pero les hizo ver que los dos contrayentes son católicos, que solicitaron la celebración como un sacramento de la fe, y que pedían la bendición sacramental para su vida matrimonial.
“No es un acto político partidista y no crea dependencia de la Iglesia con el Estado; se mantiene la debida separación. Por ello, con gusto accedí a la petición de los novios, pues ambos tienen derecho a celebrar su fe y a profesarla, también para dar testimonio de su creencia en el ambiente social, político y artístico en que se mueven”, dijo Arizmendi.
Indicó que fue invitado a desayunar con los novios y sus invitados, pero no pudo aceptar, porque en seguida tenía un compromiso con una comunidad indígena tseltal de Tenejapa, a donde se dirigió de inmediato para atender a sus prioridades pastorales.
“La Iglesia a nadie excluye, y tratamos de atender pastoralmente a todos los creyentes, ricos y pobres, santos y pecadores, de cualquier color partidista. El corazón misericordioso de Dios se debe reflejar en una actitud abierta ante todos los fieles”, dijo el obispo.
Culminó diciendo que el sagrado enlace ha provocado demasiados señalamientos y ofensas sin fundamento en internet por lo que hizo un llamado: “Procuremos no colaborar a este ‘terrorismo’ de habladurías y evitemos reenviar cuanto nos llegue, si es que daña a la comunidad y destruye la buena fama de las personas”.
Para la ceremonia religiosa el primer proyecto era que la orquesta sinfónica de Tuxtla Gutiérrez interpretara diversas melodías, de tipo clásico y otras de tipo sentimental.
Pero, por la hora y el día fijado no pudo llegar la orquesta, sino que participó la marimba de la Familia Díaz, con cantos netamente litúrgicos y chiapanecos, que crearon un ambiente de oración y de fe.
El adorno floral fueron unos sencillos alcatraces.
Según el obispo, los novios estaban muy nerviosos y preocupados antes de la celebración; pero el ambiente religioso que se creó los fue serenando y disfrutaron la celebración, no como un evento social y político, sino como un sacramento que ambos deseaban de corazón. Muy bien, el quid es que ese comunicado del obispo se publicó como inserción pagada en Reforma. ¿Por qué?
Señaló que: “La primera fecha que se había establecido para la boda era el 11 de abril, en la catedral de San Cristóbal, con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y de su esposa como padrinos. Sin embargo, previendo diversas manifestaciones de inconformidad en esta ciudad, como es común cuando hay un evento de este tipo, se decidió celebrar la boda en la catedral de Tuxtla Gutiérrez, ya no el 11 de abril, sino el 2 de mayo”.
“Ya no vino el presidente de la República, sino que fueron padrinos unos familiares de los contrayentes. La boda se inició con las puertas cerradas de la catedral, por precaución y para lograr un ambiente sereno, pero al final se abrieron y los nuevos esposos salieron por la puerta principal, donde recibieron la aclamación de algunas personas que se habían congregado”, explica el Obispo.
Agrega que algunas personas se mostraban inconformes a que él presidiera esta boda, porque señalaban que se podría interpretar como un compromiso político de su diócesis con el gobierno, pero les hizo ver que los dos contrayentes son católicos, que solicitaron la celebración como un sacramento de la fe, y que pedían la bendición sacramental para su vida matrimonial.
“No es un acto político partidista y no crea dependencia de la Iglesia con el Estado; se mantiene la debida separación. Por ello, con gusto accedí a la petición de los novios, pues ambos tienen derecho a celebrar su fe y a profesarla, también para dar testimonio de su creencia en el ambiente social, político y artístico en que se mueven”, dijo Arizmendi.
Indicó que fue invitado a desayunar con los novios y sus invitados, pero no pudo aceptar, porque en seguida tenía un compromiso con una comunidad indígena tseltal de Tenejapa, a donde se dirigió de inmediato para atender a sus prioridades pastorales.
“La Iglesia a nadie excluye, y tratamos de atender pastoralmente a todos los creyentes, ricos y pobres, santos y pecadores, de cualquier color partidista. El corazón misericordioso de Dios se debe reflejar en una actitud abierta ante todos los fieles”, dijo el obispo.
Culminó diciendo que el sagrado enlace ha provocado demasiados señalamientos y ofensas sin fundamento en internet por lo que hizo un llamado: “Procuremos no colaborar a este ‘terrorismo’ de habladurías y evitemos reenviar cuanto nos llegue, si es que daña a la comunidad y destruye la buena fama de las personas”.
Para la ceremonia religiosa el primer proyecto era que la orquesta sinfónica de Tuxtla Gutiérrez interpretara diversas melodías, de tipo clásico y otras de tipo sentimental.
Pero, por la hora y el día fijado no pudo llegar la orquesta, sino que participó la marimba de la Familia Díaz, con cantos netamente litúrgicos y chiapanecos, que crearon un ambiente de oración y de fe.
El adorno floral fueron unos sencillos alcatraces.
Según el obispo, los novios estaban muy nerviosos y preocupados antes de la celebración; pero el ambiente religioso que se creó los fue serenando y disfrutaron la celebración, no como un evento social y político, sino como un sacramento que ambos deseaban de corazón. Muy bien, el quid es que ese comunicado del obispo se publicó como inserción pagada en Reforma. ¿Por qué?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario